sábado, 21 de abril de 2012

Al partir el pan


22 de abril 2012 - 3º domingo de Pascua
"...Vosotros sois testigos de esto"


¿Cómo dar a entender su experiencia?
¿Cómo comunicar, después del terrible final de Jesús de Nazaret, que sigue vivo?
¿Cómo aceptar su camino, su buena noticia, su mensaje?

Su experiencia, lo que ellos han vivido, les dice que todo lo ocurrido no es el final. Que no ha sido un desastre. Que, por difícil que parezca, él, Jesús, es el viviente, el que está en medio de ellos. Que lo han reconocido. Que sienten su presencia...
Es cierto. Hasta imaginan que puede ser un espíritu, un fantasma... Pero todos saben la realidad vivida, el recuerdo de la ejecución, de la cruz, de su muerte horrorosa.

¿De qué podían echar mano? Tenían la biblia, los libros religiosos y sabios de su pueblo: los salmos, los profetas, su historia... que, a lo largo de siglos, la leían como una auténtica historia unida a Dios, su pastor, su rey, su refugio y su roca (como suelen decir muchas veces).
Con esa relectura de la biblia nos transmiten algo que es único: "Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Y comenta Lucas: "Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras."
Es como el sentido profundo de los caminos de Dios, su manera de actuar, la propuesta que nos hace... Lo que, en palabras de Jesús de Nazaret, es la buena noticia del reino de Dios...
Lo que podía sonarles a cuentos y palabras poéticas... ahora comienzan a captar su sentido más hondo, su exigencia...

Entiendo, pues, que hay unos elementos importantes y centrales que quieren transmitirnos:
-"Lo habían reconocido al partir el pan"
Las explicaciones que hemos recibido, las imágenes, el arte y la música han hecho que nos quedemos fijos en la imagen de Jesús partiendo el pan... Algo así como una foto tomada por un fotógrafo escondido y que nos llega a nosotros a través del tiempo.
Y así, perdemos el mensaje. Partir el pan, estar al lado de los débiles, de los hambrientos, de los necesitados, de los que no tienen voz, ni poder... Partir nuestro pan, mi pan, lo que tengo...
Y al hacerlo experimentamos su presencia, su fuerza, su vida, el camino de Dios...
-"Todo lo escrito... tenía que cumplirse"
Y ahí, de nuevo, hemos tomado los salmos y los profetas como si de adivinos se tratara... Ya lo dijeron, ya lo profetizaron. Así cerramos el argumento del triunfo de Jesús.
Sin embargo, cuando leo los libros de la biblia he ido constatando la aspiración y deseo de esos grandes hombres (religiosos y piadosos) que desean, sueñan y predican un mundo más justo, más solidario, más según lo que Dios quiere... La realidad, por otro lado, las circunstancias sociales y políticas (comenzando por sus propios reyes y políticos) presentan un panorama triste y desolado...
Y el pueblo llano sufre las invasiones, los despojos, el destierro, la humillación... Generaciones y generaciones que ven pasar el tiempo y ese mesías que les salva, ese reino de Dios, cada vez parece más lejano.
La lectura que hacían estaba enfocada hacia ellos mismos (su historia, su política, su realización como pueblo).
Jesús de Nazaret retoma la palabra de los profetas, de los salmos, y nos muestra un camino nuevo. Y lo descubrimos al partir el pan. Cuando comenzamos a practicar lo que resumirá en: "Dar de comer al hambriento, de vestir al desnudo, visitar al preso y al enfermo..." Porque Dios y su camino se encarna en esos pobres y humildes.
Y aquí llegan los ilegales, los que menos tienen (ni siquiera papeles)... y nos dicen que es "políticamente incorrecto" atender a esa gente. Como decir: sin papeles no tienen derechos. Derecho a nada. Que se vayan! Y si escuchamos las políticas que nos presentan... Importan más los "mercados" y los "bancos" que las personas. Que hay mucha gente que apenas pueden llegar a fin de mes, que subsisten de mala manera... ¡no importa! No son gente importante, no tienen peso político...

"Al partir el pan" lo reconocieron... Estoy pensando que si los que nos decimos seguidores de Jesús de Nazaret comenzamos a practicarlo, es muy posible que nosotros y muchos más comiencen a experimentar que Jesús sigue vivo, que el camino de Dios es de verdad, que -a pesar de todos los sufrimientos, de toda la pasión y de la cruz- no es ningún fracaso. Y que la humanidad se salva y aparece un mundo nuevo. "Otro mundo es posible"... al partir el pan.


Lectura del santo evangelio según san Lucas (24,35-48):
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: «Paz a vosotros.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.
Él les dijo: «¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.»
Dicho esto, les mostró las manos y los pies.
Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tenéis ahí algo que comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo: «Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.»

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