domingo, 8 de noviembre de 2015

Los letrados

Domingo 8 de Noviembre de 2015

Hoy me llama la atención el comentario que hace Jesús (ver evangelio de Marcos, cap 12, 38-44): "Cuidado con los letrados"... 
Me he sentido cuestionado. ¿Soy un letrado? Dentro y fuera de la iglesia abundan los "letrados", los que se las saben, los listillos, los que tienen respuestas para casi todo. Y pensando en el comentario de Jesús de Nazaret, me pregunto si no guardo dentro de mí una valoración que me sitúa por encima de los otros...
Mi iglesia (mi parroquia) es pequeña y las celebraciones se ven con una participación mayoritaria de personas jubiladas como yo. Gentes sencillas, de fe ortodoxa y tradicional y con unas prácticas que me recuerdan a mi madre y a mi padre. ¿Acaso son menos que yo? Posiblemente la mayor parte no tienen mayores conocimientos del evangelio y de las enseñanzas y teologías que las que reciben domingo a domingo en las explicaciones que dan los sacerdotes. Eso y lo que aprendieron antes de hacer su primera comunión. Seguramente es así; pero... Me doy cuenta de que el evangelio y la buena noticia del reino de Dios tiene más de corazón que de cabeza, más de entrega que de saber, más de ternura y acogida que de explicar y entender las grandes charlas y estudios.

Al mismo tiempo, y mientras Jesús hace esos comentarios, está viendo la afluencia de gentes al templo y cómo echan sus aportaciones y donaciones... Personas ricas que echan cantidades importantes (tal vez dando gracias a Dios por su riqueza). De pronto ve a una buena mujer (mayor y seguramente viuda) que rebuscando encuentra dos moneditas...
Y, de nuevo, el comentario del Maestro: "Os aseguro que esa pobre viuda ha echado más que nadie... Ella que pasa necesidad..."
Al final, después de ver a los letrados y su sentimiento de superioridad... y a los ricos que echan limosnas (de lo que les sobra), es esa pobre viuda la que va por delante en el aprecio de Dios. Sin grandes estudios (mejor dicho sin estudio alguno), sin grandes y hermosas teorías, sin teologías ni latines, esa pobre viuda ha puesto todo su corazón en esas dos moneditas para que puedan ayudar a otros...
Comenta J.A. Pagola: "Estas personas sencillas, pero de corazón grande y generoso, que saben amar sin reservas, son lo mejor que tenemos en la Iglesia. Ellas son las que hacen el mundo más humano, las que creen de verdad en Dios, las que mantienen vivo el Espíritu de Jesús en medio de otras actitudes religiosas falsas e interesadas..." 
Me quedo con esta reflexión. A ver si consigo poner más corazón en mi vida y darle menos vueltas a las "letras", a los estudios y reflexiones aunque sean de religión y de teología.
Texto del evangelio de Marcos 12, 38-44

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