domingo, 21 de octubre de 2012

No sabéis lo que pedís

21 de octubre 2012 - domingo 29º tiempo ordinario
"Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos"
Hoy, como se celebra el DOMUND (día de las Misiones), el comentario que hemos escuchado en la eucaristía ha derivado hacia la misión, la proclamación del evangelio, los misioneros, nuestra colaboración...
Incluso me ha parecido entender y recordar palabras escuchadas muchísimas veces... El servicio del evangelio, arriesgar la vida, la predicación lejos de su tierra, de su familia...
Estaba reflexionando sobre todo ello y me han surgido varias preguntas:
-¿Qué significa "servir el evangelio"?
-¿Cómo es la iglesia que anuncia el evangelio?
-¿Qué es lo que anuncia realmente?

Y con todas esas preguntas e interrogantes he vuelto a leer el texto del evangelio de hoy.
Me duele admitir que nuestra iglesia (incluso algo más cercano: nuestras comunidades cristianas) parece repetir la escena del evangelio en la que Santiago y Juan le piden a Jesús que los nombre como "ministros" suyos (uno a la derecha y el otro a la izquierda). Repetimos el modelo que vemos en nuestra sociedad: títulos, honores, ser reconocidos, tener autoridad, estar por encima de los demás...

Antiguamente había un dicho para la gente sencilla que hacía preguntas sobre la fe, sobre la iglesia, sobre las normas y mandamientos... Decía así: "Doctores tiene la santa madre Iglesia que le sabrán responder"... Y es que, a mi entender, siempre ha habido demasiados doctores y sabios en la iglesia-institución. Se planteaba como la gran aspiración: estudiar, tener títulos, convertirse en doctor... y así subir en el escalafón. Ahí venía el reconocimiento, el honor, la superioridad, convertirse en maestro de los demás.
Desgraciadamente de esa superioridad se pasaba al poder y dominio. Del poder y dominio... llegaban los abusos, la prepotencia, el ponerse incluso en el lugar de Dios mismo...
Resuena el eco de las palabras de Jesús de Nazaret: "Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos".

Viendo la actitud y comportamiento que tenemos como comunidad de seguidores de Jesús parece hasta escandaloso. Y, quizás, ni nos damos cuenta. Vemos como normal el espectáculo que estamos dando. Es como si toda nuestra aspiración fuera la "sentarnos a su derecha o a su izquierda"... Tal vez presentando todos los razonamientos y buenos sentimientos que nos empujan. Pero qué lejos estamos de las indicaciones de nuestro Maestro.

Y me incluyo yo también porque, también hoy en día en nuestros grupos de Cáritas, ONG's, fundaciones..., aparecen actitudes en las que resulta más importante el reconocimiento, el saber, el dirigir, estar por encima de... 
El texto del evangelio es así de claro: "Entre vosotros, nada de eso".
Necesitamos centrarnos en el mensaje de Jesús, en su buena noticia (buena noticia para los pobres), en proclamar y vivir el nuevo estilo de Jesús, a la manera de Dios. Porque el centro de su evangelio, de su proclamación y de nuestra vida... no son las palabras, ni el saber, ni el dirigir, ni los honores, ni estar por encima de nadie. El centro es la nueva humanidad, el nuevo modo de ser hombre y mujer. Si no somos capaces de comprender que tenemos que convertirnos, darnos la vuelta, y actuar como verdaderos siervos... nuestra proclamación será sólo un recital de palabras.
"El que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos"
A nosotros eso de "ser esclavo" nos suena tan lejano que ya no sabemos qué puede significar. Pero podríamos intentar acercarnos a tanta gente humilde (que no tiene dinero, ni poder, ni es reconocida, ni tiene influencias, ni tiene títulos...), personas que ni siquiera se atreven a acercarse a los que tienen algún título o poder... "Ser esclavo de todos"...
Entiendo que ése es el estilo y manera de anunciar la buena noticia. Si vivo intentando seguir las indicaciones de Jesús de Nazaret, mi vida será buena noticia, será como la pequeña semilla o la pequeña luz que alumbra a los demás.
José A. Pagola en el comentario que hace al texto de hoy subraya lo siguiente:
"No quiere ver entre los suyos nada parecido: "El que quiera ser grande, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero, que sea esclavo de todos". En su comunidad no habrá lugar para el poder que oprime, solo para el servicio que ayuda. Jesús no quiere jefes sentados a su derecha e izquierda, sino servidores como él, que dan su vida por los demás."


Evangelio: Marcos 10, 35-45
"El hijo del hombre ha venido para dar su vida en rescate por todos."
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: "Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir." Les preguntó:- "¿Qué queréis que haga por vosotros?" Contestaron: "Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda." Jesús replico: "No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?" Contestaron /: "Lo somos" "Jesús les dijo: "El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado." Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo: "Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos".

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