jueves, 14 de diciembre de 2023

Una voz que grita en el desierto

Enderezad el camino del Señor

17 de diciembre 2023


Tercer domingo de Adviento. El texto del evangelio de Juan que escuchamos este domingo nos hace llegar, de nuevo, ese grito que lanza Juan el Bautista: Yo soy una voz que grita en el desierto: Enderezad los caminos del Señor...
Tenemos que acogerlo como lo que es: una invitación a cambiar, a convertirnos, a descubrir la realidad de Dios mismo: en nuestro entorno, en nuestro mundo, en nosotros mismos.

Fray Marcos lo comenta así: -"Allanad el camino al Señor. Es el grito de todo profeta. Esto es lo que nos dice Jesús por activa y por pasiva. Lo que debemos tener en cuenta hoy es que “el Señor” no tiene que venir de fuera sino dejarle surgir desde dentro. Con esta salvedad, esta sugerencia sigue siendo la clave de toda religiosidad. ¿Cómo conseguirlo? Apartando de nosotros todo lo que impide esa manifestación de lo divino en nosotros, el egoísmo e individualismo."

Imma Calvo en la introducción que hace a los comentarios de este domingo escribe: -"La liturgia dominical nos habla de la conversión a través de la llamada de Juan Bautista. Su empuje nos recuerda al papa Francisco, que aquí o allí, siempre encuentra motivos para profetizar. Como voz que clama en el desierto, hace suyo el grito de la tierra con ocasión de la cumbre del clima (COP28). Así mismo profetiza liderando el sínodo sobre la sinodalidad. En estos días comienza una nueva etapa para concretar y tomar decisiones en algunos temas, buscando una profunda conversión misionera de la estructura eclesial. Con ocasión del 75 aniversario de la Declaración de los derechos humanos, denuncia “una vuelta atrás” en el compromiso para la universalidad de dichos derechos."

Es otra voz que grita en el desierto. Y nuestra vida, como seguidores de Jesús de Nazaret, tiene que ser y traducir el GRITO de nuestro mundo que nos dice y nos exige "enderezar los caminos" para que el reino de Dios se haga presente. 

Demasiado frecuentemente nuestra vida y nuestra actitud es la de dejar que "Jesús venga y nos salve". Le recordamos naciendo en Belén, celebramos su vida y su predicación, adoramos su muerte en la cruz (para salvarnos) y gritamos "Aleluya" cuando resucita... porque Él es nuestro Salvador y nos libera de todos los males... Y me parece entender que vivido de esa manera podríamos decir que su resultado es el gran fracaso del mismo Jesús.

Como comenta Fray Marcos: -"Jesús desplegó su vida humana como cualquier otro ser humano. Como hombre, tuvo que aprender y madurar poco a poco, echando mano de todos los recursos que encontró a su paso. Fue un hombre inquieto que pasó la vida buscando, tratando de descubrir lo que era en su ser más profundo. Su experiencia personal le llevó a descubrir dónde estaba la verdadera salvación del ser humano y entró por ese camino de liberación. Si no entendemos que Jesús fue plenamente hombre, es que no aceptamos la encarnación."

A nosotros nos toca seguir sus huellas. Encontrarnos y descubrir dentro de nosotros ese Dios al que Jesús llama "abbá", poniendo en él toda su confianza y su vida. Y las fiestas de la Navidad pueden ser un buen momento para adentrarnos en la profundidad de nuestras vidas.

Sigue el comentario de Fray Marcos: -"Jesús aceptaba la propuesta de Juan, pero no renunció a seguir buscando. Eso le llevó a seguir caminando, yendo más allá de él en muchos puntos. Están de acuerdo en que no basta la pertenencia a un pueblo ni los rituales externos para salvarse. Es necesaria una actitud interior de apertura a Dios que se traduzca en obras. Juan insiste en una estrategia para escapar del castigo. En Jesús prevalece una propuesta de amor de Dios a todos y definitiva. Enseña la manera de participar del amor, no solo de escapar de la ira."

"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo". Presta atención al prójimo herido y abandonado en el camino. Perdona setenta veces siete. Nadie te ha condenado...; yo tampoco te condeno. Si sólo hacéis el bien o invitáis a vuestros familiares y amigos... ¿qué mérito tenéis?

Tantos y tantos detalles de la vida de Jesús de Nazaret que nos muestran su modo de vivir la vida misma de Dios, su padre y nuestro padre.

Ése tiene que ser nuestro grito. La voz de los seguidores del Maestro.


Texto del evangelio de JUAN 1, 6-8 y 19-28


No hay comentarios:

Para que llevéis dentro mi propia alegría

Que os améis unos a otros 5 de mayo 2024 En este sexto domingo después de Pascua escuchamos/leemos un texto del capítulo 15 del evangelio de...