lunes, 24 de agosto de 2015

¿También vosotros queréis marcharos?

Domingo 23 de Agosto de 2015

Existe una sensación, iba a decir que generalizada, de cansancio, de desánimo y casi de desesperanza... Y no sólo a nivel social (los políticos, sus reformas, sus trucos y trampas, sus discursos vacíos y todos los medios usados para enriquecerse, para subir, para ganar más...). También en la iglesia (institución) experimentamos ese lento alejamiento hacia unas posiciones tradicionales, ortodoxas, conservadoras que inspiran poco entusiasmo y poquísimo atractivo.
¿No es verdad que, muchas veces, nos dan ganas de abandonar?
Es la pregunta que hace Jesús de Nazaret y que José Antonio Pagola recoge en su comentario al texto de este domingo (23 de agosto): «¿También vosotros queréis marcharos?». Es la pregunta que se nos hace hoy a quienes seguimos en la Iglesia: ¿Qué queremos nosotros? ¿Por qué nos hemos quedado? ¿Es para seguir a Jesús, acogiendo su espíritu y viviendo a su estilo? ¿Es para trabajar en su proyecto?

La respuesta de Pedro es ejemplar: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna». Los que se quedan, lo han de hacer por Jesús. Solo por Jesús. Por nada más. Se comprometen con él. El único motivo para permanecer en su grupo es él. Nadie más.
¿Por qué sigues yendo a misa? ¿Por qué continúas participando y estando en una institución que parece que vive de espaldas al mundo de hoy? Imagino que también a otros les han hecho preguntas parecidas... Es el "por qué" de nuestra fe, de nuestro compromiso, de nuestro deseo de seguir adelante.
El texto de Juan pone en boca de Pedro esa respuesta que puede iluminar nuestra decisión y compromiso: "Tú tienes palabras de vida eterna..."  Lo que, traducido a nuestro modo de hablar, podría decir: Sólo tú te interesas, de verdad, por la vida de todos nosotros. A tí te importamos. Y tu proyecto, como hombre, como persona, es realmente un proyecto que da vida... Y no una vida para el futuro (para el más allá), sino para ahora. Y ese compromiso con el proyecto del "reino de Dios" es lo que me mantiene dentro y junto con todos aquellos que se sienten llamados a intentar hacer realidad un mundo más justo y solidario en el que la persona sea lo más valioso. Que todas las personas, sobre todo las que ahora mismo viven en niveles que tienen bien poco de humanos.
Y creo que Jesús nos transmite la mejor manera de acercarnos a lo que llamamos "voluntad de Dios", su reino, su sueño y proyecto. Y estoy convencido de que siguiendo tras la huella de Jesús de Nazaret me encontraré, también, con muchísimas otras personas que sueñan y viven con la mente y el corazón puestos en ese horizonte y utopía.
¿A quién íbamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna...
Texto del evangelio de Juan 6, 61-70


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