sábado, 13 de noviembre de 2021

La palabra de Jesús de Nazaret

Un signo de Esperanza

Domingo 14 de Noviembre de 2021

El texto del evangelio de este fin de semana (Marcos, cap. 13) nos trae un pasaje lleno de imágenes de miedo, de angustia, de desastre total... Algo así como el "cambio climático" del que tanto estamos hablando en estos días.

Pero es que, además de esa realidad que ya vamos notando, también nos hacemos más conscientes de este "mundo global" del que formamos parte. Poblaciones y países que nos aparecían como perdidos allá en el fin del mundo, hoy en día nos aparecen de una forma o de otra en nuestra realidad más cercana: La pandemia lo ha hecho evidente. Un primer contagio en China y al poco tiempo nos vimos obligados a confinarnos, a llevar mascarilla, a vacunarnos... La miseria, la pobreza, la falta de medicamentos, el hambre... La emigración masiva motivada por tantas causas llega a nuestras calles y plazas. Y todo eso es también motivo de preocupación, de desasosiego, de angustia y falta de esperanza.

"Los signos de desesperanza -comenta José Antonio Pagola- no son siempre del todo visibles, pues la falta de esperanza puede disfrazarse de optimismo superficial, activismo ciego o secreto pasotismo." 

¿Cómo es nuestra vida y la de tanta gente que conocemos? ¿Hay algún signo de esperanza, de ilusión, algo que sea como el motor de nuestra vida?

"Erich Fromm ha señalado que el hombre contemporáneo está tratando de librarse de algunas represiones como la sexual, pero se ve obligado a «reprimir tanto el miedo y la duda como la depresión, el aburrimiento y la falta de esperanza»."

Incluso dentro de la Iglesia, esta Institución tan Imponente, ¿no percibimos signos de... rutina? falta de esperanza? desánimo?. 

"Otras veces nos defendemos de nuestro «vacío de esperanza» sumergiéndonos en la actividad. No soportamos estar sin hacer nada. Necesitamos estar ocupados en algo para no enfrentarnos a nuestro futuro."

Ante todo esto, como señala J.A. Pagola, tenemos una pregunta que es inevitable: "-¿Qué nos espera después de tantos esfuerzos, luchas, ilusiones y sinsabores? ¿No tenemos otro objetivo sino producir cada vez más, disfrutar cada vez mejor de lo producido y consumir más y más, hasta ser consumidos por nuestra propia caducidad?"

En muchos centros y lugares hemos comenzado las reuniones de preparación al Sínodo, el gran Congreso o Reunión de la Iglesia Católica a cuya preparación se ha invitado a todas las personas que quieran aportar sus ideas, sus preocupaciones, sus inquietudes. Porque todos podemos y tenemos que aportar nuestra respuesta, nuestra ilusión y nuestra esperanza.

La palabra de Jesús de Nazaret nos enfrenta a todo eso. El mensaje que nos grita y propone como estilo de vida es algo que debe provocar en cada uno de nosotros una reacción y una respuesta. Porque todo el evangelio es para vivirlo ahora. 

Creo que es un error planificar mi vida en vistas a "ir al cielo". Como dice el Maestro, el reino de los cielos está dentro de nosotros. Y nuestro objetivo es crecer en humanidad, crear un mundo justo, solidario, compasivo como hijos de nuestro Padre que no admite marginación, menosprecio, olvido o abandono. 

Y vivir así nos hace entrar en la dinámica de lo que llamamos la resurrección del Señor. Y apoyados en su palabra y en su vida, como termina su comentario J.A. Pagola, "nos atrevemos a ver la vida presente en «estado de gestación», como germen de una vida que alcanzará su plenitud final en Dios."

Texto del evangelio de Marcos (13,24-32)


viernes, 5 de noviembre de 2021

La compasión y la ternura

Todo lo que tenía

7 de noviembre 2021

Este domingo vamos a escuchar una anécdota (o simplemente una parábola) en la que Jesús comenta la diferente manera de actuar, incluso en el aspecto y ambiente religioso...

"Se sentó enfrente de la Sala del Tesoro y observaba cómo la multitud iba echando monedas en el tesoro; muchos ricos echaban en cantidad. Llegó una viuda pobre y echó dos ochavos, que hacen un cuarto..."

Entonces Jesús comentó a sus seguidores: "-Esa viuda pobre ha echado en el tesoro más que nadie, os lo aseguro. Porque todos han echado de lo que les sobra; ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía, todos sus medios de vida..."


Esta semana hemos comenzado las reuniones de la parroquia en la preparación del Sínodo de la Iglesia Universal... Y nos preguntamos, en primer lugar, qué es eso de Caminar Juntos, de ser Comunidad de hermanos y hermanas seguidores de Jesús de Nazaret... Nos hemos encontrado con muchos interrogantes y muchos detalles que cuestionan nuestra vida como tales.


"En teoría, -escribe José Antonio Pagola- los pobres son para la Iglesia lo que fueron para Jesús: los preferidos, los primeros que han de atraer nuestra atención e interés. Pero es solo en teoría, pues de hecho no ocurre así."

Efectivamente. Hay palabras, mensajes e ideas que la mayoría las tenemos claras; pero en la práctica nuestra vida de fraternidad viene marcada por una serie de prácticas (ir a misa los domingos, ayudar en la liturgia con las lecturas, participar en algunas campañas especiales de ayuda a Cáritas, a Manos Unidas, la Campaña contra el Hambre... y nos volvemos a nuestro ritmo de actividades.


Sigue el comentario de Pagola: "En teoría, todo cristiano dirá que está de parte de los pobres. La cuestión es saber qué lugar ocupan realmente en la vida de la Iglesia y de los cristianos...

Pero ¿cuál es nuestra actitud generalizada en las comunidades cristianas de los países ricos?"

"...Por lo general, entre nosotros no son tan visibles el hambre y la miseria. Lo más patente es la vida injustamente marginada y poco digna de los pobres."

"En la práctica, los pobres de nuestra sociedad carecen de los derechos que tenemos los demás; no merecen el respeto que merece toda persona normal; no representan nada importante para casi nadie. Encontrarnos con ellos nos desazona." 

"Los pobres desenmascaran nuestros grandes discursos sobre el progreso y ponen al descubierto la mezquindad de nuestra caridad. No nos dejan vivir con buena conciencia.

El episodio evangélico en el que Jesús alaba a la viuda pobre nos deja avergonzados a quienes vivimos satisfechos con nuestro bienestar. Nosotros tal vez damos algo de lo que nos sobra, pero esta mujer que «pasa necesidad» sabe dar «todo lo que tiene para vivir». Cuántas veces son los pobres los que mejor nos enseñan a vivir de manera digna y con corazón grande y generoso."

Y ¿por qué hablamos de los pobres? Antes no se hablaba tanto de eso. Se nos enseñaba lo de cumplir los mandamientos, ir a misa, cumplir con la Iglesia y dar limosna de cuando en cuando... ¿Es que eso no basta?

Me temo que todo eso ha formado parte de la religiosidad de nuestros padres, nuestros abuelos y de muchas generaciones antes que nosotros; pero no implicaba necesariamente el cambio de vida, el amoldar nuestro estilo y costumbres a la manera de vivir y de hacer del Maestro Jesús de Nazaret.

Las primeras comunidades de cristianos entendieron bien que seguir las huellas de Jesús significaba vivir a su estilo y se reunían en las casas para orar, para la fracción del pan y para escuchar las enseñanzas de Jesús. Y como consecuencia de todo eso enseguida se propusieron la ayuda a los pobres y a las viudas, a los más necesitados...


 "La limosna de la que hoy se habla (comenta Fray Marcos), no es la que salva al que la recibe, sino la que salva al que la da. La diferencia es tan sutil que corremos el riesgo de hablar hoy de tanta necesidad acuciante y por tanto, de la necesidad de hacer limosna para remediar esas necesidades. Hoy se trata de dilucidar si ponemos nuestra confianza en Dios o en la seguridad que dan las posesiones o en Dios que no nos va a dar ninguna seguridad." 

Lo que les decía Jesús. Personas que dan de lo que les sobra...

En más de una ocasión he podido percibir la actitud de algunas personas que, ante la necesidad de otras personas, no sólo dan de lo que tienen o les sobra, sino que se implican, se comprometen y tratan de ponerse en el lugar de esa gente que ven marginada, necesitada, desatendida...

Y es que si nuestro mensaje y nuestra vida como seguidores de Jesús no intenta crear fraternidad y un mundo solidario, haremos obras buenas, pero no seguiremos su camino y sus huellas.

Texto del evangelio de MARCOS 12, 38-44


Yo soy el buen pastor

...que se entrega por sus ovejas 21 de abril 2024 El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo 4º de Pascua nos habla del &quo...