domingo, 26 de marzo de 2017

Desgraciados y excluidos



Domingo 26 de Marzo de 2017
Resultado de imagen de ciego de nacimientoEl texto que hemos escuchado en la eucaristía de este fin de semana, tomado del evangelio de Juan (cap.9) nos habla del ciego de nacimiento y su curación...
Al igual que en otros pasajes de este evangelio, toda la narración es como la catequesis que se daba a aquellas primeras comunidades. 

Fray Marcos lo explica así: "Todo el relato es simbólico. Se propone un proceso catecumenal que lleva al hombre de las tinieblas a la luz; de la opresión a la libertad; de no ser nada a ser plenamente hombre. Jesús acaba de decir: “Yo soy la luz del mundo”. Lo repite y lo va a demostrar con hechos, dando la vista al ciego..."

La mentalidad de aquellos tiempos daba por cierto y comprobado que los males, las enfermedades y las desgracias eran como un castigo de Dios por sus pecados. Todavía existe entre nosotros una mentalidad que arrastra parte de ese sentir... Los discípulos de Jesús se lo preguntan: Quién pecó? Él o sus padres?...
Me quedo pensando en la actitud de Jesús de Nazaret. Por un lado anuncia la Buena Noticia del reino de Dios. Por otro, día a día, se va fijando en los enfermos, en los lisiados, en los leprosos, en la mujer que van a matar a pedradas, en la viuda que acaba de perder a su único hijo, en los niños... Y habla en parábolas: la oveja perdida, el hijo pródigo, los pobres y mendigos que no han sido invitados a la boda y, al final, terminan entrando...
La mirada de Jesús. Es totalmente especial. No mira ni admira a los grandes y poderosos, a los famosos de su tiempo, a los ricos, a los jefes y maestros de la Ley... Es como si su punto de mira fueran los "desgraciados y excluidos"...
Qué raro nos parece ahora. Pensar en el reino de Dios, en la comunidad de seguidores de Jesús de Nazaret, con gentes así... Desgraciados y excluidos!

José A. Pagola lo comenta así: "Jesús lo mira de manera diferente. Desde que lo ha visto solo piensa en rescatarlo de aquella vida de mendigo, despreciado por todos como pecador. Él se siente llamado por Dios a defender, acoger y curar precisamente a los que viven excluidos y humillados..."

Nuestro mundo y nuestra sociedad también va dejando al margen a muchos hombres y mujeres. Son los desgraciados y excluidos: Los sin techo; los sin trabajo; los sin papeles; los explotados laboralmente, sexualmente; los olvidados (ancianos arrinconados en sus casas)... Y la lista se va alargando.
Si no aprendemos a mirar como Jesús de Nazaret, difícilmente podremos entrar en el estilo nuevo del reino de Dios. Seremos como ciegos que no saben a dónde van. Vamos a necesitar lavarnos los ojos, como el ciego de nacimiento, para descubrir al "hijo del hombre" y emprender el nuevo camino.



Texto del evangelio de Juan (9, 1-41)

sábado, 18 de marzo de 2017

El Dios de Jesús de Nazaret

Domingo 19 de Marzo de 2017

Imagen relacionadaHoy el texto que nos ofrece la celebración de la eucaristía está tomado de Juan (capítulo 4) y es sobre el encuentro de Jesús de Nazaret y la mujer samaritana. Todo el texto está lleno de imágenes y pensamientos que van mucho más allá de la escena misma.
-Mujer, dame de beber
-Si conocieras el don de Dios y quién te lo pide...
-Él te daría agua viva...
-Señor, dame de esa agua...
-Llega la hora en la que los que adoran a Dios lo harán en espíritu y verdad...

Estoy pensando que también ahora, al igual que entonces, muchos son (y somos) los que de una manera o de otra nos hemos acercado a la iglesia, a la religión, a la práctica de unos ritos y creencias que se fueron convirtiendo en costumbre, en cultura, en modo de vida... Pero creo que pocos hemos llegado a la experiencia de "encontrar" a Jesús de Nazaret, a la experiencia del "Dios de Jesús".
Entre los comentarios que hace José Antonio Pagola..."Son muchas las personas que, a lo largo de estos años, se han ido alejando de Dios sin apenas advertir lo que realmente estaba ocurriendo en su interior. Hoy Dios les resulta un «ser extraño». Todo lo que está relacionado con él les parece vacío y sin sentido: un mundo infantil cada vez más lejano..."

Efectivamente. Dios llega a ser un ser extraño, algo que deja de afectarnos en nuestro modo de vida, en nuestros valores, en nuestras decisiones.
¿Cómo sería si en lugar del dios infantil que aprendimos en el catecismo hiciéramos la experiencia del Dios de Jesús?
Jesús, creo yo, había interiorizado tan profundamente el modo de mirar y de sentir de Dios (al que llama "papá") que terminó actuando como Él. La ternura, la compasión, el no distinguir a las personas, solidarizarse con los más débiles, con los marginados... Una propuesta y proyecto de vida humana tan humana y tan distinta que exigía un cambio radical, una conversión... Esa "buena noticia" que le costó la vida (acusado, juzgado y condenado a muerte de cruz...). Y ahí viene lo grande y maravilloso: Su vida sigue atrayendo y provocando (al menos en algunas personas) verdaderas revoluciones...

Nos hace falta pararnos, detenernos unos minutos cada día... Sí, tiempo de meditación, de serenidad y de paz, para encontrarnos con el Dios de Jesús de Nazaret. Hacer que su modo de entender y de sentir vaya penetrando en nuestro interior, en nuestro subconsciente... Así podremos acercarnos a la "buena noticia" del Maestro.

Un comentario más de J. A. Pagola: "Creo que la experiencia primera y más importante es encontrarnos a gusto con Dios porque lo percibimos como una «presencia salvadora». Cuando una persona sabe lo que es vivir a gusto con Dios, porque, a pesar de nuestra mediocridad, nuestros errores y egoísmos, él nos acoge tal como somos, y nos impulsa a enfrentarnos a la vida con paz, difícilmente abandonará la fe..."
Texto del evangelio de Juan (4,5-42)

domingo, 12 de marzo de 2017

Escuchadlo

Domingo 12 de Marzo de 2017

Aquellas primeras comunidades de seguidores de Jesús de Nazaret se debieron preguntar muchas veces lo mismo que una vez preguntó él mismo: "Vosotros quién decís que soy yo?"  Y el texto que hemos escuchado hoy (tomado de Mateo en el capítulo 17) es como la respuesta, desde la fe, de lo que sentían y creían: "Es mi hijo amado, el amado, mi predilecto. Escuchadlo".

Resultado de imagen de escucharImagino que todos, de una manera o de otra, hemos encontrado en nuestra vida a otras personas que se han convertido en nuestra referencia por su manera de ser, por su modo de actuar, por su estilo de vida... Y, hoy, después de escuchar el texto del evangelio, me pregunto si Jesús de Nazaret es una referencia para mí. No me refiero a la vida espiritual o religiosa; sino a mi vida, a la manera de ver y entender, a mi actitud ante la sociedad que me rodea, el mundo en el que me ha tocado vivir.

Entiendo que Jesús entendió, sintió y vivió una experiencia de Dios tan especial, tan profunda y entregada que le impulsó a proclamar la "buena noticia" del reino de Dios. Todo su mensaje, al igual que su propia vida, está enfocado a darnos a conocer la ternura y compasión de Dios, nuestro padre que desea que la vida de las personas sea tan humana como Dios mismo. Y nos indica que Dios se encarna (se hace carne) en nuestro prójimo (el que cayó en manos de ladrones... -el buen samaritano-), en las personas marginadas y despreciadas... (Zaqueo, la mujer adúltera, los leprosos, los niños...). Y todas sus parábolas abundan en la misma idea. Así de sencillo, así de transparente. Sin la necesidad de dar razones y argumentos como solemos escuchar muchas veces a los maestros de religión.

Entonces, una vez que empiezas a entenderlo, resuena dentro de tí esa palabra final del mensaje: "Escuchadlo".
Ahora mismo tengo en mi mente e imaginación la imagen de niños y niñas "escuchando" una historia, un cuento...con esa atención que ponen, con la intensidad que tienen en su mirada metidos de lleno en la narración... Escuchadlo!
Algo así tiene que ser mi vida porque eso es lo que importa, lo que vale la pena.

Texto del evangelio de Mateo (17, 1-9)


domingo, 5 de marzo de 2017

No me dejes caer en la tentación

Domingo 5 de Marzo de 2017

Resultado de imagen de no sólo de pan vive el hombreHace ya mucho tiempo leí un comentario sobre las "tentaciones de Jesús". No recuerdo el autor. Venía a decir que lo más probable es que no fueran una anécdota vivida en el desierto antes de comenzar su vida pública (como se suele decir y como lo presenta el evangelio de Mateo). Es muy posible que esas tentaciones las tuvo a lo largo de su vida.
-"Si eres hijo de Dios..."
-"Si tanto confías en Dios..."
-"Todo será tuyo... si me adoras..."
Hemos metido a Jesús de Nazaret tanto en su papel de "Hijo de Dios", que todo resulta demasiado fácil: las tentaciones, los milagros, las discusiones con los rabinos y escribas, su condena y ejecución... Tenemos miedo de asumir que Jesús fue un hombre como nosotros. Como si al admitir su humanidad perdiera valor su mensaje y dejara de ser verdadero el anuncio de Buena Noticia del reino de Dios.
Me  parece muy importante releer el evangelio desde esa perspectiva.
Jesús de Nazaret se siente movido por el "espíritu", experimenta en sí mismo el modo de entender de Dios (ver toda la tradición de los grandes profetas de Israel sobre la compasión y ternura de Dios; sobre la proclamación del año sabático de Dios; sobre la acogida a los extranjeros, atención a las viudas e indigentes). Siente que Dios (el único, el verdadero) quiere algo que está por encima de toda religión, de todas normas y mandatos: el amor al prójimo, la solidaridad, el poner como centro de nuestra vida a las personas comenzando por los más débiles y necesitados...
Y claro, siempre estaba la tentación ahí... Si eres hijo de Dios... Casi como una burla a su mensaje de buena noticia, a su proclamación de la llegada del reino de Dios.

Creo que también nosotros que intentamos seguir su camino, nos encontramos con las mismas tentaciones.
Clamo a Dios por los desastres que vemos en nuestro mundo. Me indigna el abuso de los poderosos. Me desanima ver la ostentación de dirigentes religiosos. Creo que es escandaloso el drama de la emigración. 
Nuestra sociedad me presenta constantemente un camino y un modelo en los que lo más importante es "tener", consumir, alcanzar las mayores comodidades, gozar, disfrutar...

José Antonio Pagola lo comenta así: "Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan. Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la satisfacción de nuestros deseos; vivir obsesionados por un bienestar siempre mayor o hacer del consumismo indiscriminado y sin límites el ideal casi único de nuestras vidas..."

Antes se nos ponía "el cielo" como meta y como premio. Para ello servía la resignación, la penitencia, el sufrimiento, el aguantar... porque al final entraríamos en la gran fiesta del cielo.
Ahora parece como si hubieran suprimido el cielo... Y lo que importa es todo el consumo de aquí y ahora... Y ahí estamos: "si eres hijo de Dios, haz que estas piedras se conviertan en pan..."
"La llamada de Jesús, sigue comentando J.A. Pagola, nos puede ayudar a tomar más conciencia de que no solo de bienestar vive el ser humano. También los hombres y mujeres de hoy necesitamos cultivar el espíritu, conocer el amor y la amistad, desarrollar la solidaridad con los que sufren, escuchar nuestra conciencia con responsabilidad, abrirnos al Misterio último de la vida con esperanza..."

No me dejes caer en la tentación.
Texto del evangelio de Mateo (4,1-11)

domingo, 26 de febrero de 2017

La justicia del reino de Dios

Domingo 26 de Febrero de 2017

Resultado de imagen de no podéis servir a dios y al dineroEl texto que hemos escuchado (seguimos con Mateo en el capítulo 6) se presta a hacer consideraciones sobre la "providencia de Dios". Que Dios es nuestro padre, que sabe lo que necesitamos, que no nos preocupemos del comer y del vestir, que él nos dará todo lo que nos haga falta...
Y, ante eso, se nos queda la pregunta: ¿Si no me ocupo yo de buscar el trabajo y los medios para comer y vestir... quién me lo dará? Especialmente en nuestra sociedad en la que manda el consumo y una agresividad competitiva, cómo entender las palabras de Jesús de Nazaret.
"No podéis servir a Dios y al dinero". Así lo proclama Jesús. 
¿A quién sirvo yo? 
Así comenta José A. Pagola: " El Dinero, convertido en ídolo absoluto, es para Jesús el mayor enemigo para construir ese mundo más digno, justo y solidario que quiere Dios. Hace ya veinte siglos que el Profeta de Galilea denunció de manera rotunda que el culto al Dinero será siempre el mayor obstáculo que encontrará la humanidad para progresar hacia una convivencia más humana..."
Podemos decir que nuestro mundo, nuestra sociedad, se mueve siguiendo las pautas de la economía (del dinero), del negocio y ganancias, del poder e influencias (siempre de fondo el dinero). A todo eso se le dan nombres de empresas, de negocios, de operaciones en bolsa, de intercambios comerciales. Pero todo (y todas las personas que están detrás) obedecen al mismo "dios", el dinero. Y ésa es la cara de nuestra sociedad.

Continúa el comentario de J.A.Pagola: "La lógica de Jesús es aplastante: «No podéis servir a Dios y al Dinero». Dios no puede reinar en el mundo y ser Padre de todos sin reclamar justicia para los que son excluidos de una vida digna. Por eso no pueden trabajar por ese mundo más humano querido por Dios los que, dominados por el ansia de acumular riqueza, promueven una economía que excluye a los más débiles y los abandona en el hambre y la miseria...

"Buscad, ante todo, el reino de Dios y su justicia..."
Ahí estaría la clave para entender bien la manera de pensar y de vivir de Jesús de Nazaret. Si queremos ser seguidores de Jesús, nuestro primer paso es la "conversión" a la manera de entender el reino de Dios y su justicia.
¿Cómo entiende y cómo quiere Dios la vida de las personas? Cómo es posible percibir y entender la justicia de Dios en un mundo en el que tantos millones de personas sufren hambre, la marginación, la opresión y el desprecio. Y esa marea de inmigrantes llegando a las costas europeas para encontrarse con leyes y normas de rechazo, de exclusión. O los muros con alambradas y concertinas para rechazar y evitar que entren en "nuestro paraíso"... (Sí, no es el presidente Trump el primero. También las tenemos nosotros).
Y cómo se hace cada vez más precario el contrato laboral... Y cómo las compañías eléctricas aumentan sus ganancias mientras las familias más pobres se ven expuestas a la carencia de lo más necesario.
"El reino de Dios y su justicia..." 

Texto del evangelio de Mateo (6,24-34)


viernes, 17 de febrero de 2017

A la manera de Dios

Domingo 19 de Febrero de 2017

Resultado de imagen de nuestra miradaContinuamos con el texto de Mateo (en el capítulo 5). En él se recoge toda una serie de indicaciones que son como las señales para entrar en el estilo de la Buena Noticia.
Muchas veces hemos escuchado esos textos: "Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente; pero yo os digo... Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo; pero yo os digo..."
Y ahí entra la "manera de Dios".
Jesús de Nazaret nos habla de "amar a tu enemigo", poner la otra mejilla", "rezar por los que te persiguen"...
Una vez más, el estilo de Jesús nos desconcierta, nos descoloca, nos pone las cosas difíciles... Como que exagera. Que no puede ser. Y, desgraciadamente, nuestros educadores en la fe, nuestros guías, nos han hablado más de un Dios justiciero y hasta castigador que del modo de entender y de vivir de Jesús. Parecía que el pecado era lo más importante. De ahí las amenazas de los castigos (y hasta del infierno) y de la necesidad constante de más y más penitencia.
Jesús, desde su experiencia de Dios, nos habla de la Buena Noticia del reino de Dios. Y nos habla del "padre que acoge al hijo pródigo", o nos presenta la imagen del "pastor" que busca la oveja perdida. Un Dios que nos mira y acoge a todos, que no va distinguiendo a unos de otros. Que hace "llover" para todos sin distinción.
Por eso, reflexionando sobre todo esto, mi deseo es ir consiguiendo ver, mirar y actuar "a la manera de Dios", a la manera del Dios de Jesús de Nazaret.
José Antonio Pagola comenta el texto de hoy con pensamientos que te hacen reflexionar (como siempre). A lo que se decía antiguamente Jesús contrapone su propia visión: "Amar a los enemigos": "Jesús lo hizo. Sin respaldo alguno de la tradición bíblica, distanciándose de los salmos de venganza que alimentaban la oración de su pueblo, enfrentándose al clima general que respiraba en su entorno de odio hacia los enemigos, proclamó con claridad absoluta su llamada: «Yo, en cambio, os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen».
Su lenguaje es escandaloso y sorprendente, pero totalmente coherente con su experiencia de Dios. El Padre no es violento: ama incluso a sus enemigos, no busca la destrucción de nadie. Su grandeza no consiste en vengarse, sino en amar incondicionalmente a todos. Quien se sienta hijo de ese Dios no ha de introducir en el mundo odio ni destrucción de nadie..."
Cuánto rencor, cuánto odio, cuánta envidia, cuánto de todo eso hemos ido encontrando incluso en las comunidades de cristianos. Hasta parecía justificado. Pero resulta totalmente imposible seguir a Jesús de Nazaret si no vamos cambiando nuestra mirada y nuestra vida: "A la manera de Dios".
Texto del evangelio de Mateo (5,38-48):

sábado, 11 de febrero de 2017

No basta con cumplir la ley

Domingo 12 de Febrero de 2017

Resultado de imagen de habeis oido que se dijo ojo por ojo y diente por dienteEn nuestra formación religiosa hemos escuchado y repetido tantas veces eso "cumplir los mandamientos", hacer las cosas "como Dios " y tantas otras expresiones que nos hacían "legales" = cumplidores de la ley que apenas si nos afecta el texto que nos ofrece Mateo en la lectura de este domingo... "No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas..."  Jesús nos señala un modo bien distinto de entender. 
Sí, ya sabéis lo que se dijo antiguamente... y va enumerando los mandamientos (esos que también nosotros aprendimos). Sólo que en cada uno de ellos marca una gran diferencia.
"Si vuestra justicia no es mayor que la de los que siguen al pie de la letra las leyes..."
"El que se deje llevar de la cólera..." "Si vas a presentar tu ofrenda... (si vas a misa) y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra tí..."

Aprendimos a ser "legales", cumplidores de leyes, y dejamos a un lado el estilo y manera de pensar y vivir que presenta Jesús de Nazaret.
Si hasta el presentar la ofrenda a Dios, el ir a misa, se deja para reconciliarse primero con el hermano... Si primero es el "hombre", antes que el sábado (o el domingo), eso me da a entender que lo más importante es la atención al hermano, el sentido de humanidad y solidaridad. Es algo que Jesús fue repitiendo a lo largo de toda su vida. Su actitud, sus parábolas, todo nos da a entender que para él "cumplir la ley" era poner en el centro la compasión y la ternura especialmente hacia los últimos, los olvidados, los marginados, los más débiles.

Por muy legal que yo sea, si no empiezo a asimilar el estilo y manera de actuar de Jesús de Nazaret, no entraré en el reino de Dios. Así de contundente.

Y José Antonio Pagola comenta de esta manera: "Por eso, según Jesús, no basta cumplir la Ley, que ordena «no matarás». Es necesario, además, arrancar de nuestra vida la agresividad, el desprecio al otro, los insultos o las venganzas. Aquel que no mata cumple la Ley, pero, si no se libera de la violencia, en su corazón no reina todavía ese Dios que busca construir con nosotros una vida más humana.

Según algunos observadores, se está extendiendo en la sociedad actual un lenguaje que refleja el crecimiento de la agresividad. Cada vez son más frecuentes los insultos ofensivos, proferidos solo para humillar, despreciar y herir. Palabras nacidas del rechazo, el resentimiento, el odio o la venganza..."

Por ahí comienza nuestra conversión. Si me indigna la actitud de políticos y gobernantes, si me parece fatal la actitud de nuestra sociedad ante las grandes situaciones de injusticia, de dejadez, de abandono y hasta de desprecio... será mejor que comience yo mismo a hacer mi pequeño mundo más humano y solidario, más atento y compasivo.

Texto del evangelio de Mateo (5,17-37)

Dios no mandó su hijo al mundo para condenar...

...sino para se salve por él 14 de septiembre 2025 (Fiesta de la Exaltación de la Cruz) El texto que nos ofrece este fin de semana la Iglesi...