miércoles, 27 de noviembre de 2013

Los desfavorecidos

Católicas/os de Madrid
ACCIÓN CULTURAL CRISTIANA (ACC), APOSTÓLICAS DEL CORAZÓN DE JESÚS, ASOCIACIÓN PUENTE DE ESPERANZA MADRID, CAPELLANÍA DEL CENTRO PENITENCIARIO DE NAVALCARNERO, COMU DE P. SANTA MARÍA DEL BUEN AIRE, COMUNIDAD CRISTIANA DE BASE STO. TOMÁS DE AQUINO, CRISTIANOS DE LA PARROQUIA DE SANTA BIBIANA,  CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO, CRISTIANOS SOCIALISTAS DE MADRID PSM-PSOE, EPPO´S DE MADRID, FORO DE CURAS DE MADRID, FORO DE PARADOS EN ACCIÓN, FRATERNIDAD CRISTIANA DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD DE MADRID (FRATER), HERMANAS FRANCISCANAS DEL E.S. COMUNIDAD DE VALLECAS, HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA (HOAC) DE MADRID, HERMANDADES DEL TRABAJO (HHT), HERMANITAS DE JESÚS DE FOUCAULD, HERMANITAS DE LA ASUNCIÓN, I.S. SIERVAS SEGLARES DE JESUCRISTO SACERDOTE, COMUNIDAD DE LA P. SAN PABLO, INSTITUCIÓN JAVERIANA, JUSTICIA Y PAZ DE MADRID, JUVENTUD OBRERA CRISTIANA (JOC), PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA (FUENLABRADA), PARROQUIA DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE, PARROQUIA DE SAN AMBROSIO, PARROQUIA DE SAN BASILIO, PARROQUIA DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN, PARROQUIA DE SAN EULOGIO, PARROQUIA DE SAN PABLO, PARROQUIA DE SANTA Mª DEL BUEN AIRE, PARROQUIA DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, PASTORAL SAN CARLOS BORROMEO, PROFESORES CRISTIAN@S DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA, RED INTERLAVAPIÉS, REVISTA ALANDAR, RR DE LA COMPASIÓN, RR DE LA SAGRADA FAMILIA DE BURDEOS,evangelioyjusticia@gmail.com
MADRID.

ECLESALIA, 28/11/13.- Impulsados por el ejemplo que Jesús nos propone en la parábola del Buen Samaritano (Lc 10, 25-37) de no mirar hacia otro lado ante el dolor que nos rodea, un grupo de organizaciones de católicas y católicos de Madrid creemos que desde el Evangelio estamos llamados a luchar por la Justicia y los Derechos Sociales y que por ello, como parte de la Iglesia, nos animamos a“gritar”, ante el silencio escandaloso de los que tienen más voz y son más escuchados, que esta situación de recorte y pérdida de derechos sociales no puede continuar porque es contraria a los deseos de Dios de garantizar la dignidad de la persona. Creemos que los evangelios nos muestran prácticas de Jesús en las que levanta enérgicamente su voz en defensa de los más desfavorecidos.
Empezamos por señalar que nos encontramos ante una crisis múltiple en un contexto global, lo que condiciona cualquier salida de la misma y considerar todos sus aspectos. Y constatamos la existencia de múltiples causas de índole técnica (intrínsecas al sistema capitalista), políticas (instauración del poder económico por encima del político) y éticas (negación de la primacía de la persona sobre las cosas). Creemos, con la DSI, que existen estructuras de pecado que condicionan nuestra vida y contra las que hay que luchar con todas nuestras fuerzas para la mayor gloria de Dios.
Vemos que las principales víctimas de esta situación son los menos culpables de ella. Las “soluciones” que se han ido imponiendo han avanzado más en la privatización de los beneficios y la socialización de las pérdidas, empobreciendo a través de los recortes sociales a los desfavorecidos e instaurando una cultura del miedo que trata de desarmar a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.
Ante los nuevos empobrecidos renovamos la opción preferencial por los pobres. Constatamos que la pobreza crece alcanzando a muchos que antes de la crisis vivían dignamente. Además de sentirnosexigidos a cambiar nuestro estilo de vida, ésta opción nos impide callar y permanecer quietos ante la situación.
La fractura del estado de bienestar y con ella la quiebra de la protección de los derechos humanos(sanidad, educación, servicios sociales y dependencia, justicia, pensiones, etc.), la pérdida de garantías laborales, el acceso a la vivienda o la explotación del trabajador que significa la economía sumergida, la política fiscal regresiva y no redistributiva, traen consigo un empeoramiento de la situación para todo el mundo y en especial para los más débiles de la sociedad.
El debilitamiento de los servicios públicos sólo puede dar como frutos el ahondamiento y el aumento de la exclusión social. En palabras del Papa Francisco: Es una crisis en la que el hombre es quien sufre las consecuencias de esa inestabilidad. Hoy día está en peligro el hombre, la persona humana.
Nos parece muy urgente que la Iglesia, a través de sus Medios de Comunicación Social, anuncie y defienda con claridad y sin fisuras la Doctrina Social de la Iglesia, y que exprese claramente su Opción por los Pobres, que en nuestro tiempo toma forma concreta en la defensa de los servicios sociales y del Estado del Bienestar, sin ambigüedades ni “medias tintas”. Nos duele que muchas veces medios de comunicación vinculados a la Iglesia ofrezcan un mensaje no acorde con los principios y opciones de la DSI, incluso en ocasiones claramente en contra.
Creemos que todos debemos contribuir al Bien Común y que, guardando el principio de subsidiariedad, la solidaridad es un fundamento que queda mejor preservada en el ámbito del Estado de Bienestar mediante los servicios públicos. Por ello nos manifestamos en contra de todo el proceso privatizador, especialmente en los ámbitos de la sanidad, la educación, las pensiones y la vivienda. Nos unimos desde aquí a aquellas plataformas que honrada y justamente demandan soluciones a los problemas y situaciones escandalosas que se han producidos.
Finalmente hacemos un llamamiento a todas las católicas y católicos de Madrid para que trabajemos con todas las personas de buena voluntad que desde diversas opciones y visiones, mostremos nuestra indignación y pidamos el cambio de rumbo necesario para hacer realidad el respeto y crecimiento de la dignidad de las personas en Madrid. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).




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lunes, 25 de noviembre de 2013

No confundir sumisión con amor

Manual de sumisión

25.11.13 | 09:15. Archivado en Iglesia española (Por J.M. Castillo)
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El Roto publica en el suplemento dominical de El País, su ocurrente y genial viñeta. Hay que verla. Yo voy a intentar explicar a los lectores lo que en esa viñeta se refleja, se dice, se evoca, que es mucho más de lo que parece a primera vista. El dibujo se titula“Manual de sumisión”.
Y lo que allí se ve es una mujer joven, guapa, con su pelo aplastado a la cabeza, muy a la antigua, vestida de “andar por casa”, con su mandil, en la cocina, y cortando (con una mano) en trozos pequeños, mediante un enorme cuchillo, no sólo tacos pequeños de alguna comida, quizá carne, sino que además - y esto es lo decisivo - la mujer se está cortado, lo mismo que corta la carne, se propia carne, hasta el punto de que, tal como figura en la viñeta, ya se ha cortado una mano entera que ni se ve en el dibujo. Mientras tanto, la “mujer sumisa” sonríe son una expresión dulce, encantada y encantadora.
Así ha resumido el Roto el manual de la sumisión, que el arzobispado de Granada está difundiendo al editar y vender el tan comentado libro de Constanza Miriano, “Cásate y sé sumisa”. Un libro del que en estos días se habla tanto. Y un libro del que la propia autora ha comentado que, en muchas librerías, se encuentra en la sección de humor, y del que “L’Osservatores Romano”, el diario del Vaticano, ha dicho que es “un divertido manual de evangelización”.
¿Divertido? ¿para la sección de humor? Seamos serios. Este asunto no tiene ninguna gracia. Al contrario, a mí por lo menos, me provoca indignación, vergüenza y hasta ganas de gritar: ¡Basta ya! Si los evangelios se leen atentamente, pronto se da uno cuenta de que las mujeres, precisamente las mujeres, son el único colectivo con el que Jesús jamás tuvo el menor conflicto. Siempre las trató con el mayor respeto, la comprensión, la tolerancia, la delicadeza, la bondad y la ternura, que tantas veces no se tiene con ellas. De forma que hasta cambió su manera de pensar y de hablar por lo que le dijo justamente una mujer pagana, la mujer cananea, cuya fe enorme (elogiada por el propio Jesús) consistía en el cariño inmenso que aquella madre le tenía a su hija enferma (Mt 15, 21-28; Mc 7, 24-30). Para Jesús, la fe no era asunto de ortodoxia doctrinal, sino experiencia de bondad humana. Como ocurrió con el centurión romano (Mt 8, 5-13; Lc 7, 2-10; Jn 4,3-54).
Es evidente que el libro sobre la sumisión de la mujer al hombre, sea o no sea fiel a las presuntas enseñanzas de san Pablo, es lo mismo que sancionar, mediante una supuesta revelación “divina”, que lo que dijera san Pablo (si es que lo dijo) tiene hoy más peso y autoridad que los derechos humanos. Y la consecuencia, ahí está: mujeres humilladas, usadas, abusadas, esclavizadas, maltratadas y, si es preciso, asesinadas. ¿Es que no ha habido ya bastante desigualdad y demasiada desvergüenza en el tratado que la sociedad, el derecho y los poderes públicos le han dado a la mujer durante milenios? ¿A qué viene ahora vender y propagar ideas trasnochadas, indignantes, injustas, que lo único que consiguen es desprestigiar y dividir más a la Iglesia? ¿No ha habido ya suficiente desigualdad en derechos y garantías entre hombres y mujeres?
Y, ¡por favor!, que no nos vengan ahora diciendo que el hombre tiene que amar a la mujer. Por supuesto, que tiene que amarla. Pero, antes que eso, lo que tiene que hacer es respetarla.Y aceptar gustosamente, no solamente sus diferencias, sino sobre todo sus derechos, que son los mismos que los derechos del hombre. Porque o yo estoy más desorientado de lo que me imagino; o lo que en todo este asunto está en juego es mucho más profundo de lo que sospechamos.
Y es que me temo que el fondo de la cuestión está en un problema mucho más fuerte: para que la sociedad funcione como funciona, sobre todo en la gestión del poder y en la organización de la economía, es absolutamente indispensable la desigualdad de derechos entre hombres y mujeres. El día que las mujeres tengan los mismos derechos y la misma dignidad que los hombres, ese día habrá que modificar casi todas las leyes, buena parte de las constituciones, y muchos números de los códigos: el procesal, el civil, el penal y, por supuesto, el derecho canónico. Y eso, amigos míos, es lo que no estamos dispuestos a que suceda, empezando por los hombres de la religión. En esto, muchos ni pensamos. Ni nos damos cuenta de que es así. Pero el hecho es que la realidad, así funciona. Y nos da miedo, mucho miedo, de que el kósmos se convierta en kaos. ¿No será el miedo al kaos el motor determinante de la brutalidad que estamos viviendo? A no ser que ese miedo sea el camuflaje del kósmos que no queremos. En tal caso, por honradez, ¡apaga y vámonos!

domingo, 24 de noviembre de 2013

La violencia contra la mujer

NO ES UN DÍA CUALQUIERA… 25 DE NOVIEMBRE
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
MAMEN HERNÁNDEZ COBOS, currocorre@yahoo.es
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ECLESALIA, 25/11/13.- «Libre te quiero, como arroyo que brinca de peña en peña. Pero no mía. Grande te quiero, como monte preñado de primavera. Pero no mía. Buena te quiero, como pan que no sabe su masa buena. Pero no mía. Alta te quiero, como chopo que en el cielo se despereza. Pero no mía. Blanca te quiero, como flor de azahares sobre la tierra. Pero no mía». García Calvo, en este poema, refleja como nadie el buen querer, ese querer que necesariamente se ha de vivir en y desde la libertad, construyendo relaciones igualitarias, lejos de toda opresión y violencia.
No puede ser de otra forma, es imposible mirar hacia otro lado; libertad frente a dominación, rebeldía frente a sumisión, autonomía frente a dependencia, valor frente a miedo, ruido frente a silencio, denuncia frente a encubrimiento; Hay que prevenir, educar, y la Iglesia debe estar a la altura y ser agente de cambio, visualizadora, implacable, contundente, garante. No hay resquicios, ni atajos, ni rendijas; No, No, No a la violencia ejercida contra las mujeres, en ningún escenario, en ningún contexto, bajo ninguna circunstancia.
Iguales ante la ley, iguales a la luz de la Palabra, sin hacer la menor concesión al que maltrata, al que asesina, al que justifica «Toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivo de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe ser superada y eliminada por ser contraria al plan de Dios»(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


¿Un ajusticiado... rey?


Una fiesta trasnochada

24 de noviembre de 2013  

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Cada año me sucede lo mismo. Se anuncia y se celebra "la fiesta de Cristo Rey". Y aparecen (en nuestra cabeza) imágenes que siento que no sólo son antiguas, sino que nos meten ideas totalmente erróneas y trasnochadas.
Seguramente los que promovieron la fiesta lo hicieron con muy buena intención.
Jesús de Nazaret, el que nos anuncia la Buena Noticia del Reino de Dios, el que movió y sigue moviendo a tanta gente para hacer que llegue a nosotros un mundo más justo y solidario, más compasivo y humano, es normal que queramos ponerlo en lo más alto para que todos lo conozcan... Pero de ahí a colocarle todas esas vestiduras y coronas y ponerlo en la lista de tantos reyes, emperadores, dominadores y poderosos que (en su mayor parte) sólo pensaban en su gloria, en su riqueza y su poder... es demasiado fuerte.
Ha sido la mejor manera de olvidar que Jesús murió ajusticiado, como un terrorista, como un revolucionario, como un rebelde, como un no creyente... Con sus visiones de mundo nuevo, de una relación con Dios diferente, con eso de salirse de las normas y lo establecido...
Preso, acusado, juzgado, condenado y ejecutado... En una cruz, el peor suplicio que se aplicaba en su tiempo.
Es para reflexionar, verdad?
Es por eso, quizás, que poniéndolo tan alto, tan alto (a la altura de Dios mismo) y haciéndolo todo tan espiritual y celestial... nos olvidaríamos de ese final tan siniestro. 
Ahora se añade que todo fue "voluntad de Dios", que "lo hizo para salvarnos a todos", que "nos daba ejemplo", que por eso "Dios lo puso a su derecha y lo hizo rey del universo"... Y la cruz se convirtió en adorno, en colgante, en signo de autoridad, en dignidad de obispos y papas, en objeto de decoración. Incluso motivo de guerras y peleas "contra los infieles".
Casi me parece siniestro y burla del propio evangelio.
Me temo que el mismo Jesús de Nazaret nos diría: "No os conozco"... Porque tuve hambre y no me viste de comer (así está nuestro mundo hoy), "tuve sed"... y no me diste de beber, "estaba desnudo..." y no me vestiste, "me metieron en la carcel..." y no me visitaste. 
Por eso, en esta sociedad que tenemos, me pregunto siempre qué es lo que estamos haciendo, que estoy haciendo para que llegue el reino de Dios, ese mundo justo, solidario, compasivo, humano al estilo de Dios...

Lectura del santo evangelio según san Lucas (23,35-43):
En aquel tiempo, las autoridades hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.»
Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.»
Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: «Éste es el rey de los judíos.»
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: «¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.»
Pero el otro lo increpaba: «¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada.»
Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.»
Jesús le respondió: «Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso.»

viernes, 22 de noviembre de 2013

Vallas a los derechos universales

Vallas y Derechos Humanos…

Hola a Todos, Paz y Bien
Hoy he desayunado, mejor dicho, me he atragantado, con esta noticia: “El Congreso rechaza con el voto de PP y UPN la retirada de las cuchillas de la valla de Melilla” (www.elmundo.es). Da igual el partido político de turno, pues anteriormente, estas mismas cuchillas, se pusieron por el PSOE – luego se retiraron -, lo que importa, ideologías al margen, es: ¿Dónde quedan, en todo esto, los Derechos Humanos? ¿Dónde queda la Dignidad y el Valor de la persona humana? ¿No habrá una mejor forma de canalizar los flujos migratorios?
valla - Odres Nuevos

Artículo 13 – Declaración “Universal” de los Derechos Humanos

  1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
  2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país..

Preámbulo Declaración Universal de los Derechos Humanos

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno cumplimiento de dicho compromiso;
LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
_____________________-
Qué más decir…
Un fuerte abrazo… de los que “acogen”, sin vallas, sin cuchillas, sin alambres…
Fer

martes, 19 de noviembre de 2013

¿Caridad o solidaridad?

Caridad, no, gracias

El debate de qué hacer cuando el Estado desaparece también plantea dudas sobre el papel del que necesita ayuda
Los psiquiatras destacan los beneficios para las personas necesitadas de "recuperar la dignidad y la autoestima"
Un joven con la camiseta de la Red de la Solidaridad
Un joven con la camiseta de la Red de la Solidaridad.
Cada vez son más las organizaciones que critican la ayuda social basada en la caridad. El argumento es que crea una relación desigual y no implica necesariamente la puesta en cuestión de un sistema que se muestra incapaz de asegurar a la población sus derechos básicos. Frente a la caridad contraponen la solidaridad. Un modelo de cooperación en el cual quien recibe ayuda se convierte en protagonista de la solución a su problema. Y, además, en el que resulta fundamental la denuncia y la movilización contra los recortes que las administraciones llevan a cabo con la excusa de la crisis.
De hecho, son muchos los expertos en salud mental que se han interesado por los efectos positivos que tiene para las personas que necesitan ayuda implicarse y luchar desde estas redes de solidaridad. Durante el último Congreso Catalán de Salud Mental, celebrado el pasado verano en Barcelona, los profesionales se reunieron con activistas para tratar el tema. Los expertos lo denominan el "efecto ayuda".
Se trata del "beneficio que reporta sentirse útil por haber ayudado a otros, algo conocido por todos los que han ejercido el voluntariado: apoyar y sentirse apoyado es la mejor receta para resistir emocionalmente, y mucho más si la ayuda se inserta en un marco de respuesta política global, como, por ejemplo, a través de una plataforma reivindicativa", explica Manuel Gómez-Beneyto, catedrático honorario de Psiquiatría de la Universidad de Valencia y excoordinador científico de la Estrategia Nacional de Salud Mental. "Es la única forma de recuperar la dignidad social y la autoestima".

La Red de Solidaridad Popular

Así le sucedió a Marcos Lavín Ybáñez, vecino de Guarnizo, una localidad cántabra de casi 6.000 habitantes situada a 12 kilómetros de Santander. Marcos tiene 40 años y vive de alquiler con su mujer, que es ama de casa, y su hijo de 13 años. El chaval tiene una minusvalía como resultado de una operación que le realizaron cuando aún no tenía un año. Todos los meses viajan a Barcelona para hacerle una revisión. Y tienen contratado a un abogado que les lleva la denuncia por negligencia médica… "Son muchos gastos", dice. Marcos llevaba más de diez años fijo en una empresa de cables, como carretillero en el almacén. Pero la compañía empezó a dejar de pagarle parte del sueldo. "Luego vino el ERE, el paro… Cuando se me acabó, pasaron unos meses hasta que empecé a cobrar la ayuda de los 400 euros".
Marcos habla con tono serio, sin dramatismo, de que necesitaba comida y por eso se acercó a la Red de Solidaridad Popular de Maliaño (una localidad más grande, a unos tres kilómetros de Guarnizo). "Estaba mal, pero enseguida ves que hay más gente igual que tú y te animas. Ayudando a la gente te sientes mejor".
La Red de Solidaridad Popular nació hace siete meses. Está conformada por organizaciones políticas de izquierdas y movimientos sociales de distinta índole (ecologistas, colectivos de personas migrantes, asociaciones de vecinos o locales). El objetivo común, define Ismael González, su coordinador, es "denunciar los recortes y dar una respuesta a los problemas concretos detrás de las cifras de paro y pobreza: amigos, compañeros y familiares que no llegan a fin de mes o no tienen para mantener una alimentación digna".
Libros de segunda mano recolectados por la Red de Solidaridad Popular. \ RSP
Libros de segunda mano recolectados por la Red de Solidaridad Popular. \ RSP
Hay cuatro programas básicos –soberanía alimentaria, apoyo a la educación pública, apoyo a la sanidad pública y orientación jurídica ante la represión– que ponen en marcha distintas iniciativas. Por ejemplo, en Parla y Fuenlabrada se han creado armarios de ropa organizada por sexo y talla. En Fuenlabrada, además, planean montar pronto cooperativas de autoempleo. En Rivas-Vaciamadrid se han organizado mercadillos de libros y material escolar, y la semana que viene empiezan a funcionar clases de apoyo para los vecinos árabes. Actualmente hay 15 proyectos repartidos entre Madrid, Murcia, Valencia, Cantabria, Alicante, Zaragoza, Granada y Badajoz. Pronto echará a andar también la Red de Barcelona.
En total, Ismael calcula que participan activamente en la Red unas 530 personas, muchas de las cuales no se habían implicado hasta ahora y que se acercaron buscando una solución a sus problemas de alimentación, laborales… "Trabajamos con metodologías participativas para que las personas se incorporen a las asambleas y se sumen al trabajo. Nosotros no resolvemos los problemas de nadie, sino que entre todos resolvemos los problemas de todos. 'Yo recibo, yo doy', es la idea", aclara. "Es un proceso más lento, no es tan visible, pero da muy buenos resultados".
Marcos es un buen ejemplo. Ahora en la Red de Maliaño participan ocho familias: "Cada uno hace lo que puede. Yo estoy con el banco de alimentos; la gente nos va dejando cosas y todas las semanas hacemos las bolsas para repartir. Cuando se acerca la gente hablamos con ellos y vemos qué necesitan. Y les explicamos que, si aceptan la ayuda, se tienen que sumar, estar dispuestos a echar una mano en lo que haga falta y puedan".
Tareas sobran. A principios de verano un hombre les cedió unas tierras que no utilizaba. Entre todos las prepararon y plantaron un huerto. De ahí sacan verduras para comer y los excedentes los reparten. "Hemos hecho unos vales de cinco euros. La gente los compra y les damos unas lechugas o lo que haya, y con ese dinero financiamos el proyecto. Y si sobra algo, compramos la comida que nos falte", cuenta Marcos, entusiasmado con el nuevo proyecto.

Dar también ayuda

De procesos similares de recuperación de la dignidad individual y colectiva es testigo cada día Aurelio Ruiz. Tras una larga vida de trabajo y compromiso social, a sus 61 años está jubilado y ahora dedica gran parte de su tiempo a la Red de Solidaridad de Fuenlabrada, una de las primeras en crearse, a principios de año. Se reúnen en los bajos de la biblioteca del barrio del Arroyo. Funcionan en grupos de trabajo que abarcan temas de alimentación, asesoría jurídica, orientación laboral, desahucios… y, desde hace poco, en colaboración con la 'marea blanca', intentan resolver las necesidades sanitarias de personas a las que han quitado la tarjeta sanitaria, poniéndolas en contacto con médicos dispuestos a atenderlos.
Aurelio ve una evolución vertiginosa en el estado de ánimo de las personas que se acercan a la asamblea buscando ayuda y empiezan a participar: "Al principio la gente llega en una situación penosa, pero cuando se ponen a trabajar y a hablar con otros que están igual se animan enseguida. Es una maravilla. El otro día uno me decía: 'Ya no me acuerdo de si he comido hoy o no, pero quiero estar aquí'. Eso vale más que todo".
Así lo ha vivido Yesenia Cruz Rodríguez. Nació en San Salvador hace 41 años y se vino hace casi 20 con su marido español. Se instalaron en Xinzo de Limia, en Orense. Tras separarse, en 2004 vino a trabajar a Madrid con sus hermanos Vanessa y Roberto. "Él se dedicaba colocar planchas de pladur, y en la época del boom el banco daba dinero a diestro y siniestro, así que se compró coche y piso, y yo me vine a vivir con él. Sólo queríamos tener una casa familiar para no andar tirados. Quién se iba a imaginar que esto se iba a venir abajo así", exclama esta salvadoreña-española.
Roberto se quedó sin empleo y en marzo del año pasado llegó la amenaza de desahucio. "Yo ya estaba recogiendo todo en cajas, nerviosa perdida. Era un momento muy difícil: no teníamos adónde ir", recuerda Yesenia. Su hermano se metió en internet y así dio con la Asamblea de Vivienda de Puente de Vallecas tres días antes del desahucio. Fue a la reunión, explicó su caso y la gente se volcó. "Tuvimos un apoyo increíble. Creo que fue el primer desahucio que paramos", rememora orgullosa.
Frustrado por no encontrar trabajo, Roberto se volvió a su tierra y Yesenia se quedó en el piso hasta este 31 de octubre, cuando finalmente se ejecutó el desahucio. "Estaba cansada, lo veía todo muy negro y pensé que no valía la pena seguir luchando", reflexiona sin perder un ápice de la energía que mantiene en todo momento de la conversación. Ahora vive de alquiler con su hija en un piso compartido y, aunque se ha quedado en el paro tras un ERE en la empresa de hostelería con la que trabajaba en el aeropuerto, confía en sí misma y en su futuro: "Por los 900 euros que cobraba seguro que encontraré algo pronto". Y resume así su experiencia: "Para mí el trabajo en la asamblea ha sido como una inyección de vida. Ya estoy desahuciada, pero sigo yendo a las reuniones y colaboro en lo que puedo".
"Yesi es la jefa, está en todo", dice de ella Sara López, de 34 años, compañera en la Asamblea de Vivienda de Puente de Vallecas, que se formó hace dos años dentro de la asamblea del 15M del barrio. "Muchas asambleas de barrio del 15M incorporan este espacio que cubre problemas relacionados con alquileres, con particulares o empresas públicas que no cubre la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que trabaja en origen con las deudas hipotecarias", cuenta Sara. Hace un mes la Asamblea de Vallecas decidió integrarse en la PAH, sobre todo "para pelear por las ocupaciones, ya que la PAH aprobó en su último encuentro estatal el proyecto de obra social, que es la recuperación de edificios que están en manos de la Sarev, el banco malo".
En Vallecas, de las 20 personas que participan habitualmente, la mayor parte son mujeres de origen latinoamericano, casadas y con hijos, "lo cual incorpora dinámicas muchas veces racistas o clasistas" que hacen aún más importante la labor de acompañamiento por parte de los miembros de aquí. "Pelean como nadie, son unas heroínas", agrega con admiración Sara.
Como Marcos, Aurelio o la propia Yesenia, Sara define como espectacular la reacción de personas que llegan a veces incluso llorando a una primera asamblea y "salen convencidas de la necesidad de pelear y con la cabeza alta". Para ella, esto tiene que ver con varios factores.
En primer lugar, con que rápidamente el resto de la asamblea les hace ver que "esto ha sido una estafa masiva, que hay unos culpables y que, por tanto, ellos no son culpables sino víctimas".
En segundo lugar, con la constatación, a través de la explicación de los casos exitosos de la asamblea, de que el proceso de lucha es eficaz, de forma que la persona que viene por primera vez percibe que "los demás estaban en una situación similar y, poco a poco, después de una lucha larga, han conseguido cosas". Por último, con esa dinámica de apoyo mutuo con contenido político, "que significa que aquí te tienes que implicar en los procesos de los demás. Esto no es una ONG", concluye en línea con Ismael, de la RSP.

Crisis y salud mental

A pesar de los evidentes beneficios del trabajo en estas redes solidarias para las personas que acuden a ellas, los problemas de salud mental en muchos casos persisten. "La amenaza de desahucio genera un nivel elevadísimo de angustia, de tristeza, de vergüenza y de desesperanza que se asocia al consumo excesivo de alcohol y a una elevada probabilidad de cometer suicidio, particularmente en las personas más vulnerables", explica Gómez-Beneyto. Por eso, la PAH suele contar con el apoyo de psiquiatras o psicólogos que están pendientes de los afectados.
El paro es, según Gómez-Beneyto, "además de un problema socioeconómico colectivo e individual, un problema de salud pública de primer orden, por su asociación con los trastornos mentales y con el suicidio. Entre el paro, el endeudamiento, los desahucios y los trastornos mentales existe una relación causal circular progresiva que conduce a la pobreza y a la exclusión social. De esta manera, la brecha socioeconómica entre los más ricos y los más pobres aumenta, y esta desigualdad creciente es en sí misma causa añadida de malestar psicológico".
Para atender a personas con estos problemas que no tienen acceso a la sanidad pública y no pueden pagar una consulta privada se gestó, en los primeros meses de 2013, la iniciativa Psicología Solidaria, en el Centro Social Autogestionado Tabacalera. Antonio Ceverino es médico especialista en psiquiatría y psicoanalista, y es uno de los alrededor de 30 terapeutas que atienden a otros tantos pacientes en terapia individual o en grupos, sin contar a los profesionales que los apoyan. "Fundamentalmente tratamos a desempleados, inmigrantes que han perdido el derecho a la asistencia sanitaria –a veces también nos apoyamos en YoSíSanidadUniversal para tratar de reincorporarlos al sistema–, ciudadanos empobrecidos, desahuciados…", detalla Ceverino. Y de los dos sexos: "Si tradicionalmente las mujeres consultaban con más frecuencia por dificultades psicológicas en los servicios de salud mental, en las consultas directamente relacionadas con los efectos del desempleo y la pobreza hay casi más hombres que mujeres".
Su relato coincide con el retrato del paciente tipo que nos da Gómez-Beneyto: "El paro aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno mental en ambos sexos, pero más en los hombres, en los que desempeñan trabajos manuales, en los casados, en los inmigrantes y en los que carecen de apoyo social, y este riesgo aumenta con la duración del paro. Pero también el empleo precario aumenta el riesgo de depresión, así como la percepción del riesgo de perder el empleo, sobre todo en el caso de adultos mayores de 55 años. Por otra parte, no hay que perder de vista que padecer un trastorno mental aumenta el riesgo de desempleo y su duración".
Como en la RSP o en la PAH, para quienes acuden a Psicología Solidaria la atención recibida no sale gratis. Aquí la moneda de pago es el tiempo: los pacientes deben dedicar el mismo tiempo recibido en terapia a distintos proyectos sociales que se gestionan desde un banco de tiempo, como ayudar con la página web de Tabacalera, en la biblioteca o en la guardería del centro social.
Para Antonio, el Banco de Tiempo es una parte fundamental del proyecto "porque tiene verdaderos efectos terapéuticos que se añaden a los del tratamiento: esa posibilidad de sentirse útil haciendo algo con otros, salir de la soledad del síntoma, tejer redes". Una vez más, aquí también se critica la caridad y se defiende la horizontalidad, que implica compartir lo que se sabe, así como la transparencia y la autogestión. "Nuestro proyecto se parece más a las experiencias de trueque e intercambio", aclara Antonio. Aunque dice que es pronto para sacar conclusiones, asegura que los efectos terapéuticos son bastante rápidos, "quizás porque el proyecto tiene una incidencia importante en la resignificación del malestar del sujeto y le ayuda a recuperar la dignidad y a sacarlo del aislamiento y del sentimiento de indignidad y culpa en el que se encontraba sumido".
Asimismo, el proyecto de Psicología Solidaria implica también la reivindicación de unos servicios públicos de calidad y la visibilización de estas personas afectadas de lleno por la crisis y los recortes frente al "intento del Gobierno de invisibilizarlos al tratarlos como meros enfermos". "Nos interesa mucho dejar claro que no se trata de una iniciativa asistencial, o terapéutica, entre otras cosas porque rechazamos la medicalización del sufrimiento de la gente y porque no consideramos que ese sufrimiento deba ser etiquetado como una enfermedad a tratar. En ese sentido, más que un proyecto propiamente sanitario, es una iniciativa social, que utiliza la atención y el apoyo psicológico como una herramienta más para ayudar a ciudadanos castigados por el desempleo y la pobreza", remata Ceverino.
Marcos, Yesenia, Aurelio, Ismael, Sara, Antonio y Manuel coinciden en que el futuro ideal sería aquel en el que el Estado garantizara los derechos básicos de los ciudadanos y estas organizaciones tuvieran que desaparecer. Sin embargo, las perspectivas para todos son más bien pesimistas. Como denuncia Gómez-Beneyto, "las causas de la crisis son políticas y, por lo tanto, las soluciones también han de ser políticas. No es una crisis económica de la que tengamos que salir apretándonos el cinturón, es un asalto del movimiento neoliberal a los componentes del Estado de bienestar –básicamente educación y sanidad–, en los que ve un nicho de negocio.
El resultado de los recortes y de la privatización es la transferencia de capital público a manos privadas y la instalación de una dinámica de mercado que no hará más que agravar la desigualdad y reducir la capacidad del sistema público para responder a la demanda". Si las consecuencias de esta crisis que todos estos entrevistados llaman estafa no son ya más graves, es, según el psiquiatra, porque hasta ahora la población ha contado con los ahorros de otros tiempos, las prestaciones sociales y unas sólidas redes familiares. "Pero esta protección se desgastará a largo plazo, y entonces veremos la verdadera dimensión del problema".

Nuestra visión de África

Los países africanos: cara, cruz y miseria de la globalización

Citamos algunas de las caras positivas de un continente rico en tierras cultivables donde muchas personas siguen muriendo de hambre
En África se importan los productos manufacturados con sus propias materias primas, pagando el valor añadido que se suma al coste
"La definición de la riqueza y la economía de África en términos limitados del PIB oculta el verdadero valor del capital real del continente"
El desperdicio de cereales impacta especialmente sobre el suelo y el agua. / ONU: Fred Noy
El desperdicio de cereales impacta especialmente sobre el suelo y el agua. / ONU: Fred Noy
Vicente asiste, despistado, a un taller que se desarrolla en su clase de tercero de la ESO en un instituto de Gran Canaria. Está sentado en la mitad del aula y mira con sigilo su teléfono móvil. Se habla de África, de comercio justo, de desarrollo sostenible, de acaparamiento de tierras y de causas de la emigración.
Al inicio, una pregunta: ¿Qué se les viene a la cabeza cuando escuchan África? “Hambre, guerra, pateras”, respondió Vicente cuando le señaló la profesora. Los años pasan y los tópicos no cambian. Pero ¿cambia la realidad? ¿Cambia la percepción del continente africano? ¿Se sigue viendo como un todo a un continente con más de 50 estados con realidades diversas?
Ese es otro asunto pero, a la vez, relacionado con el desarrollo agrario de cada de uno de los estados, que dan cifras y señales de por dónde avanza la soberanía alimentaria de los países africanos, su sector agrícola y la venta de tierras; un fenómeno nuevo en su término, en el vendedor y el comprador, pero no en el concepto, dado que la ocupación de tierras por parte de las colonias y multinacionales radicadas en la metrópoli siempre existió y existe aún en abundancia.
La gestión de la mujer, la conectividad de las cooperativas, la mayor exportación a países emergentes y el aumento de la acuicultura son algunas de las caras positivas de un continente rico en tierras cultivables y donde, en las zonas menos agraciadas o más desiguales, muchas personas, sobre todo niños, siguen muriendo de hambre. Los países africanos, cara, cruz y miseria de la globalización. 
Los países africanos tienen índices muy diversos en el desarrollo de su sector agrícola. Lo preceptivo sería analizar caso por caso o, como mucho, por región. El paraguas de África impide casi siempre poner el foco, la lupa, sobre un punto determinado, y se acaba sometiendo a una definición, por ejemplo, "hambriento", a todo el continente. De ahí el tópico en el que caía Vicente, no por error intencionado sino, probablemente, inducido por los agentes educativos, entre los que se encuentran, cómo no, los medios de comunicación.
En Nigeria hay más de cinco millones de personas que trabajan en cooperativa y 36.000 sociedades de esta naturaleza, según el dato que ofrece el Banco para el Desarrollo Rural de Nigeria. La tradición se remonta a 1935 cuando la administración colonial aceptó la creación del movimiento cooperativista en el país. Hoy disponen de un banco agrícola dedicado a financiar proyectos agrarios.
Sin ser la panacea, al inicio de esta segunda década del siglo Nigeria ha dado un paso determinante: proteger su sector primario frente a la globalización. Para ello, ha prohibido la importación de arroz, un producto que se desarrolla en el país y que a duras penas lograba competir con el cereal que se importaba. Esto ha tranquilizado a los agricultores. Y no contentos con ello, desde el Gobierno, que preside Goodluck Jonathan, se ha promulgado un decreto que permitirá a las pequeñas empresas y cooperativas acceder a créditos para ampliar sus cultivos. Los principales sindicatos del país consideran que pueden ser autosuficientes, no sólo en la producción de arroz, sino también en la de maíz o yuca. Además de que pueden exportar el excedente.
Dos mujeres recogen la producción de arroz en Wushishi (Nigeria)/Fotografía: Jeremy Weate
Dos mujeres recogen la producción de arroz en Wushishi (Nigeria). Fotografía: Jeremy Weate.
Ellen Kirtea, cooperativista y responsable de la compra de grano de una de las 36.000 cooperativas nigerianas, responde por email a un cuestionario y señala que "la tecnología y los medios de comunicación han ayudado a aprender nuevas formas de cultivos y variedades que no conocíamos". Y asegura que aunque el sector primario avanza, "los jóvenes del campo se quieren ir a la ciudad: lo que ven en televisión es más atractivo y ofrece más oportunidades que vivir en las zonas rurales".
Es la ambivalencia de la globalización, la tecnología y los mass media. Inflan y desinflan. Unestudio del Instituto para la Asociación Internacional de Cooperación Alemana de Educación de Adultos reveló que el 60% de los encuestados en las zonas rurales indicaban haber sido informados sobre una mayor variedad de granos a través de los medios de comunicación, o sobre cómo luchar contra la erosión de zonas fértiles (un 15%), entre otros asuntos.
Los mismos medios de comunicación ensalzan las oportunidades de ocio, laborales o culturales que pueden encontrar en las grandes ciudades, auténticas megalópolis camino de convertirse, en el caso nigeriano, en algunas de las más pobladas del mundo. Kirtea considera que "es un ciclo. Se van y volverán. En la periferia de las ciudades se pasa hambre y no hay qué comer".
En Europa se han destacado las informaciones vinculadas a los acaparamientos de tierras en África. Un estudio de la ONG VSF Justicia Alimentaria Global consideraba que los países "más devastados" por la venta de sus tierras eran Etiopía, Uganda, Madagascar, Sudán, Malí y la República Democrática del Congo. Entre ellos destacaban este último, con más de un 48% de sus tierras fértiles vendidas; Mozambique, con el 21%; o Uganda, con el 14%. ¿Y entre los compradores? Empresas italianas, noruegas, alemanas, danesas, británicas o francesas. Y siempre la sombra de China, que todo lo puede.  Aiddatauna iniciativa desarrollada por el Centro de Desarrollo Global, con sede en Washington, calcula la cooperación china en África en 75.000 millones de euros y extiende su presencia a 50 estados africanos.
Andreas Fuchs, uno de los fundadores del proyecto y profesor de la Universidad de Heidelberg, sostiene que la cooperación es tratada como "un asunto de Estado" y en muchas ocasiones se permutan grandes infraestructuras por recursos naturales. Al margen de piedras preciosas, minerales y tierras singulares, también se intercambia por tierras. Y China produce en África para poder suministrar alimentos a su milmillonaria población.
Demba Moussa Dembele, reputado economista senegalés y organizador del Foro Social Africano celebrado en Dakar, opina que en Europa "escandaliza la forma de trabajar de África con China", pero para los africanos es una forma de compensar los "abusos de las excolonias y de los Estados Unidos". "China ofrece recursos y necesidades que tenemos los africanos. Y no lo hacen gratis. No son buenos samaritanos, lo sabemos". No justifica la venta de tierras, pero sí juzga la hipocresía europea en la crítica porque "sus empresas hacen lo mismo y hasta no hace tanto había estados completos que eran propiedad de reyes europeos".
Y de esta denunciada relación China-estados africanos nace una más de las bicefalias del impacto de la globalización en África: la exportación de productos agrícolas a los países que conforman el bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ha crecido y ha permitido que aumente el empleo en zonas rurales africanas. Organizaciones no gubernamentales del norte y también del sur denuncian el importante aumento de los cultivos extensivos, que condenan la alimentación variada en estas comunidades o países.
No obstante, es el modelo que se trabaja desde el norte, incluso desde la Unión Europea, que financia cultivos extensivos en sus países miembros. Sin ir más lejos, en las Islas Canarias, ubicadas geográficamente en África y consideradas Región Ultraperiférica, se invierten más de 150 millones de euros, procedentes de un programa europeo, en financiar el cultivo del plátano, castigando así a otras variedades que permitirían una mayor soberanía alimentaria y que ha producido una dependencia más acusada de las importaciones. En Canarias, como en África, se generan oligopolios alrededor de estos cultivos extensivos que aniquilan las pequeñas cooperativas y los trabajadores para generar una industria alimentaria.
Un estudio presentado en Lisboa por Ángeles Sánchez Díez, de la Universidad Autónoma de Madrid, ponía de manifiesto que el 80% de las exportaciones africanas eran materias primas, mientras que el 70% de sus importaciones eran productos manufacturados. Es decir, África participa en la creación de la industria alimentaria, pero su participación se reduce en la obtención de beneficios.
Se genera materia prima, se exporta a Europa u otros continentes, se manufactura y vuelve al continente africano. Gran paradoja: se importan los productos manufacturados con sus propias materias primas, pagando así el valor añadido que se suma al coste. Ocurre con el petróleo y los minerales, pero también con productos agrícolas como el cacao en Costa de Marfil, el mayor exportador del mundo. Exporta grano. El chocolate, en su mayoría, se produce en el norte. Y del precio al que se vende, el mayor margen, casi todo, queda para la fábrica, no para la producción agrícola.

El papel de la mujer y su valiosa aportación

El asociacionismo de la mujer africana, sobre todo la rural, está cambiando alguno de los mapas crónicos del continente. Según Naciones Unidas, las mujeres realizan entre el 60 y el 80% de los trabajos del campo. En general, las asociaciones continúan mostrándose escépticas ante la idea de que la situación del continente cambiará de forma radical a través de una economía basada fundamentalmente en la extracción de recursos minerales y agrícolas. Determinan que es una visión "estrecha" de la economía.
La Red Africana por la Biodiversidad considera que las mujeres africanas "han sido brutalmente marginadas de la actividad económica" y que se ha pasado de la "colonización a la globalización". Opinan que sigue imperando "un modelo económico colonial en el que se han destruido los sistemas indígenas africanos de producción, que estaban basados en una cuidadosa custodia de los recursos naturales". De hecho, denuncian que crece sin cesar la economía informal. Además, apuntan: "La definición de la riqueza y la economía de África en términos limitados del PIB oculta el verdadero valor del capital real del continente".
En su discurso advierten que "los sistemas de producción de alimentos se ven amenazados por la incesante degradación de la tierra, el despojo, la privatización y el acaparamiento de las mejores zonas de cultivo. Las mujeres campesinas están siendo expulsadas de la economía alimentaria bajo la implacable agricultura a gran escala comercial". Llaman a tomar medidas urgentes y reales que consideran podrían equilibrar la economía e igualar a la sociedad: "Producir lo que consumimos y consumir lo que producimos".
El empoderamiento de la mujer está siendo lento y obstaculizado desde las machistas normas locales. El Foro Internacional de Desarrollo Agrícola denuncia que la carga de trabajo de las mujeres impide mayores ingresos y que, "por término medio, las parcelas propiedad de los hombres son tres veces mayores que las de las mujeres en África subsahariana". Este foro internacional denuncia también la desigualdad estimulada por los Gobiernos africanos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el acceso de la mujer rural en África Subsahariana a recursos como la educación o los servicios sanitarios es ínfimo. La mortalidad materna, indicador clave en los Objetivos del Milenio, “es 100 veces más alta en esta región del mundo que en los países más desarrollados”. Con todo, las organizaciones han logrado una mayor participación de las mujeres en las cooperativas y en la toma de decisiones vinculadas a las explotaciones agrícolas gracias a la concesión de microcréditos.
Una mujer trabaja la tierra en Tanzania, país con más de un 20% de subnutrición entre su población. /
Una mujer trabaja la tierra en Tanzania, país con más de un 20% de subnutrición entre su población.
Otra de las caras positivas es la ampliación de productos y productores africanos que tienen su puesto de venta en tiendas de comercio justo. En junio de este año se celebró el Foro Nacional de Exportadores de Nairobi, Kenia. El dato está ahí: Kenia exporta el 24% del té mundial. El Gobierno de Uhuru Kenniata mostró en este foro su intención de ampliar y diversificar la base exportadora del país y fomentar la exportación que deje más divisas en el país.
Lo hacía tras la presentación de la transformación que está llevando a cabo el cultivo del té. Se está tratando de evitar la participación en subastas y el vender directamente a minoristas extranjeros a través de Fairtrade International, al entender que en las subastas ganaban todos los intermediarios y encarecían el producto sin que los agricultores recibieran la plusvalía merecida.
Rachel Wandia, gerente de desarrollo de mercado de Fairtrade África, argumenta que "los beneficiarios de este sistema siguen siendo los productos finales, los vendedores y los intermediarios, y es por eso que Fairtrade se esfuerza no sólo en premiar una distribución justa de las ganancias, sino en alentar el valor añadido en los agricultores que generan la materia prima para producir más".
Wandia ofrece las cifras de su organización: "Fairtrade pide por su marca de té del mismo nombre 50 centavos de dólar (Sh40) más por kilo, una cantidad que se remitió en concepto de prima a los agricultores. Hay más de 70 organizaciones de productores certificados en Kenia y 350 en África”. En el mundo hay 1,2 millones de pequeños agricultores que se benefician del comercio justo; de ellos, 173.000 se encuentran en Kenia, sostienen.

El hambre continúa

Sin embargo, si hablamos de alimentación, de producción de alimentos, de industria alimentaria, no se puede obviar el hambre, considerada el mayor riesgo para la salud. El continente con más hambrientos es Asia. Luego África, en el que Sudáfrica, Ghana, Egipto, Argelia, Libia, Túnez y Marruecos tienen una posición muy superior al resto de estados.
En la parte negativa destacan Etiopía, Eritrea, Zambia, Malawi y Mozambique, con más de más de un 35% de la población subnutrida, según los datos de Naciones Unidas.
Al margen, Sudán, República Democrática del Congo, Somalia y Guinea Ecuatorial, países sobre los que la ONU no dispone de datos para poder trabajar en las comparativas. También hay un importante número de países que siguen teniendo una alta tasa de subnutrición, más del 20%, entre los que se encuentra, por ejemplo, Kenya o Tanzania, consideradas potencias económicas en el continente.
En la falta de alimentos para la población y en la dinámica de su circulación interna trabajan la mayor parte de las asociaciones de mujeres campesinas y rurales para aliviar el hambre en los citados países. Pero la falta de beneficio inmediato no propicia una acción determinada al respecto por parte de los Gobiernos.
Etiopía es un buen ejemplo: su desigual distribución geográfica hace que las regiones central y occidental registren un superávit en la producción de alimentos mientras que en la zona norte se acumula la población subnutrida al ser sus cosechas más dependientes de la lluvia. Convive una zona subnutrida con una zona de exportación de alimentos. Así es la estructura económica que perpetúa el hambre.
Los  datos de la FAO están ahí. África fue la única región, junto a los países desarrollados, donde el número de personas hambrientas crece y llega a 239 millones, 20 millones de personas más en los últimos cuatro años. También crece su población, y cada vez más rápido. La FAO recomienda un crecimiento agrícola para reducir el hambre. Las mujeres africanas también, pero de consumo interno, no para exportaciones.
Vicente miraba su móvil, decíamos, con componentes derivados de minerales extraídos en países africanos, sin atender a la profesora. "Hambre, guerra y pateras", dijo. El tópico no está en las palabras que definían África para Vicente, sino en cómo cada uno mira solo para sí, sin pensar en el impacto que genera lo que se come. Lo que se podría llamar la huella alimentaria.

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