viernes, 10 de mayo de 2024

La Buena Noticia a toda la humanidad

Comunicar, anunciar, proclamar

12 de mayo 2024

 



Me gusta la introducción que hace Imma Calvo al evangelio de este domingo: -"Celebramos este domingo la Ascensión de Jesús. Lucas es el único que hace esta narración y cuenta el relato en dos ocasiones con grandes diferencias. En el evangelio, Resurrección, apariciones y Ascensión, todo sucede el mismo día. En los Hechos de los apóstoles dice que ocurrió a los cuarenta días de resucitar. Parece evidente el sentido catequético del relato, pero llevamos siglos interpretándolo como un suceso real... Y es que resulta más cómodo subir a Jesús al Cielo y dejarlo allí. Por el contrario, nos exige más saber que está entre nosotros, en los que pasan necesidad."

Como  comenta Fay Marcos: -"Resurrección, Ascensión, glorifica­ción, Pentecostés, constituyen una sola realidad, que está fuera del alcance de los sentidos. Esa realidad no temporal, no localizable, es la más importante para la primera comunidad y es la que hay que tratar de descubrir."

Y añade algo que me parece, no sólo profundo, sino que nos apunta un camino para ir avanzando en nuestro seguimiento de Jesús de Nazaret: -"La verdadera ascensión de Jesús empezó en el pesebre y terminó en la cruz cuando exclamó: "consumatum est". Ahí terminó la trayectoria humana de Jesús y sus posibilidades de crecer. Después de ese paso, todo es como un chispazo que dura toda la eternidad. Había llegado a la plenitud total en Dios, precisamen­te por haberse despegado (muerto) de todo lo que en él era caduco, transitorio, terreno. Solo permaneció de él lo que había de Dios y por tanto se identificó con Dios totalmente. Esa es también nuestra meta. El camino también es el mismo que recorrió Jesús."

A menudo nos encontramos con pequeños detalles, en los textos del evangelio, que deberían servirnos de guía para nuestro camino. En el que leemos este domingo apunta: -"- Id por el mundo entero proclamando la buena noticia a toda la humanidad..." Me pregunto si, poco a poco, no nos hemos ido apartando de lo que significa "la Buena Noticia". Hemos terminado por escribir, anunciar y proclamar toda una serie de verdades, dogmas, reflexiones y doctrinas que han terminado por hacer del seguimiento de Jesús de Nazare una religión con mucho aparato exterior, muchas personalidades, muchas autoridades, doctores de la Ley y con sabios que entienden y explican lo que nadie ha visto.

La Buena Noticia... Necesitamos volver continuamente al mensaje original de Jesús. En todos los tiempos, y ahora muchísimo más, necesitamos escuchar lo que nos quiso mostrar: Dios no es ese personaje lejano, inaccesible, omnipotente, juez de vivos y muertos, que premia y castiga, que nos vigila día y noche y que nos exige que no fallemos y cometamos ningún pecado...  Todos, de un modo o de otro, hemos ido asumiendo una imagen de un dios que nos infunde miedo, que está lejos y que... no nos hace caso.

La Buena Noticia (nos dice Jesús) es que Dios está muy cerca de nosotros, que nos ama como lo hacen papá y mamá, que sabe que fallamos y cometemos errores; pero que siempre, siempre nos perdona y nos comprende. Que todo lo que nos rodea (la naturaleza, el cosmos, los microorganismos) es un acto de amor. Es como si dijéramos que Él está ahí creando, animando, dando aliento... Y nosotros estamos invitados a acoger, asumir y respetar participando de su existencia y de su vida.

Ese Dios, tan diferente y especial, nos invita a entender que toda la humanidad es una familia, que todos somos hermanos y que es inconcebible que haya hombres y mujeres que sufren hambre, que carecen del mínimo vital, que están marginados, oprimidos y esclavizados por otros hombres y mujeres...

El Dios que nos anuncia Jesús de Nazaret no hace distinción de personas. Quiere a todos por igual. No importa su raza, su color, su religión, sus costumbres, su lengua, su modo de hacer o de vivir...

"Id por el mundo entero proclamando la Buena Noticia..."

Nuestro problema es que estamos instalados en un mundo que tiene de casi todo y vive lejos de toda esa muchedumbre de pueblos que viven en un submundo... Nuestra religión y nuestro poder adquisitivo parece que nos aseguran la felicidad en este mundo y la salvación en el otro...

¿Cómo vamos a anunciar la Buena Noticia de Jesús de Nazaret si somos incapaces de ver y mirar a esa humanidad con los ojos de Dios, tal como lo hacía Jesús?

Buna Noticia será que los que decimos creer eso que nos dice Jesús empecemos a vivirlo, a ver esa otra humanidad que está lejos o que deseamos que no llegue a nuestra tierra, a nuestra sociedad, a nuestro mundo rico... (Eso ya lo dicen algunos partidos políticos y, quizás, lo estemos pensando muchos aunque no lo digamos.)

Nos lo repite hoy el evangelio... Y no es un mensaje para los misioneros y misioneras. Tampoco es un mensaje para los curas y monjas. No. Es un mensaje para todos los que nos decimos seguidores de Jesús de Nazaret.

Texto del evangelio de MARCOS 16, 15-20


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