viernes, 20 de noviembre de 2009

"Doctores tiene la Santa Madre Iglesia..."


En estos tiempos que corremos, uno anda dividido ante esa gran institución como es la Iglesia.
La fachada imponente que presenta, tanto en iglesias y catedrales como en su directiva (obispos, cardenales, Papa) apenas si me motiva. Puede ser un buen motivo para el turismo, para la exhibición, para recordar tiempos pasados; pero no tiene mayor atractivo.
Es más, siento que todo ese protocolo, sus ceremonias, su estructura y programas tienen más de auto-complacencia y auto-mantenimiento que otra cosa.
Supongo, no debería dudar de ello, que habrá muchos convencidos y entregados a esa causa. Sus razones tendrán...

Hace poco, un amigo sacerdote me comentaba la necesidad de que los "nuevos", los que llegaban al sacerdocio tuvieran una formación profunda, que adquirieran sus títulos no sólo de Licenciados, sino de Doctores.
Creo comprender sus razones. El trabaja en ese ambiente. Es profesor de Universidad, Director adjunto de una Institución. Y en ese ambiente lo que importa es el título. "Eso hace que te respeten más, que te escuchen..."
No me sentí a gusto. Como que no me cuadraba.
¿De verdad es eso lo que necesita la Iglesia?
Estamos tan acostumbrados a esa dirección "sabia y titulada" que dirige a la comunidad cristiana, que lo llegan a ver como "necesario".
Cuándo comprenderá la institución Iglesia que lo que importa es la comunidad de hermanos. Que esos que se titulan como "dirigentes" son solamente "servidores"= criados de la comunidad. Y tirando de lógica, desde cuando son los criados los que mandan de esa manera?
Claro, ellos "Doctores" terminan siendo los únicos que saben.
A la comunidad cristiana no toca decir: "Amén"
Así decía el antiguo catecismo: "Doctores tiene la Santa Madre Iglesia que le sabrán responder".
Y sí, palabras nos sirven muchas. Argumentan muy bien. Para eso estudian tanto...
Pero el Evangelio es otra cosa.
Cuando Jesús señala a los pequeños, a los humildes, a los sin voz, a los don nadie... no está dando argumentos. Está hablando de la vida.
Y me temo que la gran institución seguirá buscando argumentos para seguir con sus grandes estudios, sus licenciaturas y doctorados...

Los hombres de hoy y de ayer

Es increíble la manera de ser del hombre.
El de hoy, quizás engreído con todos sus adelantos, su tecnología, sus grandes avances... Y el de ayer. Y me estoy refiriendo al de hace miles de años.
Leyendo a Herodoto, en su Historia, terminas viendo (como en una fotografía antigua) infinidad de detalles de esta humanidad de ahora.
Resulta curioso el mismo apelativo de "bárbaro" que los griegos aplicaban a todos los que no hablaban griego, a los otros...
Y el mundo de los políticos y poderosos?
Los medios de comunicación nos inundan con tantas y tantas noticias sobre la manera de ser y de actuar de los que nos gobiernan...
Proclaman "democracia" (como los mismos griegos) y sin embargo avasallan y explotan a las gentes humildes y sencillas de todas las maneras posibles.
Los griegos tenían su democracia y tenían tiempo de hablar y de discutir en su ágora... al tiempo que los esclavos se encargaban de todos los trabajos.
Nuestros políticos tienen "su" democracia y hablan, discuten y declaman en el Congreso... mientras los de siempre aguantan y soportan la crisis y todo lo que vengan.
Y las costumbres? Los cultos? Los sacrificios?
Me satisface muchísimo acompañar a Herodoto en su "investigación" de los pueblos y culturas de su tiempo...
Y pienso, qué relativo es todo!
Por qué ha de ser más importante el rico europeo o americano que el indio del Amazonas o cualquier otro habitante de África?
Los hombres de ayer y de hoy: "a la imagen de Dios"?
Desde luego, qué estropeada tenemos esa imagen!

Yo soy el buen pastor

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