sábado, 5 de junio de 2010

Hacedlo en memoria mía


6 de junio 2010 - Corpus Cristi
-(Ofrendas a Dios, como Abraham y Melquisedec)
-He recibido una tradición... Jesús tomó el pan... y la copa de vino... son mi cuerpo y mi sangre... Haced esto en memoria mía. Cada vez que comáis y bebáis... anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva.
-(Palabra y curaciones)... dadles vosotros de comer... Los partió y se los dio para que los sirvieran...

En celebraciones como la de hoy, llego a sentir una cierta confusión.
La tradición que Pablo transmite a los cristianos de Corinto era, sin duda, algo importante que transmitía de una comunidad a otra y que seguramente repetían en los encuentros y reuniones que tenían. Incluso, en otro momento, también Pablo les reprocha el que haya cristianos que van a la reunión bien comidos y bebidos cuando hay hermanos que padecen hambre...
Esa tradición se ha ido volviendo más y más compleja a lo largo de los siglos: los templos, los altares, los sagrarios, las custodias, los ornamentos, las procesiones... y tantas cosas más.
¿Es to eso tradición de Jesús?
Me pregunto si los hombres, tratando de crearnos seguridad y protección, no nos hemos creado todos esos adornos, altares y ceremonias... Y así, con mucho gusto y solemnidad, los servidores de la comunidad cristiana han adoptado antiguas tradiciones: ofrendas de Melquisedec; vestiduras especiales, cayados y báculos de otros templos y sacerdotes; incviensos y reverencias de otras religiones; adoraciones, genuflexiones y reverencias que se daban en las cortes de los reyes y emperadores... y hemos ido aplicando todo eso a Jesús de Nazaret.
Nuestro razonamiento (más humano no puede ser) es que Jesús de Nazaret: es el Maestro
Jesús de Nazaret: es el enviado de Dios
Jesús de Nazaret: nos ha indicado el camino y buena noticia del Reino de Dios
Jesús de Nazaret: es el Mesías
Jesús de Nazaret: es el hijo de dios
Jesús de Nazaret: es de naturaleza divina, además de hombre
Jesús de Nazaret: tiene el poder y la gloria
Jesús de Nazaret: ha vencido la muerte y vive para siempre
Jesús de Nazaret: volverá para juzgar a todos
Jesús de Nazaret: es el Señor y el rey
Jesús de Nazaret: está por encima de todo (junto a Dios)
A El todo honor y toda gloria!
Y como es el Señor, toda nuestra actitud ante él tiene que ser, por lo menos, la que se tiene ante el rey o ante el emperador. Nos inclinamos, nos doblamos, nos arrodillamos, nos descubrimos... Si él es el Señor y el Juez, tenemos que reverenciarle. Si es Dios (naturaleza divina), le adoramos y todo lo que está cerca de él es sagrado.
Si es el Señor de todo poder, sus servidores más cercanos le honran y sirven vestidos con la categoría que corresponde a un rey que está por encima de todos los reyes y emperadores... Se le rinden honores, se le rinden armas, se toca el himno nacional... (como se reclamaba en las procesiones de estos días al sacar en procesión la custodia).
De esa manera el razonamiento humano de la iglesia ha ido creando tradiciones y tradiciones que, a mi modo de entender, se han alejado mucho de la buena noticia de Jesús de Nazaret.
El escrito de Lucas, en su evangelio, narra ese signo de los panes y los peces. Y nos maravillamos del poder de multiplicar panes y peces... aunque, al mismo tiempo, se nos queda el interrogante: si tiene todo el poder, por qué no continúa multiplicando panes y peces y lo que haga falta ahora que tantos millones de personas mueren de hambre...?
Y como no tenemos respuesta, el signo lo convertimos en otra cosa.
Damos vueltas alrededor de las ceremonias y de las funciones de iglesia y nos olvidamos del significado, de la palabra de Jesús de Nazaret, de la buena noticia, de lo que quería transmitirnos...
Los signos o señales están ahí para guiarnos, para decirnos lo que hay que hacer. Y me temo que muchos nos hemos quedado mirando el signo o señal olvidándonos de la dirección y de todo lo que quiere significar.
Cuando Pablo cuenta lo de la tradición dice: "Haced esto en memoria mía". Y yo entiendo que se refiere a una memoria activa, a seguir su camino, a vivir como él, a actuar como él.
Jesús, el maestro, estaba bien lejos de tantos lujos y protocolos... Basta recordar eso que hemos leído tantas veces, en la cena de la Pascua, cuando Jesús se puso a lavar los pies a sus discípulos... "Haced esto en memoria mía".
Nuestro encuentro en la eucaristía tiene que ser, creo yo, encuentro de hermanos que quieren seguir a Jesús. Momento en el que recordamos su palabra de buena noticia y al comer juntos el pan y beber el vino sellamos esa unión de hermanos y nos comprometemos a vivir al estilo de Jesús, a la manera de Dios. Y esa comunión (comida en común) es como un adelanto de la unión final y encuentro en Dios. "Hace esto en memoria mía"-
Y a partir de ahí los signos y señales nos pueden quedar más claros:
"Dadles vosotros de comer"
-"...y se lo dio para que lo sirvieran..."
Signos y señales: Dar de comer, dar de beber, vestir al desnudo , visitar al preso, curar al herido... Entre vosotros el que quiera ser el primero que sea vuestro servidor... La señal que os doy es que os améis unos a otros...
Creo que ése es el camino.
Pablo termina diciendo que cada vez que celebramos nuestro encuentro (o eucaristía) proclamamos la muerte del Señor hasta que vuelva.
No dice que proclamamos su gloria o su poder o su sabiduría... No! proclamamos su muerte.
No es fácil entenderlo. A no ser que entendamos que es otro signo o señal: su muerte.
"El que quiera salvar su vida, la perderá"
Una entrega hasta la muerte y muerte de cruz
La buena noticia: el Reino de Dios ya ha llegado!
Poco a poco tenemos que ir recordando y reviviendo la palabra de Jesús.
Que nuestro encuentro en la eucaristía tenga el valor de ser "memoria de Jesús", de su muerte. Que nos dé la fuerza para vivir como hermanos sabiendo ver a nuestro alrededor a tantos hermanos que desfallecen de hambre y necesidad... Y proclamando su muerte caminemos, también nosotros, con la misma entrega y confianza en Dios, nuestro padre. Amén.

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