miércoles, 22 de febrero de 2023

Conducido al desierto por el Espíritu

Para el diablo lo tentara

26 de febrero 2023 

Siguiendo el ciclo de las celebraciones de la Iglesia, comenzamos la Cuaresma: El Miércoles de Ceniza, la invitación a hacer penitencia, las charlas de preparación a la conversión, los Vía-crucis, el ayuno...

Todo ello forma parte de nuestra formación a lo largo de todos los años que llevamos participando en la comunidad cristiana. No es una novedad y se ha convertido más bien en una parte de la religiosidad de los que nos llamamos cristianos.

La Cuaresma significaba, pues, tiempo de hacer penitencia, de pedir perdón a Dios, de ser mejores... Y, quizás, ahí estaba nuestro fallo y nuestro error. El texto del evangelio dice que "fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo"... Y escuchamos las tentaciones como si fueran unos exámenes que pasó Jesús venciendo al diablo. Y nos decimos: Claro, como era Hijo de Dios...

Lo que no hacemos es dejarnos conducir por el Espíritu al desierto y encontrar ese tiempo de reflexión y de centrar nuestra vida como hizo el mismo Jesús de Nazaret.

Como comenta Fray Marcos: -"La cuaresma es un tiempo para analizar la trayectoria de nuestra vida y descubrir que, con frecuencia, damos pasos que nos alejan de la plenitud humana que es nuestra meta. No tiene sentido que nos paremos a analizar la piedra en la que hemos tropezado. Más importante sería poner más atención al caminar para evitar el tropiezo. Tampoco se trata de hacer penitencia, como requisito para que Dios nos perdone."

"...Más importante que mirar hacia atrás angustiándome por los pasos mal dados, es descubrir el rumbo adecuado y caminar en esa dirección. Pero resulta que no puedo saber dónde está la meta, porque nunca estuve allí. Aquí viene en nuestra ayuda la experiencia de otros seres humanos que sí han llegado a ella. Para nosotros, el hombre que más cerca estuvo de ella es Jesús, por eso debemos fijarnos en él y tomarlo como guía en nuestra vida. No para mirarlo desde fuera sino para descubrir en nosotros lo que él descubrió..."

Nosotros, como Jesús, también andamos tentados por muchas cosas que nos desvían haciéndonos creer que vamos a vivir mejor, a gozar más, a tener más vida... Y no necesitamos de ningún diablo exterior que nos tiente. Nuestro propio yo, nuestro egoísmo, nos propone situaciones parecidas. Es pues momento de dejarnos llevar por el Espíritu intentando aprender de la experiencia del propio Jesús de Nazaret.

-"Las tres tentaciones de Jesús -sigue el comentario de Fray Marcos- no son zancadillas puntuales que el diablo le pone. Se trata de contrarrestar una inercia que, como todo ser humano, tiene que superar. Ni el placer sensible, ni la vanagloria, ni el poder, pueden ser el objetivo último. El poder y las seguridades, como base de la relación con Dios, quedan excluidos."

Jesús de Nazaret, a esas tentaciones, contrapone el estilo de vida de Dios, nuestro padre, que es bueno y hace salir el sol para buenos y malos o hace caer la lluvia para justos y para los que no lo son. Y entiende que la plenitud de la vida humana es, ante todo, servicio, entrega, amor solidario... Entonces cuando descubro mi error, mi vida equivocada, lo que tengo que hacer es dejarme conducir por el Espíritu y descubrir en el desierto de mi vida esas tentaciones para hacer una especie de reset volviendo a configurar mi estilo de vida.

Texto del evangelio de MATEO 4, 1-11

jueves, 16 de febrero de 2023

Os han enseñado que se mandó...

Pero yo os digo

19 de febrero 2023


Seguimos escuchando (o leyendo) el texto el evangelio de Mateo (cap. 5). 

Hemos visto y repasado: "Las bienaventuranzas"... "Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo"... "los mandamientos"...

Y hoy se adentra el comentario de Jesús de Nazaret en detalles de los mandamientos que afectan el día a día de la gente. Aunque hay un detalle que hace que las antiguas normas o mandamientos se queden cortos y convendría superarlos.


De ahí que añade Jesús: "Os han enseñado que se mandó..." "Pero yo os digo..."


Es todo un repaso que nos ofrece Jesús y que cada uno de nosotros debería hacer con regularidad. Lo malo es que muchísimas veces estamos más a gusto pensando a la manera antigua. Que lo justo es lo que se decía a los antiguos: "Diente por diente, ojo por ojo..."  Que eso de poner la otra mejilla al que te abofetea es de tontos... Que amar a nuestros enemigos, ni siquiera lo pensamos...

Vaya, que Jesús es un exagerado y que eso que propone no se puede cumplir...


Sin embargo ahí está el paso que nos invita a dar Jesús. Seguir sus huellas es comenzar a vivir y actuar como Dios mismo: -"Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, 45 para ser hijos de vuestro Padre del cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos."


Estamos llamados a ser hijos de Dios, a parecernos a Él, a tener un estilo y una manera diferentes.


Porque, como señala Jesús mismo: "Si queréis sólo a los que os quieren, ¿qué recompensa merecéis? ¿No hacen eso mismo también los recaudadores? Y si mostráis afecto sólo a vuestra gente, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen eso mismo también los paganos?"


Me parece excelente ele comentario que ofrece Fray Marcos: -"Amad a vuestros enemigos. La dificultad mayor, para comprender este amor, está en que confundimos amor con sentimiento. El amor evangélico no es instinto ni sentimiento. Por lo tanto, no podemos esperar que sea algo espontáneo. El verdadero amor, sea al enemigo o a un hijo, no es el instinto que nace de mi ser biológico. El amor de que estamos hablando es algo mucho más profundo y humano..."  "Si somos incapaces de amar a otro porque le considero enemigo, podemos tener la certeza de que, todo lo que hemos llamado amor no tiene nada que ver con el evangelio, y por lo tanto con el amor que nos ha exigido Jesús. El evangelio no es ciencia, ni filosofía ni moral, ni teología ni religión. El evangelio es Vida. El evangelio no intenta enriquecer la inteligencia sino a todo el ser. Tu felicidad, tu plenitud de humanidad radica en ti y nadie te la puede arrebatar..."


Un detalle final (comentario de Fray Marcos) : "Así seréis hijos de vuestro Padre… Aquí encontramos una de las mejores muestras de lo que se entendía por hijo en tiempo de Jesús. Hijo era el que salía al padre, el que era capaz de imitarle en todo. También muestra la idea de Dios que tenía Jesús. Un Dios que ama a todos por igual sin distinción alguna. El AMOR que nos pide Jesús es el mismo amor que es Dios y está desplegándose en mí en todo instante."


Para anotar en nuestra agenda y reflexionar de vez en cuando... "Os han enseñado que se mandó... Pero yo os digo..."


Texto del evangelio de MATEO 5, 38-48

jueves, 9 de febrero de 2023

Primero ve a reconciliarte

Deja tu ofrenda y busca primero a tu hermano

12 de febrero 2023

El evangelio de Mateo en esos primeros capítulos nos ofrece como un repaso de lo más importante del mensaje de Jesús.

Creo que, al igual que debió pasarle a sus primeros seguidores, también a nosotros se nos hace complicado y difícil asumir el programa tan amplio que aparece.

Primero las Bienaventuranzas. Luego nos dice que tenemos que ser sal de la tierra y luz del mundo... Y hoy nos da un repaso de la Ley diciendo que no nos creamos que Él ha venido a derogarla, a quitarla... Nada de eso, nos dice, que ha venido a cumplirla hasta en los más pequeños detalles...

Y ahí nos encontramos como perdidos sintiendo que va a ser demasiado difícil de aceptar y asumir su programa.

Sin embargo creo que lo que nos pierde es precisamente la cantidad de mandamientos, de normas y prescripciones. Sus seguidores eran judíos y, en general, todos sabían que había muchísimas normas y mandamientos. Nosotros también aprendimos los mandamientos de la Ley de Dios, los mandamientos de la Iglesia y otras normas que nos fueron inculcando.

Ahora, al releer el evangelio, sentimos como si fuera un repaso de todo aquello. Pero me atrevería a señalar que todo el comentario de Jesús de Nazaret (al igual que su mensaje inicial) va encaminado a centrarnos en lo que es y debe ser lo esencial en la vida de toda aquella persona que quiera seguir sus huellas.

-Cambia tu mentalidad, conviértete. Cuando descubras el don de Dios, que está en tí y cada una de las personas que te rodean... Cuando comiences a mirar y ver con ojos de compasión (como lo hace Dios con todo y con todos)... Cuando se convierta en el centro de tu vida, entonces serás sal de la tierra y luz del mundo. Y tu hermano, tu hermana (toda persona que está cerca de tí) será lo más importante.

Si nos fijamos en toda la Ley y los Profetas, todos los mandamientos, hacen referencia al prójimo... sí, a la persona a la que nos acercamos (como hizo el buen samaritano). Porque toda la Ley se reduce a vivir amando, teniendo compasión, siendo solidario, compartiendo y entregando la vida.

Esa entrega (siguiendo los pasos de Jesús de Nazaret) es la que nos hace libres de lo que siempre nos ha parecido una pesada carga (los mandamientos). Por eso, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda...

Como comenta Fray Marcos: "-Se nos ha dicho por activa y por pasiva que lo importante era nuestra relación con Dios. Toda nuestra religiosidad está orientada desde esta perspectiva equivocada. El evangelio nos dice que más importante que nuestra relación con Dios, es nuestra relación efectiva con los demás. Si ignoramos a los demás, nunca nos encontraremos con Dios." 

También nosotros en la Iglesia, necesitamos ese cambio de mentalidad, esa conversión que nos permita sentir y actuar como lo hacía el propio Jesús de Nazaret. Y sin ese cambio seguiremos siendo buenas personas, cumplidoras de la Ley y de las normas establecidas; pero no habremos entendido el mensaje.

Añade José Antonio Pagola: -"Por eso, según Jesús, no basta cumplir la Ley, que ordena «no matarás». Es necesario, además, arrancar de nuestra vida la agresividad, el desprecio al otro, los insultos o las venganzas. Aquel que no mata cumple la Ley, pero, si no se libera de la violencia, en su corazón no reina todavía ese Dios que busca construir con nosotros una vida más humana." 

Texto del evangelio de Mateo (5,17-37)

viernes, 3 de febrero de 2023

Ser sal y luz

"Y si la sal se vuelve sosa..."

5 de febrero 2023


Después de escuchar el comienzo del sermón de la montaña (las Bienaventuranzas) que es como la introducción a su programa, Jesús nos dice: "Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo..."

Dos expresiones que hemos escuchado tantas veces que ya no nos impresionan. Ya nos las sabemos; pero no nos cuestionan. De tan sencillas y simples que son. Por eso las hemos dejado arrinconadas.


Si Jesús, al inicio del lanzamiento de su mensaje, pedía una conversión, un cambio de mentalidad, ahora nos lo dice con dos ejemplos de la vida ordinaria: La sal y la luz. 

Acostumbrados a tener iluminación en todas partes, a manejar la energía eléctrica a todas horas, ni siquiera se nos ocurre lo que puede significar quedarse a oscuras. Lo mismo ocurre con la sal. Aunque andamos por la cocina, apenas si valoramos la aportación de la sal. Sólo cuando nos obligan a comer sin sal (por razones médicas o de salud) nos quejamos de su falta.


Entonces ¿qué le pasa a nuestra vida? ¿Qué ocurre en nuestro entorno? ¿En nuestra sociedad? ¿En nuestro mundo?

A pesar de tanta energía, de tanta potencia, de tantos kilovatios... Parece que andamos a ciegas: Unos pocos riquísimos y millones de personas empobrecidas; grandes conocimientos técnicos al tiempo que se desarrolla el uso de armas de guerra y de destrucción; capacidad de producción impresionante al lado de una población inmensa sumida en la pobreza...


Y nosotros, los seguidores de Jesús de Nazaret, estamos ahí... A nosotros nos lo dice: Sois la sal... sois la luz... del mundo.

Pero, claro, si la sal se vuelve sosa...

Y en un mundo que, con todos sus inventos, descubrimientos y técnicas, parece que no tiene luz, que no sabe a dónde va..., si estamos desconectados, si no somos capaces ni de encender una vela...


Fray Marcos comenta: -"Jesús dice: sois la sal, sois la luz. El artículo determinado nos advierte que no hay otra sal ni otra luz. Todos esperan algo de nosotros. El mundo de los cristianos no es un mundo cerrado y aparte. La salvación que propone Jesús es la salvación para todos. El mundo tiene que quedar sazonado e iluminado por la vida de los que siguen a Jesús...

"Cuando se nos pide que seamos luz, se nos está exigiendo algo decisivo para la vida espiritual propia y de los demás. La luz brota siempre de una fuente incandescente. Si no ardes no podrás emitir luz. Pero si estás ardiendo, no podrás dejar de emitir luz y calor. Solo si vivo mi humanidad, puedo ayudar a los demás a desarrollarla. Ser luz significa desplegar nuestra vida espiritual y poner todo ese bagaje al servicio de los demás..."


Esa luz y esa sal no son una doctrina, unos conocimientos, unos dogmas o unos ritos y prácticas... La luz y la sal son nuestra propia vida. Es algo que tiene que nacer de nuestro interior, de la contemplación de Dios mismo en mí, de ese nuevo modo de ver las personas y todo lo que me rodea. De adquirir una compasión que haga arder mi vida y dé luz a los que me rodean; una ternura y amor que dé sabor a mi entorno... en esa vida que se va deshaciendo como esa pizca de sal que hará que la vida se vuelva más sabrosa, más jugosa, más alimenticia.


Como escribe Mari Paz López Santos: -"Nos llamas a aportar lo poco que somos como sal y como luz. Un pequeño grano de sal encerrado en un salero de poco sirve; una mínima vela en la noche de este mundo poco puede iluminar. Pero millones de pequeños granos de sal y millones de pequeñas velas encendidas… sería la estabilidad armoniosa del Reino de Dios." 


Y cuando encendamos nuestra luz y añadamos nuestra pizca de sal, todos podremos felicitarnos y gozar de nuestro encuentro y de nuestra vida: Felicidades! Zorionak! y Buen provecho! On egin!


Texto del evangelio de MATEO 5, 13-16


miércoles, 25 de enero de 2023

Bienaventurados

"...Los pobres, los mansos, los que lloran..."

29 de enero 2023


El texto del evangelio de Mateo, al que se le ha llamado el sermón de la montaña o de las bienaventuranzas, siempre nos deja descolocados. Por muchas vueltas que le demos o por espiritual que lo hagamos.

Nosotros seguimos pensando que son dichosos y bienaventurados los ricos, los poderosos, los que ríen y celebran, los famosos, los que tienen de todo y no pasan hambre...

Y no lo digo a nivel intelectual o de religión. No, basta que miremos alrededor nuestro. Sí, incluso dentro de la Iglesia. A pesar de los discursos y recomendaciones. A pesar de toda la doctrina y de todo lo que nos enseña el evangelio... Creo que no presentamos una imagen auténtica de los seguidores de Jesús de Nazaret.


Y es que para eso tenemos que aceptar, ante todo, su mensaje de la Buena Noticia. Aquello que nos decía en el texto leído el domingo pasado: "Enmendaos, convertíos, porque está cerca el reino de Dios". Ese cambio de mentalidad y de manera de ver y de vivir que nos llevaría a seguir sus pasos.

Entonces seríamos capaces de ver a los demás como lo hacía Jesús el de Nazaret. Estar atentos a las otras personas con empatía, con solidaridad, con la compasión y ternura que fluyen del mismo Dios y que nos hacen parecernos a Él. 

Es así como los más débiles y necesitados se convierten en los primeros (precisamente por eso). Porque esa parte de (nuestra) humanidad es la que nuestra sociedad (y nosotros) vamos marginando y dejando de lado.


Me ha parecido de gran ayuda el comentario que hace Fray Marcos y que titula: "Dichoso el que no deshumaniza a nadie".

Y dice: "Se trata del texto que mejor expresa la radicalidad del evangelio... Debemos evitar eso de proyectar la felicidad para el más allá. Porque Jesús está hablando de aquí y ahora, en esta vida. Un camino al que todos estamos invitados para alcanzar la paz y armonía interior como desarrollo de nuestra humanidad.

El mensaje más profundo de las bienaventuranzas nos advierte que es preferible ser pobre a ser rico opresor de otros; es preferible llorar a hacer llorar a otros. Es preferible pasar hambre a ser la causa del hambre de los demás..."


Bienaventurada y dichosa la persona que va imprimiendo en su vida esa manera de hacer porque está siguiendo las huellas del Maestro. Y va creciendo en humanidad.


Y cito de nuevo a Fray Marcos: "La única medida  de nuestro grado de humanidad es el amor manifestado...Cada vez que manifestamos un auténtico amor, crece nuestra humanidad. Por el contrario, cada vez que manifiesto falta de amor a los demás, pierdo algo del valor humano que tengo".


Ésa es mi reflexión y ésa es la tarea que tengo por delante: Ser por encima de todo seguidor de Jesús de Nazaret. Hacer mía su vivencia y su experiencia como persona real de aquel pueblecito de Nazaret. El mismo del que comenta el evangelio que iba creciendo en gracia delante de Dios y de los hombres.


Texto del evangelio de Mateo (5,1-12a)

viernes, 20 de enero de 2023

La Buena Noticia del Reino

Enmendaos, está cerca

22 de enero 2023

El texto que nos ofrece el evangelio de Mateo en este domingo se podría decir que es la presentación del programa y proyecto de Jesús de Nazaret: "Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios"

A lo largo de nuestra vida como seguidores de Jesús hemos escuchado muchas veces ese anuncio. Y siempre hemos pensado que teníamos que "convertirnos"... Es la palabra que más nos repetían. Y automáticamente pensábamos en los pecados cometidos, en nuestras faltas, en nuestra falta de entrega y compromiso. Pedíamos perdón y nos volvíamos a casa con un cierto respiro.

Sin embargo al reflexionar sobre el mensaje de Jesús deberíamos preguntarnos si su propuesta era realmente ésa: Pedir perdón de los pecados, revisar nuestro cumplimiento de los mandamientos, hacer más oración..., etc.

La reflexión y explicación que ofrece Fray Marcos nos ayuda a entender mejor el mensaje de Jesús: "-Arrepentíos. El primer significado del “metanoeo” (en griego) no es arrepentirse ni hacer penitencia sino cambiar de opinión, rectificar, cambiar de mentalidad. Si cambias de mentalidad, cambiarás el rumbo de toda tu vida."

Ahí está precisamente nuestra dificultad. Jesús no habla de cumplir mejor la Ley. Tampoco se refiere a ir al Templo y hacer muchas oraciones. Y parece que eso era lo más sagrado para todo buen judío... Y me temo que eso es lo que nos pasa también a nosotros: Los mandamientos, la Iglesia, las devociones y rezos. Pero seguimos con nuestra vida, con nuestra rutina, con nuestro modo de ver y entender la vida, el trabajo, la familia, nuestras relaciones... que, muchas veces, siguen más el criterio y opinión que nos propone nuestra sociedad.

Entonces si quiero seguir a Jesús, si quiero ser su discípulo, lo primero que me pide es cambiar de mentalidad, modificar el rumbo de mi vida... Y a lo largo de los textos del evangelio encontraremos qué nos quiere decir: Basta que nos detengamos a leer sus parábolas. El buen samaritano, el buen pastor, el hijo pródigo, la sal y la levadura, el sembrador... Y la atención que presta a los enfermos, a los leprosos, a los marginados.
Si no cambio los valores y los objetivos de mi vida es difícil que podamos seguir las huellas del Maestro.

Por otra parte cuando Jesús nos habla de la Buena Noticia del Reino de Dios, nos dice que está cerca.
Y nos decimos que está llegando, que Él nos trae el reinado de Dios. O que los misioneros, los sacerdotes, los monjes y monjas anuncian y llevan el Reino de Dios...

De nuevo una aclaración que nos ayudará a centrarnos en el propio mensaje. Así comenta Fray Marcos: "-Está cerca el Reino. Para ver la dificultad de esta idea basta recordar algún texto de los evangelios: no está aquí ni está allá, está dentro de vosotros; mi Reino no es de este mundo; Jesús nunca llama a Dios Rey sino mi Padre; habla del Reino de Dios y de su Reino..."

"Es imposible concretar lo que es el Reino de Dios porque no es nada concreto. Todo lenguaje sobre Dios es analógico, metafórico, simbólico. En el evangelio nunca se define, pero podemos asegurar que el núcleo de la predicación de Jesús fue "El Reinado", acentuando la presencia liberadora de Dios. Lo contrario del Reino de Dios no es el reino de Herodes sino el “ego-ísmo”. Si no reina el amor no hay Reino de Dios. La predicación de Jesús fue fruto de una profunda experiencia, que tuvo como punto de partida su religión, pero que la superó. Jesús fue la fiel manifestación del Reino que es Dios."

Entonces, si lo contrario del Reinado de Dios es el egoísmo, mi cambio de mentalidad, mi enmienda, mi cambio o conversión es, por encima de todo, mi atención a los demás, el pensar mi vida como un servicio, una entrega en la que valoro por encima de todo a las personas. Y eso lo resume con las palabras: "Amaos unos a otros".


Texto del evangelio de MATEO 4, 12-23

miércoles, 11 de enero de 2023

Dar testimonio

El que quita el pecado del mundo

15 de enero 2023

A lo largo de nuestra vida (especialmente a través del Catecismo y de las predicaciones) hemos recibido toda una doctrina que, quizás, no nos ha hecho avanzar mucho en nuestra vida como seguidores de Jesús de Nazaret.

Nos enseñaron verdades y dogmas que nos daban esperanza y nos consolaban ante el poco avance experimentado en nuestra vida cristiana. 

Y eran explicaciones bien fundamentadas en los escritos y enseñanzas de doctores de la Iglesia: -Con Adán y Eva entró el pecado original y así nos llegó a todos... Pero para salvarnos Dios mandó a su Hijo. Y muriendo en la cruz nos salvó del pecado y, a través de Él, alcanzamos la vida eterna.

El pecado de Adán y Eva trajo el pecado al mundo... Y todos nacíamos contaminados. Pero el sacrificio de Jesús nos limpiaba. Sólo teníamos que aceptar la fe y creer en el Hijo de Dios.

Todo nos venía dado. Nuestros primeros padres con el pecado original. Y la fe en Jesús y el bautismo que nos limpiaba y nos salvaba...

Reflexionando sobre todo ello me lleva a pensar que todo eso es demasiado simple, que la salvación no es algo que nos viene de fuera. Que quitar el pecado del mundo implica algo mucho más profundo y radical.

Siempre que participamos en la Eucaristía proclamamos eso que nos dice el texto del evangelio de hoy: Éste (Jesús) es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo... Lo proclamamos, lo afirmamos y lo creemos. ¿Pero cómo quita el pecado del mundo? Porque seguimos siendo testigos de un mundo lleno de pecado. Basta pensar en las guerras, en las injusticias, en la opresión, en los abusos, en los asesinatos machistas, en el hambre y miseria de tantos pueblos.

Jesús de Nazaret vivió de tal manera que ponía toda su mente y corazón en vivir al estilo de Dios haciendo que su Reino se fuera haciendo presente. Y esa vivencia (también su muerte en la cruz) es la que abre un camino nuevo en el mundo y es una invitación a seguir sus huellas.

"El modo de “quitar” el pecado, (como comenta Fray Marcos), no es una muerte vicaria expiatoria (que muere en lugar nuestro). Esta idea nos ha despistado durante siglos y nos ha impedido entrar en la verdadera dinámica de la salvación que Jesús ofrece. Esta manera de entender la salvación de Jesús es consecuencia de una idea arcaica de Dios. En ella hemos recuperado el mito ancestral del dios ofendido que exige la muerte del Hijo para satisfacer su justicia. Estamos ante la idea de un dios externo, soberano, justiciero y tirano. Nada que ver con la experiencia del Abba de Jesús. El “pecado del mundo” no tiene que ser expiado, sino eliminado... Y Jesús quitó el pecado del mundo escogiendo el camino del servicio, de la pobreza, de la entrega hasta la muerte..."

De esa manera Jesús fue marcando ese camino hasta el último momento: "El que quiera ser el primero, se haga esclavo de los demás." "Os he lavado los pies, haced vosotros lo mismo". "Amaos unos a otros..." "Si tu hermano tiene algo contra tí, deja tu ofrenda y ve a reconciliarte..." Y tantas parábolas en las que nos indica el modo de vivir y de hacer.

Toda una vida entregada y vivida... Y ésa es la invitación a vivir como Él. Si nosotros, los seguidores de Jesús, hacemos nuestra esa vivencia ayudaremos a quitar el pecado (de nuestra vida y del mundo).

Y nuestra comunidad cristiana dará testimonio de que viviendo como él irá disminuyendo el pecado de nuestra sociedad.

Texto del evangelio de Juan (1,29-34):

Dios no mandó su hijo al mundo para condenar...

...sino para se salve por él 14 de septiembre 2025 (Fiesta de la Exaltación de la Cruz) El texto que nos ofrece este fin de semana la Iglesi...