miércoles, 27 de septiembre de 2023

Os aseguro que...

...los recaudadores y prostitutas os llevan la delantera

1 de octubre 2023

"Según el relato, un padre pide a dos de sus hijos que vayan a trabajar a su viña. El primero le responde bruscamente: «No quiero», pero no se olvida de la llamada del padre y termina trabajando en la viña. El segundo reacciona con una disponibilidad admirable: «Por supuesto que voy, señor», pero todo se queda en palabras. Nadie lo verá trabajando en la viña."

Así nos cuenta el texto del evangelio de Mateo que escuchamos/leemos este domingo. Una parábola que cualquier niño puede entender. Lo serio es que Jesús se dirige a los dirigentes religiosos de su tiempo, a los fariseos, a los sacerdotes, a los que cuidan de la Ley y su cumplimiento, a los que enseñan y dirigen al pueblo. Personas que conocen todo lo referente a la religión.

José Antonio Pagola lo comenta así: -"Jesús está hablando desde su propia experiencia. Los dirigentes religiosos han dicho «sí» a Dios. Son los primeros en hablar de él, de su ley y de su templo. Pero, cuando Jesús los llama a «buscar el reino de Dios y su justicia», se cierran a su mensaje y no entran por ese camino. Dicen «no» a Dios con su resistencia a Jesús.

Los recaudadores y prostitutas han dicho «no» a Dios. Viven fuera de la ley, están excluidos del templo. Sin embargo, cuando Jesús les ofrece la amistad de Dios, escuchan su llamada y dan pasos hacia la conversión. Para Jesús no hay duda: el publicano Zaqueo, la prostituta que ha regado con lágrimas sus pies y tantos otros... van por delante en «el camino del reino de Dios».

El peligro que tenemos es el de pensar que Jesús se refería "únicamente" a los dirigentes religiosos de su tiempo... Entonces su mensaje y su parábola se quedan en una pequeña anécdota que los primeros seguidores entendieron muy bien. Pero ¿qué pasa con nosotros?

Como escribe Fray Marcos: -"Nuestras actitudes religiosas son incoherentes. Llevamos muchos siglos haciendo una religión de ritos, doctrinas y preceptos. Desde el bautismo decimos “sí voy”, pero nos quedamos siempre en donde estamos. No hay más que ver lo que se entiende por “practicante” para darse cuenta de que no tiene nada que ver con las exigencias del evangelio. Ser cristiano es descubrir la voluntad del Padre y cumplirla siempre y en todo."

Acabo de leer un libro de Laetitia Colombani que me ha impactado. Diría que todo lo que cuenta es como un comentario a lo que nos dice hoy el evangelio. Su título: "Las Vencedoras".

Nuestro mundo, nuestra sociedad necesita personas que, a pesar de sus errores, de sus fallos, son capaces de "convertirse" y vivir pendientes de sus "prójimos" porque les importan como personas, como parte de su propia humanidad...

Texto del evangelio de MATEO 21, 28-32


viernes, 22 de septiembre de 2023

Id también vosotros a la viña

Cobraron cada uno el jornal entero

24 de septiembre 2023


"¿Cómo ayudar a esta pobre gente a intuir la bondad misteriosa de Dios hacia todos?"

Así inicia su comentario José Antonio Pagola.


Me pregunto si no deberíamos nosotros (los seguidores de Jesús de Nazaret, las comunidades cristianas) ayudar a nuestro mundo, a nuestra sociedad, a intuir esa bondad misteriosa del Dios de Jesús. José A. Pagola la califica de bondad escandalosa de Dios.


Jesús lo intentó contando la parábola de los jornaleros de la viña. (Sigue el comentario de J.A.Pagola: "Jesús les contó una parábola sorprendente. Les habló de un señor que contrató a todos los jornaleros que pudo. Él mismo fue a la plaza del pueblo una y otra vez, a horas diferentes. Al final de la jornada, aunque el trabajo había sido absolutamente desigual, a todos les dio un denario: lo que su familia necesitaba para vivir."


Hay un primer paso: La invitación a ir a la viña. Es una invitación que Dios nos hace a todas las personas. El Dios de Jesús de Nazaret (el que él vivió y experimentó es un Ser (llámale como quieras - en la Biblia se define como "Yo soy el que Soy") que es Don, Entrega, Amor hacia todas las personas y todos los seres. Es su invitación a desarrollar plenamente nuestra humanidad. Y lo está haciendo continuamente. A primera hora, al mediodía, a media tarde y cuando está a punto de terminar el día.


"La parábola -sigue el comentario de J.A. Pagola- es tan revolucionaria que seguramente después de veinte siglos no nos atrevemos todavía a tomarla en serio. ¿Será verdad que Dios es bueno incluso con aquellos que apenas pueden presentarse ante él con méritos y obras? ¿Será verdad que en su corazón de Padre no hay privilegios basados en el trabajo más o menos meritorio de quienes han trabajado en su viña?"


La vivencia de Jesús es tan increíble que nos cuesta mucho hacernos a la idea y cuando alguna persona destaca en su entrega, en su dedicación a los pobres, a los enfermos, a los marginados... nos decimos que eso no es normal. Esa persona será una santa; pero que, finalmente, es una exageración.

Como que nos hemos creado e imaginado un Dios a nuestra medida y, ante la actitud del dueño de la viña, también nosotros decimos que no es justo, que hay que presentar una reclamación ante el sindicato o donde sea...


Como comenta J.A.Pagola: -"Nosotros nos encerramos a veces en nuestros cálculos, sin dejarle a Dios ser bueno con todos. No toleramos su bondad infinita hacia todos: hay personas que no se lo merecen. Nos parece que Dios tendría que dar a cada uno su merecido, y solo su merecido. Menos mal que Dios no es como nosotros. Desde su corazón de Padre, él sabe regalar también su amor salvador a esas personas a las que nosotros no sabemos amar."


Espero que, también nosotros, seamos capaces de escuchar y aceptar la invitación de Dios a ir a su viña y entendamos lo que nos ofrece y lo que nos pide: Vivir nuestra humanidad a la medida de Dios, es decir, llena de bondad, entrega y solidaridad.


Texto del evangelio de MATEO 20, 1-16


viernes, 15 de septiembre de 2023

¿Cuántas veces tendré que perdonar?

-Ten paciencia conmigo...

17 de septiembre 2023

Seguimos leyendo/escuchando el evangelio de Mateo (capítulo 18) y este domingo continúa el tema del perdón, corrección entre hermanos, entendimiento y, en definitiva, del amor que es la base de toda convivencia.

En nuestras comunidades cristianas (en la Iglesia en general) hemos ido haciendo una especie de adaptaciones del mensaje de Jesús de Nazaret de manera que hablamos de perdonar, pero no olvidar. También solemos añadir que, ante todo, el pecador tiene que arrepentirse. Del mismo modo aceptamos perdonar, pero que primero lo pague. Además llegamos a añadirle a nuestro perdón detalles que rozan la xenofobia, el racismo, el desprecio a la persona diferente, o tienen una cultura o religión diferente...

En nombre de Dios, en nombre de la religión (lo nuestro) hemos terminado por tener un evangelio de nuestra medida haciendo una traducción hecha a nuestra medida: "...perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos..." Con lo que el modelo somos nosotros. La manera de Jesús de Nazaret, el modelo que nos propone es "el padre del hijo pródigo..."; Dios, nuestro padre, que hace salir el sol sobre buenas y malas personas; y hace caer la lluvia sobre unas y otras... Y añade aquello de: "si amáis a los que os hacen bien...", "si hacéis el bien o invitáis a comer... a vuestros hermanos o amigos, no es eso lo que hacen los paganos y publicanos?"

Pedro le pregunta si tiene que llegar a perdonar siete veces... (que ya era mucho) y le responde que hasta setenta veces siete... Algo que no es para traducir y sacar la cuenta, sino tratar de entender el perdón y el amor de Dios.

Como escribe Fray Marcos: "Para entrar en la dinámica del perdón, debemos tomar conciencia de nuestro verdadero ser y de la manera de ser de Dios. Experimentando la ÚNICA REALIDAD, descubriré que no hay nada que perdonar, porque el otro no obró por malicia sino por ignorancia. Desde nuestro concepto de pecado como mala voluntad o deseo de hacer daño por parte de otro que me quiere mal es imposible que nos sintamos capaces de perdonar. El pecado no es fruto nunca de una mala voluntad, sino de una ignorancia."

Me llamó la atención este comentario de Fray Marcos. Hemos llegado a desarrollar el concepto de pecado hasta unas dimensiones increíbles. Hemos añadido mala voluntad, malicia, rencor, y una gran cantidad de detalles de manera que, incluso a la hora de confesarse, se tenía la impresión de estar ante un juicio sumarísimo en el que cada detalle tenía su peso y condicionaba la posibilidad del perdón y la penitencia que le correspondería... No podía ser fácil reconocer en todo ello al Padre bueno y misericordioso, al que se le conmueven las entrañas y sale al camino a acoger al hijo que estaba muerto y ha resucitado... Y le hace vestir un vestido nuevo y le hace una fiesta.


Sigue la reflexión de Fray Marcos: "...Dios es amor y por lo tanto es también perdón. No tiene que hacer ningún acto para perdonar; está siempre perdonando. Su amor es perdón porque llega a nosotros sin merecerlo. Ese perdón de Dios es lo primero. Si lo aceptamos nos hará capaces de perdonar a los demás. Eso sí, la única manera de estar seguros de que lo hemos descubierto y aceptado, es que perdonamos..."


Eso es evangelio, mensaje de la Buena Noticia del Reino de Dios. En cuanto nos salimos de esa vía, de ese cauce, estamos haciendo Derecho Romano, Jurisprudencia que habla de actos legales o ilegales, de derechos y deberes, de obligaciones y contratos, de penas y condenas...; pero todo eso está muy lejos de la manera de pensar de Jesús de Nazaret.

Las primeras comunidades de seguidores lo tenían muy claro. En los textos de los evangelios se resumirá ese mensaje en el Amor. El apóstol Juan, en sus cartas, insistirá en ese amor que nos ama aún siendo pecadores... y nos hace hijos suyos. Pablo escribe aquella especie de himno al amor: ...aunque hablara la lengua de los ángeles..., aunque diera mi cuerpo a las llamas..., aunque tuviera una fe que moviera montañas... Si no tengo amor, de nada me sirve.


Y para entender el amor del que nos habla el evangelio, del que habla Juan o Pablo... sólo tenemos que mirar a Jesús de Nazaret y seguir sus huellas. Sólo así entraremos en esa dinámica del reino de Dios y empezaremos a parecernos a nuestro Padre.


Si me falta el amor

1. Aunque yo dominara las lenguas arcanas
y el lenguaje del cielo supiera expresar,
solamente sería una hueca campana
si me falta el amor.

SI ME FALTA EL AMOR
NO ME SIRVE DE NADA
SI ME FALTA EL AMOR
NADA SOY (BIS TODO)

2. Aunque todos mis bienes dejase a los pobres
y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar,
todo aquello sería una inútil hazaña
si me falta el amor.

[ESTRIBILLO]

3. Aunque yo desvelase los grandes misterios
y mi fe las montañas pudiera mover,
no tendría valor, no me sirve de nada
si me falta el amor.

[ESTRIBILLO]

Texto del evangelio de MATEO 18, 21-35



jueves, 7 de septiembre de 2023

Donde están dos o tres reunidos en mi nombre

Allí estoy yo en medio de ellos

10 de septiembre 2023

Como escribe  José Antonio Pagola, "cuando uno vive distanciado de la religión o se ha visto decepcionado por la actuación de los cristianos, es fácil que la Iglesia se le presente solo como una gran organización."

A todos nos ha pasado y hemos sentido el peso de la institución con sus aspectos de grandiosidad y también con situaciones y detalles que nos producen pena y nos hacen sufrir.

Así lo expresa el mismo José A.Pagola: "Para quien vive en la Iglesia buscando en ella la comunidad de Jesús, la Iglesia es casi siempre fuente de alegría y motivo de sufrimiento. Por una parte, la Iglesia es estímulo y gozo; podemos experimentar dentro de ella el recuerdo de Jesús, escuchar su mensaje, rastrear su espíritu, alimentar nuestra fe en el Dios vivo. Por otra, la Iglesia hace sufrir, porque observamos en ella incoherencias y rutina; con frecuencia es demasiado grande la distancia entre lo que se predica y lo que se vive; falta vitalidad evangélica; en muchas cosas se ha ido perdiendo el estilo de Jesús."


Por eso, una y otra vez, nuestra comunidad cristiana tiene que volver a la fuente y origen de su vida y compromiso.


"Lo que nos relata el evangelio de hoy  -comenta Fray Marcos- es lo que se venía practicando en la comunidad de Mateo... En este evangelio es muy relevante la preocupación por la vida interna de la comunidad (Iglesia). El evangelio nos advierte que no se parte de una comunidad de perfectos, sino de una comunidad de hermanos, que reconocen sus limitaciones y necesitan el apoyo de los demás para superar sus fallos. Los conflictos pueden surgir en cualquier momento, pero lo importante es estar preparados para superarlos sin violencia."


Por otra parte, hay un detalle que tendemos a olvidar. Cuando Jesús de Nazaret comunica su buena Noticia del Reino de Dios no lo hace pensando en un grupo exclusivo (sus seguidores, sus discípulos). Habla de las personas, de la gente, de todos los pueblos, de la nueva humanidad. Y nos dice: -“Donde dos o tres estén reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. 


Fray Marcos nos ayuda a comprender mejor esas palabras: -"Dios está identificado con cada una de sus criaturas, pero sólo se manifiesta (está en medio) cuando hay por lo menos dos (comunidad). La relación de amor es el único marco idóneo para que Dios se haga presente. Se trata de estar identificados con la actitud de Jesús, es decir, buscando únicamente el bien del hombre, de todos los seres humanos, también de los que no pertenecen al grupo. Esto lo hemos olvidado por completo."


Porque, casi siempre, hemos pensado que eso es algo exclusivo de nuestra comunidad (de bautizados, de religiosos, de nuestra parroquia), dejando a un lado a todos esos "prójimos" que nos necesitan, a los que tenemos que acercarnos (como el buen samaritano o como la oveja perdida). Porque, al hacerlo, encontramos al mismo Dios. Redescubrimos y revivimos la experiencia misma de Jesús de Nazaret.


Una última reflexión de Fray Marcos: -"El objetivo de la comunidad es la ayuda mutua en la consecución de la plenitud humana. La Iglesia debe ser sacramento (signo) de salvación para todos. Hoy día no tenemos conciencia de esa responsabilidad. Pasamos olímpicamente de los demás. Seguimos enfrascados en nuestro egoísmo incluso dentro del ámbito de lo religioso. El fallo más letal de nuestro tiempo es la indiferencia. Martín Descalzo la llamó “la perfección del egoísmo”. Otra definición que me ha gustado es esta: “es un homicidio virtual”.


Texto del evangelio de MATEO 18, 15-20


Yo soy el buen pastor

...que se entrega por sus ovejas 21 de abril 2024 El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo 4º de Pascua nos habla del &quo...