domingo, 15 de marzo de 2015

A su imagen

Domingo 15 de Marzo de 2015

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 En la eucaristía de hoy nos han leído un texto de Juan (diálogo con Nicodemo) en el que, una vez más, insiste en algo que seguro que le impactó mucho  escuchando a Jesús de Nazaret: "Dios ama al mundo..." Y tanto lo amó que (añade su resolución) que entregó a su propio hijo...
A partir de ahí me permito hacer mi propia reflexión siguiendo otro camino.
Durante muchos años nos han inculcado ese pensamiento: Dios entregó a su propio hijo; Dios lo sacrificó en la cruz; Murió por nosotros; Nos salvó del pecado con sus sufrimientos... Y otro pensamiento aún: Somos el pueblo elegido; Estamos salvados; Me amó y murió por mí... Cuánto debo agradecer! Qué paz y serenidad de saberse querido y amado de esa manera...
Siendo así las cosas, pienso que estamos muy lejos del camino y del estilo de Jesús de Nazaret.
Que Dios ama... Clarísimo! Jesús, apartándose de la imagen de Dios del Antiguo Testamento, nos presenta a Dios como un padre, como alguien que se enternece, que hace fiesta a recobrar a su hijo, que nos lleva en sus entrañas... No es el Dios Eterno, el Dios Omnipotente, el Dios Altísimo, el que todo lo puede, el Vengador, el que nos vigila continuamente, el que nos castiga...
A partir de lo que nos dice Jesús de Nazaret, decir que estamos hechos "a su imagen" quiere decir que "convertirnos - darnos la vuelta" (típico de Cuaresma) es comenzar a ser amor... Y no es "amor a Dios". No! Es amor a los hermanos, amor a los que nos rodean, a los que me necesitan. Eso es creer en la buena noticia de Jesús. Eso es acoger la luz de Jesús. Y cuando no lo hacemos, caminamos en tinieblas. Y así nos va. Así es nuestro mundo.
Como comenta José Antonio Pagola: "La razón de ser de la Iglesia, lo único que justifica su presencia en el mundo es recordar el amor de Dios...En estos momentos en que todo parece confuso, incierto y desalentador, nada nos impide a cada uno introducir un poco de amor en el mundo. Es lo que hizo Jesús. No hay que esperar a nada. ¿Por qué no va a haber en estos momentos hombres y mujeres buenos, que introduzcan entre nosotros amor, amistad, compasión, justicia, sensibilidad y ayuda a los que sufren? 
Si nosotros, como iglesia, nos centramos en nuestras ceremonias y ritos; si lo que nos preocupa es la doctrina de los doctores de la iglesia, lo que mandan o dejan de mandar, si los modos y maneras dentro de las reuniones o asambleas y su liturgia es lo que ponemos como importante... Entonces no hemos entendido el estilo de Jesús de Nazaret...
"A su imagen". Ser su reflejo, un reflejo de amor que cambia nuestro entorno y lo hace más amable, más humano, más digno y solidario... El reino de Dios se hará presente.
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 14-21

domingo, 8 de marzo de 2015

Cambia el sentido de tu vida

Domingo 8 de Marzo de 2015

Odres Nuevos - Evangelio Tercer domingo cuaresma color
Leyendo el texto del evangelio de Juan (al igual que en los otros evangelios) aceptamos tranquilamente que Jesús hiciera un azote de cordeles y expulsara a vendedores, cambistas y demás del Templo de Jerusalén. Quizás porque era el templo de los judíos. Pero nos cuesta aceptar el sentido profundo que Jesús tenía en lo referente a la religión.
Ya se lo dijo a la samaritana: ..."Ni en el monte Garizim, ni en Jerusalén... sino en espíritu y en verdad". No son sagradas las piedras, sino el hombre, la mujer... La persona humana y Dios encarnado en ella.

Siento que me sobra religión. Instituciones, edificios sagrados, personalidades, monseñores, gentes disfrazados con ropajes especiales, servidores del culto que finalmente viven de él y se convierten en señores dueños y dominadores de la religión y de sus estamentos...
A lo largo de los siglos se han ido acumulando tradiciones, ritos y ceremonias que han adquirido nivel de imprescindible y necesario y terminamos conformándonos con unos gestos y unas explicaciones que tranquilizan nuestras conciencias y quieren convencernos de que haciendo así somos los "elegidos y salvados".
Me imagino a Jesús volviendo a hacer un azote de cordeles y entrando en nuestras iglesias y catedrales... ¡Cuántas cosas y a cuántas personas echaría fuera...!
"Destruid estos templos... y prestad atención a los hermanos marginados, débiles y despreciados... Ahí tenéis el templo que quiere Dios nuestro padre...
Comenta José Antonio Pagola: "Para encontrarse con Dios, no basta entrar en una iglesia. Es necesario acercarse a Jesús, entrar en su proyecto, seguir sus pasos, vivir con su espíritu..."
Si no cambiamos el sentido de nuestra vida, podemos hacer muchos kilómetros de nuestra vida en el sentido equivocado y hallarnos al final de nuestro camino que no llegamos a ninguna parte... Y es que, en el proyecto de Jesús, si no encontramos a los hermanos no podemos llegar a Dios: Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo y al que está en la cárcel, echar una mano al marginado, al inmigrante y sin papeles... Nos dirá simplemente: "No te conozco"... Ése es el cambio de sentido.
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25

domingo, 1 de marzo de 2015

Escuchadle







Domingo 1 de Marzo de 2015
Dos pensamientos después de escuchar el texto de Marcos en la eucaristía de hoy:
Para centrarme mejor en el evangelio quiero recordar que los escritos de los evangelistas no son narraciones de historia, biografías o acontecimientos que se reseñan como si fueran las noticias que nos brindan los periódicos, las revistas o las diferentes cadenas de televisión.
Son los textos de una comunidad de creyentes. La expresión de su fe y de su convencimiento.
A menudo hemos confundido el saber cosas sobre Jesús con el convencimiento y la fe en él.
La segunda cosa es que todo el texto del evangelio forma una unidad. La idea central que nos propone el evangelio es la buena noticia de que el reino de Dios ha llegado, que no perdamos el tiempo, que cambiemos de vida, que nos convirtamos para entrar en ese nuevo modo de vivir...

Y ahí llega el convencimiento de recoge Marcos: "Éste es mi hijo amado; escucharle".

Si nos entretenemos en la montaña, en los vestidos de un blanco deslumbrador, incluso en Moisés y Elías... puede que, al final, nos olvidemos del mensaje: "Escuchadle".
Toda la consideración que se hace Marcos de que no entendieron nada hasta el final cuando se toparon con la terrible ejecución en la cruz y que se les vino abajo todo que imaginaban del "reino de Israel"...
Lo entendieron en la "fracción del pan" (como los de Emaús), en la reunión de los hermanos en torno a la mesa, en el amor y solidaridad que crecía entre todos ellos ("mirad cómo se aman")... Todo un "resucitar de entre los muertos" que, sin entender bien lo que quiere decir, trata de expresar la nueva vida del reino de Dios, la compasión y la ternura de Dios que como un nuevo aliento da vida y esperanza a las nuevas comunidades.

Escuchadle! 
Si yo lo acepto como mi Maestro, si acepto su palabra y su estilo de vida... eso significa un reto diario a cambiar mi vida, a romper con la rutina e intentar que mi modo de ser y de actuar muestre y dé a entender cuáles son los valores de mi vida, lo que me importa.

 Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-10

domingo, 22 de febrero de 2015

Se ha cumplido el plazo

Domingo 22 de Febrero de 2015

Odres Nuevos - primer domingo cuaresma BN (2)
En el comentario al texto de la eucaristía de este domingo quería hacerme eco de las palabras de Jesús de Nazaret: "«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» 
Es como esa llamada de atención que nos lanza a todos. Andamos metidos en tantas cosas, tantas actividades, tantos problemas, tantas situaciones... que no nos queda tiempo ni para pensar. Y vamos haciendo camino y los días se convierten en semanas, meses y años y parece como si no supiéramos bien ni hacia dónde nos dirigimos.
Acabamos de comenzar la cuaresma. Un tiempo especial para tener unos momentos de reflexión, de silencio y serenidad... Es como irse al "desierto" = lugar apartado, sin distracciones, donde poder pensar y también orar.
También Jesús pasó por el desierto. Eran muchas las cosas que sucedían. Había escuchado a Juan el bautista. También veía y sentía lo que vivía la gente de su pueblo... Y todo eso lo llevaba dentro como un volcán a punto de explotar. Y con todo eso se fue al desierto. Y tuvo todas las tentaciones y todas la dudas y las indecisiones y los miedos...
Veo a Jesús en su desierto y lo siento cercano a nuestra humanidad. Cercano y unido a cualquier hombre y mujer en la realidad de su vida. Y sus palabras anunciadoras del reino de Dios son las de alguien que sabe de nuestras tentaciones, de nuestros miedos, de nuestras dudas, de nuestras indecisiones. Entonces resuenan con fuerza sus gritos: "Convertíos y creed en el evangelio".
Que no tenga miedo, que me decida, que vale la pena, que es la decisión más correcta...
Así veo al Maestro. Y me molesta que, a pesar de todo lo ortodoxo que pueda ser y parecer, presenten a Jesús como que "se dejó tentar" (porque él no tenía tentaciones), y ayunó e hizo penitencia (cuando él no tenía que hacerlo) porque como "es Dios"...
Y, como bien explican los más entendidos, al hablar de esa manera lo único que hacemos es decir que Jesús jugaba a "ser hombre", que hacía como que..., que hacía comedia o representaba. En fin que no era, de verdad, un hombre.
Y, a partir de ahí, toda la humanidad pierde importancia y nos obligan a mirar hacia arriba, hacia el cielo, hacia el futuro, hacia la "vida eterna". Y nos quedamos con que este mundo que tocamos, este cuerpo, esta realidad son únicamente parte del "valle de lágrimas" que nos ha tocado como penitencia después de lo de Adán y Eva.
Y la buena noticia de Jesús se fue al carajo y sólo nos queda rezar mucho y hacer mucha penitencia a ver si así nos admiten en ese cielo que no sabemos ni cómo es ni donde está.
Mejor será acercarnos al Maestro que toma sus decisiones en el desierto, que se para a pensar y reflexionar, que se retira a orar y a centrarse en ese mensaje de convertirse y creer en la buena noticia del reino de Dios que ya está aquí...
Porque el reino de Dios es para "aquí", no para el cielo "futuro".
Bueno, que "se ha cumplido el plazo" y que va siendo hora de que me pare a reflexionar y me de la vuelta.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 12-15
En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto.
Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
–«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

miércoles, 18 de febrero de 2015

Los excluidos de la tierra

Domingo 15 de Febrero de 2015

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Odres Nuevos - Evangelio 15 febrero 2015 color
Entre nosotros, al igual que entre los judíos del tiempo de Jesús, sigue presente el sentimiento de "indignidad, impureza, pecado"... a la hora de "presentarnos ante Dios (o ante la Iglesia y sus representantes). Se ha ido creando una conciencia de alejamiento, de no limpios, de pecadores... indignos de acercarnos a Dios.
El texto de Marcos (leído en la eucaristía del domingo pasado, 15 de febrero) nos habla del leproso que se acercó a Jesús y le suplicada de rodillas: "Si quieres, puedes limpiarme"...
Resulta curioso y sorprendente la petición de un leproso que sabe muy bien que "está excluido" del culto, del Templo, de la práctica religiosa... Así lo dice la Ley. Y Jesús de Nazaret extiende su mano, lo toca y le dice: "Quiero, queda limpio".
Así lo comenta José Antonio Pagola: "Esto es lo que quiere el Dios encarnado en Jesús: limpiar el mundo de exclusiones que van contra su compasión de Padre. No es Dios quien excluye, sino nuestras leyes e instituciones. No es Dios quien margina, sino nosotros..."
Me pregunto si de tanto hablar de "pureza, penitencia, de rezos y prácticas piadosas" no hemos terminado por olvidar la "buena noticia" de Jesús de Nazaret. La de un Dios que es padre, que acoge, que no discrimina, que se agacha hasta los más débiles y despreciados, que no excluye sino que acoge (recordar al hijo pródigo, a la samaritana, a la mujer a la que iban a apedrear, incluso a Zaqueo...)
Ya está a punto de comenzar la Cuaresma y volveremos a escuchar las explicaciones y comentarios ya clásicos. 
¿Somos personas que acogen o que excluyen? ¿Dónde está nuestra limpieza y purificación? ¿Cuál sería mi manera de acercarme a Dios, a nuestro padre?
Entiendo que mi solidaridad y mi acogida es capaz de "limpiar" y la buena noticia puede comenzar a brillar en la mirada de los más despreciados y excluidos al igual que en mí mismo.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 40-45

domingo, 8 de febrero de 2015

Expulsar demonios

Domingo 8 de Febrero de 2015

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Después de tantos años, dentro de la iglesia, nos hemos acostumbrado a toda una serie de frases y tópicos que han hecho que nos quedemos casi casi con la cáscara del evangelio: las anécdotas, los sermones, las parábolas, los milagros de alguien que "es Dios", que "todo lo puede", que "está por encima de todos", que incluso es "el rey del universo"...
Hemos terminado por olvidar el mensaje mismo, la buena noticia del reino, la necesidad de la conversión, el nuevo estilo de vida, la alegría y la ternura de entender que Dios es nuestro padre, que la compasión y la solidaridad es lo primero.
Marcos nos habla en el texto de este domingo de cómo Jesús "curaba enfermos y expulsaba demonios..." al tiempo que "predicaba" y anunciaba que había llegado el reino de Dios.
Eso de expulsar "demonios" nos suena a algo extraño y antiguo; pero creo que en nuestras vidas, en nuestra sociedad y en nuestro mundo, alimentamos demasiados demonios, cantidad de cosas y elementos que nos deshumanizan, nos hacen egoístas, rencorosos, violentos y opresores. Por eso es tan importante que iniciemos nuestra conversión hacia una manera de vivir al estilo de Dios (compasión, ternura, solidaridad).
Señala Marcos algo tan antiguo y tan actual. "Simón y sus compañeros le dicen a Jesús: Todo el mundo te busca..." Entonces y ahora "buscamos" a Jesús y a los santos cuando "necesitamos", cuando nos duele, cuando tenemos problemas, cuando las cosas van mal... Queremos milagros y curaciones. Si lo conseguimos, se nos pasa la devoción.

 José Antonio Pagola señala y comenta:«Todo el mundo te busca». Pero Jesús no se deja programar desde fuera. Solo piensa en el proyecto de su Padre. Nada ni nadie lo apartará de su camino."

Hoy me quedo con esta reflexión: Jesús de Nazaret "sólo piensa en el proyecto de su Padre..." Una humanidad nueva, sin demonios, llena de compasión y solidaria, en la que la persona es lo más importante y los niños, los débiles, los oprimidos, los marginados, los despreciados pasan a ser los primeros.
Yo quiero apuntarme a ello y tratar de expulsar a todos los demonios que me rondan y hacen que sea menos humano.
Dice Marcos que "se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar..." Tiempo de meditar, de centrarse en el proyecto de su Padre... 
Así queda clarísimo: Si no lo hacemos, nos quedamos en la superficie, en las apariencias, en ritos y apariencias bonitas pero que "no expulsan nuestros demonios" y seguimos con una vida descentrada.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 29-39


domingo, 1 de febrero de 2015

Con autoridad

Domingo 1 de Febrero de 2015

El texto del evangelio de Marcos que nos ofrece este fin de semana comenta cómo Jesús de Nazaret "enseñaba con autoridad"...
Seguro que existen infinidad de comentarios y explicaciones sobre la autoridad de Jesús, su modo de enseñar, sus diferencias con los escribas. Me pregunto, sin embargo, si la Iglesia, los doctores que tiene no habrán hecho lo mismo que con tantas cosas del evangelio: todo el mensaje de Jesús termina domesticado, adaptado, espiritualizado, elevado a unos niveles que lo alejen completamente de la realidad del mundo que nos rodea y en el que vivimos.

Escribe José María Castillo: "Jesús vivió una relación conflictiva con la religión y sus representantes oficiales. Una relación tan conflictiva, que terminó en la muerte violenta del propio Jesús. La historia  de este conflicto fue tan violenta y llegó hasta un final tan dramático, que fue necesario recurrir a textos del Antiguo Testamento, para decir que, en definitiva, todo aquello ocurrió como ocurrió porque "así estaba escrito"...
Así se domesticaba toda la fuerza del mensaje de Jesús de Nazaret y se convertía en "religión" y toda la violencia y el drama de la muerte de Jesús termina justificado y se convierte en mero adorno o incluso en signo de poder y autoridad.
"Jesús -continúa José María Castillo- sacó a la religión del Templo, del ámbito de lo sagrado y la vivió en medio de la gente, de forma que lo sagrado no fue, para Jesús, el Templo, con sus altares, sus ritos y sus funcionarios. Lo sagrado, para Jesús, son los seres humanos, cada persona, sea quien sea, piense como piense, viva como viva..."

Así entiendo "la autoridad" de Jesús, su estilo y su modo de "enseñar" y mostrarnos la Buena Noticia. Y mientras no entendamos (y apliquemos a nuestra vida) que los "sagrado" son los seres humanos y no los lugares; las personas y no los ritos y ceremonias; todos esos hombres y mujeres que nos cruzamos en nuestro camino y no los objetos de culto y las iglesias... Mientras no entendamos eso, seguiremos desfigurando a Jesús de Nazaret y su mensaje. Nos creamos una religión que tranquiliza nuestras conciencias; pero nos aleja del reino de Dios proclamado por Jesús de Nazaret.

Como comenta José Antonio Pagola: "No somos «escribas», sino discípulos de Jesús. Hemos de comunicar su mensaje, no nuestras tradiciones. Hemos de enseñar curando la vida, no adoctrinando las mentes. Hemos de anunciar su Espíritu, no nuestras teologías." 

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1, 21-28

Dios no mandó su hijo al mundo para condenar...

...sino para se salve por él 14 de septiembre 2025 (Fiesta de la Exaltación de la Cruz) El texto que nos ofrece este fin de semana la Iglesi...