domingo, 7 de agosto de 2016

Cuál es mi tesoro

Domingo 7 de Agosto de 2016

"Donde está tu tesoro, allá está tu corazón". Una frase que hemos escuchado muchas, muchas veces. También es verdad que, a lo largo de nuestra vida de cristianos, nos han venido explicando que nuestro tesoro (mi tesoro) está en el "cielo". Y tanto nos lo han dicho y repetido que dábamos por buena la respuesta.
Lo malo es que, actualmente, con la mentalidad moderna, nos resulta bien difícil entender y dar razón de ese concepto: Cielo.
Antiguamente era tan sencillo como decir que el cielo está allá arriba y el infierno allá abajo. Que los buenos recibirían el premio de la vida eterna (el cielo) y los malos los castigaría Dios con el infierno para siempre...
Ahora, con un universo que se sigue expandiendo... Y nos hablan de la existencia de una infinidad de galaxias, aquel cielo parece que se ha evaporado. Entonces "nuestro tesoro" tenemos que buscarlo y entenderlo de otra manera.
Por otra parte, me pregunto cuál y qué es mi tesoro. 
Con las noticias que nos ofrecen los medios de comunicación y con el ejemplo y modos de entender la vida que los poderosos, famosos y grandes de nuestra sociedad... se nos hace difícil aclararnos: poder, riquezas, dinero, posesiones, grandes diversiones y comidas, ostentar cargos por encima de los otros...
Y si no tengo todo eso, soy un fracasado?
Me gusta lo que comenta Fray Marcos sobre el evangelio de este domingo: "Si el primer objetivo de todo hombre es desplegar al máximo su humanidad y el evangelio nos dice que tener más no nos hace más humanos, la conclusión es muy sencilla en teoría: la posesión de bienes de cualquier tipo, no puede ser el objetivo último de ningún ser humano. La trampa de nuestra sociedad de consumo está en que no hemos descubierto que cuanto mayor capacidad de satisfacer necesidades tenemos, mayor número de nuevas necesidades desplegamos; con lo cual no hay posibilidad alguna de marcar un límite..."
Crecer en humanidad.
Tal vez mi tesoro está simplemente en eso: crecer en el estilo de vida de Jesús de Nazaret. Lo que viene a ser solidaridad, compasión, ternura... lo que me llevará a tener cada vez menos, a compartir más, a dar la espalda a esta sociedad diseñada por grandes y poderosos y prestar más atención todos esos "don nadie" que ni tienen, ni pueden, ni siquiera son visibles.

Lectura del Santo Evangelio según san Lucas (12,32-48)

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