lunes, 30 de septiembre de 2013

BUENOS AIRES POR EL VATICANO

Del Patriarca de la Bicicleta al Papa del ‘4 Latas’.
Con ese título "Buenos Aires por el Vaticano" presenta este artículo esos cambios que se van efectuando en la cúpula de la iglesia católica... ¿llegaremos a ver una iglesia de los pobres?
BRAULIO HERNÁNDEZ, brauhm@gmail.com 
TRES CANTOS (MADRID).
ECLESALIA, 30/09/13.- El 29 de septiembre se cumplió el 35 aniversario de la extraña muerte de Juan Pablo, a los 33 días de ser elegido papa. El diario argentino, de Buenos Aires, Clarín, recogió la noticia de la elección de Patriarca de Venecia con este sugerente titular: “El Patriarca que andaba en bicicleta”. Quién podía imaginar que, 35 años después, un argentino (con gestos tan parecidos a los del Papa de la sonrisa) pudiera ocupar su misma silla. O que un Papa condujera un viejo Renault 4 (un “cuatro latas”) por las calles del Vaticano, habituadas a coches de potente cilindrada. El 11 de febrero, día de la insólita renuncia papal de Benedicto XVI, un rayo cayó sobre el Vaticano.
Sin pasar por alto que fue un argentino, el cardenal E. Pironio, es decir, la misteriosa ‘persona de Roma’ (gracias a las pesquisas del sacerdote Jesús López Sáez), la persona en quien el Papa Luciani depositó su confianza para hacerle partícipe de los cambios que tenía in mente. Los más urgentes, la reforma del IOR o Banco Vaticano (seguramente la clave de su efímero pontificado) y la reforma de la Curia; así como de las cartas que pensaba escribir: la primera sobre la Unidad de las Iglesias; a la que seguirían otras: sobre la colegialidad de los obispos con el Papa; sobre la mujer en la sociedad civil y en la Iglesia (“demasiados desprecios, demasiados prejuicios”…); sobre los pobres y la pobreza en el mundo. Frentes que, por lo que se vislumbra, coinciden en gran medida con los que tiene entre ceja y ceja el Papa Francisco.
Es palpable que el papa Francisco ha inaugurado unas nuevas maneras de ser Papa. Empezando porque es un Papa que no se presenta como Papa, sino como obispo de Roma. Algo que ya manifestó el ‘Papa de la sonrisa’ al secretario de estado, Villot: “Yo soy ante todo el obispo de Roma y después el Papa". Se lo decía en este contexto: “en estos días he sentido curiosidad de leer en el Anuario Pontificio los titulares con que está condecorado el Papa. Supongamos que ya está mi nombre. Se lee: Juan Pablo I, Obispo de Roma, Vicario de Cristo, Sucesor del príncipe de los apóstoles (el papa Luciani le sigue enumerando la retahíla de títulos, entre ellos el de Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, etc.)... Es un residuo del poder temporal. Falta sólo el título del Papa Rey. Los títulos verdaderos deberían ser: … elegido obispo de Roma y por ello sucesor del apóstol Pedro y por ello siervo de los siervos de Dios. ¿Cómo puede el Papa presentarse y dialogar, en calidad de hermano y padre en Cristo, con las Iglesias hermanas, investido con todos esos títulos?".
En el 35 aniversario de Juan Pablo I, es inevitable establecer un paralelismo con Francisco. Para empezar, sólo bastó un puñado de días para que una periodista, Irene Hernández Velasco, escribiera un artículo con este título, ¿profético?, Las cruces del papa Francisco, donde recogía los rumores que circulaban por Roma (a tenor de las nuevas maneras de ejercer Francisco el papado): “este Papa va a durar lo que Juan Pablo I”; “a este Papa lo van a acabar quitando de en medio, cualquier día de éstos lo envenenan”; “‘acabará como el pobre Juan Pablo I’, se escucha recurrentemente en los cafés”. Y añade la periodista: “Predicar la pobreza es algo que tradicionalmente han hecho los papas. Pero Francisco la está abrazando, y ese es el problema”. (Diario El Mundo, 31/03/13).
Si de Juan Pablo I se dijo que quería promover en el Vaticano un gran instituto de caridad, donde poder hospedar a quienes duermen por las calles, ahora el Papa Francisco ha propuesto algo similar cuando, el pasado 10 de septiembre, se acercó en un coche pequeño (sin la parafernalia, hasta ahora habitual, de escoltas y sirenas) a un centro para refugiados en Roma, muchos de ellos musulmanes, llevado por los jesuitas. Allí propuso a las instituciones religiosas ‘convertir los conventos y seminarios vacíos en centros de refugiados y no en hoteles de lujo’. Hay que recordar que en Italia, como en España, la mayor potencia inmobiliaria es la Iglesia, y que en ambos países muchas de las propiedades eclesiásticas están exentas de pagar impuestos. Si Juan Pablo I decía que ‘el tesoro de la Iglesia son los pobres’, Francisco quiso que su primer viaje oficial fuera para reunirse con los que no cuentan: los refugiados. Fue en la isla de Lampedusa, en el mes de julio. En la homilía, Francisco denunció la globalización de la indiferencia, con este recordatorio bíblico: ‘¿Adán donde está tu hermano?’.
Ya ha trascurrido más de medio año desde la elección de Francisco y sus gestos y pronunciamientos ‘provocadores’ lejos de atenuarse ganan en intensidad. Es un Papa que rompe los esquemas. Botón de muestra es la reciente y sorprendente entrevista, ‘a calzón quitado’, concedida por Francisco a ‘Cività Cattolica’ en la que el Papa habló de todo, incluso de su no tendencia política (‘nunca he sido de derechas’), y en la que un Papa comienza presentándose a sí mismo con esta respuesta: “yo soy un pecador”. Un conocido periodista, Isaías Lafuente, gratamente asombrado, y perplejo, declaró: “hasta tal punto se aleja el Papa Francisco del histórico olor a naftalina del vaticano que surge una duda: ¿El papa está cambiando o nos está camelando?”.
El Papa Francisco ha alumbrado muchas esperanzas en la ‘Iglesia de base’ y en la Teología de la Liberación, sectores de la Iglesia marginados y silenciados durante los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Pero es seguro que el Papa Francisco, que no deja de sorprender, cada vez despierta más suspicacias, sobre todo entre los sectores más conservadores de la Iglesia, y especialmente en la Curia. También lo sufrió Juan Pablo I: “Alguno aquí, en la Ciudad del Vaticano ha definido al actual Papa como una figura insignificante (…) Sé que hay monseñores y otros que critican los discursos que yo hago en las audiencias y los modos de ser y ejercer de Papa (…) Y que un obispo alto y robusto, siempre de esta casa, (en alusión a Marcinkus, ‘el banquero de Dios’) ha declarado que la elección del Papa fue un descuido del Espíritu Santo”. El Papa Francisco, a los pocos días de ser elegido, sacó de quicio a algún liturgista por saltarse las rúbricas litúrgicas, dando mal ejemplo, porque en la celebración del Jueves Santo lavó los pies a dos mujeres, una de ellas musulmana. Para los nostálgicos de la Iglesia imperial, de prestigio, la del Papa Wojtyla, el gesto de Francisco de subirse a un viejo ‘cuatro latas’ (de casi 30 años y con 300.000 km, regalo de un cura de un barrio obrero), les habrá indignado. Y es altamente probable que más de un curial lamentará, como lo hicieron con Juan Pablo I: queremos otro papa, que este no vale(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


 
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domingo, 29 de septiembre de 2013

Ricos y pobres

Domingo 29 de septiembre de 2013

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"Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos..."
Evangelio 29 septiembre de 1013 color
Un cuento o parábola que se actualiza continuamente... El hombre rico que viste con elegancia, que posee una gran mansión, que derrocha en banquetes y viajes, que goza y se divierte. Y todos sabemos de bastantes ricos como ése...
El mendigo... En nuestras calles, en los barrios marginados, en los comedores sociales, en las casas de nuestros barrios pobres, en zonas olvidadas...
Jesús no cuestiona su religiosidad, si cumple con las leyes, con los mandamientos, si va a misa.
El punto de inflexión es la falta de solidaridad.
La buena noticia de Jesús de Nazaret es el camino para crear un mundo justo y fraterno. Su estribillo, su slogan: "Convertíos", cambiad, daos la vuelta... Es para tomar esa dirección. Un mundo en el que tienen prioridad la compasión y la ternura, en el que los más humildes, los pobres, los desvalidos, los olvidados se convierten en la primera preocupación de los seguidores de Jesús de Nazaret.
Los grandes, los políticos, no dejan de mostrarnos que su gran preocupación es el poder, el dinero, los bancos, los negocios... aunque se queden marginados millones de personas.
Eso ya lo veía Jesús y por eso les dijo: "Habéis visto cómo actúan los poderosos... No será así entre vosotros..."
Nuestra tentación y peligro es hacer de todo esto algo "espiritual", "religioso"... Y seguir pensando en el "cielo" (o seno de Abraham) y en el "infierno" (o lugar de fuego y tormentos)... De esa manera nos contentamos con aquello de que, al final, todos darán cuentas a Dios y cada uno recibirá premio o castigo.
Todo eso está muy bien; pero creo que eso pertenece a un pensamiento y cultura que no son de ahora. La exigencia de las palabras de Jesús y su buena noticia es que intentemos hacer de nuestra vida un mundo fraterno y solidario. Cada uno de nosotros. Implicarnos todo lo que podamos de manera que "los mendigos" de este mundo nuestro sientan la compasión y la ternura en forma de solidaridad y compartir lo que tenemos.
Texto del evangelio de Lucas (16,19-31)

domingo, 22 de septiembre de 2013

Vivir y actuar como Jesús

BUENOS AIRES (ARGENTINA).
LA LECCIÓN DE TEOLOGÍA DE MARGARITA BARRIENTOS
PATRICIA PAZ, ppaz1954@gmail.com
Sin comentarios...
ECLESALIA, 20/09/13.- En su charla de TEDx Río de la Plata, Margarita Barrientos nos da una lección de teología. La charla se titula: “Quién es Dios para mí” y termina con la siguiente anécdota que les transcribo más o menos con sus palabras:
Mi mamá dejaba todos los días un plato servido en el centro de la mesa como un florero y un día yo le pregunté por qué quedaba esa comida y si no la podíamos comer y ella me dijo que no entonces le pregunté por qué y ella me respondió “si viene Dios a pedirte comida qué le vas a dar” y yo esperaba que viniera Dios. Un día vuelvo corriendo a casa de cuidar los chivos y veo a un hombre que está comiendo la comida, entonces voy corriendo y le digo a Mamá, él no es Dios, entonces ella me preguntó, ¿lo conocés a Dios? y yo le dije que no y ella me contestó, entonces él es Dios. Por eso será que a toda persona que llega al comedor todos los días no le preguntamos de dónde viene, porque yo siempre digo que es Dios que viene a comer.
Margarita Barrientos, para los que no la conocen es la que fundó y dirige hasta hoy el comedor Los Piletones que da de comer a 1500 personas todos los días. Esto también está en la charla que vale la pena escuchar para conocer a esta persona increíble.
Volviendo a la lección de teología me viene a la memoria las palabras de Jesús, “Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños” ( Mt 11, 2526). Yo no sé si la mamá de Margarita Barrientos sabía leer, pero de lo que estoy segura es que no leía la Biblia, simplemente porque en aquél tiempo la Biblia no se leía como ahora. Tampoco sé cuántas veces por año llegaría algún sacerdote a celebrar misa en el monte santiagueño donde vivía. Por eso no sé si ella habrá escuchado las palabras de Jesús en Mateo 25. Pero lo que sí sé es que en su sencillez y su vulnerabilidad, ella comprendió perfectamente el mensaje del Evangelio. Puedo ver también que con su vida ella hizo crecer el Reino y además evangelizó a sus hijos para que hicieran lo mismo. Al menos lo hizo con Margarita.
Y esto me lleva a pensar en nuestra Iglesia tantas veces preocupada por imponer doctrinas, normas y ritos, más que en poner en práctica las palabras y las acciones de Jesús. Y en contrapartida la sencillez de esta mujer que engloba en una acción toda la teología. Porque, ¿qué más podemos decir de Dios? Y si reconocemos que Dios está en cada una de las personas con las que me encuentro a diario, y las recibo como lo recibiría a Dios, ¿hace falta algo más para que el mundo se convierta en Reino?
Además desde la teología de Margarita Barrientos y su mamá podemos encontrarnos todas las religiones y juntas aprender a vivir como hermanos. No tenemos que preguntarle a nadie de dónde viene o en qué Dios cree, porque reconoceremos a todos como encarnación del único Dios. Y entonces los trataremos con respeto y veneración reconociendo en cada uno la presencia de un mismo Padre/Madre que nos creó para que juntos construyéramos una historia donde a nadie le falte lugar en la mesa.
Si Margarita Barrientos en su precariedad, le puede dar de comer a 1500, ¿qué pasa en el mundo que todavía hay tantos que tienen hambre? ¿Adónde estamos los cristianos que sí leímos Mateo 25 y que además tenemos muchos más recursos económicos que ella? Algunos están entre las personas que hacen posible que su comedor funcione. Pero la pregunta que debemos hacernos es por qué hay tantos que no tienen lo suficiente para vivir, porque si todos los que nos consideramos discípulos de Jesús realmente viviéramos como él nos enseñó, a nadie le faltaría el pan.
Escucharla a Margarita me interpela profundamente y me demuestra que con voluntad y mucho amor se puede hacer realidad un mundo distinto. Y por eso me digo y les digo, sobre todo a mis compatriotas argentinos, que dejemos de quejarnos y de enfrentarnos entre nosotros y pongamos manos a la obra. Que hay mucha gente que necesita de nuestra mirada amorosa y de nuestras acciones solidarias, que no se agotan en hacer donaciones frente a alguna tragedia, si no en construir todos los días, todos juntos, una nueva Argentina. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


Una crisis social y humana

NO SOLO CRISIS ECONÓMICA
Un comentario que vale la pena leer y releer...
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA18/09/13.“No podéis servir a Dios y al Dinero”. Estas palabras de Jesús no pueden ser olvidadas en estos momentos por quienes nos sentimos sus seguidores, pues encierran la advertencia más grave que ha dejado Jesús a la Humanidad. El Dinero, convertido en ídolo absoluto, es el gran enemigo para construir ese mundo más justo y fraterno, querido por Dios.
Desgraciadamente, la Riqueza se ha convertido en nuestro mundo globalizado en un ídolo de inmenso poder que, para subsistir, exige cada vez más víctimas y deshumaniza y empobrece cada vez más la historia humana. En estos momentos nos encontramos atrapados por una crisis generada en gran parte por el ansia de acumular.
Prácticamente, todo se organiza, se mueve y dinamiza desde esa lógica: buscar más productividad, más consumo, más bienestar, más energía, más poder sobre los demás... Esta lógica es imperialista. Si no la detenemos, puede poner en peligro al ser humano y al mismo Planeta.
Tal vez, lo primero es tomar conciencia de lo que está pasando. Esta no es solo una crisis económica. Es una crisis social y humana. En estos momentos tenemos ya datos suficientes en nuestro entorno y en el horizonte del mundo para percibir el drama humano en el que vivimos inmersos.
Cada vez es más patente ver que un sistema que conduce a una minoría de ricos a acumular cada vez más poder, abandonando en el hambre y la miseria a millones de seres humanos, es una insensatez insoportable. Inútil mirar a otra parte.
Ya ni las sociedades más progresistas son capaces de asegurar un trabajo digno a millones de ciudadanos. ¿Qué progreso es este que, lanzándonos a todos hacia el bienestar, deja a tantas familias sin recursos para vivir con dignidad?
La crisis está arruinando el sistema democrático. Presionados por las exigencias del Dinero, los gobernantes no pueden atender a las verdaderas necesidades de sus pueblos. ¿Qué es la política si ya no está al servicio del bien común?
La disminución de los gastos sociales en los diversos campos y la privatización interesada e indigna de servicios públicos como la sanidad seguirán golpeando a los más indefensos generando cada vez más exclusión, desigualdad vergonzosa y fractura social.
Los seguidores de Jesús no podemos vivir encerrados en una religión aislada de este drama humano. Las comunidades cristianas pueden ser en estos momentos un espacio de concienciación, discernimiento y compromiso. Nos hemos de ayudar a vivir con lucidez y responsabilidad. La crisis nos puede hacer más humanos y más cristianos. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Ganaos amigos con el dinero injusto...

22 de septiembre 2013 - 25º domingo tiempo ordinario
"Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.»
Hay expresiones de Jesús que, después de escucharlas tantas veces, ya no nos llaman la atención. Las sabemos... y creemos que las dice refiriéndose a otras personas.
"No podéis servir a dos amos..."
"No podéis servir a Dios y al dinero..."
Me doy cuenta de que nos apasiona más el dinero que la buena noticia del evangelio, que nuestra vida está más dominada por el dinero y todo el consumo que nos propone que por ese nuevo modo de vivir en el que la solidaridad, la fraternidad, la compasión y la ternura sean realmente lo más importante en nuestra vida...
Y esa palabra de Jesús: "Ganaos amigos con el dinero injusto..." Como que nos despista. Terminamos pensando como el administrador del cuento que propone... Un administrador infiel y tramposo que se aprovecha del dinero para hacerse amigos que tengan dinero y le puedan ayudar cuando lo necesite... Y pensamos que teniendo dinero (consiguiendo más y más dinero) podremos conseguir amigos influyentes, ser reconocidos, tener más medios, llegar a ser... Y nos ponemos a servir al "dios dinero". Y entramos en la rueda de este mundo y esta sociedad en la que importa la ganancia, el beneficio, el poder, el tener...
No puedo perder de vista que la gran preocupación, la gran pasión de Jesús es la de conseguir un mundo fraterno, solidario, compasivo... en el que los más importantes son los más débiles, los pobres, los abandonados, los olvidados, los desvalidos, los oprimidos... por el injusto dinero. Entonces "ganar amigos" significa precisamente éso: intentar construir ese mundo, esa sociedad pensada y dirigida a esa nueva manera de vivir.
Me voy a permitir corregir algo que nos decían en la eucaristía de hoy: Lo que importa no es que yo ponga mi corazón en el Señor, sino en los hermanos (en todos esos más débiles y olvidados). Porque lo que Jesús nos anuncia es la buena noticia de Dios, nuestro padre (papá), que no desprecia a nadie y que desea que vivamos a su estilo y manera. Y es ahí donde quiero centrar mi vida, mi corazón y mi dinero.
Texto del evangelio de Lucas (16,1-13)

domingo, 15 de septiembre de 2013

Un dios diferente

15 de septiembre 2013 - 24º domingo tiempo ordinario
"Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo"
Lucas recoge en el capítulo 15 de su narración (evangelio) una serie de parábolas que nos presentan cómo entendía y sentía Jesús de Nazaret a Dios. Un sentimiento profundo, vivido, experimentado que nos muestra a un dios tan diferente que nos resulta increíble.
Ya nos hemos acostumbrado a esas parábolas y algo se nos va quedando; pero qué lejos estamos de sentir y pensar como Jesús de Nazaret.
Todavía seguimos apelando al "Dios Todopoderoso", al "Dios que todo lo ve", al que "nos va juzgar", al "Creador de todo, dueño de todo, que también nos puede destruir", o al que está tan lejos de nosotros que no le importamos nada...
Todo el Antiguo Testamento nos presenta un Dios poderoso (Dios de los ejércitos), creador de todo y también vengador, que premia y castiga de manera terrible, que se conmueve con "su pueblo"; pero que al mismo tiempo aplasta y arrasa a sus enemigos...
De ahí que la experiencia y vivencia de Jesús de Nazaret resulta tan extraordinaria.
Dios, a quien llama "Abba"=papá. Dios que lo compara con la mujer que barre y barre hasta que encuentra la moneda perdida. O el pastor que deja todas las otras ovejas para ir a buscar la perdida. O el padre que, al ver que vuelve a casa el hijo perdido "cuando todavía estaba lejos, lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo..."
Jesús va reflejando en su vida la imagen misma de Dios...
Y decían que "acoge a los pecadores y come con ellos"... Que se juntaba con publicanos, con pecadores, con prostitutas, con gentes de mal vivir...
Dicho de esa manera, nos parece bien; pero, hoy en día, quiénes son los pecadores, los publicanos, las gentes de mal vivir?
Seguro que estamos pensando que son los que "no van a misa", los que no cumplen los mandamientos y enseñanzas de la iglesia, los que viven como alejados de todo lo que es religioso (iglesia), sin olvidar a todos aquellos que desconocen totalmente las cosas de la religión.
¿No son ellos como la "moneda perdida", "la oveja perdida", el "hijo perdido" (pródigo)...?
Tal vez lo que nos pierde y equivoca es que pensamos que lo que tenemos que hacer es "convertirlos"= "traerlos a la iglesia"... Y me temo que no es eso. Me creo que lo que le importa a Jesús de Nazaret es que conozcan la buena noticia del reino, que Dios es nuestro padre (papá), que no desprecia a nadie, que todos le importamos, que no los está juzgando o condenando, sino que los invita a la gran fiesta del reino, a ese mundo nuevo de fraternidad y solidaridad en la que todos, todos estamos invitados. Que Dios nos quiere de verdad y que lo que más desea es que vivamos a su estilo y manera... Y, precisamente por eso, los más "perdidos", los más lejanos, los más abandonados y olvidados, los más oprimidos son sus preferidos, aquellos a los que sale a buscar.
Un dios tan diferente que nos descoloca, que casi se ríe de nosotros que nos ponemos tan serios para hablar con él y necesitamos echar manos de todas las recomendaciones e intercesiones para que el Altísimo se digne escucharnos... jejeje. El Dios, al que Jesús de Nazaret llama "papá"..., seguro que se echa a reír. ¿Te imaginas a un niño que habla con su "papá" y utilizara palabras como "altísimo", "omnipotente señor", "señor  todopoderoso", etc., etc.? Qué papá más raro y extraño, verdad?
Pues algo así.
¡Cómo tenemos que ir cambiando! Necesito toda una conversión para aceptar y vivir con un dios tan diferente...
Texto del evangelio de Lucas (15,1-32)

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ser discípulo de Jesús de Nazaret

8 de septiembre de 2013 - 23º del Tiempo Ordinario 

El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.»


Hay enseñanzas del Maestro que nos parecen exageradas. Y no es la primera vez que las escuchamos. Las oímos y, de una manera o de otra, tratamos de interpretarlas y suavizarlas.
Que no es que Jesús de Nazaret esté en contra de... Que lo que importa es poner por encima de todo el amor de Dios... Que se trata de ser "pobres de espíritu"...
De esa manera las indicaciones y propuestas de nuestro Maestro se quedan meras recomendaciones que tenemos que ir adaptando a nuestra situación personal...
Y así terminamos siendo lo que somos: discípulos de nuestra conveniencia. Como diría Jesús mismo, nos hemos convertido en una sal "sosa", sin sabor, que no sirve para nada.
"El que quiera salvar su vida, la perderá" 
"De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su vida"
"No te preocupes tanto por el comer y el beber..."
"Buscad, ante todo, el reino de Dios y su justicia..."
De tantísimas maneras nos lo ha dicho. La buena noticia del reino, el nuevo estilo de vivir, ser hijos de la luz... Todo eso implica ese cambio, ese darnos la vuelta, de manera que no nos agarramos a las cosas o a las personas.
Hemos recibido la vida (todo un regalo) y estamos de camino hacia nuestro Padre... 
Ese camino lo podemos hacer siguiendo lo que nos dice el mundo (nuestra sociedad, el pensar de tantísima gente): tener, acaparar, dominar... O siguiendo la manera que nos dice Jesús de Nazaret: tratar de hacer de nuestro entorno un mundo solidario, compasivo, justo, fraterno, en el que lo que importa es el amor que nos llevará a la "comensalía" (=compartir nuestros bienes, nuestra comida, nuestra vida) y a dar nuestra propia sangre... por los hermanos. Algo que tenemos que aprender en nuestras celebraciones de la eucaristía en la que recordamos y celebramos la muerte de Jesús (y muerte en la cruz). Siempre es bueno recordar que su muerte fue consecuencia de esa entrega a la buena noticia del reino, a vivir y tratar de convencer a los demás de la nueva manera de entender la vida, la religión y la sociedad...
Sólo viviendo de esa manera podemos ser discípulos del Maestro.
Y, por favor, no tratemos de cambiar lo que nos ha dicho. 
En más de una ocasión, para hacerlo más espiritual, se nos dice que sólo si amamos a Dios, seremos capaces de amar a los hermanos, de cambiar este mundo... Ja! Es al revés. Sólo si amamos a los hermanos (en especial a los más débiles y necesitados), sabremos que amamos a Dios.
Y lo que importa no es la iglesia, sino el mundo y la sociedad que nos rodea... a la que hay que dándole sabor (como la sal).
La verdad, quiero ser discípulo de Jesús de Nazaret.

Texto del evangelio de Lucas (14,25-33)

Escucha el clamor de los pueblos!

Carta abierta de Adolfo Pérez Esquivel (premio nobel de la paz) al Presidente de los EE.UU. de Norteamérica, Barack Hussein Obama 4 de Septiembre de 2013

¡Escucha el clamor de los pueblos!



La situación en Siria es preocupante y una vez más los EE.UU., erigiéndose en gendarme del mundo, pretende invadir Siria en nombre de la "Libertad" y los "derechos humanos".
Tu predecesor George W. Bush en su locura mesiánica supo instrumentalizar el fundamentalismo religioso para llevar a cabo las guerras mesiánicas en Afganistán e Irak. Cuando declaraba que conversaba con Dios, y Dios le decía que tenía que atacar a Irak, lo hacía porque era dictamen de Dios exportar la "libertad" al mundo.
Tú has hablado, con motivo de los 50 años de la muerte del Reverendo Luther King, también Premio Nobel de la Paz, de la necesidad de completar el "Sueño"de la mesa compartida, de quien fuera la más significativa expresión de lucha por los derechos civiles contra el racismo en la primera democracia esclavista del mundo. Luther King fue un hombre que dio su vida para dar vida, y por eso es un mártir de nuestro tiempo. Lo mataron después de la Marcha sobre Washington porque amenazaba con desobediencia civil a seguir siendo cómplices de la guerra imperialista contra el pueblo de Vietnam. ¿Realmente crees que invadir militarmente a otro pueblo es aportar a ese sueño?
Armar rebeldes para luego autorizar la intervención de la OTAN, no es algo nuevo por parte de tu país y tus aliados. Tampoco es nuevo que EE.UU. pretenda invadir países acusándolos de posesión de armas de destrucción masiva, que en el caso de Irak resultó no ser cierto. Tu país ha apoyado el régimen de Saddam Hussein que utilizó armas químicas para aniquilar a la población kurda y contra la Revolución Iraní y no hizo nada para sancionarlo porque en ese momento eran aliados. Sin embargo ahora pretenden invadir Siria sin siquiera saber los resultados de las investigaciones que está haciendo la ONU por autorización del mismo gobierno Sirio. Ciertamente que el uso de las armas químicas es inmoral y condenable, pero tu gobierno no tiene autoridad moral alguna para justificar una intervención.
El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, expresó que un ataque militar en Siria podría empeorar el conflicto.
Mi país, la Argentina, que se encuentra ejerciendo la Presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, ha hecho pública su posición contra una intervención militar extranjera en la República Siria negándose a ser "cómplice de nuevas muertes".
El Papa Francisco también llamó a globalizar el pedido de paz y decretó una jornada de ayuno y oración en contra de la guerra para el día 7 de septiembre, a la cual nos adherimos.
Hasta tu histórico aliado, Gran Bretaña, se ha negado (al menos de momento) a ser parte de la invasión.
Tu país está transformando la "Primavera Árabe" en el infierno de la OTAN, provocando guerras en el Medio Oriente y desatando la rapiña de las corporaciones internacionales. La invasión que pretendes llevará a más violencia y más muertes, así como a la desestabilización de Siria y de la región. ¿Con qué objetivo? El lúcido analista, Robert Fisk, ha precisado que el objetivo es Irán y postergar la concreción del estado palestino, no es la indignación que producen la muerte de cientos de niños sirios lo que los motiva a ustedes a intervenir militarmente. Y justamente cuando ha triunfado en Irán un gobierno moderado, donde se podría tratar de contribuir a lograr escenarios de negociación pacífica a los conflictos existentes. Esa política será suicida de tu parte y de tu país.
Siria necesita una solución política, no militar. La comunidad internacional debe dar su apoyo a las organizaciones sociales que buscan la paz. El pueblo sirio, como cualquier otro, tiene derecho a su autodeterminación y a definir su propio proceso democrático y debemos ayudar en lo que nos necesiten.
Obama, tu país no tiene autoridad moral, ni legitimidad, ni legalidad para invadir Siria ni ningún otro país. Mucho menos luego de haber asesinado 220.000 personas en Japón lanzando bombas de destrucción masiva.
Ningún congresista del parlamento de Estados Unidos puede legitimar lo ilegitimable, ni legalizar lo ilegalizable. En especial teniendo en cuenta lo que dijo hace unos días el ex presidente norteamericano James Carter: "EE.UU. no tiene una democracia que funcione".
Las escuchas ilegales que realiza tu gobierno al pueblo norteamericano parecen no ser del todo eficientes, porque según una encuesta pública de Reuters, el 60% de los estadounidenses se oponen a la invasión que quieres llevar a cabo.
Por eso te pregunto Obama ¿A quién obedeces?
Tu gobierno se ha convertido en un peligro para el equilibrio internacional y para el propio pueblo estadounidense. EE.UU. se ha vuelto un país que no puede dejar de exportar muerte para mantener su economía y poderío. Nosotros no dejaremos de intentar impedirlo.
Yo estuve en Irak luego de los bombardeos que realizó EE.UU. en la década de los 90's, antes de la invasión que derrocó a Sadham Hussein. Vi un refugio lleno de niños y mujeres asesinados por misiles teledirigidos. "Daños colaterales" los llaman Uds.
Los pueblos están diciendo ¡BASTA! a las guerras. La humanidad reclama la Paz y el derecho a vivir en libertad. Los pueblos quieren transformar las armas en arados, y el camino para lograrlo es "DESARMAR LAS CONCIENCIAS ARMADAS".
Obama, nunca olvides que siempre recogemos los frutos de lo que sembramos. Cualquier ser humano debería sembrar paz y humanidad, más aún un Premio Nobel de la Paz. Espero que no termines convirtiendo el "sueño de fraternidad" que anhelaba Luther King en una pesadilla para los pueblos y la humanidad.
Recibe el saludo de Paz y Bien
                                                                   Adolfo Pérez Esquivel
                                                                        Premio Nobel de la Paz


domingo, 1 de septiembre de 2013

No invites a tus amigos...

1 de septiembre de 2013 - 22 Tiempo ordinario (C)
Lucas 14, 1. 7-14
 


“No invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes ni a los vecinos ricos porque corresponderán invitándote... Invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos”.
Una invitación. Una comida. Un encuentro con otras personas... Y, como siempre, Jesús de Nazaret mantiene fijo su pensamiento en lo que es como su objetivo número uno: el reino de Dios, la buena noticia, un mundo nuevo, distinto, más humano.
José Antonio Pagola sugiere que Jesús piensa en... "aquellas gentes que encuentra mendigando por los caminos. Los que nunca son invitados por nadie. Los que no cuentan: excluidos de la convivencia, olvidados por la religión, despreciados por casi todos. Ellos son los que habitualmente se sientan a su mesa.
Entonces y ahora, en nuestras relaciones y en nuestra manera de comportarnos, seguimos actuando en base a nuestras conveniencias. Invitamos a los que nos devuelven la invitación; hacemos regalos a los que nos los hacen; hacemos favores a los que nos los hacen... Y Jesús, entonces y ahora, nos sugiere algo distinto: “No invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes ni a los vecinos ricos porque corresponderán invitándote... Invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos”. Un enfoque distinto, un estilo más humano, más cercano a las personas y con menos convencionalismos.
Cuando decimos que Jesús de Nazaret nos "revela" a Dios como nuestro padre, con un plan y esquema de vida más humana y solidaria... queremos y debemos entender que lo que nos cuenta y nos dice en forma de cuentos y parábolas es precisamente el nuevo estilo de Dios: un mundo en el que lo más importante es la persona y en el que Dios, nuestro padre, no soporta la violencia, la humillación, la opresión, el desprecio, el hambre y el abandono... sobre todo de tantas personas pequeñas, olvidadas, arrinconadas.
"Jesús se esfuerza, como dice J.A. Pagola,  por humanizar la vida rompiendo, si hace falta, esquemas y criterios de actuación que nos pueden parecer muy respetables, pero que, en el fondo, están indicando nuestra resistencia a construir ese mundo mas humano y fraterno, querido por Dios..."
Ahora se cita bastante al Papa Francisco. Sus frases, su estilo, su manera de hacer... Y nos llama la atención porque siempre hemos visto al Papa, a los obispos, a los sacerdotes demasiado lejos, demasiado elevados, como personas que son invitados por los grandes, por los importantes... y a los que ellos devuelven la invitación. Por eso es bueno recoger palabras como éstas: "La cultura del bienestar nos hace insensibles a los gritos de los demás”. “Hemos caído en la globalización de la indiferencia”. 
Y termino con lo que dice J.A. Pagola: "Los seguidores de Jesús hemos de recordar que abrir caminos al Reino de Dios no consiste en construir una sociedad más religiosa o en promover un sistema político alternativo a otros también posibles, sino, ante todo, en generar y desarrollar unas relaciones más humanas que hagan posible unas condiciones de vida digna para todos empezando por los últimos."



Yo soy el buen pastor

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