...Porque no sabéis cuando vendrá vuestro Señor
30 de noviembre 2025
Comenzamos el nuevo ciclo de la Iglesia. Es el Adviento. Y ahí estamos de nuevo escuchando la reflexión que nos transmite el evangelio de Mateo. Y ese aviso que nos da el Señor a cada uno de nosotros: "Estad en vea, porque no sabéis cuándo vendrá vuestro Señor..."
Y nos pone el ejemplo: -"si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa."
Ahí, pues, arranca nuestra reflexión: -"¿Qué es estar en vela?
Con este tiempo de Adviento "recordamos el tiempo de espera que precedió al Mesías. Esperaban una intervención puntual de Dios que nos despista". (Así lo comenta Fray Marcos).
-"Jesús hizo una propuesta de salvación definitiva para el hombre: desplegar todas las posibilidades de ser".
-"Al no cumplirse la expectativa en el más acá, se colocó en el más allá. Surgió así la escatología. Ni siquiera la venida de Jesús aportó la verdadera salvación, por eso los cristianos sintieron la necesidad de una segunda venida".
-"Estar dormido sería una vida hedonista, atenta sólo al bienestar material sin mayores preocupaciones. Sólo despiertos podremos desplegar nuestra humanidad. La religión propone una salvación a medida, pero falsa."
-"El adviento es un tiempo de reflexión que me lleva a descubrir el sentido de la vida. Dios no tiene que venir en ningún momento ni de ninguna parte. Está siempre ahí ofreciéndome la total salvación..."
Mi reflexión, pues, me lleva a preguntarme si vivo mi vida consciente. Si estoy atento... Atento al mundo que me rodea, a las personas que está en mi entorno (especialmente todas esas personas que no cuentan, las marginadas, las despreciadas o infravaloradas por su raza, su cultura, su origen, su nivel social). Atento para escuchar, para comprender, para amar...
De ese modo está llegando el Señor... Cuando en Navidad hablamos de la encarnación de Dios y nos emocionamos con la figura del niño nacido en el pesebre (entre los marginados), tal vez no caemos en la cuenta de que es en esos márgenes de la sociedad donde vamos a tomar conciencia del paso del Señor...
Frecuentemente nuestras fiestas navideñas se tiñen de esos adornos, de esas luces y de todas esas ofertas de compras y regalos que nos hacemos unos a otros celebrando de esa manera todo el amor que nos tenemos a nosotros mismos (y a nuestros familiares más cercanos). Y nuestra consciencia se embota y es incapaz de descubrir la presencia de nuestra padre-madre Dios en los pequeños de este mundo.
Estad en vela..., porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Texto del evangelio de Mateo 24, 37-44
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé.
En los días antes del diluvio, la gente comía y bebía, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: dos hombres estarán en el campo, a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo, a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor.
Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría que abrieran un boquete en su casa.
Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
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