domingo, 4 de abril de 2021

Es la Pascua

Pasar de la Muerte a la Vida

4 de abril de 2021

Celebramos la Pascua. Es una palabra tan conocida que todos la usamos sin apenas caer en la cuenta de toda la historia y tradición que acumula.

La Pascua. La celebramos nosotros, todos los cristianos (católicos, ortodoxos, anglicanos, protestantes) y también los judíos... Es la Pascua! Lo difícil es que todos pensemos y sintamos lo mismo. Porque, ¿realmente qué celebramos?

Fray Marcos lo expone de esta manera: "La Pascua bíblica fue el paso de la esclavitud a la libertad, pero entendidas de manera material y directa. También la Pascua cristiana debía tener ese efecto de paso, pero en un sentido distinto. En Jesús, Pascua significa el paso de la MUERTE a la VIDA; las dos con mayúsculas, porque no se trata ni de la muerte física ni de la vida biológica. Juan lo explica muy bien en el diálogo de Nicodemo. “Hay que nacer de nuevo”. Y “De la carne nace carne, del espíritu nace espíritu”. Sin este paso, es imposible entrar en el Reino de Dios..."

Creo que muchas personas (y yo me incluyo entre ellas) hemos vivido la fe en Jesús de Nazaret, su seguimiento, como algo que sucedió en el pasado (la vida, muerte y resurrección del Maestro) y como algo que nos llegará en el futuro (la vida después de la muerte, el triunfo y la gloria junto a Dios con Jesucristo)... Y, mientras tanto, nuestra vida de ahora, tenía que ser un caminar por sendas que, a veces, podían ser luminosas; pero que, en otros momentos, se llenaban de oscuridad y tristeza, por no decir de amargura y dolor.

Y nuestra Pascua, nuestra celebración, tenía mucho de recuerdo, de fiesta de algo que ocurrió; pero que, fuera de la fiesta y su celebración, apenas si afectaba nuestra rutina del día a día.

Retomo el comentario de Fray Marcos. "Si Cristo no ha resucitado, nuestra fe es vana (dice San Pablo). Yo diría: Si nosotros no resucitamos, nuestra fe es vana, es decir vacía. Aquí debemos buscar el meollo de la resurrección. La Vida de Dios, manifestada en Jesús, tenemos que hacerla nuestra, aquí y ahora. Si nacemos de nuevo, si nacemos del Espíritu, esa vida es definitiva. No tenemos que temer la muerte biológica, porque no puede afectarla para nada. Lo que nace del Espíritu es Espíritu..."

A ver. Si al celebrar la Pascua, la Resurrección de Jesús, yo no siento y experimento una Nueva Vida, es que no he pasado de un recuerdo folclórico y me refiero a algo y a alguien que es como un mito para muchas personas.
Los primeros seguidores descubrieron y entendieron que en Jesús de Nazaret existía y era totalmente verdad todo eso que decía. Y fue, precisamente, después del amargo trago de la condena, ejecución y muerte en la cruz cuando se les abrieron los ojos. Sí, su ejecución y muerte en la cruz tenía que ser y significar el aplastamiento, la reducción a la nada. la desaparición de todo lo que podía haber dicho o hecho esa persona... ¿Y?

Aquellas personas que le seguían, que lo vieron morir en la cruz, que sintieron todo el horror y la impotencia, que, incluso, corrieron al sepulcro para terminar de honrar su recuerdo... experimentaron un cambio tan grande, una conmoción que no encontraron palabras para explicarlo. Lo llamaron resurrección. Pero estaban sintiendo en ellas mismas lo de "nacer de nuevo - una Vida Nueva", algo que ahora, sí, comprendían y creían que Jesús ya lo estaba viviendo y que ni la muerte de cruz podía hacer desaparecer. Era la Vida misma de Dios.

José Antonio Pagola hace un comentario que nos puede ayudar a captar mejor lo que tiene que significar para nosotros la Pascua: "Ahora sabemos que Dios es un Padre fiel, digno de toda confianza. Un Dios que nos ama más allá de la muerte. Le seguiremos llamando «Padre» con más fe que nunca, como tú nos enseñaste..."

"Ahora sabemos que Dios es amigo de la vida. Ahora empezamos a entender mejor tu pasión por una vida más sana, justa y dichosa para todos. Ahora comprendemos por qué anteponías la salud de los enfermos a cualquier ley o tradición religiosa. Siguiendo tus pasos, viviremos curando la vida y aliviando el sufrimiento. Pondremos siempre la religión al servicio de las personas..."

"Ahora sabemos que Dios hace justicia a las víctimas inocentes: hace triunfar la vida sobre la muerte, el bien sobre el mal, la verdad sobre la mentira, el amor sobre el odio. Seguiremos luchando contra el mal, la mentira y los abusos. Buscaremos siempre el reino de ese Dios y su justicia. Sabemos que es lo primero que el Padre quiere de nosotros..."

Y con esos pensamientos y sentimientos quiero desearos Feliz Pascua!

Texto del evangelio de Juan, 20, 1- 9



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