viernes, 29 de octubre de 2021

Siempre aprendiendo

No hay ningún mandamiento mayor

31 de octubre 2021


Este domingo el texto del evangelio nos da lo más básico que podemos encontrar como mensaje de la Buena Noticia del Reino de Dios.

Un letrado se acerca y pregunta a Jesús: 

-¿Qué mandamiento es el primero de todos?

Todos entendemos que eso es como el ABC de la doctrina... Lo que primero aprendíamos en el Catecismo, junto con la señal de la cruz: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo.


Lo estaba reflexionando y para entender mejor el mensaje de Jesús he echado mano del comentario de José Antonio Pagola. Y me he llevado una sorpresa. Dice así: -"Casi nadie piensa que el amor es algo que hay que ir aprendiendo poco a poco a lo largo de la vida. La mayoría da por supuesto que el ser humano sabe amar espontáneamente. Por eso se pueden detectar tantos errores y tanta ambigüedad en ese mundo misterioso y atractivo del amor." 


Efectivamente, podemos detectar en nuestra vida los errores y la ambigüedad de la que habla Pagola.


"-Hay quienes piensan que el amor consiste fundamentalmente en ser amado y no en amar... Que lo importante es ser atractivo, resultar agradable, tener una conversación interesante..." Y así nos luce. Cuando eso no funciona, el amor desaparece.

"-Otros están convencidos que el amor es de lo más sencillo. Lo difícil es encontrar personas agradables a las que querer. Si no le cae simpático el amor desaparece..."

"-Otros confunden el amor con el deseo. Y cuando dicen "te quiero", en realidad están queriendo decir: te deseo, me apeteces..."


Basándonos en esa manera de entender el amor, se comprende que nuestra vida está llena de amores que van y vienen, aparecen y desaparecen.

Cuando Jesús de Nazaret habla del amor se refería a otra cosa. Y ahí puede estar nuestro desconcierto.

Jesús, en sus parábolas, en sus comentarios, en sus gestos, en su vida nos presenta un modo bien distinto de entender ese primer mandamiento, el más importante. Algo que, incluso al final de su vida, lo va a presentar como el mandamiento nuevo: Que os améis como yo os he amado.


En estos días se empieza a hablar, dentro de la comunidad de seguidores de Jesús (en la Iglesia) del gran Sínodo o Encuentro al que se invita a todos los cristianos y a todos los que tienen interés en el evangelio. Y, pensando en ello, entiendo que nuestra comunidad (nuestra iglesia a todos los niveles) tiene que tener como objetivo y meta ser precisamente una "comunidad de hermanos", personas que tienen muy claro que el primer mandamiento, el punto número 1, es el amor.


De ahí que nuestra mayor motivación, la razón de juntarnos y celebrar la Eucaristía (la Memoria del Serñor) sea, ante todo y sobre todo, avanzar en nuestro aprendizaje del Amor.


Así lo expresa mejor José A. Pagola: "«Amar al prójimo como a uno mismo» requiere un verdadero aprendizaje, siempre posible para quien tiene a Jesús como Maestro."

"-La primera tarea es aprender a escuchar al otro. Tratar de comprender lo que vive. Sin esa escucha sincera de sus sufrimientos, necesidades y aspiraciones no es posible el verdadero amor."

"-Lo segundo es aprender a dar. No hay amor donde no hay entrega generosa, donación desinteresada, regalo. El amor es todo lo contrario a acaparar, apropiarse del otro, utilizarlo, aprovecharse de él."

"-Por último, amar exige aprender a perdonar. Aceptar al otro con sus debilidades y su mediocridad. No retirar rápidamente la amistad o el amor. Ofrecer una y otra vez la posibilidad del reencuentro. Devolver bien por mal."

Así pues, como discípulos estamos llamados a seguir siempre aprendiendo


Texto del evangelio de MARCOS 12, 28-34

lunes, 25 de octubre de 2021

Id y anunciad

 Lo que habéis visto y oído

Ayer se celebraba el día del DOMUND. El día tradicional, en la Iglesia, de las Misiones. Un recuerdo de todos los misioneros y misioneras... Y de todos los cristianos y cristianas "enviados" a proclamar el evangelio.
Y el lema o slogan era precisamente ése: Id y anunciad lo que habéis visto y oído.

Y ésa es mi pregunta: ¿Qué voy anuunciando y proclamando con mi vida?
Aquellos hombres y mujeres que siguieron a Jesús de Nazaret quedaron impactados por el estilo y modo de pensar y de hacer del Maestro. Les llegó tan adentro que se convirtió en el objetivo número uno de su vida... Lo que vieron y oyeron.
Ayer, cuando nos lo comentaron en la eucaristía, comencé a preguntarme: ¿Qué he visto? ¿Qué he oído?
Aún ahora, después de tantos años de "cristiano" o seguidor de Jesús... Incluso pensando que durante muchos años viajé y viví como misionero llego a pensar que lo que comunicaba y expresaba eran palabras, cosas oídas; pero frecuentemente mi vida andaba lejos de expresar algo visto y oído, como mensaje de Jesús que afectaba mi vida y se había convertido en el motivo principal de mi vida.


viernes, 22 de octubre de 2021

Recobró la vista y lo seguía por el camino

Maestro, que pueda ver

Domingo 24 de Octubre de 2021

Odres Nuevos Evangelio 24 octubre 2021 color texto

En el texto del evangelio que escuchamos este fin de semana (del evangelio de Marcos... Jesús va camino de Jerusalén y, al salir de Jericó, se escuchan unos gritos. Es un mendigo ciego que grita desde el borde del camino. Se dirige a Jesús: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».

José Antonio Pagola centra nuestra atención y comenta: "Su ceguera le impide disfrutar de la vida como los demás. Él nunca podrá peregrinar hasta Jerusalén. Además, le cerrarían las puertas del templo: los ciegos no podían entrar en el recinto sagrado. Excluido de la vida, marginado por la gente, olvidado por los representantes de Dios, solo le queda pedir compasión a Jesús..."

Dice el evangelio que muchos le regañaban para que se callara... Pero él gritaba más... Jesús se detuvo y lo llamó... 

"La reacción de Jesús es muy diferente. (Sigue el comentario de J.A. Pagola) No puede seguir su camino ignorando el sufrimiento de aquel hombre... La razón es sencilla. Lo dice Jesús de mil maneras, en parábolas, exhortaciones y dichos sueltos: el centro de la mirada y del corazón de Dios son los que sufren. Por eso él los acoge y se vuelca en ellos de manera preferente. Su vida es, antes que nada, para los maltratados por la vida o por las injusticias: los condenados a vivir sin esperanza."

"¿Qué quieres que haga por ti?" Tal y como escribe Fray Marcos, -"¿Qué va a querer un ciego? La pregunta que le hace Jesús es la misma que, el domingo pasado, hacía a Santiago y Juan. La pregunta es idéntica, pero la respuesta es completamente distinta. Los dos hermanos quieren “sentarse” junto a Jesús en su gloria. El ciego quiere ver para “caminar” con él..."

La respuesta del mendigo ciego responde a su gran necesidad; pero también nos señala la dirección y la actitud que nosotros mismos tenemos que tener: "-Maestro, que pueda ver."

"Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino."

Ver. Andar y Seguir por el camino... 

Me pregunto si nosotros no andaremos, también, como el mendigo ciego Bartimeo... Si no estamos al borde del camino sin decidirnos a seguir y caminar con Jesús de Nazaret... También puede ser que caminemos con el grupo, dentro de la Iglesia (con nuestras prácticas religiosas y devociones), y que nos molesten los gritos de los marginados, de los oprimidos, de los que han perdido la esperanza, de los extranjeros que llegan a nuestra tierra... y nos gustaría que se callaran (para escuchar al Maestro).

Por otra parte, a la pregunta de Jesús ("¿Qué quieres que haga por tí?) qué responderíamos.

Sí, también yo lo necesito y quiero ver. Para entender su mensaje y para poder y saber seguirlo por el camino.

Y, en nuestra sociedad, en nuestro mundo, (como comenta J.A. Pagola) -"La única postura cristiana es la de Jesús ante el ciego: «¿Qué quieres que haga por ti?». Esta debería ser la actitud de la Iglesia ante el mundo de los que sufren: ¿qué quieres que haga por ti?"

Texto del evangelio de Marcos (10,46-52)


domingo, 17 de octubre de 2021

Nacidos para vivir

17 de octubre 2021

 Hay expresiones, por muy religiosas que sean, que no me gustan, que no me cuadran. Es más, me parecen erróneas.

Decir que Dios envió a Jesús al mundo para morir por nosotros, simplemente me parece un disparate.

Lo han comentado en la misa de hoy. Y se aferran a un texto de la Carta a los Hebreos. Eso de que tenemos un Sacerdote que se ofrece en expiación de nuestros pecados. Que Dios envió a su Unigénito para que muriendo por nosotros nos salvara del pecado original y de todos nuestros pecados...

Y de ahí sacan la conclusión de que hemos nacido también para sufrir como Él y así salvarnos...

Me parece esa doctrina de la Iglesia y los que la defienden no han entendido el mensaje de Jesús de Nazaret.

Precisamente una persona, un hombre, que pasó haciendo el bien, con esa atención tan especial a los pequeños y marginados, a los enfermos y excluídos... Y cómo entender al Dios de Jesús tan tierno y compasivo, todo amor, que presta atención a las cosas más pequeñas (las flores del campo, los pajarillos, incluso nuestros cabellos), con esa idea de enviar su hijo a la muerte.

No, no es posible. Si nacemos es para vivir y para vivir intensamente. Si recibimos la vida (todo un don) es para la gocemos y la hagamos gozar... Y por ahí entra la entrega, el amor, el cariño, el compartir, el pensar en los demás, el favorecer la vida con todos nuestros medios.

La muerte ya la propagamos, a veces, sin darnos cuenta. Y hacemos daño, y abandonamos a otros, los arrinconamos, los olvidamos...

Claro que nuestra vida tiene unos límites. Y, seguro, un día moriremos. Pero siempre tiene que prevalecer que nacemos para vivir.

Seguir a Jesús es una forma de vida

No sabéis lo que pedís 

17 de octubre 2021



Seguimos con la lectura del evangelio de Marcos. Como escribe Fray Marcos al inicio de su comentario, "al anunciar Marcos tres veces la pasión, está mostrando la rotundidad del mensaje. Al proponer, después de cada anuncio, la radical oposición de los discípulos resalta la dificultad para entenderle. A continuación del primer anuncio, Pedro dice a Jesús que, de pasión y muerte, ni hablar. Después del segundo, los discípulos siguen discutiendo quién era el más importante. Hoy al tercer anuncio de la pasión los dos hermanos pretenden sentarse uno a su derecha y otro a su izquierda ‘en su gloria’..."

Y la respuesta de Jesús es clara y firme. Ante todo, "no sabéis lo que pedís..."

A los discípulos les costó entender en qué consistía la Buena Noticia del Reino de Dios, cuál era la conversión que exigía y qué consecuencias iba a tener en sus vidas.

Todavía hoy, en nuestras comunidades (en la Iglesia) seguimos teniendo la manera de pensar y el criterio de aquellos discípulos. ¿Quién es el más importante en nuestra comunidad? ¿Quién merece más respeto? ¿Quiénes son los primeros y los últimos?

Se habla en estos días del comienzo del Sínodo de la Iglesia. La reunión de las iglesias de todos los países para que desde nuestra comunidad, como escribe el Papa Francisco, emprendamos "esa renovación tan deseada por muchos y tan boicoteada por otros."

Una mujer, Cristina Inogés, ha sido elegida para inaugurar la mayor asamblea de la Iglesia Católica. 

Inma Calvo nos invita a seguir el desarrollo de este Sínodo y escribe: "En el material que hemos seleccionado esta semana podréis leer y escuchar algunas de las palabras de la teóloga española. Muy clara cuando presenta a una “iglesia herida, profundamente herida, que ha hecho mucho daño a muchas personas y nos los hemos hecho a nosotros mismos”. Y valiente cuando señala que “Jesús no nos dejó normas ni estructuras sino una forma de vida con la que construir esa iglesia-hogar llamada a ser refugio para todos”.

Reflexionando sobre el texto del evangelio de hoy, tengo que hacerme la pregunta yo mismo. ¿Cómo entiendo yo mi seguimiento de Jesús de Nazaret? Pedro le dice a Jesús que eso de la pasión y muerte... que ni hablar! Los otros discípulos discuten por ver quién es el más importante... Y Santiago y Juan  que le piden convertirse en sus principales ministros (uno a la derecha y el otro a su izquierda)...

 Y Jesús, erre que erre, en lo de quién quiera ser el primero... que sea vuestro servidor, etc.

Y, muy a menudo, hemos entendido que teníamos que hacer actos de humildad, pequeños sacrificios, adoptar actitudes de inferioridad... para hacer méritos ante Dios. Así seríamos más y mejores discípulos.

Todo eso sin llegar a entender el mensaje mismo.

Y cierro el comentario con este texto de Fray Marcos: "El evangelio nos dice, por activa y por pasiva, que el cristiano es un ser para los demás. Si no entendemos esto, no hemos comprendido el “a b c” del cristianismo. Pero este mensaje es también la “x”, porque es la incógnita más difícil de despejar, la realidad más camuflada bajo la ideología justificadora que siempre segrega toda religión institucionalizada. Somos cristianos en la medida que nos damos a los demás. Dejamos de serlo en la medida que nos aprovechamos de ellos, de cualquier forma, para estar por encima de ellos..."

Eso que comenta Inés Inogés. Seguir a Jesús, formar una comunidad de discípulos, es ante todo y sobre todo una forma de vida. Y esa forma, ese estilo es el de amar, el de ser solidario, el de ser compasivo, el de servir. Porque la grandeza del ser humano consiste en esa posibilidad que tiene de darse como Dios se da. Así lo entendió y vivió Jesús de Nazaret "al comprender lo que Dios era en él, al percibirlo como don total, Jesús hizo el más profundo descubrimiento de su vida." Y eso es lo que tengo que llegar a entender y vivir.

Texto del evangelio de MARCOS 10, 35-45

viernes, 8 de octubre de 2021

Una cosa te falta

Ven y sígueme

10 de octubre 2021

Para este fin de semana tenemos un texto del evangelio de Marcos (cap.10) que nos ofrece un texto que nos es conocido. El jóven que acude a Jesús de Nazaret y le pregunta qué tiene que hacer para heredar la vida definitiva. Y le responde que cumpla los mandamientos... Entonces al contestar que todo eso lo ha cumplido desde joven, Jesús le dice: "Una cosa te falta: márchate; todo lo que tienes, véndelo y dáselo a los pobres, que tendrás un tesoro del cielo; entonces, ven y sígueme."

Es algo que nos suena. Lo hemos escuchado muchas veces. Lo que pasa es que nos parece (o eso nos han hecho creer) que esa respuesta es para los curas, frailes y monjas... Que no es para la comunidad cristiana, para los que simplemente queremos seguir las huellas del Maestro.

Y me parece que ése es nuestro error o falta de entendimiento. Porque la respuesta nos llega a nosotros en primera persona. Si quiero seguir a Jesús de Nazaret, si quiero unirme a su proyecto, si quiero participar de la buena noticia del reino... una cosa me falta: seguirlo.

"Una cosa te falta. (Fray Marcos comenta) "-Jesús no da importancia al cumplimiento de la Ley. Lo que le falta no es vender lo que tiene sino seguirle. El desprenderse de todo es una exigencia del seguimiento. Para ‘heredar la vida’ basta cumplir la Ley; para entrar en el Reino hay que preocuparse de los demás."

Como que entrar en esa mentalidad, intentar ese cambio de vida, se nos hace tan difícil que lo hemos dejado para aquellas personas que llamamos consagradas. Que ellas renuncien a los bienes y riquezas, que se encarguen de ayudar y atender a los necesitados. Nosotros ya tenemos muchas preocupaciones y la vida tiene muchas exigencias.

"¡Qué difícil será entrar en el Reino al que pone su confianza en las riquezas!"  (Sigue el comentario de Fray Marcos) "-Las riquezas en sí ni son buenas ni son malas. Es absurdo pensar que Dios prefiere que pasemos necesidades. El apego a las posesiones sin tener en cuenta al pobre o, peor aún, a costa de él es lo que impide al hombre alcanzar una meta humana."

Esta sociedad en la que vivimos nos empuja a pensar ante todo y sobre todo en nosotros mismos. Yo y mis cosas, yo y mis propiedades y bienes, yo y mi familia, yo y mi trabajo... Una tendencia a hacer de mí mismo el centro y eje de todo.

Entonces, ¿seguir a Jesús qué es?

Para tratar de seguir lo que dice hemos llegado a creer que "el evangelio -como explica Fray Marcos-propone sólo la pobreza de espíritu. Según esto, no importa lo que hayas acumulado, con tal de que tengas “espíritu cristiano”, lleves una vida “religiosa” y seas capaz de dar limosna y hacer “obras de caridad”.

De esa manera nuestra conversión y nuestro seguimiento se reduce al cumplimiento de mandamientos, hacer algunos actos de caridad y tratar de no meternos en líos.

Es, más o menos, lo que respondió el joven del evangelio. Prácticamente todo eso lo he cumplido desde joven. Una cosa nos falta.

"La propuesta de Jesús -añade Fray Marcos- no conlleva ninguna renuncia. Si, al llevarla a la práctica, tenemos la sensación de perder algo, es que no hemos comprendido nada. Se trata de elegir el camino que me lleve a la plenitud de humanidad. Como seres limitados, elegir un camino lleva consigo el renunciar a otro."

MARCOS 10, 17-30

Lo que Dios ha unido

Una propuesta de humanidad

3 de octubre 2021

El texto del evangelio de Marcos que escuchamos este fin de semana nos ofrece todo un comentario sobre la relación hombre-mujer, como pareja, y lo que comporta dentro de la dinámica del mensaje de la Buena Noticia del reino de Dios.

Como comenta Inma Calvo, "más que una doctrina concreta acerca del matrimonio o el divorcio, el texto debe ser entendido como una propuesta de humanidad a través de las relaciones personales. Relaciones que nos hacen más humanos y entre las que destaca la relación de pareja –sin ser la única– con gran potencial transformador."


Hay que tener en cuenta, como escribe Fray Marcos, que "en tiempo de Jesús el matrimonio era un contrato entre familias. Ni el amor ni los novios tenían nada que ver con el asunto. La mujer pasaba de ser propiedad del padre a ser propiedad del marido. El divorcio era renunciar a una propiedad que sólo podía hacer el propietario, el marido."

Por lo tanto, se nos hace muy difícil, con nuestra cultura y con la mentalidad de ahora, entender el texto de este evangelio tal y como lo veían y comentaban los cristianos de las primeras comunidades.


Entonces, en una lectura actualizada de la propuesta de Jesús de Nazaret, tenemos que entender las relaciones personales, en especial las de la pareja, señalando que la vida de toda pareja, su base fundamental está en su capacidad de entrega mutua (como indica Fray Marcos) "-La base fundamental de un matrimonio está en una adecuada sexualidad. Un verdadero matrimonio debe sacar todo el jugo posible de esa tendencia, humanizando al máximo. La capacidad humana consiste en la posibilidad de darse al otro y ayudarle a ser él, sintiendo que en ese darse, encuentra su propia plenitud."


Si nos referimos en todo momento al mensaje primero de la Buena Noticia del reino de Dios, está claro que se refiere, también, a esa relación tan especial que es y tiene que ser la del matrimonio. Y si aceptamos que la base y centro de todo es el amor y nuestra relación con las otras personas tiene que llevar el sello de la solidaridad, de la fraternidad, de la compasión y de la ternura... "Hoy no tiene sentido -sigue el comentario de Fray Marcos- hablar de matrimonio sin dejar claro lo que es el amor. Si una relación de pareja no está fundamentada en el verdadero amor, no tiene nada de humana. Pero lo complicado es aquilatar lo que queremos decir con amor..."

"El afán de buscar el beneficio personal arruina toda posibilidad de las relaciones humanas. Esta búsqueda del otro, para satisfacer mis necesidades, anula todas las posibilidades de una relación de pareja. Desde la perspectiva hedonista, la pareja estará fundamentada en lo que el otro me aporta, nunca en lo que yo puedo darle..."

"Esta es la razón por la que más de la mitad de los matrimonios se rompen, sin contar los que hoy ni siquiera se plantean la unión estable sino que se conforman con sacar en cada instante el mayor provecho de cualquier relación personal..."


Para nosotros, para los seguidores de Jesús de Nazaret, la norma fundamental es la de amar como Jesús. En eso conocemos que somos sus seguidores e hijos de Dios, si amamos. El matrimonio, la relación de pareja (incluída la sexualidad) es la celebración del amor y se convierte en sacramento (dentro de la iglesia) cuando hay  amor mutuo y auténtico, que consiste en desplegar la capacidad de darse sin esperar nada a cambio.

Y viviendo de esa manera simplemente desarrollamos nuestra humanidad. Amar al estilo de Jesús nos hace más humanos, más a la imagen de Dios. 


Creo que por ahí anda la profundidad y compromiso de toda relación humana, especialmente la de toda pareja (hombre-mujer). Eso incluye, naturalmente, que como seres humanos podemos cometer errores y sufrir despistes que nos alejan del seguimiento de las huellas del Maestro. 

Lo que Dios ha unido vendría a decir que nos amamos como Él nos ama, con esa entrega hasta el final en la que poco a poco vamos perdiendo el apego personal y no contabilizamos lo que hacemos por la otra persona... Ahí estaría el sello y la unión que Dios ha forjado en nosotros.

Texto del evangelio de MARCOS 10, 2-16

El reino de Dios

Más grande que la Iglesia

26 de septiembre 2021

El texto del evangelio de Marcos que leemos/escuchamos este fin de semana nos presenta una situación que, quizás, se da con frecuencia entre nosotros.

Antiguamente se afirmaba con rotundidad y gran seriedad aquello de que "fuera de la Iglesia" no hay salvación. Y las explicaciones y comentarios que escuchábamos nos llevaban afirmar y asegurar que sólo nosotros éramos depositarios de la Verdad. Los demás eran los paganos o los herejes. Y ahí entraban los ateos, los agnósticos, los que profesaban otras religiones, los que desconocían el evangelio y no habían sido bautizados...

Dice el texto de Marcos: -"Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios invocando tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no nos seguía a nosotros..."

Y Jesús les dice: -"Quien no está contra nosotros, está a favor nuestro."

Me parece acertadísimo el comentario que escribe José Antonio Pagola: -"Con frecuencia, los cristianos no terminamos de superar una mentalidad de religión privilegiada que nos impide apreciar todo el bien que se promueve en ámbitos alejados de la fe. Casi inconscientemente tendemos a pensar que somos nosotros los únicos portadores de la verdad, y que el Espíritu de Dios sólo actúa a través de nosotros."

"Una falsa interpretación del mensaje de Jesús nos ha conducido a veces a identificar el reino de Dios con la Iglesia. Según esta concepción, el reino de Dios solo se realizaría dentro de la Iglesia, y crecería y se extendería en la medida en que crece y se extiende la Iglesia.

Y sin embargo no es así. El reino de Dios se extiende más allá de la institución eclesial. No crece solo entre los cristianos, sino entre todos aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que hacen crecer en el mundo la fraternidad..."

Necesitamos abrir bien los ojos y el corazón para conectar con el mensaje y el pensamiento de Jesús de Nazaret. Su mensaje va dirigido a todas las personas. Y las que "dan de comer al hambriento, visten al desnudo, visitan al que está en la cárcel, liberan al oprimido por los poderosos, al marginado por los ricos, al olvidado y despreciado...", ésas son las que han entrado en el Reino de Dios.

Por eso todas las vallas y condiciones que hemos ido poniendo los hombres (sobre todo los hombres) a la entrada del Reino no tienen sentido... Porque si esas personas hacen todo eso..."están a favor nuestro"..., dice Jesús.

Y termino con el comentario que hace J.A. Pagola: -"Los cristianos hemos de valorar con gozo todos los logros humanos, grandes o pequeños, y todos los triunfos de la justicia que se alcanzan en el campo político, económico o social, por modestos que nos puedan parecer. Los políticos que luchan por una sociedad más justa, los periodistas que se arriesgan por defender la verdad y la libertad, los obreros que logran una mayor solidaridad, los educadores que se desviven por educar para la responsabilidad, aunque no parezcan siempre ser de los nuestros, «están a favor nuestro», pues están trabajando por un mundo más humano.


Texto del evangelio de MARCOS 9, 38-48

Yo soy el buen pastor

...que se entrega por sus ovejas 21 de abril 2024 El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo 4º de Pascua nos habla del &quo...