lunes, 24 de febrero de 2014

Si sólo amáis a los que os aman...

Domingo 23 de Febrero de 2014

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Odresnuevos - Evanelio 23 febrero 2014 color
Las palabras del texto de hoy las hemos escuchado muchas veces en la iglesia. Sabemos lo del "diente por diente, ojo por ojo"... Y también sabemos lo de "poner la otra mejilla". Y también lo de "amaos unos a otros". Todo eso son palabras de iglesia; pero ¿qué pasa cuando salimos de la iglesia?
Nuestra realidad social y política está diciendo siempre todo lo contrario. Al enemigo ni agua. Y el que la hace, la paga. Y si piensa distinto... se convierte en enemigo. Si es de otro color, entonces es un extranjero y "mejor que se vaya a su país". Aquí no lo queremos. Porque son "delincuentes", porque vienen a quitarnos el trabajo o a robar.
Incluso dentro de la organización de la iglesia tampoco faltan los ejemplos de prepotencia, de abuso, de influencias de poder, de desprecio o poco aprecio hacia los más débiles, a los que son diferentes, a los que no piensan igual...
El texto de Mateo nos propones bastantes ejemplos de lo que puede significar "amar", "aceptar y acoger", "valorar y comprender", "ser personas de paz", gentes que construyen una sociedad basada en la compasión y la ternura por encima de poder, de armas, de razonamientos, de verdad o mentira, de agravios y ofensas... Porque "si sólo amáis a los que os aman..." Eso es lo que lo hacen todos.
Entrar en el reino de Dios, en ese mundo nuevo de solidaridad, de hermandad... conlleva todo eso. Tengo que ir aprendiendo a mirar con los ojos de Dios "que hace salir el sol  sobre malos y buenos". Esa mirada comprensiva que intenta descubrir a la persona, a su necesidad y exigencia de felicidad, de humanidad, de cercanía y que, tal vez, la vida le ha llevado a acumular odio, rencor, ambición de poder y no sabe encontrar el camino hacia una felicidad plena...
Me duele la actitud de muchos poderosos, políticos y gentes importantes porque parece que sólo tienen ojos para su bolsillo, para su poder, para su ambición y sus intereses... y deseo que puedan descubrir que hay mucha mayor felicidad en la solidaridad, en la mesa compartida, en la alegría del pueblo que revive en medio de la compasión y la ternura hacia los más débiles y necesitados.
Yo creo que es así como Dios nos mira. A todos sin excepción! Expresado con esa imagen antigua y deliciosa de Dios que "manda la lluvia a justos e injustos"... Porque si sólo saludamos a los nuestros hermanos... ¿qué hacemos de extraordinario?
Texto del evangelio de Mateo (5,38-48)

viernes, 21 de febrero de 2014

III República Española y un Estado Federal

Manifiesto Intelectuales por la III República

Han transcurrido treinta y seis años desde que se instauró en España la democracia con una monarquía constitucional como forma de Estado, con un Rey impuesto por el dictador y nunca sujeto a un referéndum de la ciudadanía. Éste fue el principal precio que se pagó en el proceso de Transición de la dictadura a la democracia, al no tener lugar la ruptura democrática y articularse una reforma pactada, bajo la presión ejercida por el Ejército surgido del golpe de Estado de 1936 contra la II República, los poderes económicos y la larga mano de los EE.UU.
La instauración de esta forma de la Monarquía de Juan Carlos de Borbón fue acompañada, además, por la introducción en la Constitución de 1978 de toda una serie de preceptos que configuran a dicha institución con perfiles claramente antidemocráticos. La clave de bóveda de esta grave contradicción constitucional radica en que el artículo 1.2 proclama que “la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”, y por otro lado el artículo 56, apartado 3, establece que “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Flagrante vulneración del principio de igualdad entre todos los españoles que proclama la misma Constitución.
Treinta y cinco años después de aprobada la Constitución que ha regido desde entonces la vida de nuestra sociedad, tenemos la firme convicción de que ha llegado el momento de poner fin a tamaña anomalía. Es evidente que los escándalos de todo orden que han salpicado últimamente a la Casa Real han contribuido a acrecentar la desafección entre la ciudadanía hacia la persona del rey y su familia. Para nosotros, no es una cuestión de personas, sino de la institución monárquica en sí, a la que consideramos obsoleta, anacrónica y contraria a los principios de la democracia, conforme a la cual todos los que nos representan han de ser libremente elegidos por el pueblo, incluido el jefe del Estado.
La profunda crisis que vive hoy nuestro país- no solo económica, sino también política y moral-, recuerda, salvando las distancias temporales que nos separan de aquel periodo histórico, la vivida en las postrimerías de la dictadura de Primo de Rivera, que desembocó en el advenimiento de la II República. La Agrupación al Servicio de la República lanzaba entonces un llamamiento a favor de la instauración en España de un régimen republicano. “La Monarquía de Sagunto”- decía ese llamamiento- “ha de ser sustituida por una República”. Pero, dado que la Monarquía no iba a ceder “tan galantemente”, y el paso a un sistema de poder público solo se rendiría “ante una formidable presión de la opinión pública”, era urgentísimo organizar esa presión, haciendo que “sobre el capricho monárquico” pesase “con suma energía la voluntad republicana de nuestro pueblo”. La Monarquía de hoy, surgida por imposición de un régimen dictatorial y perpetuada por los pactos concertados por los partidos de izquierda con la derecha postfranquista, tampoco es representativa de esa voluntad.
El Manifiesto de febrero de 1931 se proponía movilizar a la ciudadanía para que formara “un copioso contingente de propagandistas y defensores de la República española”. Sus autores llamaban a “todo el profesorado y magisterio, a los escritores y artistas, a los médicos, a los ingenieros, arquitectos y técnicos de toda clase, a los abogados, notarios y demás hombres de ley”. También se refería muy especialmente a la necesidad de contar con ”la colaboración de la juventud”, respecto de la cual se expresaban así: “Tratándose de decidir el futuro de España es imprescindible la presencia activa y sincera de una generación en cuya sangre fermente la sustancia del porvenir”.
Lo mismo que ayer, nuestro llamamiento va también dirigido hoy a los intelectuales- escritores, periodistas, artistas-, a los que desempeñan tareas docentes desde la escuela primaria a la Universidad, a los que ejercen profesiones liberales- médicos, ingenieros, arquitectos, abogados-, a los integrantes de la decisiva comunidad científica, a los que ocupan cargos en la función pública, y, por supuesto, a la clase trabajadora, que fue y sigue siendo la que más soporta el peso de las injusticias y desigualdades del salvaje capitalismo neoliberal. Y, de manera muy particular, a las generaciones jóvenes que no participaron en la discusión y aceptación de la Constitución de 1978, pero cuyas consecuencias padecen como el resto de la sociedad. Porque nosotros también insistimos en que su savia nutra el futuro.
Ha llegado el momento de que los españoles decidamos en plena libertad el régimen que deseamos para España. Por ello, pedimos la convocatoria de un referéndum, en el que se tenga la posibilidad de elegir libremente entre Monarquía o República. En el caso de triunfar esta última opción, se abriría un periodo de Cortes Constituyentes, en el que se elaboraría una nueva Constitución y se procedería después a la convocatoria de elecciones para la formación de un nuevo Parlamento como representante de la soberanía popular. La Constitución que se adopte debería prever las modalidades de elección del Presidente de la República del nuevo Estado, que adoptaría la forma de República federal.
El nuevo Estado no sería aconfesional, como lo es el actual, conforme a la Constitución de 1978, cuyo artículo 16, apartado 3, dice que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”, sino laico, como estipulaba el artículo 3 de la Constitución de 1931: “El Estado español no tiene religión oficial”. En él se fomentarán y divulgarán desde la escuela primaria los valores laicos y republicanos.
Desde el final de la Guerra Civil hasta hoy la consigna más falaz esgrimida por los vencedores del conflicto no ha sido otra que repetir machaconamente que tanto la I República, la de 1873, como la II, la de 1931, constituyeron un fracaso que condujo a España a la ingobernabilidad provocada por el desorden. Quienes aún hoy se permiten formular esta opinión o bien tergiversan deliberadamente el significado de las dos experiencias republicanas o son víctimas del lavado de cerebro que desde hace más de dos siglos (1789, Revolución Francesa) han venido persiguiendo los monárquicos volcados en impedir por todos los medios, incluidos los golpes de Estado de los generales Pavía y Franco, la modernización social y cultural que acarrearon las dos experiencias republicanas, la II en particular.
La III República ha de ser la obra de todos los españoles, hombres y mujeres, en un esfuerzo común por dotar a nuestro país de un Estado que esté en consonancia con nuestro tiempo. Una de las mayores preocupaciones de los hombres y mujeres de la II República fue la moralización de las instituciones y de la vida pública degradadas por un sistema, también bipartidista, que desembocó en la primera dictadura militar del siglo XX amparada por el monarca Alfonso XIII. Obviamente, entre las tareas primordiales del nuevo régimen republicano figurará el objetivo de apostar por la igualdad social. También la consecución de un moderno Estado de Bienestar asentado en una fiscalidad progresiva más justa cuyas conquistas sociales hagan pasar a la historia las hasta ahora conseguidas.
La III República no es una quimera, no es una utopía. Es una urgente necesidad de regeneración democrática. Y puede ser una realidad, si todos nos unimos y luchamos juntos por conseguirlo. Sin olvidar las experiencias republicanas del pasado, la III República ha de mirar hacia el futuro.

martes, 18 de febrero de 2014

En busca de la tierra de promisión

EN LA PLAYA DE TARAJAL
MAMEN HERNÁNDEZ, currocorre@yahoo.es
MADRID.

ECLESALIA, 18/02/14.- El lenguaje una vez más nos atrapa. Definimos, verbalizamos, damos forma a un fondo con un abecedario impuesto, un abecedario obediente, manso, agradable, que se arrodilla, súbdito incondicional de las lenguas que lo circulan y pronuncian sin el menor reparo.
Sí, el seis de febrero en la playa de Tarajal no perdieron la vida ni uno, ni dos, ni tres, ni cinco subsaharianos, ni siete, ni ocho, ni quince inmigrantes; han muertos personas, seres humanos, vidas llenas de vida, miradas repletas de horizontes, manos vacías en busca de esperanza, pies descalzos que perseguían el sueño de una tierra nueva.
Nadie elegimos dónde nacer, a derecha o izquierda, al sur o al norte, nadie nos ganamos con esfuerzo el lugar en el que por primera vez se abren nuestros pulmones al mundo abrigando nuestra piel desnuda. Nadie hacemos méritos, nadie pagamos con antelación el precio de estar al otro lado, lejos de la miseria y la inmundicia, a distancia de la guerra, del hambre, de la extrema violencia.
Ignoro las soluciones, las medidas y políticas de actuación que han de erradicar necesariamente este sin sentido, pero lo que sí sé es que tenemos que asumir responsabilidades, que esto no se resuelve construyendo muros cada vez más altos, con cuchillas cada vez más afiladas, con la delimitación de unas fronteras, desde todo punto de vista injustas y cuestionables.
Desde mi nada, desde lo poco que soy, solo digo que son personas mucho antes que inmigrantes, que la tierra es tierra y es de todos, casa y refugio.
Volvamos la vista a la Palabra, a la sabiduría, a las fuentes, desde ahí quizás, si nos dejamos, nos alumbre la luz con el único mensaje posible: «Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Gálatas 5:14)».
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


 
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La Felicidad Como Producto Bruto Interno.avi

Gross National Happiness

Reivindico mi derecho a un ministerio de FNB…!

Hola a Todos, Paz y Bien
Pues sí, menos Rubalcaba, menos Montoro, menos Merkel y más Ministerios de FNB o, también llamados, de GNH. Cómo, ¿Que todavía no sabéis de qué estoy hablado? Ok, os traduzco las siglas:
Ministerio de FNB: Ministerio de “Felicidad Nacional Bruta”, también llamado GNH: “Gross National Happiness”.
No es un sueño, ni una utopía mía. No. Resulta que allá por 1970, Jigme Singye Wangchuck, Cuarto Rey de Bután, acuñó este término de Gross National Happiness.
LONG BACKGROUND_GNH
Fue, según cuentan, en un viaje que realizó el Rey de Bután a la India (Bután se encuentra en la cordillera del Himalaya, entre la India y China), cuando un periodista le preguntó, no sin cierta ironía, sobre el Producto Interior Bruto de su Reino.
Ante esta pregunta el joven monarca, pues en aquel viaje a la India Jigme Singye Wangchuck tenía sólo 17 años, contestó al periodista, dejando asombrados al resto de asistentes a la recepción, que el Producto Interior Bruto de su país no era un dato que a él le preocupara en exceso y que más que preocuparnos por estadísticas puramente económicas, habría que crear otros métodos de medición que reflejaran si los habitantes de cada país son felices; es decir, preocuparnos en medir la felicidad. Y así lo hizo. Al regresar a su país creó el Ministerio de la Felicidad.
odresnuevos - rey de butánEl Índice de Felicidad Nacional Bruta de Bután se desarrollada a partir de 33 indicadores, clasificados en nueve campos: el bienestar psicológico , la salud, la educación, el uso del tiempo, la diversidad cultural, el buen gobierno, vitalidad de la comunidad, la diversidad ecológica y la capacidad de recuperación, y los niveles de vida.
Así que ya veis, Bután, un pequeño país con una superficie de 38.394 km2 (para que os hagáis una idea, España tiene una superficie de unos 500.000 km2 y Estados Unidos de unos 9.350.000 km2), con una población que no llega a los 720.000 habitantes (España tiene unos 46.000.000 de habitantes. Estados Unidos tiene unos 317.000.000 de habitantes), es capaz de darse cuenta que, en esta vida, no todo es económico; que, aun teniendo en cuenta la parte económica, también hay que tener en cuenta la parte humana de la vida… La búsqueda de la Felicidad!!
Pues eso, aquí está mi reivindicación para la creación de un Ministerio de Felicidad!
Os dejo con un vídeo muy chulo que explica muy bien todo esto que os he contado de Bután y su Índice de Felicidad Nacional Bruta, estoy seguro que os va a encantar.
Un abrazote… de los que son síntoma de Felicidad!

domingo, 16 de febrero de 2014

Si no sois mejores...

Domingo 16 de Febrero de 2014

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odresnuevos - Evangelio 16 febrero 2014 color
Como en tantas cosas a lo largo de la historia, nuestra iglesia (y nosotros con ella) nos hemos hecho a la idea de que somos los mejores, de que nuestra religión es la verdadera, la única, la que Dios quiere y manda... Y nuestra institución, tan organizada y asesorada por innumerables doctores, ha ido acumulando normas y directrices. Ha preparado una lista bien larga de verdades y dogmas, de ritos y ceremonias que marcan las fronteras de la "verdadera religión"...
Al escuchar hoy las palabras de Jesús me pregunto si no necesitamos aceptar, en profundidad, todo eso que nos señala: "Si no sois mejores que..."
Porque no es la larga lista de dogmas y verdades, ni el número de sacramentos, ni la cantidad de libros de oraciones que podamos rezar... No, el reino de Dios llega a nosotros de otra manera: Es a través de los otros, del prójimo, de nuestra relación con los demás.
Lo leía en unos escritos de José Arregi y siempre que me lo encuentro siento como un impacto fuerte. La compasión y la ternura de Dios reflejada en nuestras relaciones.
Sólo y únicamente cuando seamos capaces de mirar con la mirada de Dios, cuando entendamos que el reino de Dios, su estilo, su manera, se hace presente cuando empiezo a ver mi sociedad y mi mundo con esos ojos, con su corazón.
Porque no basta con el "no matarás", porque hay tratos y maneras que arrojan un desprecio, un asco y una marginación que provocan la muerte de muchas personas (ver inmigrantes, parados, desahuciados, ancianos olvidados)...
Jesús de Nazaret retoma los mandamientos, lo más sagrado de la religión, para señalar la profundidad a la que tenemos que llegar para entrar en el reino de Dios. Porque no es la letra, la ley, lo que está mandado...; sino el aliento de Dios, respirar y vivir como Dios. Lo que equivale a decir: una manera de hacer, de tratar y de comportarse que cualquier niño, cualquier marginado, cualquier persona de entre las más olvidadas y despreciadas, entiende enseguida. ¡Cómo tiene que ser la compasión y la ternura de Dios!
Texto del evangelio de Mateo (5,17-37)

domingo, 9 de febrero de 2014

Sal y luz de nuestro mundo

Domingo 9 de Febrero de 2014

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Evangelio 9 febrero 2014 color
En la Eucaristía de este domingo he escuchado las reflexiones que nos hacía el sacerdote y, aunque resultan tan ortodoxas y seguidoras de las directrices de la jerarquía, se me hacen ajenas y lejanas.
"Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo..." y parece que nuestro cometido es ir pregonando y diciendo a los demás lo que tienen que hacer, cómo tienen que comportarse... Que vean nuestro ejemplo.
Trato de ponerme en primera fila delante del Maestro y lo que entiendo al escucharlo es que yo mismo tengo que tratar de ser "sal" en esta sociedad en la que vivo. Que mi vida dé sabor a lo que hago y a los que me rodean. Que mi vida sepa a Dios, a su vida, a su estilo... Y ahí entra la solidaridad, la compasión, la ternura, ver a las personas como Dios las mira. Y con eso de ser la "luz" pasa lo mismo. No entiendo que yo voy a ser la luz que ilumina a los demás; sino que mi vida tenga luz, que no ande en tinieblas como los que no tienen esperanza o los que sólo piensan en los negocios, en el dinero, en los beneficios o en el poder...
Muchas veces me pregunto si de verdad me fío de Dios, si tengo esperanza y creo en un mundo más humano y solidario... Sobre todo viendo lo que ocurre en este mundo nuestro: desahucios, tantas personas sin trabajo, sin alimentos, sin casa... Y los inmigrantes africanos que arriesgan su vida buscando algo más humano... Ser sal y luz de nuestro mundo. Amén
Texto del evangelio de Mateo (5,13-16)

domingo, 2 de febrero de 2014

Como una bandera discutida

Domingo 2 de Febrero de 2014


Hoy hemos celebrado la "Presentación del Niño Jesús en el Templo" (la Candelaria) y, como ya es habitual, la reflexión que nos han hecho en la eucaristía se ha ido a lo más clásico y ortodoxo: la purificación, la ofrenda a Dios, el cordero inmolado, la revelación de Dios a Simeón y Ana...
Yo, en cambio, he leído el comentario de J.A. Pagola y me ha gustado su reflexión: "El relato del nacimiento de Jesús es desconcertante. Según Lucas, Jesús nace en un pueblo en el que no hay sitio para acogerlo... Al parecer, Lucas siente necesidad de construir un segundo relato en el que el niño sea rescatado del anonimato para ser presentado públicamente. Pero, de nuevo, el relato de Lucas va a ser desconcertante. Cuando los padres se acercan al Templo con el niño, no salen a su encuentro los sumos sacerdotes ni los demás dirigentes religiosos. Dentro de unos años, ellos serán quienes lo entregarán para ser crucificado. Jesús no encuentra acogida en esa religión segura de sí misma y olvidada del sufrimiento de los pobres."
Jesús de Nazaret, su mensaje y su vida, sigue siendo desconcertante para nosotros. Como Dios mismo. Nos anuncia la Buena Noticia del reino de Dios y nos pide que cambiemos, que nos demos la vuelta. Se esconde y se encarna en los más pobres y despreciados de este mundo y nos dice que si no sabemos acoger a esos más pequeños y humildes, no entraremos en el reino.
Por un lado contemplamos una iglesia (muchas iglesias y religiones) que se proclaman como representantes de Dios y por otra parte vemos con dolor la realidad de nuestro mundo y nuestra sociedad que se pone como meta el poder, el dinero, el dominio y estar por encima de los demás... Y las instituciones religiosas se contaminan de esos mismos deseos y luchas. Y, a pesar de todo, hemos pretendido levantar nuestra bandera proclamando que es la auténtica, el camino verdadero y único.
Ya en tiempos de Pablo tenían esa misma discusión.
Es nuestra tentación de pensar y creer que nuestra verdad es la única, que nuestro camino es el revelado, que nuestra manera de entender es la verdadera... Una bandera discutida.
Deseo acercarme al Maestro con la sencillez y la humildad de los niños pequeños. Él me muestra el camino. Y no son los dogmas, las doctrinas, las explicaciones... sino la manera de vivir la Buena Noticia.

Texto del evangelio de Lucas (2,22-40)

Yo soy el buen pastor

...que se entrega por sus ovejas 21 de abril 2024 El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo 4º de Pascua nos habla del &quo...