miércoles, 16 de julio de 2025

¿Quién es mi prójimo?

Haz eso y tendrás vida

13 de julio 2025

He aquí un texto (una parábola) que no necesita largos comentarios. Lo que tenemos que hacer es escuchar, reflexionar y actuar...

- Y ¿quién es mi prójimo?, pregunta el jurista.
La respuesta a la pregunta sobre la Ley ya la sabía el jurista. Y la sabemos nosotros. Habría que decir que a nosotros los cristianos nos sobra doctrina y respuestas del Catecismo. Lo que nos falta es el hacer. seguir las indicaciones de Jesús.

Y la parábola nos aporta una imagen tan gráfica, tan clara, que sólo podemos decir: ¡Tienes razón! 
Tiempo de reflexión, de oración, de contemplación...
Porque, sin darnos cuenta, también nosotros volvemos a preguntar:
- Y ¿quién es mi prójimo?
Porque es curioso que en la respuesta de Jesús, en la parábola, no señala al herido como prójimo del sacerdote, del levita o del samaritano.
La pregunta la vuelve de revés: 
-¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos?
Ahí está nuestra dificultad: Hacerse prójimo del otro... La atención al otro (especialmente al necesitado, al marginado, al oprimido, al despreciado, al débil, al que no cuenta...).
Y vuelvo a empezar: Prestar atención - Atención consciente - Escuchar - Comprender - Amar...
Y todo eso está por encima de la Ley. Porque ser hijo de Dios tiene más de vivir a la manera de Dios que de saber leyes, mandamientos, oraciones, ritos y purificaciones.
Y si no soy capaz de acercarme y hacerme prójimo de las personas que encuentro en mi camino... Tener los ojos abiertos para ver, fijarme y prestar atención a los caídos en manos de los bandidos... Sólo entonces habré entendido la Buena Noticia del Reino de Dios.



Texto del evangelio de LUCAS 10, 25-37

25 En esto se levantó un jurista y le preguntó para ponerlo a prueba:

- Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?

26 Él le dijo:

- ¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo es eso que recitas?

27 Éste contestó:

- "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente. Y a tu prójimo como a ti mismo" (Dt 6,5; Lv 19,18).

28 Él le dijo:

- Bien contestado. Haz eso y tendrás vida.

29 Pero el otro, queriendo justificarse, preguntó a Jesús:

- Y ¿quién es mi prójimo?

30 Tomando pie de la pregunta, dijo Jesús:

- Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y lo asaltaron unos bandidos; lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon dejándolo medio muerto. 31 Coincidió que bajaba un sacerdote por aquel camino; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 32 Lo mismo hizo un clérigo que llegó a aquel sitio; al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba el hombre y, al verlo, se conmovió, 34 se acercó a él y le vendó las heridas echándoles aceite y vino; luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó.

35 Al día siguiente sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a la vuelta".

36 ¿Qué te parece? ¿Cuál de estos tres se hizo prójimo del que cayó en manos de los bandidos?

37 El jurista contestó:

- El que tuvo compasión de él.

Jesús le dijo:

- Pues anda, haz tú lo mismo.

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