jueves, 17 de marzo de 2022

El fruto de nuestra vida

Hablamos de "conversión"

20 de marzo 2022


Entendemos que el tiempo de la Cuaresma es una invitación a la reflexión y una especie de examen de nuestra vida.

En el texto que leemos este fin de semana (texto del evangelio de Lucas) escuchamos una comparación que hace Jesús: la higuera estéril.

"Que lleva tres años yendo a buscar fruto y no lo encuentra..."

¿De qué habla? ¿A qué se refiere? Y tratándose de nosotros, ¿cuál sería el fruto de nuestra vida?

Como comenta José Antonio Pagola: "El riesgo más grave que nos amenaza a todos es terminar viviendo una vida estéril. Sin darnos cuenta vamos reduciendo la vida a lo que nos parece importante: ganar dinero, no tener problemas, comprar cosas, saber divertirnos... Pasados unos años nos podemos encontrar viviendo sin más horizonte ni proyecto."

Después de haber escuchado durante muchos años las explicaciones y sermones sobre la salvación eterna o sobre el premio o castigo de Dios, empujados por el ambiente de nuestra sociedad, hemos ido dejando de lado todos esos pensamientos y nos conformamos simplemente con vivir. Y el fruto y valor de nuestra vida los medimos con los pequeños éxitos o fracasos que vamos cosechando día a día.

Una buena pregunta. Así escribe J.A. Pagola: -"Jesús compara la vida estéril de una persona con una «higuera que no da fruto». ¿Para qué va a ocupar un terreno en balde? La pregunta de Jesús es inquietante. ¿Qué sentido tiene vivir ocupando un lugar en el conjunto de la creación si nuestra vida no contribuye a construir un mundo mejor? ¿Nos contentamos con pasar por esta vida sin hacerla un poco más humana?"

Porque, finalmente, esa es la cuestión más importante. La razón de nuestra vida no es vivir porque sí. Mi vida, mi existir tiene un sentido y un valor. Cuando trato de situarme en la creación, en este mundo tan maravilloso (en la enormidad de las galaxias, estrellas y planetas... o en el micro-cosmos que está alrededor nuestro o incluso dentro de nosotros) yo, mi vida, tiene un sentido y una razón de ser. Y sólo si descubro lo que me hace profundamente hombre-mujer llevaré a plenitud mi vida, el ser que he recibido...

Me gusta la explicación que escribe Fray Marcos: -¿Qué significa dar fruto? ¿En qué consistiría la salvación para nosotros aquí y ahora? Tal vez sea esta la cuestión más importante que nos debemos plantear. No se trata de hacer, o dejar de hacer, esto o aquello para alcanzar la salvación. Se trata de alcanzar una liberación interior que me lleve a hacer esto, o dejar de hacer lo otro, porque me lo pide mi auténtico ser. La salvación no es alcanzar nada ni conseguir nada. Es tu verdadero ser, estar identificado con Dios. Descubrir y vivir esa realidad es tu verdadera salvación."

A ver cómo lo digo. Dios sigue creando y evolucionando dentro de mí. Todo lo que me rodea (lo grande y extraordinario del macro o micro-cosmos) es una obra actual y constante de Dios y mi vida tiene que ir descubriendo esa realidad y al acercarme a Él mi vida tiene que ir pareciéndose a Dios mismo del que Jesús de Nazaret nos dice que es Abbá, que es compasivo y misericordioso, que nos ama... y espera de nosotros que vivamos a su manera: personas que miran con bondad, que comparten y son solidarias. En resumen, que crecen en humanidad día a día.

Texto del evangelio de Lucas  13, 1-9 La higuera estéril

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