martes, 2 de diciembre de 2025

Preparad el camino del Señor


Dad el fruto que pide la conversión

7 de diciembre 2025

La Iglesia, en este tiempo de Adviento, nos remite a Isaías y a Juan el Bautista. Dos figuras que significaron un gran grito qu despertara al pueblo para una preparación especial: La llegada del Señor... "Preparad el camino del Señor"...

Tanto uno como el otro clamaba al pueblo judío exigiendo un cambio que significara una acogida de los tiempos nuevos que se avecinaban.
Hoy en día, la Iglesia nos repite la llamada. Nos propone una preparación, un cambio, una conversión.
Tantas veces lo hemos escuchado que ya entra dentro de la rutina de las celebraciones y fiestas que se van desarrollando según el calendario propio de la Iglesia. Pero ¿nos hemos parado a pensar qué significa? Diríamos que con la llegada del Jesús ya empezó el nuevo tiempo mesiánico, ya está aquí el reino de Dios... Por otra parte el lenguaje de la Iglesia (en la liturgia, en las oraciones, en las celebraciones) parece dar a entender que Jesús ya lo hizo todo... (su sacrificio en la Cruz; su muerte y resurrección; su salvación; su perdón de los pecados; su presencia real en la Iglesia...). Todo eso lo damos por hecho y terminado. ¿Qué tenemos que hacer?


Creo que al cargar a Jesús con todos los títulos humanos y divinos hemos deformado su mensaje, su vida y el alcance de lo que quería transmitirnos. Saltamos por encima de su humanidad, esquivamos toda su experiencia y vivencia como hombre (judío y de su tiempo) y lo colocamos en una plataforma tan alejada de la humanidad (de todos nosotros) que ni siquiera se nos ocurre pensar que él también hizo ese camino de conversión, buscó el reino de Dios, hizo todo lo posible por preparar el camino del Señor...

Y ése es el mensaje: el de Isaías, el de Juan el Bautista, el de Jesús de Nazaret. Cada uno, a su manera, lanza ese grito: Preparad el camino del Señor...

ISAÍAS: "Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso, sus crías se tumbarán juntas; el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente, y el recién destetado extiende la mano hacia la madriguera del áspid. Nadie causará daño ni estrago por todo mi monte santo: porque está lleno el país del conocimiento del Señor, como las aguas colman el mar..."

JUAN EL BAUTISTA: "«Voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”». Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán..."

JESÚS DE NAZARET: "El tiempo se ha cumplido y ya está cerca el reino de Dios...Convertíos y creed en la buena noticia."

Todos esos mensajes son una urgencia gritada a los cuatro vientos. Para Isaías fue como soñar el futuro de la humanidad. Juan el Bautista entiende que cada uno tiene que ponerse en camino e ir preparando el camino, Jesús de Nazaret grita a sus gentes que ese Reino ya está entre nosotros, que nos demos la vuelta, que creamos en esa buena noticia: Un mundo nuevo, una humanidad nueva, hombres y mujeres llenos de compasión, de solidaridad, de entrega y servicio. Que ese mundo es posible, que es una realidad desde el momento en que yo me pongo en marcha y pongo mi confianza en Dios (nuestro papá-mamá).

Creo que es por ahí que va el mensaje de Jesús y de los profetas. Algo que debo completar en mí mismo, en mi vida de cada día, en este momento presente (el único que tengo y del que dispongo)


Texto del evangelio de Mateo 3, 1-12

Por aquellos días, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

Este es el que anunció el Profeta Isaías diciendo: «Voz del que grita en el desierto: “Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos”».

Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.

Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y de la comarca del Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán.

Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
«¡Raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado a escapar del castigo inminente?

Dad el fruto que pide la conversión.

Y no os hagáis ilusiones, pensando: “Tenemos por padre a Abrahán”, pues os digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán de estas piedras.

Ya toca el hacha la raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será talado y echado al fuego.

Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no merezco ni llevarle las sandalias.

Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.

Él tiene el bieldo en la mano: aventará su parva, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga».

miércoles, 26 de noviembre de 2025

Estad en vela...

...Porque no sabéis cuando vendrá vuestro Señor

30 de noviembre 2025

Comenzamos el nuevo ciclo de la Iglesia. Es el Adviento. Y ahí estamos de nuevo escuchando la reflexión que nos transmite el evangelio de Mateo. Y ese aviso que nos da el Señor a cada uno de nosotros: "Estad en vea, porque no sabéis cuándo vendrá vuestro Señor..."

Y nos pone el ejemplo: -"si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa."

Ahí, pues, arranca nuestra reflexión: -"¿Qué es estar en vela?

Con este tiempo de Adviento "recordamos el tiempo de espera que precedió al Mesías. Esperaban una intervención puntual de Dios que nos despista". (Así lo comenta Fray Marcos).
-"Jesús hizo una propuesta de salvación definitiva para el hombre: desplegar todas las posibilidades de ser".
-"Al no cumplirse la expectativa en el más acá, se colocó en el más allá. Surgió así la escatología. Ni siquiera la venida de Jesús aportó la verdadera salvación, por eso los cristianos sintieron la necesidad de una segunda venida".
-"Estar dormido sería una vida hedonista, atenta sólo al bienestar material sin mayores preocupaciones. Sólo despiertos podremos desplegar nuestra humanidad. La religión propone una salvación a medida, pero falsa."
-"El adviento es un tiempo de reflexión que me lleva a descubrir el sentido de la vida. Dios no tiene que venir en ningún momento ni de ninguna parte. Está siempre ahí ofreciéndome la total salvación..."

Mi reflexión, pues, me lleva a preguntarme si vivo mi vida consciente. Si estoy atento... Atento al mundo que me rodea, a las personas que está en mi entorno (especialmente todas esas personas que no cuentan, las marginadas, las despreciadas o infravaloradas por su raza, su cultura, su origen, su nivel social). Atento para escuchar, para comprender, para amar...
De ese modo está llegando el Señor... Cuando en Navidad hablamos de la encarnación de Dios y nos emocionamos con la figura del niño nacido en el pesebre (entre los marginados), tal vez no caemos en la cuenta de que es en esos márgenes de la sociedad donde vamos a tomar conciencia del paso del Señor...

Frecuentemente nuestras fiestas navideñas se tiñen de esos adornos, de esas luces y de todas esas ofertas de compras y regalos que nos hacemos unos a otros celebrando de esa manera todo el amor que nos tenemos a nosotros mismos (y a nuestros familiares más cercanos). Y nuestra consciencia se embota y es incapaz de descubrir la presencia de nuestra padre-madre Dios en los pequeños de este mundo.

Estad en vela..., porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».


Texto del evangelio de Mateo 24, 37-44

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.

En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.

Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.

Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

miércoles, 19 de noviembre de 2025

¿No eres tú el Mesías?

«Este es el rey de los judíos»

23 de noviembre 2025

Un año más, siguiendo el ciclo litúrgico, celebramos este domingo la fiesta de Cristo Rey...

Seguramente la fe y devoción de la Iglesia (como depositaria del mensaje de Jesús) quiso expresar los máximos honores al Maestro, a Jesús de Nazaret a quien, en otros tiempos, también lo presentó como el Hijo Unigénito del Padre, segunda Persona de la Santísima Trinidad, resucitado y sentado a la derecha del Padre... como Señor del Universo y juez al final de los tiempos...

Todo eso, en otros tiempos podía significar mucho. Significaba un gran honor y lo encumbraba a lo más alto que la humanidad podría llegar. Y el pueblo podía sentirse protegido en medio de tantos males y peligros que aquejaban frecuentemente a la gente sencilla. Colocaba a Jesús por encima de todos los poderes de la tierra e infundía ánimo y esperanza a la espera de ese juicio que daría recompensa a los fieles seguidores.

Hoy en día, al igual que sucede con tantas afirmaciones, enseñanzas y dogmas de la Iglesia, todo eso se nos ha quedado obsoleto. No nos dice nada. Las realezas de este mundo apenas si se sostienen y los valores que ostentan están a nivel del suelo. ¿Para qué dedicarle a Jesús un título parecido?

Jesús de Nazaret, al que proclamaron "rey de los judíos" cuando lo ajusticiaban como malhechor y se reían de él en un momento en el que venía barrido de este mundo como un reo más de muerte..., jamás en su mensaje y en su vida sugirió ni propuso nada que pudiera sugerirnos un título parecido.
Como comenta Fray Marcos: "-Un Jesús que declaró como único pecado el someter a otros o dejarse esclavizar por ellos. Un Jesús que no vino a ser servido sino a servir. Un Jesús que dijo: el que quiera ser grande, sea el último y el servidor de todos... En los evangelios hay muchos más apuntes que van en esta misma dirección, pero creo que son suficientes para dejar claro que ese título es un solemne disparate... (el título de Rey del Universo).
"El Reino que predicó Jesús es un reino donde todos sean reyes y súbditos a la vez, donde todos debíamos servir a los demás sintiéndonos identificados con ellos. La hermandad y el servicio son sus insignias."
"Cuando en ele padrenuestro decimos "venga tu reino", expresamos el deseo de que cada uno de nosotros hagamos presente a Dios como lo hizo Jesús. Jesús quiere seres humanos ungidos y capaces de ser ellos."

Ése es el mensaje en el que tenemos que insistir, reflexionar, meditar y ponerlo como objetivo y valor en nuestra vida.

Texto del evangelio de Lucas 23,35-43

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había también por encima de él un letrero:
«Este es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».

Y decía:
«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le dijo:
«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

viernes, 14 de noviembre de 2025

El Reino de Dios...

...Está en medio de vosotros

16 de noviembre 2025

Nuestra sociedad y nuestro mundo se está acostumbrando a solicitar y obtener cualquier cosa sólo con darle a una tecla. Tiempos de la informática y de la inteligencia artificial... Y cuando reflexionamos sobre lo que nos dice el evangelio tenemos la tentación de caer en el desaliento...

Dice el texto de Lucas que los fariseos (y supongo que también los discípulos tenían esa misma pregunta en la punta la lengua) preguntaron a Jesús: «¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».

Ante la imposibilidad de dar una respuesta concreta, la Iglesia a lo largo de los siglos ha mantenido una predicación y una enseñanza en las que nos remite al más allá, a después de la muerte, al reino de los cielos... Y se nos insistía en la preparación, en la penitencia, en la confesión, en las obras de piedad... como para prepararnos para el juicio final y el premio que recibiríamos.

Como comenta Fray Marcos: "El Reino predicado por Jesús es tan distinto a todo lo esperado que fue imposible de aceptar por los judíos e incluso por los primeros seguidores de Jesús... El cristianismo siguió en la misma tentación y siempre ha predicado un Reino de Dios externo y poderoso que estaría por encima de los poderosos de este mundo..."

La repuesta de Jesús fue sencilla y profunda: "El reino de Dios está en medio de vosotros».
Sigue comentando Fray Marcos: "El Reino tiene que hacerlo presente el  ser humano con su actitud interna, creando un ámbito en el que reine el amor y la preocupación por los demás y haga posible una humanidad cada día más humana."

Ésa es la invitación que tenemos cada uno de nosotros. A eso estamos llamado. Sí, ésa es la vocación de todo seguidor-seguidora de Jesús. 
Con nuestras prisas y la aceleración que nos impone la sociedad andamos inquietos y preocupados... o bien por el pasado o bien por el futuro. Y no tenemos ninguno de los dos. Como dice Jesús: «El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: “Está aquí” o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».

Dispongo de este momento, de este preciso instante... para vivir y hacer que el reino de Dios se vaya haciendo presente en mí y a mi alrededor. Para todo lo demás pongo mi confianza en Dios nuestro padre-madre.


Texto del evangelio de Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús:
«¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?».

Él les contestó:
«El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: “Está aquí” o “Está allí”, porque, mirad, el reino de Dios está en medio de vosotros».

Dijo a sus discípulos:
«Vendrán días en que desearéis ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo veréis.

Entonces se os dirá: “Está aquí” o “Está allí”; no vayáis ni corráis detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día.

Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación».

miércoles, 5 de noviembre de 2025

"Quitad esto de aquí...

...No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

9 de noviembre 2025

El texto del evangelio de Juan nos presenta una escena que siempre ha dado mucho que hablar y comentar: "La expulsión de los mercaderes del templo...". Ovejas, bueyes, cambistas, vendedores de palomas...

Una escena que nos es totalmente ajena y que no tiene fácil comprensión. El culto del templo de Jerusalén se basaba en la ofrenda de animales (que luego se sacrificaban); también era necesario el cambio de moneda (ya que en el templo las ofrendas se debían hacer en la moneda judía)... Todo ello suponía un negocio increíble para los que gestionaban la administración del Templo.
Posiblemente en el fondo de la cuestión estaba en que el culto a Dios (el Dios de nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob) terminaba centrándose en dichas ofrendas y quedaba muy lejos de lo que Jesús sentía y creía que debía ser el verdadero culto a Dios...

Basta recordar el diálogo con la samaritana: "J
esús le dice que se acerca un tiempo en que la adoración no dependerá del lugar, sino de la actitud del corazón. Adoración en espíritu y verdad: El mensaje central es que los verdaderos adoradores se conectarán con Dios a través del espíritu  y serán sinceros en su fe, independientemente de su ubicación física..."
También en su encuentro con Nicodemo. Jesús le habla de "nacer de nuevo"...
Son detalles que nos hablan de la manera de entender Jesús la relación que se debía tener con Dios.
Finalmente se llegaba a la conclusión de que, para Jesús, tanto el Templo como la Ley, eran muy relativos y no eran lo más importante a la hora de encontrar a Dios y vivir la vida de hijos-hijas de Dios.

Y es que escuchar ese texto del evangelio de Juan y aplicarlo a nuestra vida viene a ser y tener el mismo mensaje que tanto molestó a los Sacerdotes, Letrados y Fariseos de su tiempo. De nuevo nos plantea nuestra relación con Dios, nuestro padre. ¿En qué la hemos convertido? ¿Qué significa para mí? ¿Es el cumplimiento de la Ley? ¿Asistir a la iglesia los domingos y días de fiesta?
En otras palabras, mi vida, mis actividades, mis actitudes, mi lenguaje y mis opiniones ¿son las de un hijo de Dios? 
Mi oración (mi encuentro con el Señor) ¿se reduce a las que rezo en la iglesia? ¿Se reduce a oraciones hechas, a repetir algo aprendido en la catequesis? ¿Intento, a lo largo del día, tener momentos de conectar con la vida de Dios?

"-No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre."

Mi relación con Dios no debe ser para conseguir algo, para ganar nada, para congraciarme con Él, ni siquiera para pedirle perdón... No, mi relación con él me hace ver y entender que sólo soy humano; que me equivoco a menudo y cometo errores, que soy débil...; que estoy lejos de alcanzar esa humanidad que Él espera de mí. Eso está clarísimo.  Y sé que Él me conoce mejor que yo mismo, me comprende y me perdona... Y, en mi encuentro con Él, me pongo en sus manos, me fío de Él y sé que en medio de mi actividad diaria voy de camino hacia Él que es el origen, raíz y fuente de toda vida. Y mi deseo es que su vida se haga cada día más evidente en mí.


Texto del evangelio de Juan 2,13-22

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»

Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»

Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

miércoles, 29 de octubre de 2025

El que cree en Jesús...

...Aunque haya muerto, vivirá

2 de noviembre 2025


Una celebración especial: El día 1, celebramos a Todos los Santos. Y el día 2, recordamos a Todos los Difuntos.

Son fechas y momentos que cada uno ha vivido según la tradición o según el sentir o vivencia personal.
Siguiendo la distribución del año litúrgico este fin de semana leeríamos el evangelio del encuentro de Jesús con Zaqueo...
Entiendo que cada referencia al Jesús del evangelio nos lleva a una reflexión sobre su mensaje y sobre el reino de Dios, es decir de la presencia de Dios mismo en nuestras vidas.

Los textos de los evangelios, en más de una ocasión,  nos resultan difíciles de encajar, de entender y aplicar a nuestra vida.
El texto de la resurrección de Lázaro y todo el diálogo con Marta, su hermana (tantas veces escuchados y leídos en los funerales) nos pone un interrogante que se escapa a nuestro entendimiento: -¿Resucitó, de verdad, a Lázaro después de días muerto y enterrado? -¿Se trata de algo real o es un mensaje dirigido a la comunidad de los seguidores de Jesús?
-¿Resucitar para volver a morir? -Y ¿cómo es eso de que el crea en Jesús, aunque muera, volverá a vivir?

Yo me centraría en el mensaje principal: Todos los Santos y Todos los Difuntos fueron llamados a vivir la vida de Dios (el reino de los cielos). Es la invitación de Jesús en su proclamación de que el reino de Dios ha llegado. Llamados a convertirnos, a cambiar de estilo de vida, a ser hermanos, a estar atentos a los hermanos y hermanas para ser servidores, compasivos y crear en nosotros y en nuestro rededor una humanidad justa y solidaria a la imagen de nuestro padre-madre...
A eso estamos llamados. Nos alegramos con las personas que ya se fueron (con aquellas a las que declaramos santas) y con todas las que formaron parte de nuestro entorno (padres, madres. abuelos, abuelas...) y reafirmamos nuestro compromiso de seguir a Jesús cambiando nuestra vida, como lo hizo Zaqueo.
Llamados a crear en nosotros y en nuestro entorno una humanidad más humana, como comenta Fray Marcos.
-"El ser humano es el que ha abandonado el egoísmo, el que está preocupado por los demás, el que intenta ayudar a todo el que lo necesita sin esperar nada a cambio, el que no se aprovecha de nadie en beneficio propio, el que acepta a los demás sin condiciones y sin querer cambiarles, el que se da cuenta de que tiene todo lo que necesita para ser en plenitud, etc., etc."
-"Reconocer el valor absoluto de la persona humana sería la demostración del más espectacular progreso. Sería el primer paso para alcanzar el mayor logro de toda la historia de la humanidad. Debemos dejar de defender dioses, religiones, doctrinas, ideologías, filosofías, conocimientos y poner por delante de cualquier valor al ser humano concreto."
-"Un auténtico progreso espiritual nos llevaría a tomar conciencia de que el valor supremo es y será siempre la persona humana, cualquier persona y en cualquier circunstancia. Mientras no asumamos que el más alto dignatario y el mendigo que duerme bajo un puente tienen el mismo valor, no alcanzaremos la armonía entre los seres humanos y seguiremos mostrando nuestras carencias en verdadera humanidad."

Creo que Jesús, en toda su vida y en todo su mensaje, se está refiriendo a este estilo de vida. "El que crea en el mensaje de Jesús, el que intente seguir sus pasos, aunque muera, vivirá para siempre". Cierto que todos moriremos. Cierto que todos los que siguieron al Maestro murieron. Pero también es cierto que su vida cambió totalmente al aceptar ese camino, al cambiar de mentalidad y poner como objetivo en su vida ese don de Dios, esa manera de vivir entregados, servidores, solidarios y compasivos creando en ellos mismos y en su entorno esa humanidad que es servicio, amor y entrega total.

Por eso, cuando leemos el texto de las Bienaventuranzas sentimos que nuestra realidad choca con esa proclamación: Bienaventurados los pobres, los que lloran, los perseguidos por la justicia, los hambrientos... Tantas y tantas personas que, al optar por el camino de Jesús, han puesto como primer valor y objetivo la vida nueva de Dios. Porque su consuelo es otro, su alegría es otra, su paga es totalmente diferente. Ya no es el acumular riquezas, la fama y aprecio de los demás, el poder y dominio sobre los otros, el hambre de cosas y propiedades... Y recuerdo ahora mismo lo que decía Teresa de Jesús (Santa Teresa): Sólo Dios basta (la vida de Dios).


Texto del evangelio de Juan 11, 17-27

Cuando Jesús llegó a Betania, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Betania distaba poco de Jerusalén: unos quince estadios; y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».

Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».

Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».

Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».

Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

miércoles, 22 de octubre de 2025

El que se enaltece será humillado...

...Y el que se  humilla será enaltecido

26 de octubre 2025

Hay parábolas que las sabemos de memoria. Quizás la dificultad que encontramos sea el cómo entenderla y aplicarla a nuestra propia vida.

Casi todos, al igual que el fariseo, confiamos en nosotros mismos y nos consideramos justos. Y por eso despreciamos a los demás... En nuestro interior (al igual que el fariseo) hacemos lista de nuestro cumplimiento y de nuestras virtudes: Vamos a misa, cumplimos los mandamientos, damos limosna de cuando en cuando, ayudamos en las obras de la parroquia, no defraudamos a Hacienda, tampoco robamos...
Y miramos de reojo a tantas personas que estamos seguros que no son buena gente. Y, si son extranjeros, inmigrantes, gentes sin religión... Entonces los miramos con compasión, con pena, porque los vemos como perdidos...

Y, quizás, también nosotros escucharíamos a Jesús decir lo mismo de nosotros (cristianos, seguidores suyos): "Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

De todos modos, como comenta Fray Marcos, andamos lejos de comprender o por lo menos tener una pequeña idea de Dios, nuestro padre-madre. "A primera vista nos sentimos identificados con el publicano por su humildad y su falta de estima. Rechazamos instintivamente al fariseo por su soberbia. Sin embargo no es ése el mensaje de Jesús.
"El fariseo falla al creer que lo merece todo por su cumplimento de la Ley. El creerse por encima de los demás es la mejor manifestación de inhumanidad. Y el publicano falla por seguir pensando en un Dios que tiene todo el derecho a premiar y castigar. Lo único que pretende es que no le mande al infierno por sus pecados.
"El fariseo se equivoca al confiar que son sus obras las que garantizan su cercanía a Dios. El publicano falla al no confiar en el amor gratuito de Dios y pensar que tiene que golpearse el pecho para que le acepte. No percibe que está pidiendo lo que ya tiene..."
"Nuestra única tarea es descubrir y vivir el amor incondicional..."

Sigue en nuestro subconsciente la imagen de Dios todopoderoso, que nos ve y vigila, nos juzgará rigurosamente y... puede condenarnos. Para aquellas personas que escuchaban a Jesús lo más importante era cumplir la Ley, observar los mandamientos... Esa misma idea ha pasado a nosotros como una exigencia sin cuyo cumplimiento nadie podía salvarse. Y todo el lenguaje de la Iglesia oficial sigue esa pauta. Es como si la vida de Jesús, sus acciones, sus actitudes, sus comentarios no significaran nada...

Seguimos, pues, intentando escuchar y comprender el mensaje de Jesús: el amor de Dios, que es nuestro padre-madre, que lo que importa es captar ese amor de Dios extendido y desplegado en todo el universo, en cada criatura, en cada persona... Y vivir a su estilo, como hijos-hijas de Dios. Solo el amor nos salva. El amor que recibimos y el amor que damos... Todo lo demás son añadidos sin valor.


Texto del evangelio de Lucas 18, 9-14

En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola a algunos que se confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
“¡Oh Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.

El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo:
“Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.

Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Preparad el camino del Señor

Dad el fruto que pide la conversión 7 de diciembre 2025 La Iglesia, en este tiempo de Adviento, nos remite a Isaías y a Juan el Bautista. Do...