sábado, 3 de noviembre de 2012

Vale más que todo


4 de noviembre 2012 - domingo 31º tiempo ordinario
-"...No hay mandamiento mayor que éstos"
Creo recordar que, siguiendo las explicaciones y consejos de los que eran mis maestros, llegué a preguntarme algo parecido a lo dice el texto que leemos hoy: Qué tengo que hacer? Cómo llegar a ser como los santos? San Francisco Javier, San Luis Gonzaga, San Francisco de Asís y tantos otros...
Había los que hacían grandes penitencias, los grandes predicadores, los que asistían a los pobres y a los enfermos, los que se retiraban a un monasterio y rezaban y rezaban...

Diría que, hoy en día, se plantean las mismas cosas. En la iglesia se proclama y declara como santos y santas a personas a las que se presenta a la comunidad de seguidores de Jesús como ejemplo a seguir. Y en los sermones y predicaciones se nos dicen cosas como que "tenemos que estar en comunión con Dios", que "tenemos que acoger a Dios en nuestra vida", que tenemos que tener más fe y amar a Dios sobre todas las cosas...
Y eso se parece a nubes en el cielo, a deseos soñados, a figuras e imaginaciones que pasan en nuestra pantalla interior. 

Escucho y pienso en el texto del evangelio y me pregunto cómo es posible que no lo tengamos claro.
Tanto en este texto de Marcos, como en Lucas, como en otros muchos textos, la respuesta de Jesús es precisa y clara: Amar. Amar al prójimo...
Y para que no nos andemos por las ramas, basta recordar lo que dice sobre "quién es mi prójimo"...
"Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y a la mitad del camino le asaltaron, le robaron y le dejaron medio muerto..." Pasó gente (el sacerdote, el escriba), lo miró y pasó de largo. Acertó a pasar un samaritano y... Lo curó, lo atendió, lo llevó a la posada, pagó por él... ¿Quién fue prójimo del pobre que había caído en manos de los ladrones...?
Eso es amar al prójimo. Eso vale más que todo...
Jesús debió de sonreír al escuchar las palabras del escriba y le dijo: "No estás lejos del reino de Dios".

Una amiga me decía que hay personas que lo que más les gusta es "rezar". Para ellas eso es lo principal. Rosarios, novenas, Horas Santas, encuentros carismáticos...
No voy a decir que esté mal; pero... "¿qué mandamiento es el primero?"
Amar... Y no olvidemos que cuando resume todo esto ante el juicio final lo hace poniendo como sujeto de nuestro amor a los pobres, a los hambrientos, a los que no tienen para vestirse, a los que están en la cárcel...
Por eso entiendo que Jesús, nuestro Maestro, nos señala claramente como primer mandamiento, como lo más importante, lo que vale más que todo... amar. Y amar, como diría un amigo mío, como personas de carne y hueso. Amar curando a los demás, dando de comer, cuidando a los ancianos y desvalidos, compartiendo lo que tenemos con los olvidados y despreciados... Amar con nuestro cuerpo, no con nuestra imaginación.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es éste: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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