domingo, 9 de octubre de 2016

Un extranjero



Domingo, 9 de octubre 2016
El texto que hemos escuchado, tomado del evangelio de Lucas, nos cuenta lo de los diez leprosos que gritan a Jesús para que los cure. Los manda que vayan a presentarse a los sacerdotes (tal como estaba mandado) y mientras iban de camino quedaron limpios... Pero uno al ver que se había curado, se vuelve donde Jesús dándole las gracias y alabando a Dios... Y éste era samaritano.

Es un texto que, como tantos otros, se presta a diferentes reflexiones:
-El agradecimiento
-La alabanza a Dios
-Un extranjero, un samaritano.
Casi siempre nos hemos quedado con el tema del agradecimiento y alabanza a Dios. Y es seguro que tiene toda la importancia y debemos subrayar la necesidad de darle a nuestra vida ese toque de ser agradecidos y vivirla como un don y regalo haciéndonos nosotros mismos un verdadero regalo para los demás.La eucaristía, como "acción de gracias". El encuentro semanal como el reforzar nuestra solidaridad y fraternidad entendiendo y haciendo nuestra la "comensalía" = compartir nuestros bienes y nuestra vida con los otros, especialmente con los más humildes y marginados...Hoy, sin embargo, me llama la atención lo del extranjero, lo del samaritano. En otro capítulo Lucas nos narra la parábola del "buen samaritano". Y de muchas otras maneras Jesús de Nazaret nos fuerza y nos empuja a entender que la buena noticia del Reino de Dios no se sujeta a una religión, a unos ritos y ceremonias, a unos rezos especiales... Y todo eso lo comenta Jesús a la gente de su pueblo, de su raza, de su religión... lo que supone casi, casi un escándalo.El samaritano que vuelve alabando a Dios y dando gracias. El extranjero que se hace solidario y comparte. El marginado que da lo poco que tiene. El que sabe que es un don nadie que sonríe y da las gracias... Cuántos ejemplos de personas que nos muestran esa calidad de vida, ese modo de ser humanos.Hace unos días una compañera de Karibu (ONG de acogida y atención a los inmigrantes africanos) nos contaba algo parecido que ella misma presenció entre africanos... Las dificultades propias de los sin papeles, el problema del alojamiento, la marginación... y cómo uno de ellos respondía con un ofrecimiento y un compartir que le emocionó...Un extranjero, un samaritano.Entiendo que ese dejarse llevar del estilo de Jesús de Nazaret, es lo que nos salva. Eso es lo que da gloria a Dios. "Tu fe te ha salvado..." También ésa es una frase que escuchamos muchas veces en el evangelio. Fiarnos de Jesús, creer en él, creer en su buena noticia y hacerla nuestra... es lo que nos salva.
Texto de Lucas, 17, 11-19

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