sábado, 8 de enero de 2022

Bautismo en el Espíritu

¿El bautismo? ¿La fe?

Domingo 9 de Enero de 2022


Ya terminamos las fiestas de la Navidad, Año Nuevo y Reyes y volvemos al ritmo de nuestras vidas.

Y, en este domingo, el texto del evangelio de Lucas nos hace como una presentación: Juan el Bautista que está bautizando con el agua del río Jordán y Jesús de Nazaret que, como muchas otras personas, también se ha acercado para "ser bautizado"...

Si leemos el texto del evangelio como si fuera el "Diario de Noticias" nos quedaremos sin entender el mensaje que lleva dentro. Porque no es un libro de historia, ni una revista, ni un mensaje que aparece en las redes sociales.Siempre tenemos que acordarnos que estamos en una auténtica "catequesis" y en ella se usan imágenes y expresiones que, para aquellas primeras personas que siguieron a Jesús significaban mucho, con mucha referencia a pasajes del Antiguo Testamento.

Hoy en día, a nosotros, nos cuestiona sobre nuestro "bautismo" y sobre nuestra "fe".

José Antonio Pagola inicia su comentario con estas palabras: "Son bastantes los hombres y mujeres que un día fueron bautizados por sus padres y hoy no sabrían definir exactamente cuál es su postura ante la fe. Quizá la primera pregunta que surge en su interior es muy sencilla: ¿para qué creer? ¿Cambia algo la vida por creer o no creer? ¿Sirve la fe realmente para algo?"

Esa pregunta quizás sólo la piensan y, a veces, también nos la hacen a nosotros: -¿Para qué vas a misa? ¿Tú crees en todas esas cosas?

Nos encontramos ante una gran cantidad de personas que, efectivamente, fueron bautizadas "con agua". No han descubierto lo que significa ser bautizado "con el Espíritu de Jesús de Nazaret". Y únicamente se quedaron con una gran cantidad de cosas que aprendieron de memoria en el catecismo al hacer la Primera Comunión. Cosas que les parece que no tienen nada que ver con la vida.

Al seguir las huellas de Jesús de Nazaret, al dejarme "bautizar" en su espíritu, empiezo a ver y entender la vida de otra manera. Dios deja de ser alguien situado allá arriba en las alturas que me manda y me vigila, que me premia o me castiga... Y siguiendo el camino que me marca Jesús voy descubriendo a un "Dios" (un Ser, un Alguien) que es, ante todo, ternura y compasión. Me hace entrever la maravilla enorme del universo (el macrocosmos y también del microcosmos) como un acto constante de amor. Y mi propia vida intenta adquirir una sintonía y comunión con todo y, especialmente, con las otras personas de manera que ellas también puedan llegar a experimentar ese Espíritu que nos hace más humanos, mas solidarios, más hermanos.

Así contesta José M. Pagola: "-¿Para qué creer? Para atrevernos a ser humanos hasta el final; para no ahogar nuestro deseo de vida hasta el infinito; para defender nuestra libertad sin rendir nuestro ser a cualquier ídolo; para permanecer abiertos a todo el amor, la verdad, la ternura que hay en nosotros. Para no perder nunca la esperanza en el ser humano ni en la vida."


Texto del evangelio de Lucas (3,15-16.21-22)


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