jueves, 31 de mayo de 2012

Una reforma pendiente

Algo que me ha llegado en el correo... Habría que hacer esa reforma...; pero nuestros políticos, nuestros diputados se oponen tenazmente... Se han hecho con el poder como si fuera suyo (olvidaron lo de la democracia = el poder del pueblo) y aunque les gritamos, se hacen los sordos y mantienen todos sus privilegios...

1. El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y no tendrá

jubilación proveniente solamente por el mandato.

2. El diputado contribuirá a la Seguridad Social, como todo el mundo
(pasado, presente y futuro). El actual fondo de jubilación del Congreso
pasará al régimen vigente de la Seguridad Social inmediatamente. El diputado
participará de los beneficios dentro del régimen de la Seguridad Social
exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede
ser usado para ninguna otra finalidad.

3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles.

4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario.

5. El diputado dejará su actual seguro de salud pagado desde Las Cortes y
participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles

6 El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los
españoles

7. Servir en el Congreso es un honor, no una carrera. Los diputados deben
cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas), después irse a casa y
buscar empleo.

martes, 29 de mayo de 2012

¿Alguien cree en los políticos?



Da gusto leer a J.I. González Faus. Ideas claras, argumentos que razonan y ayudan a entender mejor este mundo y esta política que nos envuelve y, frecuentemente, trata de engañarnos y hacernos creer lo que no es... Gracias por esta ayuda.


¿Democracia o bictadura?
J. I. González Faus. No hay errata en el título. Quiere aludir a una dictadura duplicada, donde los dictadores pueden cambiar según las elecciones, y el dictador no es una persona sino un partido; pero sigue la dictadura. Algo de esto evocaban los indignados del 15M que celebra este mes su aniversario. Y algo de eso repite la revista canadiense Rélations que titula su número de mayo: “Notre démocratie: fiction ou réalité?”.
Democracia significa que el pueblo es soberano y decide él. Pero ¿quién decide en nuestro sistema? La respuesta catequética sería: “el pueblo a través de sus representantes”. Correcto, pero sigamos preguntando: nuestros parlamentarios ¿representan al pueblo o a su partido? ¿No funcionan los partidos como pequeñas dictaduras donde “el que se mueva no sale en la foto”?. Por tanto, quien manda es el partido, no el pueblo, y la democracia ha degenerado en partitocracia. Los partidos (necesarios y antaño deseados) han asumido un papel que no les corresponde: suplantan la autoridad del pueblo en lugar de simplemente representarla. Y eso prescindiendo de quién asigna el sueldo a los políticos: ¿el pueblo que es su patrón, o el contubernio partidario?.
Hace poco escribía Ignacio Sotelo que “la fragilidad de nuestro sistema democrático radica, en última instancia, en la fragilidad de la democracia interna de los partidos”. Carme Chacón reclamaba más democracia en los partidos como bandera de su aspiración a la secretaría del PSOE. Nada que objetar, mucho que aplaudir. Pero ¿significa eso que, caso de llegar una día al cargo, nuestra ex-ministra liberará a sus parlamentarios de la disciplina de partido? ¿Que en cada votación los parlamentarios votarán lo que les dicte su razón y su conciencia, y no lo que imponga el partido? ¿Aunque eso suponga perder alguna votación y hacer las cosas más lentas y más trabajosas?
Ya sé que, del otro modo, todo resulta más fácil y ganamos en eficiencia. Pero (como pasa también en economía) lo que ganamos en eficacia lo perdemos en democracia: pues convertimos al Parlamento (lugar de discusión y argumentación) en “parla-miento”: lugar donde la palabra se hace mentira, porque los discursos y argumentos no buscan convencer a nadie, ni hacer que afloren la razón y la justicia, sino sólo engañarse a sí mismos (que al pueblo ya no le engañan). Por eso muchos políticos se preguntarán si vale la pena perder tiempo en ese autoengaño y si no es mejor acudir al Parlamento sólo en el momento de la votación y aprovechar el tiempo de los discursos para trabajar, o hacer sudokus. Porque la única utilidad que queda a los discursos parlamentarios es hacer bazas electorales para las próximas elecciones: lo que lleva a maltratar sistemáticamente al otro, en lugar de responderle e intentar convencerle. Y lleva al mercadeo vergonzoso de que, cuando se necesitan votos, en lugar de captarlos con argumentos se los compra con concesiones (PNV en la pasada legislatura, o la abstención de CiU ante la primera reforma de este gobierno). Razón tenía el  15M cuando comenzó reclamando “democracia real”.
¿Soberanía popular? Aludí en marzo a un honorable Presidente que, antes de llegar al poder, se pasó meses pidiendo más soberanía y derecho a decidir para su pueblo. Llegado a la presidencia se encontró con decisiones que afectaban muy seriamente a su pueblo. Era hora de poner en juego la soberanía y el derecho del pueblo a decidir, por parte de alguien tan afecto a consultas populares. Pero no fue así: tomó las decisiones él solito contra viento y marea y, de paso, comenzó a privatizar la salud. ¿Quería la soberanía de su pueblo, o ésta era una excusa para su propia soberanía?
¿Más ejemplos? Ahí tienen un partido que, tras hacer una oposición desleal y demoledora, en cuanto llega al poder reclama de los vencidos una oposición “leal y responsable”. “Por el bien de España” dicen; pero da la sensación de que se refieren al bien de su partido. Si buscaran el bien de España ya podrían haberse comportado así cuando estaban en la oposición.
No quiero fustigar a nadie pero sí poner las cosas ante nuestros ojos. Sé que todo lo descrito ¡es lo más natural! Pero, según el maestro Hegel, lo natural no coincide con lo humano: “lo humano es que el hombre deje de ser natural”. La democracia no es algo natural sino algo humano. Imposible que haya verdadera democracia si no hay auténticos demócratas.
¿Qué nos exigiría hoy una democracia real?. Una ley electoral menos bipartidista, listas abiertas en las elecciones, fin de la disciplina de partido, sueldo de los políticos no asignado por ellos y control popular del gasto público. Permítaseme en este contexto alabar la nueva “ley de transparencia” por tibia que sea: es curioso que medidas “de izquierdas” (como los impuestos a los más ricos y esa ley)  las haya tomado un gobierno de derechas. Ello pone de relieve hasta qué punto el  “izquierdismo simbólico” y el “socialismo asistencial” de Zapatero se quedaban cortos.

domingo, 27 de mayo de 2012

Así también os envío yo


27 de mayo 2012, Pentecostés

-"Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así os envío yo"
Hoy es uno de esos días que la iglesia celebra con gran pompa y gran demonstración... Los encargados del culto ponen toda la solemnidad posible: luces, adornos, flores, ropajes especiales, cantos... Es la venida del Espíritu Santo. Y parece como si, de nuevo, volviera a bajar sobre los discípulos de Jesús y todos se llenaran de ese espíritu...
Únicamente haría una observación. Y es que me da la impresión de que los oficiales del culto, los sacerdotes, obispos, cardenales y papa, dan como por supuesto que ellos ya poseen el espíritu santo, el espíritu de Dios. Y como poseedores de su espíritu son ellos los que tienen la verdad, la seguridad, las respuestas a todas las preguntas...
Y ahí me creo que hay un error. No somos nosotros (ni los que son oficiales del culto, ni nosotros que asistimos a los oficios) quienes poseemos al espíritu. Es el espíritu quien nos posee (si nos dejamos), es Dios quien nos conduce y nos guía (si se lo permitimos).
Otra cosa. La paz! Jesús nos da la paz, nos la desea, nos la ofrece, nos invita a vivir como él. En cambio la iglesia, como institución (y eso incluye a todos los que forman el organismo o pirámide de poder), parece que "impone" su paz. No hay invitación, no hay oferta... Es como la vencedora que impone sus condiciones de paz. Ahí está el Departamento del Vaticano (Santo Oficio o Departamento para el control de la Doctrina de la Fe...) para vigilar e imponer sus condiciones... Y eso no es paz.
De ahí esa enorme decepción dentro de la iglesia, como escribía Leonardo Boff.
Por eso, hoy quiero unirme a todos los discípulos de Jesús que reciben su espíritu y su paz. Los que acogen con sencillez el espíritu de Dios que sopla donde quiere y se hace presente entre los más humildes... Tal como sucedía en tiempos de Jesús de Nazaret.
Y saliendo de la iglesia o al margen de ella descubrimos los dones de Dios: la esperanza en medio de tantísimas dificultades; la fe en la utopía de Jesús en un mundo que adora el dinero, los bancos y los mercados, el consumo a ultranza; el amor y el perdón en barrios en los que parece que la venganza es la única solución; la fraternidad y solidaridad en personas capaces de entregarse sin medida poniendo por encima de todo a la gente, hombres y mujeres; la alegría y la sencillez en medio de este ambiente que se preocupa tanto del parecer, del aparentar, de ser más que los demás...
Y entiendo que ahí es Pentecostés. Me parece descubrir "las lenguas de fuego" del espíritu de Dios. Y siento que hay fiesta, que es toda una celebración... Y la paz de Jesús llega a ellos. Es la paz que da serenidad a nuestro corazón, calma en medio de tantos problemas, la sonrisa en nuestros labios y la acogida a los hermanos.
Tal vez no veamos ahí la "iglesia oficial", ni sus oficiales del culto, ni todos sus adornos y ceremonias...; pero siento por ahí pasa Dios y su espíritu va obrando todas esas maravillas. Porque Dios, nuestro padre, no necesita para nada ese monumento, esa pirámide de poder, todo ese protocolo, para que avancemos por el camino que Jesús nos mostró.
Felicidades a tantas pequeñas comunidades que reciben esos dones. Paz a vosotros!
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

sábado, 26 de mayo de 2012

¿Se puede confiar en la iglesia?

Un aliento para los decepcionados con la Iglesia 
por Leonardo Boff

Actualmente hay mucha decepción con la Iglesia Católica institucional. Se está dando una doble emigración: una exterior, personas que abandonan sencillamente la Iglesia, y otra interior, las que permanecen en ella pero no la sienten ya como un hogar espiritual. Continúan creyendo a pesar de la Iglesia.

No es para menos. El papa actual ha tomado algunas iniciativas radicales que han dividido el cuerpo eclesial. Ha asumido un camino de confrontación con dos importantes episcopados, el alemán y el francés, al introducir la misa en latín; ha articulado una reconciliación rebuscada con la Iglesia de los seguidores de Lebfrevre; ha vaciado las principales intuiciones renovadoras del Concilio Vaticano II, especialmente el ecumenismo, negando absurdamente el título de «Iglesia» a las Iglesias que no sean la Católica y la Ortodoxa; siendo cardenal se mostró gravemente permisivo con los pedófilos; su relación con el sida roza los límites de lo inhumano.

La Iglesia Católica actual se ha sumergido en un invierno riguroso. La base social de apoyo al modelo anticuado del actual papa está formada por grupos conservadores, más interesados en las realizaciones mediáticas, en la lógica del mercado, que en proponer un mensaje adecuado a los graves problemas actuales. Ofrecen un «cristianismo-lexotán» apto para calmar conciencias angustiadas, pero alienado frente a la humanidad sufriente.

Urge animar a estos cristianos en vías de emigración con lo que es esencial en el cristianismo. No lo es seguramente la Iglesia, que no fue objeto de la predicación de Jesús. Él anunció un sueño, el Reino de Dios, en contraposición al Reino del César; Reino de Dios que representa una revolución absoluta de las relaciones, desde las individuales hasta las divinas y cósmicas.

El cristianismo apareció primeramente en la historia como movimiento y como el camino de Cristo. Es anterior a su sedimentación en los cuatro evangelios y en las doctrinas. El carácter de camino espiritual significa un tipo de cristianismo que posee su propio curso. Generalmente vive al margen y, a veces, a distancia crítica de la institución oficial. Pero nace y se alimenta de la fascinación permanente de la figura y el mensaje libertario y espiritual de Jesús de Nazaret. Inicialmente considerado como «herejía de los Nazarenos» (Hechos 24,5) o simplemente «herejía» (Hechos 28,22) en el sentido de «grupillo», el cristianismo fue adquiriendo autonomía hasta que sus seguidores, según los Hechos de los Apóstoles (11,36), fueron llamados «cristianos».

El movimiento de Jesús es ciertamente la fuerza más vigorosa del cristianismo, más que las Iglesias, por no estar encuadrado en instituciones ni aprisionado en doctrinas y dogmas. Está compuesto por todo tipo de gente, de las más variadas culturas y tradiciones, hasta por agnósticos y ateos que se dejan tocar por la figura valiente de Jesús, por el sueño que anunció, un Reino de amor y de libertad, por su ética de amor incondicional, especialmente a los pobres y a los oprimidos, y por la forma como asumió el drama humano, en medio de humillaciones, torturas, y su ejecución en la cruz. Presentó una imagen de Dios tan íntima y amiga de la vida que es difícil prescindir de ella hasta por quien no cree en Dios. Mucha gente dice: «si existe Dios, tiene que ser como el Dios de Jesús».

Este cristianismo como camino espiritual es lo que realmente cuenta. Sin embargo, de ser un movimiento pasó muy pronto a ser una institución religiosa con varios modos de organización. En su seno se elaboraron las distintas interpretaciones de la figura de Jesús que se transformaron en doctrinas y fueron recogidas por los evangelios oficiales. Las Iglesias, al asumir carácter institucional, establecieron criterios de pertenencia y de exclusión, doctrinas como referencia identitaria y ritos de celebración propios. Quien explica tal fenómeno es la sociología, no la teología. La institución vive siempre en tensión con el camino espiritual. Lo óptimo es que caminen juntos, pero eso es raro. Lo decisivo es, en todo caso, el camino espiritual. Éste tiene futuro y anima el sentido de la vida.

El problema de la Iglesia romano-católica es su pretensión de ser la única verdadera. Lo correcto es que todas se reconozcan mutuamente, pues todas ellas revelan dimensiones diferentes y complementarias del mensaje del Nazareno. Lo importante es que el cristianismo mantenga su carácter de camino espiritual. Él puede sustentar a tantos cristianos y cristianas frente a la mediocridad e irrelevancia en la que ha caído la Iglesia actual.

[

sábado, 19 de mayo de 2012

Proclamad el Evangelio a toda la creación


20 de mayo 2012 - Ascensión del Señor
-"Ellos se fueron a pregonar el evangelio por todas partes..."
Nuestra comunidad cristiana, nuestra iglesia, está marcada por toda una serie de ritos, normas y rutinas que hacen que cuando las escuchas tienes siempre la sensación de lo "ya oído y escuchado", palabras conocidas, proclamaciones y pregones repetidos y que nunca causan ninguna sorpresa...
Quiero decir que en nuestra comunidad cristiana no escucho "buena noticia", algo que me haga levantar la cabeza, girarme rápidamente, abrir los ojos y los oídos porque hay una novedad extraordinaria.
Esa es la apariencia. Unos cientos de personas mayores (jubiladas y pensionadas en su mayor parte) que celebran al Señor Jesús con sus rezos y plegarias, asisten a la misa y reciben la comunión... como siempre les enseñaron. 
Es lo de siempre. Sin embargo, debajo de toda esa ceniza arde un fuego que es el respeto y amor hacia el Señor junto con la esperanza de una vida nueva y del premio a una vida sencilla que sigue la religión que le inculcaron desde que eran niños...
Supongo que eso es lo que nos ocurre a la mayoría hasta que aparece alguien que se acerca a nosotros y nos habla de una buena noticia de verdad. Además nos dice que dejemos de mirar al cielo..., que la buena noticia es para ahora, para esta vida, para estos momentos. Que el tiempo de Dios, su reino, el día del Señor, está ahí en medio de nosotros.
Y a partir de ese momento nos muestra y nos hace fijar en la situación de nuestro entorno, de este mundo que nos rodea: mercados, bancos, gobernantes, corrupción, abusos, atropellos, violencia, gentes en paro, familias rotas, juventud desorientada, dinero y consumo como nuevo dios, multitudes hambrientas, emigrantes ilegales... Que Dios está más que harto de todo eso. Que Dios, nuestro padre, apuesta por todos esos que figuran los últimos. Que nos demos la vuelta. Que otro mundo es posible, de verdad. Que si salimos de nuestro rincón y nos fijamos en todos esos despreciados y olvidados y nos damos la mano este mundo va a cambiar... Que ahora es el momento!
¿No vemos todo ese movimiento de gentes que se levantan indignadas? ¿No nos hemos dado cuenta de que todo el anhelo que hay en ellos? Ahí está el aliento de Dios. No podemos quedarnos ahí mirando. Es tiempo de moverse, de juntarnos y darnos la mano... Cuando nos acercamos unos a otros, cuando prestamos nuestro apoyo a los de abajo, no es un acto de caridad que estamos haciendo, estamos dando la mano a Dios mismo y comenzamos a crear un mundo nuevo, una sociedad de hermanos en la que la persona es tan sagrada como Dios mismo.
Al movernos y actuar así comenzamos a pregonar una buena noticia, la buena nueva de Jesús de Nazaret...
Eso es lo que ocurre cuando alguien nos abre los ojos y los oídos. Y nos sorprende llevar tantos años en la comunidad cristiana con esa rutina que hasta nos provoca sueño y cansancio. Y me pregunto: ¿cómo es posible que no me haya enterado llevando tanto tiempo oyendo la lectura de algo que cambió la vida de aquellos hombres y mujeres...?
En estos últimos tiempos he encontrado personas que, cada una a su manera, han proclamado el evangelio ante mí. Con sus palabras, con su vida, les he oído pregonar la buena noticia de Jesús de Nazaret y han ido dando un vuelco a mi vida. Me han enseñado a entrever el reino de Dios, el tiempo del Señor, el momento de cambiar y volverme para hacer que en mi vida y en mi entorno se haga posible un mundo nuevo, un mundo al estilo de Dios, nuestro padre.
Y es que si nos fijamos bien, podemos ver cuántas, cuantísimas personas, grupos, asociaciones, ONGs,  actividades y esfuerzos que, dejando de mirar al cielo, se han puesto en pie y se dan la mano para hacer realidad un mundo más justo y solidario... Voluntarios y voluntarias que ponen su vida y su alma centrados esa multitud de ilegales sin papeles que arriban a nuestro país; gente mayor y gente joven que desde su pequeño mundo, desde su profesión, proclaman que la solidaridad y la justicia son lo primero; personas que sienten que no se puede aguantar un mundo basado en el dinero, en la violencia, en el abuso, en el consumo... y apuestan por colaborar y ayudar proclamando bien alto que creen en un mundo más humano.
Y cuando comienzas a escuchar todo eso sientes que algo nuevo está naciendo. Y percibes señales y signos que acompañan esa gran noticia... Ya no quedas indiferente! Y ahí, en esa comunidad de rezos, plegarias y rutinas, descubres el aliento de Dios que nos anima y nos empuja... El reino de Dios está en medio de nosotros.

Conclusión del santo evangelio según san Marcos (16,15-20):
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en m¡ nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde


Deseo hacerme eco de lo que publicó Mari Paz López Santos... Y me alegra que sea, precisamente ella, una mujer quien nos marque esa pauta. En estos tiempos en los que mercados, bancos y gobiernos parece que se olvidaron de la gente del pueblo y andan a ver quién engaña y manipula a quién, esta voz que recoge el sentir de tantos y tantos... Gracias.
VIGILANTES Y ASTUTOS
MARI PAZ LÓPEZ SANTOS, pazsantos@pazsantos.com
MADRID.

ECLESALIA, 11/05/12.- En los tiempos que corren debemos permanecer vigilantes y atentos a tantos frentes abiertos a nuestro alrededor, repletos de trincheras.
Debemos movernos con paso firme esquivando timos, estafas, golpes, ninguneos y todo el muestrario de agresiones, cada vez más sofisticadas, que nos sirven en bandeja desde que los “Mercados” y sus “leyes” marcan el son al que bailan, como pulgas de circo, los Estados soberanos abanderados por sus representantes políticos. Por lo que vamos viendo y sufriendo, estamos en peligro.
Cuando era pequeña y mi madre decía que se iba al mercado, aquello sonaba bien; siempre volvía cargada de buenos alimentos que luego preparaba y todos comíamos. Ir al mercado era sinónimo de que yo iba a seguir creciendo.
Hoy, oír hablar de “Mercados”, pone los pelos de punta. Los que van de compras y ventas a esos “Mercados” no son comerciantes, ni tenderos, ni gente que se quiere ganar la vida honradamente, como los del mercado al que iba mi madre y como tantos otros que están cerrando sus pequeños y medianos negocios en esta guerra económica que deja bajas por todas partes.
Los que frecuentan esos “Mercados” se denominan “Especuladores” y para que ellos crezcan, los demás tenemos que menguar (y esto no tiene nada que ver con el evangelio); para que ellos sigan acaparando, muchos pierden su empleo y medio de vida; para que ellos sigan marcando el ritmo desenfrenado de ambición y corrupción, muchos derechos y logros alcanzados por hombres y mujeres que lucharon por ello, quedan derogados por ley o por que “esto son lentejas”.
Permanezcamos vigilantes e intentemos esquivar golpes, compartiendo y comunicándonos, pues todos estamos en lo mismo y muchos podemos hacer más que uno a uno. Seamos astutos y no dejemos que los “hijos de las tinieblas” -que saben ser astutos en sus negros asuntos- nos desconecten y apaguen la energía de “hijos de la luz” (para más información reflexionar sobre lo que dejó escrito Lucas 16,8).
Revisa las comisiones de los Bancos, reclama, protesta, negocia. Rebaja el uso de tarjetas de crédito para el pago en pequeños comercios, evitando así las comisiones que cobran a los propietarios. Mantén a raya a las compañías de telefonía diciendo que te marchas a otra… eso les duele.
Cuando te venza el seguro del coche, no hagas caso a la coba que te dé la aseguradora diciendo que “como usted es un buen conductor, este año premiamos su fidelidad y su buen hacer y no hemos subido el precio de la renovación de su seguro”. Haz un “sondeo de mercado” y mira a ver qué ofrece la propia compañía y otras del sector a clientes de nueva captación. Por mi parte, hoy me he ahorrado el 40% en el seguro anual, con las mismas prestaciones. Si no investigo… no me entero y, si no me entero, vivo engañada creyendo que han sido bondadosos por no subir el precio. Indecente ¿no?
Estas son algunas de las prácticas de los “Mercados”: la adulación, la falta de transparencia y la mentira.
Ayudémonos unos a otros contando y denunciando la injusticia que está causando tanto dolor y dejando en la cuneta a muchos inocentes.
Debemos andar sabiendo en Quién ponemos nuestra confianza para saltar trincheras y señalar con el dedo a quienes se apropian de lo que muchos necesitan para vivir; denunciando el hecho de que el dinero de nuestros impuestos sea utilizado para sanear a quienes provocaron el demencial desequilibrio económico y financiero que sufre nuestra sociedad. La ambición rompió el saco y están poniendo remiendos que ahogan y no resuelve la situación.
Mis dedos se han movido con rabia sobre las teclas del ordenador mientras escribía. Se han solidarizado con mi estado de ánimo recordando noticias y telediarios, sin ir más lejos, los de ayer. Es difícil evitarlo recordando las situaciones de personas que han perdido sus trabajos, sus casas por impago de hipoteca y los que están pagando con sus escuetas pensiones los gastos diarios de hijos y nietos.
Pero un suave susurro interior ha resonado como agua fresca: “La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde” (Jn 14, 27). Efectivamente, desde ahí habrá que actuar.
Escucho por aquí y por allá el anhelo común de un grito claro y contundente de denuncia que salga de nuestros pastores, en plan oficial, a nivel local, nacional y eclesial… incluso individual. Un grito que suene exactamente igual que cuando un padre y una madre claman en la defensa de la vida y los derechos de sus hijos y se ponen delante, como fuerte barrera, para intentar detener la injusticia que pueda herirles.
¡Ah… y también queremos abrazos! (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).


lunes, 14 de mayo de 2012

ACTITUDES INQUISITORIALES


Un político llegó a decir aquello de "la calle es mía"... Creo que los obispos, y por supuesto el Santo Oficio, la Congregación de la Doctrina de la Fe (junto con el papa) están diciendo "la iglesia es mía"... ¡Qué lejos de la comunidad de hermanos en la que "el que quiera ser el mayor que sea vuestro esclavo..." y en la que el primer mandamiento sea el de "amaos unos a otros"... Este artículo de Juan Cejudo nos pone sobre aviso.


SIGUEN LOS OBISPOS CON SUS ACTITUDES INQUISITORIALES
JUAN CEJUDO, 
miembro de MOCEOP 
y de Comunidades Cristianas Populares,
CÁDIZ.

ECLESALIA, 15/05/12.- Los obispos siguen con sus actitudes inquisitoriales y despóticas. Ahora ha sido el arzobispo de Asturias el que ha prohibido, tres días antes del acto, unas conferencias que se iban a impartir en la casa de la Iglesia organizadas por los cristianos de base. ¿Motivos? Uno de los ponentes era Juan José Tamayo, uno de los muchos teólogos “malditos” para ellos.
Antes lo había hecho el cardenal Rouco, el arzobispo de Barcelona y el obispo de Palencia. En apenas 5 meses. Se nota que hay “consignas” para que cualquier obispo actúe de igual manera. ¿Quien supervisa todo? La Congregación de la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) desde Roma. Es ella, bajo las órdenes de Benedicto XVI quien actúa en cualquier punto del planeta, contra cualquier teólogo que se aparte del “pensamiento único” expresado en el Catecismo. Es el nuevo Santo Oficio quien arremete contra colectivos de curas, monjas o seglares que intenten expresarse de modo crítico contra determinadas actuaciones y normas de la Iglesia.
No saben que estas actitudes se les vuelven contra ellos mismos. Posiblemente a la charla de Tamayo asista ahora más gente que la que hubiera asistido si no se lo hubiera prohibido por la Iglesia. Ya pasó en las ocasiones anteriormente descritas.
Los obispos actúan también “jaleados” por algunos voceros seglares que escriben en blogs y páginas web de rabioso signo ultraconservador y tridentino. Ellos les empujan también a actuar así y caen en su trampa. Y es que los grupos ultracatólicos y conservadores en lo eclesial abundan por todas partes: kikos, opus dei, comunión y liberación etc… están ahí proliferando por todas partes porque son los grupos que el Vaticano fomenta y aplaude, tan preocupado por “pensamiento único”…
Es triste que esto sea así. La jerarquía de la Iglesia se está enrocando en sus posiciones numantinas y se está quedando con los sectores más reaccionarios. Ha renunciado a acercarse y tender puentes de diálogo con sectores aperturistas que aún permanecen en la iglesia. A Roma no le duelen prendas en acercarse a los heréticos lefebrianos y hacerles importantes concesiones. Tampoco para acoger a los tradicionalistas anglicanos. Lo prefiere, antes que tender puentes de diálogo con los colectivos de iglesia que permanecen en su seno que tienen posturas críticas. Les da igual si estos grupos están en Irlanda, en EEUU, en Austria, en Italia, Japón o en España.
Y así se quedan cada vez más solos, incapaces de dar respuesta a los nuevos tiempos y alejándose del espíritu del Concilio Vaticano II que abogaba por afrontar muchas cuestiones en la Iglesia que estos teólogos y colectivos cristianos perseguidos hoy por Roma, defienden.
En este 50 aniversario del Vaticano II no hay nada que celebrar. Desde Roma se están encargando de liquidar aquel espíritu de apertura y de entrada de “aire fresco” que tanto necesitaba y sigue necesitando la Iglesia. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia). 
 
Para contactar, suscribirse/darse de baja: eclesalia@eclesalia.net

Dios no mandó su hijo al mundo para condenar...

...sino para se salve por él 14 de septiembre 2025 (Fiesta de la Exaltación de la Cruz) El texto que nos ofrece este fin de semana la Iglesi...