jueves, 27 de marzo de 2025

Padre, he pecado contra el cielo y contra tí...

...Ya no merezco llamarme hijo tuyo

30 de marzo 2025


He aquí un texto que sólo necesita un gran silencio y nuestra reflexión. Demasiado a menudo nosotros, los seguidores de Jesús de Nazareth, hablamos, explicamos, comentamos las palabras de Jesús. Repetimos reflexiones ya escuchadas o leídas.

Es mejor que abramos nuestros oídos y nuestro corazón y tratemos de hacer nuestro el programa que siempre nos propone el Maestro.


Texto del evangelio de Lucas 15, 1-3. 11-32

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».

Jesús les dijo esta parábola:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes.

No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.

Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.

Recapacitando entonces, se dijo:
“Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros».

Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.

Su hijo le dijo:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.

Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”.

Y empezaron a celebrar el banquete.

Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

Este le contestó:
“Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”.

Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.

Entonces él respondió a su padre:
“Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”.

El padre le dijo:
“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».

jueves, 20 de marzo de 2025

Un hombre tenía una higuera plantada en su viña

...fue a buscar fruto en ella y no lo encontró

23 de marzo 2025

Este domingo el evangelio de Lucas nos trae una parábola que es muy fácil de entender... Además ya la hemos escuchado muchas veces: La higuera estéril.

El tiempo de Cuaresma se presta a hacer comentarios sobre todo eso y, seguramente, ya los hemos hecho más de una vez.

José Antonio Pagola lo comenta de esta manera: -"Jesús se esforzaba de muchas maneras en despertar en la gente la conversión a Dios. Era su verdadera pasión: ha llegado el momento de buscar el reino de Dios y su justicia, la hora de dedicarnos a construir una vida más justa y humana, tal como la quiere él."

"La parábola ha sido contada para provocar nuestra reacción. ¿Para qué una higuera sin higos? ¿Para qué una vida estéril y sin creatividad? ¿Para qué un cristianismo sin seguimiento práctico a Jesús? ¿Para qué una Iglesia sin dedicación al reino de Dios?"

"¿Para qué una religión que no cambia nuestros corazones? ¿Para qué un culto sin conversión y una práctica que nos tranquiliza y confirma en nuestro bienestar?"

Son preguntas que se ajustan al planteamiento de la parábola. De ahí que yo también me aplique el comentario que hace Jesús de Nazaret. ¿Cómo es mi vida? ¿Cuáles son los frutos que doy? ¿Soy más humano? ¿Más compasivo, más fraterno, más atento hacia los que más lo necesitan?

A veces pienso que nuestra vida cristiana, nuestra religión, anda más preocupada por sus actos religiosos, por sus programas y devociones, que por lo que es fundamental. La conversión, el cambio de mentalidad, el tener un corazón nuevo, centrar mi vida en la nueva humanidad... es algo que tiene que afectar a todo mi ser, a todas mis actividades, a mi manera de enfocar el programa de mi vida.

Entiendo que si no es así, todo lo demás pueden ser actos hermosos, con un gran sentido religioso, que nos provocan emociones y nos dejan satisfechos; pero creo que no están enfocados hacia lo que Jesús de Nazaret nos plantea.

Texto del evangelio de LUCAS 13, 1-9 - La higuera estéril


jueves, 13 de marzo de 2025

Éste es mi hijo, el elegido

Escuchadlo a él

16 de marzo 2025

En este segundo domingo de Cuaresma el texto del evangelio de Lucas nos ofrece el relato de la Transfiguración.

Es un texto que ya hemos escuchado muchas veces y que todos conocemos.
Ante ese relato, con demasiada frecuencia, nos hemos quedado en la narración literal: la glorificación de Jesús. Como un anuncio de toda la santidad y el triunfo de Jesús después de su muerte en la cruz.
Como bien explica Fray Marcos: -"El relato se presenta como una transfiguración. Cambió la figura, lo que se puede percibir por los sentidos. En lo esencial, Jesús fue siempre el mismo. En Jesús, como en todo ser humano, lo importante es lo divino que no puede ser percibido por los sentidos. En los relatos pascuales, el Jesús que se les aparece, es el mismo que anduvo con ellos en Galilea. En los relatos de su vida, se dice lo contrario. Jesús, con el que viven, es ya el glorificado."

El mensaje que nos transmite, ante todo, es el de esa voz de la nube que decía: - Éste es mi Hijo, el Elegido. Escuchadlo a él.
Es más, quizás debiéramos reinterpretar el mensaje y adaptarlo a nosotros y a nuestro tiempo: -Éste es Jesús que a lo largo de su vida escuchó de tal manera la voz de Dios que se hizo uno con él. Aprended a escuchar como él escuchó.

Entiendo que ése es el camino. Vivir con atención para vivir cada instante con toda intensidad descubriendo al Dios de Jesús que es amor y está presente en cada criatura, en todo lo que nos rodea, en cada una de las personas que están junto a nosotros.
En el fondo toda nuestra vida tiene que tener como referencia el primer mensaje de Jesús de Nazaret: -Convertíos. Cambiad de estilo de vida. El reino de Dios ya está aquí. Buscad ante todo su reino y su justicia... Todo lo demás se os dará por añadidura.

Texto del evangelio de LUCAS 9, 28-36



jueves, 27 de febrero de 2025

Cada árbol se conoce por sus frutos...

...Porque no se recogen higos de las zarzas

2 de marzo 2025


Después de leer y escuchar las Bienaventuranzas, el evangelio de Lucas nos trae toda una serie de enseñanzas con las que Jesús nos quiere hacer comprender la profundidad de su mensaje. Utiliza dichos y refranes antiguos que, aún hoy en día, solemos utilizar: -¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?

-¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
-No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno...
Ése sería nuestro punto de reflexión y de meditación. A la hora de revisar mi manera de vivir o mi modo de seguir las huellas de Jesús de Nazaret tengo que entrar dentro de mí mismo y preguntarme cuáles son mis frutos. 
Además entiendo que hablar de frutos son siempre acciones, actitudes y comportamientos que hacen referencia a los otros, a las personas que están a mi alrededor. Porque todo aquello que no está relacionado con el prójimo tiende a centrarse en uno mismo: Yo, mi, me, conmigo... Parece estar dirigido y centrado en mi persona, en mi ego. Incluso en ciertas acciones o actitudes religiosas: Dirigidas a agradar a Dios, a su alabanza, a su gloria... Porque Dios me premiará y me concederá la salvación.
Como dice Jesús mismo: La gloria de Dios es que hagamos su voluntad. Que aprenda a prestar atención a mi hermano, que me fije en el desvalido y necesitado, que me acuerde de los marginados... 

Fray Marcos en su comentario se ha fijado en lo referente a la corrección fraterna... (la mota en el ojo del hermano): -"El afán de corregir a los demás es una constante, sobre todo entre los que nos creemos religiosos. A pesar de que el evangelio nos aconseja la corrección fraterna, no hay nada más peligroso en la vida espiritual. No solo porque nunca podemos estar seguros de lo que es mejor para el otro, incluso cuando hayamos constatado que es bueno para nosotros mismos; sino porque tendemos a corregir al otro desde la superioridad moral que creemos tener. Si te sientas superior, sea moral o intelectualmente, estás incapacitado para ayudar."
Creo que, en más de una ocasión, por el simple hecho de ir a misa los domingos o ser un poco más practicantes que los otros nos creemos mejores, que estamos por encima. Pero, tal vez, si pongo mi atención en esas personas, si soy capaz de escuchar y de sentir todo lo que les ha tocado vivir, aguantar y sufrir... quizás, digo, estaríamos en condiciones de comprender y de ponernos en su lugar. Y juntos podríamos intentar vivir como hermanos, ser compasivos como nuestro padre (Dios) es compasivo.

Hay un detalle que me ayuda a centrarme y a vivir con más intensidad: Primero, la presencia. Quiere decir poner toda mi atención en esto que estoy haciendo. Lo que llamamos el presente. Porque el pasado ya se fue y no existe. Y el futuro todavía no ha llegado (tampoco existe). Y ahí está mi eternidad. Es lo único que tengo entre manos. Si no lo hago ahora, nunca lo haré.

Texto del evangelio de LUCAS 6, 39-45



miércoles, 19 de febrero de 2025

Si amáis sólo a los que os aman...


...¿Qué mérito tenéis?

23 de febrero 2025

El domingo pasado escuchamos el texto de las Bienaventuranzas. Siempre nos han parecido muy hermosas como texto; pero muy difíciles de vivir.
Pues bien, este domingo, siguiendo el texto del evangelio de Lucas (cap. 6), el mensaje de Jesús insiste y profundiza el significado anterior:
    -«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian."
    "Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames..."
A pesar de haberlo escuchado y leído muchas, muchas veces, seguimos pensando y sintiendo que eso es imposible. Ya nos resulta cuesta arriba perdonar al que nos ha ofendido o al que nos ha hecho daño... Pero ¿amarlo? ¿hacer el bien al que me odia? ¿bendecir y orar por los que nos maldicen y calumnian?
"-Si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman..."
¡Cómo me gustaría tener una respuesta tan clara como la de Jesús! Porque esa respuesta no nos la puede dar ni el estudio, ni el conocimiento, ni siquiera la razón. Y tampoco es algo que se consigue a fuerza de empeño y voluntad. O haciendo sacrificios y muchas oraciones. Creo que hay un paso que no llegamos a dar amarrados como estamos a nuestro yo, a nuestro ego.
Una vez más tengo que echar mano de personas que nos llevan la delantera. Fray Marcos nos ofrece este comentario: -"El amor evangélico no consiste en salir de ti e ir al otro, sino en descubrir que el otro y tú sois la misma realidad...Sólo desde la vivencia de unidad comprenderemos." ..."La falta de amor a un solo ser humano es prueba de que todo lo que he llamado amor es instinto, pasión, interés, egoísmo."
Creo que tiene toda la razón. Apenas si comenzamos a entender que todos nosotros, junto con toda la creación, formamos una cadena en la que  todos estamos implicados. Toda la maravilla que podemos descubrir en nuestro propio ser depende de todos los factores que nos rodean: la naturaleza, los otros seres, las otras personas... ¿Qué seríamos nosotros sin ellos? Entonces cuando yo hago daño o lastimo a cualquiera de ellos es a mí mismo que estoy dañando. Por eso, desde lo más profundo de nuestro ser, estamos llamados a ser uno, a cuidar unos de los otros... A amarnos, como dice Jesús de Nazaret.
Podemos decir que ésa es la vocación de todo ser humano. Caminar hacia las otras personas asumiendo y sintiendo que ellas son parte de mi propio ser y en ellas descubro al Dios de Jesús (al que llama papá) que nos invita a ser misericordiosos y compasivos como él mismo.
-"Dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros".

Texto del evangelio de Lucas 6, 27-38


jueves, 13 de febrero de 2025

Dichosos vosotros los pobres...


...Porque sobre vosotros reina Dios

16 de febrero 2025

El evangelio de este domingo, tomado del evangelio de Lucas, nos trae las Bienaventuranzas...

Como comenta Imma Calvo en la presentación:-"Las Bienaventuranzas, con las veces que las hemos oído y meditado, nos siguen desconcertando. Es fácil imaginar el impacto en esos primeros oyentes. Dichosos los pobres, dichosos los que lloráis… Claro que Jesús se opuso a la injusticia y la marginación. Tampoco dejó la solución para el más allá. Esas aparentes contradicciones son aldabonazos para hacernos pensar. ¿De verdad las riquezas nos van a hacer felices? ¿Es la desgracia la última palabra o importa más la actitud que adoptemos ante ella?"

Nos toca a cada uno de nosotros escuchar y reflexionar. Ese texto al que llaman la programación de Jesús de Nazaret, ¿qué nos dice?, ¿cómo lo entendemos...?
Me llama la atención el texto de la primera bienaventuranza: - Dichosos vosotros los pobres, porque sobre vosotros reina Dios.
Quiero dejar que esa palabra penetre dentro de mí. 
Dichosos los pobres... Entiendo que es como decir: dichosos si no buscamos apoyo en el dinero, en el poder, en la fama, en el acumular posesiones. Cuando vivimos en una economía de sobriedad, en una actitud de compartir y de compasión. Cuando nos acordamos y estamos muy atentos a los hermanos y hermanas que pasan hambre y necesidad. Entonces, sí, dichosos, felices... porque sobre nosotros reina Dios. Está presente en nuestra vida.

Un paso más y me inspiro en el comentario que hace Fray Marcos:
-"El pobre es dichoso, no por ser pobre, sino porque él no es causa de que otro sufra. Dichoso porque, a pesar de todo, él puede desplegar plenamente su humanidad. Este es el profundo mensaje de las bienaventuranzas. De la misma manera el rico no es maldecido por ser rico sino por poner su confianza en la riqueza y desentenderse de los demás seres humanos."
-"...Bienaventurado el pobre, si no permite que su “pobreza” le atenace. Bienaventurado el rico, si no se deja dominar por su “riqueza”. No sabría decir qué es más difícil. En ningún momento debemos olvidar los dos aspectos. Ser dichoso es ser libre de toda atadura que te impida desplegar tu humanidad. Se proclama dichoso al pobre, no la pobreza. Se declara nefasta la riqueza no al rico. Tanto la pobreza como la riqueza son malas si me impiden ser humano."

A partir de esos apuntes intentemos hacer nuestro el mensaje de Jesús. Seguramente soy rico en muchos aspectos de mi vida y de mi situación social. Entonces me veo cuestionado por la palabra de Jesús y tengo que revisar cuál es mi actitud hacia las demás personas.
Por otra parte también me siento pobre porque aún en medio de mis necesidades y de mi pobreza todavía pongo mi confianza y mi apoyo en las cosas, en los bienes, en el tener más y más...

De ahí que, al final, me pregunte si realmente, en mi vida, reina Dios. Su modo de vivir, de ser hermanos, de compartir, de ser compasivo, de no despreocuparme de los demás... ¿Todo eso es el objetivo de mi vida?
Si es así... Dichosos vosotros, porque sobre vosotros reina Dios.

Texto del evangelio de LUCAS 6,17.20-26


jueves, 6 de febrero de 2025

Hemos pasado la noche bregando...

...Y no hemos cogido nada

9 de febrero 2025

El texto del evangelio que escuchamos este domingo nos relata la pesca milagrosa. Aquellos hombres eran pescadores con la experiencia de toda la vida... Subido a la barca Jesús le dice a Simón: - "Sácala adonde haya fondo y echad vuestras redes para pescar."

Y Simón le contestó: - "Jefe, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, fiado en tu palabra, echaré las redes."
Y cuenta el evangelio que... "capturaron tal cantidad de peces que reventaban las redes."

Como comenta Imma Calvo en la introducción a los comentarios de este domingo: -"El relato de Lucas nos invita a confiar en Dios. El Maestro pide a sus discípulos que vayan hacia lo profundo. La causa del evangelio requiere olvidar el miedo y remar mar adentro, donde no hacemos pie. Dejar atrás la orilla de nuestras seguridades y emprender el viaje hacia nuestro yo más auténtico, reflexivo, inclusivo y servicial."

Y dice el evangelio: "-Al ver esto, Simón Pedro se postró a los pies de Jesús, diciendo: - Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.

Es que él y todos los que estaban con él se habían quedado pasmados por la redada de peces que habían cogido".

Y Jesús dijo a Simón- No temas; desde ahora pescarás hombres vivos.

Cada uno de nosotros tenemos que hacer una lectura del evangelio personal. Porque no estamos leyendo historias que ocurrieron como si fueran anécdotas curiosas o acontecimientos fantásticos que podemos admirar. Todo el mensaje de Jesús de Nazaret es una invitación personal... Tener en cuenta, además, que casi siempre se trata de un lenguaje simbólico cargado de significado que nos tiene que llevar a otro nivel.

Yo me fijaría en esas expresiones que ya he subrayado: 
-Rema mar adentro y echa las redes...
-Hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada
-No temas...

Como bien expresa Imma Calvo, Jesús nos invita a "dejar atrás la orilla de nuestras seguridades y emprender el viaje hacia nuestro yo más auténtico, reflexivo, inclusivo y servicial". Sería como decir: deja atrás la seguridad de la orilla, lo de cumplir lo mandado, agarrarme a todo eso que hago porque así nos lo enseñaron en el Catecismo: Lo que manda la Santa Madre Iglesia. La invitación de Jesús de Nazaret va mucho más allá. Descubrir al hermano que está entre nosotros y al que ignoro. Personas que llegaron buscando mejorar su vida y que se ven marginadas. Poner mi atención en ellas será mi camino para encontrar a Dios mismo. Porque el reino de Dios (Dios mismo) está ahí. Si no doy ese paso, si continúo agarrado a mis seguridades (permaneciendo en la orilla) jamás llegaré a esa pesca maravillosa. No porque vaya a convertir a mucha gente, sino porque empezaré a sentir mi propia conversión. A vivir esa otra realidad que es la presencia de Dios mismo en tí, en mí y en todas las personas que me rodean. Entonces mi pesca no será cuestión de llenar mi barca de peces, o acumular méritos que me garanticen que, como hijo de Dios, me premiará llevándome al cielo...

Nota:- Me resulta curioso que, precisamente ahora que los grandes y los poderosos sólo nos hablan de expulsar a los migrantes, negar su asilo y acogida, nosotros entendamos que la invitación de Jesús va en dirección contraria. ¿Tendremos miedo?

Texto del evangelio de LUCAS 5, 1-11


Padre, he pecado contra el cielo y contra tí...

...Ya no merezco llamarme hijo tuyo 30 de marzo 2025 He aquí un texto que sólo necesita un gran silencio y nuestra reflexión. Demasiado a me...