jueves, 28 de diciembre de 2023

La familia de Jesús


El niño crecía y se robustecía, llenándose de saber

31 de diciembre 2023


Los relatos de la infancia de Jesús que nos ofrecen los evangelios nos han ayudado mucho, especialmente en nuestros años de la niñez, a crear en nuestro subconsciente una imagen de Jesús sacada de su entorno familiar. Tanto en el evangelio de Lucas como en el de Mateo se ponía el acento en el cumplimiento de las Escrituras, como habían dicho los profetas... Y, a partir de ahí, la familia de Jesús pasó a ser algo totalmente alejado de la realidad que vivían las familias judías de Nazaret y su entorno.
Las imágenes (en los belenes, en las pinturas y esculturas) nos presentan una familia más parecida al modelo de familia occidental: padre, madre y el niño.
Tal y como comenta Fray Marcos: -"El relato evangélico que acabamos de leer no es histórico, pero es rico en enseñanzas teológicas. Está escrito sesenta o setenta años después de morir Jesús. Lucas quiere dejar claro, desde el principio de su evangelio, que la vida de Jesús estuvo insertada plenamente en las tradiciones judías. Su persona y su mensaje no son realidades caídas del cielo, sino surgidas desde el fondo más genuino del judaísmo tradicional."

Creo que todos guardamos recuerdos de nuestra infancia, de nuestro entorno, y, sobre todo, de las vivencias con nuestros padres y hermanas-hermanos. Casi sin darnos cuenta, nosotros (al igual que nuestros padres y anteriormente nuestros abuelos) transmitimos nuestro modelo de humanidad. Y ahí puede estar la reflexión que debemos hacernos hoy.

Siguiendo el comentario que nos ofrece Fray Marcos, debemos ahondar en nosotros el espíritu que desarrollamos en nuestras casas. "-Debemos buscar la ejemplaridad de la familia de Nazaret donde realmente está, huyendo de toda idealización que lo único que consigue es meternos en un ambiente irreal que no conduce a ninguna parte. Sus relaciones, aunque se hayan desarrollado en un marco familiar distinto, pueden servirnos como ejemplo de valores humanos que debemos desarrollar, cualquiera que sea el modelo donde tenemos que vivirlos. Jesús predicó lo que vivió. Si predicó el amor, es decir, la entrega, el servicio, la solicitud por el otro, quiere decir que primero lo vivió él. Todo ser humano nace como proyecto que tiene que ir desarrollándose a lo largo de toda la vida con la ayuda de los demás."

Jesús, como señala el texto del evangelio de Lucas que escuchamos/leemos hoy "El niño, por su parte, crecía y se robustecía, llenándose de saber, y el favor de Dios descansaba sobre él ". Es algo que, demasiado frecuentemente, hemos pasado de largo ante ese detalle. Jesús, como todo niño y niña, fue creciendo y desarrollando. Aprendía y se llenaba de saber... Como lo hemos visto en nuestros hijos y en nuestros nietos. Si nuestra fe se basa en los milagros y maravillas que se cuentan del niño Jesús, me parece que nos alejamos del mensaje de los evangelios y de la realidad vivida por el Jesús real nacido y crecido en una familia judía de aquel tiempo y de aquel entorno.

Nosotros, seguidores de Jesús de Nazaret, tenemos que preguntarnos si los valores que transmitimos apuntan a un crecimiento en humanidad, en solidaridad, en compasión... Sería nuestra manera de seguir sus huellas.

Texto del evangelio de LUCAS 2, 22-40


viernes, 22 de diciembre de 2023

A cuantos la han aceptado

...Los ha hecho capaces de hacerse hijos de Dios

25 de diciembre 2023

Las fechas y las fiestas se nos amontonan y se nos pasan los días casi sin darnos cuenta.

Y ya es Navidad. Me gustaría que nuestra vivencia de la Navidad permaneciera en nosotros durante todo este tiempo (vacaciones para los chicos y jóvenes y días de encuentro familiar para la mayoría de nosotros.

Agradezco a Fray Marcos el comentario y reflexión que nos ofrece:

"Recordar el nacimiento de Jesús nos puede ayudar a encontrar a Dios dentro de nosotros y en los demás. Jesús vivió y murió en un lugar y un tiempo determinado, pero no estamos celebrando un cumpleaños. Los datos históricos no tienen importancia. Jesús nació, no sabemos dónde, no sabemos cuándo, ni en qué día, ni en qué mes, ni en qué año. Todo lo que digamos de él, desde el punto de vista histórico, apunta al desconcierto. El encuentro con Jesús, que apareció en un momento de la historia, me tiene que llevar a un encuentro como el de Jesús con Dios, que no tiene historia. Dios es siempre el mismo, pero para mí será siempre diferente."

Si nos quedamos en celebrar una especie de cumpleaños (con muchas luces, muchos villancicos y mucha fiesta externa) y no nos lleva al encuentro con Dios, nuestra fiesta y celebración será algo externo que apenas si dejará señal alguna en nuestra vida.

Sigue el comentario de Fray Marcos: -"La encarnación no es un hecho puntual, sino una actitud eterna de Dios. Dios no tiene actos. Todo lo que hace, lo es. Si se encarnó, es encarnación, es Emmanuel. Si en Jesús se hizo presente a Dios, debemos buscar en nosotros lo que descubrimos en él. No se trata de recordar y celebrar lo que pasó hace dos mil años sino de descubrir que la presencia de Dios se da hoy en mí y debo descubrir y vivir conscientemente esa realidad sublime. Lo que pasó en Jesús, está pasando en cada uno de nosotros, está pasando en mí. Este es el sentido de la Navidad que debemos recuperar."

La contemplación del Belén o la lectura del evangelio pueden ser un buen momento para dejarme invadir de la presencia de Dios en mi vida, en el acontecer de mis días; en mi entorno y en todo el universo. Dios está aunque nos sea totalmente imposible hacernos una imagen o un diseño  como para visualizarlo. Yo soy el que soy (palabras que le dice a Moisés). Y nosotros estamos llamados a ser...

El evangelio de Juan nos dice: -"A cuantos la han aceptado, los ha hecho capaces de hacerse hijos de Dios: a esos que mantienen la adhesión a su persona..."

De ahí que aceptar y asumir la Palabra nos ayudará a ser y vivir como hijos de nuestro Padre.

Feliz Navidad


Texto del evangelio de JUAN 1, 1-18


jueves, 21 de diciembre de 2023

Aquí está la esclava del Señor

Cúmplase en mí lo que has dicho

24 de diciembre 2023


Esta cuarta semana de Adviento se reduce este año al domingo y el texto del evangelio de Lucas nos trae el anuncio de la Buena Noticia: "Concebirás y darás a luz un hijo... Y al que va a nacer le llamarán "consagrado - ungido", hijo de Dios..."
Y lo primero que le dice el ángel es: "Alégrate!"

Lo primero que nos dicen los conocedores y entendidos en los textos del evangelio es que no debemos tomar estas narraciones como crónicas de un suceso. Hay en todo ello un mensaje profundo que debemos captar y asumirlo como Buena Noticia que es.

José Antonio Pagola, en su comentario, subraya esa primera palabra del mensaje: -«Alégrate». Es lo primero que María escucha de Dios, y lo primero que hemos de escuchar también nosotros. «Alégrate»: esa es la primera palabra de Dios a toda criatura. En estos tiempos, que a nosotros nos parecen de incertidumbre y oscuridad, llenos de problemas y dificultades, lo primero que se nos pide es no perder la alegría. Sin alegría, la vida se hace más difícil y dura."

Nuestro cristianismo, la vida de nuestras comunidades cristianas, no siempre presenta una cara alegre. Quizás el mensaje que nos llega a través de las explicaciones, sermones y comentarios, no son una invitación a la alegría. Si se nos habla de Navidad, nuestra vida y nuestro sentir tendría que ser la plenitud de la alegría: Nos nace un Salvador...Así nos dice el evangelio. Cuando se ha vivido la espera de un hijo / hija hemos percibido la intensidad de esos momentos.
Entonces que nos llegue el mensaje de que Dios está cerca, que se encarna, que está a nuestro lado debería ponernos locos de contento.

Al no recibir el mensaje y hacerlo presente en nuestra vida ha provocado que nuestra alegría se haya desviado hacia otros mensajes comerciales: La iluminación de nuestras calles, las fiestas, las comidas y cenas en grupos o en familia, los regalos... A ver si con todo eso llenamos pequeños retazos de nuestra vida de ese tipo de alegría que, demasiadas veces, termina en resaca que nos devuelve al punto de salida.

«El Señor está contigo». Sigue el comentario de J.A. Pagola: -"La alegría a que se nos invita no es un optimismo forzado ni un autoengaño fácil. Es la alegría interior que nace en quien se enfrenta a la vida con la convicción de que no está solo. Una alegría que nace de la fe. Dios nos acompaña, nos defiende y busca siempre nuestro bien. Podemos quejarnos de muchas cosas, pero nunca podremos decir que estamos solos, pues no es verdad. Dentro de cada uno, en lo más hondo de nuestro ser, está Dios, nuestro Salvador."

Las palabras que el texto del evangelio pone en boca de María nos ofrecen una buena pista para captar el mensaje: "Aquí está la esclava del Señor..., cúmplase en mí lo que has dicho."
Eso expresa la confianza, la fe y la seguridad que tiene puesta en Dios. Esa vivencia la encontraremos en la vida de Jesús de Nazaret. Utiliza la palabra "Abbá" (papá) que le acompañará hasta el final: En tus manos pongo mi espíritu.
Cuando nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, a vivir como hijos de Dios... creo que nos quiere empujar a dar ese paso. Descubrir dentro de nosotros, en nuestro entorno, en las demás personas, que no se olvida de nosotros, que está ahí en nuestra propia vida (en la salud y también en la enfermedad; en nuestros fallos y nuestros aciertos; en las alegrías familiares y en el dolor que no suele faltar tampoco). La diferencia suele estar en la manera como vivimos.

Que el Señor afine nuestros sentidos para captar el mensaje como lo hizo María, la madre de Jesús de Nazaret.

Texto del evangelio de LUCAS 1, 26-38


jueves, 14 de diciembre de 2023

Una voz que grita en el desierto

Enderezad el camino del Señor

17 de diciembre 2023


Tercer domingo de Adviento. El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo nos hace llegar, de nuevo, ese grito que lanza Juan el Bautista: Yo soy una voz que grita en el desierto: Enderezad los caminos del Señor...
Tenemos que acogerlo como lo que es: una invitación a cambiar, a convertirnos, a descubrir la realidad de Dios mismo: en nuestro entorno, en nuestro mundo, en nosotros mismos.

Fray Marcos lo comenta así: -"Allanad el camino al Señor. Es el grito de todo profeta. Esto es lo que nos dice Jesús por activa y por pasiva. Lo que debemos tener en cuenta hoy es que “el Señor” no tiene que venir de fuera sino dejarle surgir desde dentro. Con esta salvedad, esta sugerencia sigue siendo la clave de toda religiosidad. ¿Cómo conseguirlo? Apartando de nosotros todo lo que impide esa manifestación de lo divino en nosotros, el egoísmo e individualismo."

Imma Calvo en la introducción que hace a los comentarios de este domingo escribe: -"La liturgia dominical nos habla de la conversión a través de la llamada de Juan Bautista. Su empuje nos recuerda al papa Francisco, que aquí o allí, siempre encuentra motivos para profetizar. Como voz que clama en el desierto, hace suyo el grito de la tierra con ocasión de la cumbre del clima (COP28). Así mismo profetiza liderando el sínodo sobre la sinodalidad. En estos días comienza una nueva etapa para concretar y tomar decisiones en algunos temas, buscando una profunda conversión misionera de la estructura eclesial. Con ocasión del 75 aniversario de la Declaración de los derechos humanos, denuncia “una vuelta atrás” en el compromiso para la universalidad de dichos derechos."

Es otra voz que grita en el desierto. Y nuestra vida, como seguidores de Jesús de Nazaret, tiene que ser y traducir el GRITO de nuestro mundo que nos dice y nos exige "enderezar los caminos" para que el reino de Dios se haga presente. 

Demasiado frecuentemente nuestra vida y nuestra actitud es la de dejar que "Jesús venga y nos salve". Le recordamos naciendo en Belén, celebramos su vida y su predicación, adoramos su muerte en la cruz (para salvarnos) y gritamos "Aleluya" cuando resucita... porque Él es nuestro Salvador y nos libera de todos los males... Y me parece entender que vivido de esa manera podríamos decir que su resultado es el gran fracaso del mismo Jesús.

Como comenta Fray Marcos: -"Jesús desplegó su vida humana como cualquier otro ser humano. Como hombre, tuvo que aprender y madurar poco a poco, echando mano de todos los recursos que encontró a su paso. Fue un hombre inquieto que pasó la vida buscando, tratando de descubrir lo que era en su ser más profundo. Su experiencia personal le llevó a descubrir dónde estaba la verdadera salvación del ser humano y entró por ese camino de liberación. Si no entendemos que Jesús fue plenamente hombre, es que no aceptamos la encarnación."

A nosotros nos toca seguir sus huellas. Encontrarnos y descubrir dentro de nosotros ese Dios al que Jesús llama "abbá", poniendo en él toda su confianza y su vida. Y las fiestas de la Navidad pueden ser un buen momento para adentrarnos en la profundidad de nuestras vidas.

Sigue el comentario de Fray Marcos: -"Jesús aceptaba la propuesta de Juan, pero no renunció a seguir buscando. Eso le llevó a seguir caminando, yendo más allá de él en muchos puntos. Están de acuerdo en que no basta la pertenencia a un pueblo ni los rituales externos para salvarse. Es necesaria una actitud interior de apertura a Dios que se traduzca en obras. Juan insiste en una estrategia para escapar del castigo. En Jesús prevalece una propuesta de amor de Dios a todos y definitiva. Enseña la manera de participar del amor, no solo de escapar de la ira."

"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo". Presta atención al prójimo herido y abandonado en el camino. Perdona setenta veces siete. Nadie te ha condenado...; yo tampoco te condeno. Si sólo hacéis el bien o invitáis a vuestros familiares y amigos... ¿qué mérito tenéis?

Tantos y tantos detalles de la vida de Jesús de Nazaret que nos muestran su modo de vivir la vida misma de Dios, su padre y nuestro padre.

Ése tiene que ser nuestro grito. La voz de los seguidores del Maestro.


Texto del evangelio de JUAN 1, 6-8 y 19-28


sábado, 9 de diciembre de 2023

Preparad el camino del Señor


Enderezad sus senderos

10 de diciembre 2023

Ya estamos en el segundo domingo de Adviento. Tiempo de preparación, como nos grita el mensajero: Preparad el camino del Señor...

Así se planificaba antes. Se trataba de un discurrir lento, de ir preparando poco a poco, con tiempo para la reflexión, para renovar, corregir, mejorar, adornar nuestra vida y nuestra conciencia.
En cambio nuestra sociedad tiene prisa. Hace el anuncio y lo quiere YA! Se encienden todas las luces, se engalanan las calles y los edificios principales y se ofrece todo un despilfarro de bienes de consumo. Son las ofertas y rebajas. El turismo y el comercio parecen querer meter en nuestra vida toda la felicidad, la alegría y el bienestar... de manera que no nos falte nada.

Pero la realidad nos devolverá al punto de partida. Pasados los días de las ofertas comerciales, las comidas y bebidas de los días de fiesta, las idas y venidas de nuestros viajes... volveremos a ese punto en el que nos podremos preguntar si no habremos equivocado el camino, si todo ese derroche de luz y color, de adornos y festejos no nos enriquecen ni nos hacen más humanos.

"Preparadle el camino al Señor. - Así lo comenta Fray Marcos-  "Este grito es el mejor resume del espíritu de Adviento... El texto está insinuando que si Dios no llega a nosotros es porque nosotros se lo impedimos, que orientamos nuestra vida en otras direcciones. Él viene, pero nosotros nos vamos."

Reflexionando sobre la preparación del camino del Señor tengo la sensación de haber vivido nuestra religiosidad de una manera intimista y personal: Nos preparábamos insistiendo en nuestras oraciones, en la recepción de los sacramentos, en los adornos de la iglesias, también la decoración de nuestras casas...
Ya sabemos que nuestras fiestas de Navidad son un recuerdo, una expresión de la alegría porque el Señor, el Salvador, ya llegó y vino a salvarnos... Y todo ello bien se merece lo que preparamos, las fiestas y los dulces, el reencuentro en familia y la alegría alrededor de la mesa.

Pero creo que, a pesar de toda la buena voluntad y la belleza de nuestras fiestas y encuentros, no acabamos de entender qué significa preparar el camino del Señor.
Cuando Jesús de Nazaret nos habla de la llegada del reino de Dios apela a las imágenes que proponía el profeta Isaías: "Id y decid a Juan: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio..."
Así es la verdadera Navidad. La gran noticia para los pobres, para los oprimidos, los marginados, los que sufren hambre, sed, desgracias y guerras... De ese modo preparamos el camino del Señor.

Todo este tiempo de Adviento lo necesitamos para no despistarnos, para no buscar nuestra salvación recorriendo caminos que no llevan a ninguna parte. 
Así lo expresa Fray Marcos: -"Hoy la necesidad de estar alerta es más apremiante que nunca, porque jamás se han ofrecido al ser humano tantos caminos falsos de salvación. Tenemos toda una gama de productos disponibles en el mercado, desde las drogas hasta los gurús a medida. Por eso necesitamos más que nunca de la figura del profeta. Seres humanos que por su experien­cia personal puedan arrojar alguna luz en esa maraña de senderos que se entrecruzan, pero son sendas perdidas que llevan a ninguna parte."

Me parece excelente la introducción que nos ofrece Imma Calvo: -"Seguimos caminando el Adviento, metáfora del transcurrir de la vida, siempre esperando sucesos o momentos concretos. Con esperanza, a veces utópica, tan necesaria para animar el paso. Esperamos la paz duradera en todos los rincones del planeta. Trabajamos contra la desigualdad y la marginación. Deseamos que no haya más abusos, no más dramas para las víctimas, ni para los abusadores. Anhelamos la concordia y la alegría en nuestras familias. Ansiamos el agua fresca del espíritu para sentirnos en plenitud."

Con ese ánimo, pues, tratemos de enderezar nuestros senderos teniendo la vista fija en nuestro Maestro y teniendo como objetivo que el reino de Dios llegue a nosotros, que no impidamos que se haga realidad en nuestro mundo, en nuestra sociedad.

Texto del evangelio de MARCOS 1, 1-8


Yo soy el buen pastor

...que se entrega por sus ovejas 21 de abril 2024 El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo 4º de Pascua nos habla del &quo...