viernes, 5 de abril de 2024

Estas (señales) quedan escritas para que creáis

...y creyendo tengáis vida unidos a él

7 de abril 2024 



Hemos celebrado la Pascua y, durante los siguientes domingos, seguiremos recorriendo el camino que hicieron aquellas primeras personas que vivieron su experiencia pascual, su paso de la muerte a la vida.

A mi entender, la insistencia que la hecho la Iglesia (la jerarquía, los doctores y maestros, los sabios y entendidos) en la lectura literal de las narraciones pascuales no ayuda mucho a desarrollar nuestra fe y nuestra vida como seguidores del Maestro.

Probablemente es la vía más fácil. Está escrito en el evangelio.  Y si proclamamos continuamente que todo el escrito es palabra de Dios... entonces resulta lógico que se le atribuya toda la veracidad (absoluta en el caso de Dios) a lo que dice y cómo lo dice.

Pero, personalmente, creo que no es un camino acertado. Nos apoyamos en una experiencia íntima, mística y vivencial que tuvieron aquellas personas. Algo que trataron de expresar sirviéndose de su cultura, de su lengua, de sus expresiones. Y decir, como comenta Miguel A. Munárriz, que el autor del cuarto evangelio (Juan, el hijo de Zebedeo) lo cuenta ofreciendo detalles muy personales y eso sería indicador de que él estaba presente... y lo vio y experimentó. Me parece que es un argumento más bien flojo. Los que escribieron no lo hacían siguiendo los criterios de nuestros cronistas. No narraron acontecimientos o crónicas. Hacían teología, catequesis... Una iniciación a la vida a la estilo de Jesús de Nazaret.

Además poner nuestra fe en los milagros de las apariciones de Jesús (después de su muerte) es como apelar a que venga alguien resucitado a decirnos lo que tenemos que hacer... Es el ejemplo que Jesús dió en la parábola del rico epulón... Que si viene alguien del más allá le harán caso, creerán... El Maestro le responde: Ya tienen la Ley y a los profetas...

Me parece mucho más acertado el comentario que ofrece Fray Marcos: "El mensaje para nosotros hoy es claro: Sin una experiencia personal de Vida, llevada a cabo en el seno de la comunidad, es imposible acceder a la nueva Vida que Jesús anunció antes de morir y ahora les está comunicando. Para nosotros se trata del paso del Jesús aprendido al Jesús experimentado y manifestado en la entrega a los demás. Sin ese cambio, no hay posibilidad de entrar en la dinámica de la Vida. Que Jesús siga vivo no significará nada para mí, si yo no vivo su misma Vida."

Por otra parte, algo que he ido aprendiendo de los maestros actuales es que la experiencia, la vivencia pascual, de los otros no me sirve. Me puede animar; pero se quedará en una narración nada más. Como decía un autor: Los besos que se dan los otros no me sirven. El amor vivido por otra persona no afecta a mi vida si yo no lo vivo...

Como dice Juan en su evangelio: "Estas señales quedan escritas para que creáis y creyendo tengáis vida unidos a él". Toda la invitación del evangelio (de la Buena Noticia del reino de Dios) es una invitación a vivir. No es para saber más cosas, no es para confirmar que Jesús resucitó al tercer día. Finalmente, como comenta José Arregi, "la fe no tiene nada que ver con sucesos empíricamente verificables: físicos, biológicos, historiográficos..."

Entiendo que lo que importa es que me deje inspirar por la vida de Jesús, que acepte convertirme, poner en mi vida los valores del evangelio, su modo de ver, de pensar y de actuar... para tener vida unido a él.

Texto del evangelio de JUAN 20, 19-31


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