jueves, 20 de junio de 2024

¿Por qué tenéis miedo?

¿Aún no tenéis fe?

23 de junio 2024

Como comenta Fray Marcos el texto que escuchamos/leemos hoy está cargado de simbología. Toda una catequesis dirigida a la comunidad de seguidores de Jesús de Nazaret.


Lógicamente, leído textualmente tal como hemos hecho muchísimas veces, nos vemos abocados a una interpretación mítica que no nos ayuda nada a seguir las huellas del Maestro.

Veamos: (citando el comentario que hace Fray Marcos)
    -"Vamos a la otra orilla". Haría referencia a desandar el paso del Mar Rojo. Es decir salir de la tierra prometida para dirigirse a todos los pueblos que deben ser partícipes de la salvación.
    -"Jesús dormido en medio de la tempestad". Haría referencia a Jonás. El mar es el símbolo de todos los peligros. Dominar el mar era exclusivo de Dios y la señal de que la verdadera liberación había llegado."
    -"increpó al viento y dijo al mar:«¡Silencio, enmudece!». Es la misma palabra que Jesús dirige a los espíritus inmundos. El viento que te perjudica es el símbolo del mar espíritu que hay que contrarrestar."

Luego viene el comentario que Jesús les hace a los discípulos: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».

Toda la catequesis anterior viene encaminada a esas preguntas que, hoy, nos dirige a nosotros, a los seguidores de hoy en día.
Fray Marcos termina así su comentario: -"No estamos dispuestos a arriesgar para cruzar a la otra orilla. Ni siquiera estamos seguros de que exista otra orilla más allá de las comodidades y seguridades de aquí."

Así es. Creo que nos sentimos más a gusto viviendo "al este lado de la orilla". Nuestra religiosidad, nuestras devociones y creencias, nuestra pequeña práctica de lo que nos han enseñado que, según nos han predicado siempre, nos asegura la salvación, ir al cielo y pasar a la vida eterna para disfrutar de todos los bienes que Dios nos prometió...
Por otra parte, tampoco andamos sobrados de fe. Porque todo eso que nos enseñaron, lo que llamaban las verdades eternas, no nos están quedando muy claras. Cielo - infierno - purgatorio - juicio final... Ya no nos queda seguridad. Dudamos de que haya alguna realidad que vaya más allá de la vida de aquí abajo.

-¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?
Realmente ¿a qué se podía referir Jesús?
Ante todo no debemos olvidar el mensaje que repetía Jesús una y otra vez: "El reino de Dios ha llegado. Convertíos y creed en la buena noticia." Era como un estribillo que no se cansaba de repetir. Entender que lo importante es asumir y aceptar que Dios es nuestro padre. Que lo que quiere de todos es que seamos y vivamos como hermanos (hijos suyos). Que no hace preferencias. Que no hay un pueblo elegido, sino que todos somos elegidos para Dios. Que no mira si somos de una raza o de otra, de un pueblo o de otro, de una cultura o de otra, de una lengua o de otra, de un sexo o de otro. Que no mira si somos inteligentes, o ricos, o poderosos, o famosos...
Ése es el mensaje. Y lo contaba usando muchas parábolas, ejemplos y cuentos...
Lo que tenemos que hacer es cambiar, hacer nuestro ese objetivo y comenzar a vivir de esa manera.

Entonces, ¿por qué tenemos miedo? ¿no nos fiamos? ¿nos parece que todo eso es un cuento?
Ciertamente las circunstancias que nos rodean en la sociedad de hoy son una verdadera tentación, toda una tempestad que nos amenaza con hundirnos y hacernos perecer. Hombres, mujeres y niños que, en tantos países, sufren y llevan una vida que no llega a ser humana. Guerras que destruyen y arrojan sobre los más débiles la miseria, la enfermedad, la muerte... como si fuera un entretenimiento de los poderosos que tienen el poder de sus armas y atacan sin que les importen las consecuencias.
Igualmente la miseria que sufren los que se atreven a emigrar buscando una vida mejor... El rechazo del mundo rico, las dificultades para alcanzar una tierra que les permita vivir un poco más humanamente...

No es nada fácil creer en la buena noticia de Jesús de Nazaret. Y, al igual que los discípulos, también nosotros le rezamos: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». Porque eso es lo que nos preocupa. Nuestra salvación.
Hoy nuestra reflexión y nuestra oración va dirigida a pedir confianza y fe. Que la buena noticia del reino de Dios vaya calando en nosotros y que, a pesar de todo, nos seguimos fiando de la palabra de Jesús.

Texto del evangelio de Marcos 4, 35-41


jueves, 13 de junio de 2024

Así es el reinado de Dios

Como un grano de mostaza

16 de junio 2024



Una introducción sencilla (como lo hacen todas las parábolas) es la que nos ofrece Imma Calvo: -"Hay cosas que no pasan de moda. Es un sencillo y antiguo experimento y sin embargo sigue asombrando a niños y mayores la alubia que germina a los pocos días de envolverla en un algodón humedecido. Una mirada profunda y contemplativa, como la de Jesús, sabe apreciar el misterioso dinamismo de la vida en el crecimiento de una semilla. Las enseñanzas de la parábola son multitud y quería poner el foco en una de ellas. Las cosas positivas que sembramos hoy parecen muy poca cosa ante la realidad del mal que nos abruma. El evangelio de hoy invita a la esperanza. Esos granos de mostaza diminutos pueden llegar a ser grandes árboles para el cobijo de muchos."

Así es el reinado de Dios... Es el comienzo de muchas parábolas. O bien el reino de Dios se parece a... Quizás, como comenta Miguel Ángel Munárriz, es la teología más sencilla del mensaje de la Buena Noticia del evangelio. Y pienso que todos hoy en día necesitamos renovar y reafirmar nuestra esperanza, nuestra confianza. El texto y la letra de las parábolas ya la conocemos. Lo que nos falta es esa fe en la maravilla que nos envuelve, realidades que son mucho más poderosas que todas las propuestas que nos puede sugerir nuestra sociedad de consumo.

Como escribe José Antonio Pagola, "se puede decir que la sociedad moderna ha llegado a la convicción práctica de que, para darle a la vida su verdadero sentido y su contenido más pleno, lo único importante es sacarle el máximo rendimiento por medio del esfuerzo y la actividad... Jesús compara el «reino de Dios» con una semilla que crece por sí sola, sin que el labrador le proporcione la fuerza para germinar y crecer."

Como dice Imma Calvo en su introducción, una mirada profunda y contemplativa  es algo que necesitamos de manera urgente. Centrados en nuestro afán por vivir mejor, por ganar más, por disfrutar más... pasamos de largo ante la naturaleza misma que se extiende ante nuestros ojos. Las plantas, las flores, los árboles, los pájaros, el sol, las nubes, la lluvia, el calor, el frío... No digamos de nuestro propio cuerpo: la vista, el oído, la voz, la mente, nuestra sensibilidad, nuestro corazón y nuestro cerebro...

"Experimentar la vida como regalo, -sigue el comentario de José A. Pagola- es probablemente una de las cosas que nos puede hacer vivir a los hombres y mujeres de hoy de manera nueva, más atentos no solo a lo que conseguimos con nuestro trabajo, sino también a lo que vamos recibiendo de manera gratuita. Aunque tal vez no lo percibimos así, nuestra mayor «desgracia» es vivir solo de nuestro esfuerzo, sin dejarnos agraciar y bendecir por Dios, y sin disfrutar de lo que se nos va regalando constantemente. Pasar por la vida sin dejarnos sorprender por la «novedad» de cada día."

¡Cuántas veces lo he sentido y reflexionado! Mi vida como un regalo. No sólo mis padres. Muchísimas personas que a lo largo de mi vida me han ofrecido y regalado su sabiduría, su modo de entender y de vivir, su apoyo y su generosidad. Mi vida ha sido ese campo en el que ellas han ido sembrando y que, a lo largo de mi existencia, han ido apareciendo como frutos. Así es el reinado de Dios. Y parece que Dios nos habla a través de tantos acontecimientos, a través de tantas situaciones con las que no contábamos siquiera.

Agradezco a José A. Pagola su comentario: -"Todos necesitamos hoy aprender a vivir de manera más abierta y acogedora, en actitud más contemplativa y agradecida. Alguien ha dicho que hay problemas que no se «resuelven» a base de esfuerzo, sino que se «disuelven» cuando sabemos acoger la gracia de Dios en nosotros. Se nos olvida que, en definitiva, como decía Georges Bernanos, «todo es gracia», porque todo, absolutamente todo, está sostenido y penetrado por el misterio de ese Dios que es gracia, perdón y acogida para todas sus criaturas. Así nos lo revela Jesús." 

Así es el reinado de Dios. Con esa atención profunda y contemplativa aprendiendo a descubrir su presencia y transformando nuestra actitud vital con una visión compasiva y misericordiosa que nos hace estar pendientes de los hermanos y hermanas más necesitados.

Texto del evangelio de MARCOS 4, 26-34


jueves, 6 de junio de 2024

El que haga la voluntad de Dios

Ése es mi hermano y mi hermana y mi madre

9 de junio 2024

Así nos introduce en el evangelio de este domingo Imma Calvo: -"La escena del evangelio de Marcos 3, 20-35 es una de las pocas narraciones que parecen estar basadas en hechos reales. Jesús rodeado de una multitud escuchando sus parábolas y enseñanzas y su familia queriendo que abandone esa “locura” y vuelva a una conducta normal. Pero Él piensa que esa es la única vida que tiene sentido y merece la pena. El que entienda y comparta el sueño de Jesús por una sociedad de iguales, ese es su madre y su hermana y su hermano."

En más de una ocasión apelamos a nuestra condición de "cristianos" = seguidores de Jesús de Nazaret... Porque nos bautizaron, porque hicimos la Primera Comunión, porque vamos a misa los domingos, porque rezamos nuestras oraciones...
Invocamos a Jesús. Lo proclamamos nuestro Salvador. Lo adoramos en la Eucaristía. Lo declaramos, incluso, nuestro amigo que estará con nosotros hasta el fin del mundo...

Supongo que todo eso está muy bien y nos sitúa dentro de una comunidad religiosa fácil de identificar socialmente; pero ¿podríamos decir que todo eso fue y es sueño de Jesús? ¿Su mensaje y buena noticia tenía como finalidad constituir una religión (mejorando, si se quiere, lo que ya vivía su pueblo, el pueblo judío)?
El Templo, los Sacerdotes, los Doctores de la Ley, los Levitas, los Mandamientos, las oraciones (salmos) y ofrendas... Sentirse pueblo escogido por Dios. Tener una Alianza especial (seguridad, apoyo y salvación aseguradas por parte de Dios)...

Su familia, toda su familia, lo tuvieron por loco... Todo eso que anunciaba les pareció un disparate, una locura... y quisieron llevárselo a casa, que volviera al ritmo y costumbres de siempre, a lo que sus padres y antepasados habían hecho y vivido.

Jesús les da una respuesta sorprendente: -«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: - «Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre»

Y ¿cuál es la voluntad de Dios?
Ya una vez le preguntaron cuál era el primer mandamiento de Dios... Con sus parábolas y su modo de vivir fue respondiendo a esa pregunta. La Ley dice: Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas... Y enseguida añade: El segundo es similar al primero: Amarás al prójimo como a tí mismo.
Y Juan, que lo conocía bien, lo amaba y entendía su mensaje de Buena Noticia dirá: Si no amas al prójimo a quien ves, cómo vas a amar a Dios a quien no ves...
Eso debería darnos la mejor pista para captar y asumir la voluntad de Dios...
Como dice en la introducción Imma Calvo: "El que entienda y comparta el sueño de Jesús por una sociedad de iguales, ese es su madre y su hermana y su hermano."

Imaginar, soñar, trabajar y programar nuestra vida teniendo como objetivo un mundo solidario, una sociedad de hermanos, una comunidad que se desvive por los que más necesitan, por los marginados, por los oprimidos, por los que no cuentan en este mundo... La voluntad de Dios. Nuestro objetivo, nuestra razón de vivir, nuestra ilusión y mayor deseo.
Eso está por encima de toda norma, de toda religión, de toda costumbre o tradición.
Creo que va siendo hora y es muy importante asumir la mentalidad y lenguaje de nuestro Maestro.

Sugiero este enlace: "El charco de ranas en que hemos convertido la Misa", de Jairo del Agua, en Religión Digital

Texto del evangelio de MARCOS 3, 20-35



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Ser el último y servidor de todos 22 de septiembre 2024 En el texto del evangelio que leemos/escuchamos este domingo nos ofrece el comentari...