viernes, 6 de noviembre de 2020

El aceite de nuestra vida

El aceite que alimenta la llama es el amor

8 de noviembre 2020 

La parábola que escuchamos y leemos de la vírgenes que esperan al novio con sus lámparas... formaba parte de  la celebración de una boda. No tenía carácter religioso. El novio, acompañado de sus amigos y parientes iba a casa de la novia para conducirla a casa de su propia familia. En su casa le esperaba la novia con sus amigas, que la acompañaban. Todos estos rituales empezaban a la puesta del sol y tenían lugar de noche, de ahí la necesidad de las lámparas.

Fray Marcos me ayuda a centrar mi atención y comprender mejor el mensaje: "La importancia del relato no la tiene el novio ni la novia, ni siquiera los acompañantes. Lo que el relato destaca es la luz. La luz es más importante que las mismas muchachas, porque lo que determina que entren o no entren en el banquete es que tengan o no tengan el candil encendido. Una acompañante sin luz no pintaba nada en el cortejo. Ahora bien, para que dé luz una lámpara, tiene que tener aceite. Aquí está la madre del cordero. Lo importante es la luz, pero lo que hay que procurar es el aceite..."

Seguro que a lo largo de nuestra vida nos han explicado y predicado un montón de veces el significado de esta parábola. Las vírgenes prudentes y las vírgenes necias. Las que tenían aceite y cuando llegó el novio pudieron acompañarlo y las que no tenían suficiente y se fueron a comprar y no pudieron entrar a la boda... Y se nos hablaba de estar vigilantes, de las buenas obras, incluso de la preparación para la vuelta del Señor o de la muerte...

¿Hacia dónde apunta el mensaje de esta parábola? ¿Qué es el aceite de nuestra vida?

A lo largo de su vida Jesús por medio de las parábolas va apuntando lo que tiene que ser el objetivo de nuestra vida, aquello que hace que una persona sea realmente sensata, que esté centrada, que vaya a lo fundamental. Y vuelve siempre al mensaje inicial de la Buena Noticia del Reino de Dios: Convertíos! Cambiad de estilo de vida. Comenzad a vivir como hermanos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. Si vas a hacer una ofrenda en el Templo y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra tí, deja la ofrenda y ve primero a reconciliarte con él... Entonces persona sensata es aquella que escucha sus palabras y las pone en práctica.

Mi luz, mi aceite. Así lo comenta Fray Marcos: "La luz son las obras. El aceite que alimenta la llama es el amor. El ser sensato no depende de un conocimiento mayor sino de la plenitud de Vida.

Así se entiende que las sensatas no compartan el aceite con las necias. No es egoísmo. Es que resulta imposible amar en nombre de otro. Nuestra lámpara no puede arder con aceite prestado. Dar sentido a la vida no se puede improvisar en un instante. Solo con lo que hay de Dios en mí, descubierto, reconocido, desplegado, puede considerarse encendido nuestro ser... Sin esa llama, seremos irreconocibles incluso para el mismo Dios..."

El sentido de nuestra vida. El objetivo de todo lo que pensamos, organizamos y vamos decidiendo... Ahora, en tiempos de pandemia, de crisis económica y de salud. Yo y tú y todos los que nos rodean andamos a la espera. ¿Del novio que llega? ¿Del trabajo o del negocio? ¿De los problemas de la salud? Y a lo mejor me quedo sin aceite y mi lámpara se apaga, mi vida pierde sentido. Ya no sé si voy o si vengo.

Un último comentario de Fray Marcos: "No es la muerte la que tiene que dar sentido a nuestra vida, sino al revés; sólo viviendo a tope se aprende a morir. Aunque sólo os quedara un segundo de vida, haríais mal en pensar en la muerte. Sería mucho más positivo vivir plenamente ese segundo..." 

Acostumbrados a la luz eléctrica de nuestras casas, nos cuesta hacernos a la idea de una casa, un barrio o un pueblo entero sin luz en las calles, en las avenidas, en las casas y todas sus habitaciones. También se nos hace difícil pensar en quedarnos sin Wifi, sin conexión a internet, sin cobertura... Pues esa energía eléctrica, esa conexión, esa batería... es el aceite de nuestra vida y de nuestra luz. Sólo que en lenguaje de Jesús de Nazaret eso tan básico es el amor. Y si no lo tengo mi teléfono de última generación 5G, mi tablet, mi ordenador, todas las maravillas que pueda tener mi coche moderno, será como si me quedara a oscuras, sin luz, sin cobertura, sin conexión.

Entonces de qué me sirve ganar todo el mundo si pierdo mi vida.

Texto del evangelio de Mateo, 25, 1-13



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