domingo, 22 de noviembre de 2015

Como el que sirve

Domingo 22 de Noviembre de 2015

Hoy, en la eucaristía, nos proponen la fiesta o solemnidad de "Cristo Rey del Universo". A mi modo de entender es una fiesta tomada de una cultura y de una época que están muy lejos de la buena noticia del evangelio.
Aquellos primeros seguidores de Jesús de Nazaret soñaban con un rey y un mesías que salvara a su pueblo. Algunos ya se veían en los primeros puestos de ese reino... Y había discusión entre ellos por ver quién sería más importante...Y esa mentalidad se ha mantenido dentro de la iglesia. Si Jesús es el Rey del Universo, sus representantes, sus directos colaboradores tienen que ser, necesariamente, ministros, directores, jefes de algo.Cuánto nos cuesta aceptar el estilo de la buena noticia que proclama el Maestro: "El que quiera ser el mayor o más importante, que sea vuestro esclavo..." "Si no os hacéis como niños... (como personas que no tienen importancia, que no cuentan...), no entraréis en el reino de Dios"Porque, como dice Jesús, su reino no es de este mundo...Lástima que, una vez más, hayamos dado la vuelta a esa afirmación y mandemos el "reino de Dios y el reino de Jesús" al otro mundo. Lo hemos hecho tan espiritual que es como colocarlo en Marte o en otro planeta.
En el diálogo entre Pilato y Jesús de Nazaret que recoge el evangelio de Juan, nos ofrece una respuesta que debería hacernos reflexionar: "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad." Y creo que, al final, nos quedamos con pregunta que le hace Pilato: ¿Y qué es la verdad?"En estos tiempos en los que vivimos inmersos en tanta palabra, tanta comunicación, tantas noticias, tantas proclamaciones y "verdades"... ¿Qué es la verdad?Jesús mismo dice en otro lugar: "Yo soy la verdad"... Creo que ése es el punto. Jesús, su estilo, su manera de hacer y de pensar... Ésa es la verdad. Y en él el centro y lo más importante es la persona. Comenzando por los más humildes, por los marginados y despreciados (como cuando pone a un niño en medio de ellos... Tener en cuenta que, en aquel tiempo. un niño era lo menos importante. Mucho menos si era niña). Y si Jesús vino para ser testigo de la verdad, nosotros tenemos que ser testigos de Jesús. Un detalle de la explicación que recibimos en la eucaristía: "Tenemos que vivir como propone Jesús de Nazaret: Como el que sirve". Así seremos testigos de Jesús, testigos de la verdad.
Texto del evangelio de Juan 18, 33-37

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