domingo, 28 de agosto de 2011

JMJ - Reflexiones (2)


(Continuación del Documento)

B.- Sus “valores” y su “espiritualidad”

¿Cuáles son los “valores” y la “espiritualidad” que de hecho promocionan estas empresas? El Evangelio nos advierte que hemos de ser cautos como serpientes y no fiarnos de las apariencias ni de las declaraciones: “por sus frutos los conoceréis”.

Muchas de estas empresas forman parte de lo que la prensa denomina los “mercados”, o son sus propagandistas ideológicos. “ Los mercados están integrados por personas e instituciones concretas. Son los propietarios de grandes capitales: grandes banqueros y directivos de los bancos, grandes inversores, titulares de los fondos de inversión, de pensiones, multinacionales...Tienen mucho dinero y mucho poder. Controlan no sólo sus propios e inmensos recursos financieros, sino también el ahorro de los españoles. Pueden dominar a los gobiernos y superponerse a las decisiones que las instituciones democráticas adoptan. Tienen influencia sobre los organismos internacionales y de creación de opinión pública.

1.- Durante la crisis económica

¿Cuáles han sido y siguen siendo las prácticas de estas personas y empresas, de estos “mercados” durante el origen y el desarrollo de la crisis?

- En el origen de la crisis: Entre las causas principales de la crisis, están la disminución de capacidad adquisitiva de la mayoría de los ciudadanos en los últimos años, lo que les ha obligado a endeudarse en proporciones desmesuradas, y el predominio del capital especulativo en la vida económica. “La disminución de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional se ha hecho a costa de un crecimiento muy acentuado de las rentas del capital, y muy en especial del capital financiero, especulativo. Desde el año 1980 al 2010 las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional descendió en España, de un 66,8% a un 56,6%.” (Vicens Navarro, “elplural.com”, “rebelion.org”, 21-3-2010).

Este crecimiento de las rentas superiores no se orientó prioritariamente a la economía productiva, sino a inversiones de las que poder sacar más beneficios a corto plazo; a actividades especulativas como las inmobiliarias, donde los beneficios alcanzaron dimensiones exuberantes. De esta forma se ha creado el complejo -capital financiero-inmobiliarias-construcción- responsable de los elevados precios de la vivienda, incrementándose el gran endeudamiento de las clases populares.

Esta crisis ha tenido su origen, por tanto, en el ansia incontrolada de beneficios de los bancos y grandes grupos que dominan las finanzas. Estos crearon productos financieros extraordinariamente volátiles, arriesgados y muy rentables para ellos, aunque escasamente productivos y profundamente desvinculados de la economía real que satisface las necesidades humanas. “La presión de los beneficios a corto plazo, especialmente en el campo financiero, ha sido una de las causas más evidentes del desencadenamiento de la crisis” (Obispos vascos, “Una economía al servicio de las personas”, Carta Pastoral de Cuaresma-2011, nº 19)

El mismo Fondo Monetario Internacional ha publicado un Documento en Enero-2011 en el que reconoce que:

- Se dio por buena la creencia que los economistas ortodoxos propagaban sin cesar gracias al apoyo de la banca y las grandes empresas que los financian.

- Se hizo la vista gorda, por parte de las instituciones gubernamentales, ante los desmanes de los bancos para poder dejar que acumularan beneficios a sus anchas.

- En el desarrollo de la crisis: “Los mercados han fallado rotundamente. Lo que es una “triste gracia” es que ahora, ante este fallo del mercado, la solución tenga que cargar sobre la gran mayoría de los ciudadanos, cuando es una pequeña minoría la que, en la época de bonanza, se ha llevado los beneficios.

De hecho, la ideología dominante está aprovechando la crisis para confundir a la ciudadanía y difundir el discurso neoliberal clásico: sobre los problemas para garantizar el cobro de las pensiones en el futuro, sobre la necesidad de las bajadas de impuestos (particularmente el impuesto de sociedades y en general los que afectan a los que disponen de más recursos), sobre el abaratamiento del despido en las empresas, sobre la necesidad de la moderación salarial. Cuando la crisis ha sido provocada no por la subida de salarios, que se han mantenido prácticamente iguales, sino por los excesivos beneficios de las entidades financieras, su falta de regulación y la especulación financiera” (Charla de Juan Francisco Martín-Seco, Foro “Curas de Madrid”, 15-10-2008)

Las grandes entidades financieras, y el poder político que actúa a sus dictados, están obligando a que los recortes de gastos que llevan a cabo los gobiernos se centren en derechos sociales, en inversión pública productiva, en contracción de salarios, etc., pero no en recortes de lo que les benefician a ellos, como son las ayudas a los bancos o a la gran empresa, los gastos militares.

Estas entidades financieras siguen haciendo buenos negocios a costa del Estado y de los ciudadanos en medio de la crisis general: “El Banco Central Europeo desde la mitad de 2009 ha estado enviando dinero como préstamos a la banca privada, a unos intereses de sólo un 1%. Con este dinero, la banca privada compra deuda pública, que ofrece unos intereses de 3%, 4%, 6% o incluso 9%, con lo cual han logrado el chanchullo del año. Y, lo que es más indignante, al mismo tiempo extorsionan a los gobiernos para obligarles a adoptar políticas que les faciliten aún más la obtención de beneficios

Mientras, el crédito brilla por su ausencia o se presta a las pequeñas y medianas empresas y a los consumidores hasta al 11 %”.(Vicens Navarro)

Y siguen haciendo negocio con los desahucios de su vivienda a que se ven obligados muchos ciudadanos por no poder hacer frente a los gastos de hipoteca. El “The New York Times” (27-10-2010) informaba sobre la escandalosa situación que tiene lugar en España cuando una persona no puede pagar una hipoteca: En la mayoría de países cuando una persona se encuentra en tal situación puede declararse en bancarrota, permitiéndole devolver las llaves al banco que le vendió la hipoteca sin tener que devolver el resto de la deuda hipotecaria. No así en España, por el poder de la banca en el desarrollo de la legislación hipotecaria. Aquí, aunque devuelva las llaves del piso al banco, la persona continúa debiendo la hipoteca y en muchos casos queda endeudada para el resto de su vida, al igual que sus avalistas. Los bancos españoles pueden incluso acceder automáticamente al salario de la persona que debe la hipoteca, exigiendo un pago mensual detractado de su nómina.

Los bancos se enriquecen igualmente con el cobro de comisiones. Ingresaron en 2009 11.409 millones de euros por este concepto y no pagan IVA por esas comisiones. Eso supone un fraude legal de casi dos mil millones.

Hacen negocio finalmente con lo que se presenta como “rescate” de las economías de algunos países : “La realidad es que el “rescate” de Portugal, siguiendo la línea de otros anteriores (un préstamo muy cuantioso para que Portugal pague las deudas acompañado de medidas restrictivas y de recorte de derechos sociales y de gasto) no va a salvar a su economía. Es mentira que este tipo de operaciones rescaten a los países. De lo que se trata no es de salvar o rescatar a un país sino a los bancos (en el caso de Portugal, los bancos españoles) principalmente, y a los grupos más ricos y poderosos, puesto que lo que se hace con el rescate es poner dinero para que ellos cobren sus deudas y obligar a que la sociedad cargue con la factura de la operación durante años.” (Juan Torres, redes cristianas, 1-4-2011)

Con estas prácticas no es extraño que los beneficios de los bancos y grandes empresas y de sus directivos no dejen de crecer en medio del empobrecimiento general. Algunos datos seleccionados de las noticias de la prensa económica:

“Conjuntamente, las principales entidades financieras españolas mejoran en un 22 % el margen del negocio bancario del primer semestre” (elplural.com, 3-8-2009). “Los balances que los mismos bancos publican para publicitarse ante sus clientes son una muestra de descrédito social en este momento de crisis sistémica: El BBVA, presidido por Francisco González, obtuvo el año pasado un beneficio de 4.606 millones de euros, un 9.4% más que en 2009. Por su parte, el Santander de Botín ha obtenido respectivamente beneficios de 9.060, 8.876, 8.943 y 8.181 millones de euros en los cuatro últimos años” (attacmadrid.org 10-4-2011).

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