Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo 14 de Junio de 2020
Este domingo está señalado como la fiesta del Corpus... Este año será diferente; pero todos recordamos la fiesta y el estilo de siempre: Las procesiones, los ritos y ceremonias, las flores, los niños de Primera Comunión... También suenan en nuestra mente y en nuestro subconsciente todas las cosas que nos han predicado y enseñado.
La Eucaristía, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Sagrario, la Misa rezada o cantada y todas las ceremonias que conlleva. Antes todo el mundo sabía y entendía de que qué va todo eso... (Hoy ya hay muchas personas que no saben ni entienden qué significa).
Entonces, mi reflexión y mi pregunta: ¿Qué significa para mí la Eucaristía?
Voy a echar mano de lo que dicen teólogos como Fray Marcos, Pagola y otros.
Fray Marcos escribe: "La eucaristía no es magia...", aunque en más de una ocasión hemos pensado que era una especie de magia lo que hacía el sacerdote en el altar.
Otra cosa. "No debemos confundir la eucaristía con la comunión. La comunión es solo la última parte del rito y tiene que estar siempre referida a la celebración de una eucaristía. Tanto la eucaristía sin comunión, como la comunión sin referencia a la eucaristía dejan al sacramento incompleto..."
"La eucaristía no la celebra el sacerdote, sino la comunidad. El cura puede decir misa. Solo la comunidad puede hacer presente el don de sí mismo que Jesús significó en la última cena y que es lo que significa el sacramento. Es el sacramento del amor..."
"Los signos no son el pan y el vino sino el pan partido y el vino derramado. Durante siglos, se llamó a la eucaristía “la fracción del pan”. No se trata del pan como cosa, sino del gesto de partir y comer. Al partirse y dejarse comer, Jesús está haciendo presente a Dios, porque Dios es don infinito, entrega total a todos y siempre. Esto tenéis que ser vosotros. Si queréis ser cristianos tenéis que partiros, repartiros, dejaros comer, triturar, asimilar, desaparecer en beneficio de los demás. Una comunión sin este compromiso es una farsa, un garabato, como todo signo que no signifique nada..."
Todos esos párrafos en negrita está tomados del comentario que hace Fray Marcos. Son comentarios serios, profundos, que, tal vez, nos descolocan; pero que nos hacen profundizar en ese rito que celebramos cada semana o de ven en cuando.
José Ant. Pagola dice también esto: "Para celebrar la eucaristía dominical no basta con seguir las normas prescritas o pronunciar las palabras obligadas. No basta tampoco cantar, santiguarnos o darnos la paz en el momento adecuado. Es muy fácil asistir a misa y no celebrar nada en el corazón; oír las lecturas correspondientes y no escuchar la voz de Dios; comulgar piadosamente sin comulgar con Cristo; darnos la paz sin reconciliarnos con nadie..."
Cuando pienso en la Eucaristía siempre me vienen a la mente las palabras de esa canción que se suele cantar a menudo: "Alrededor de tu mesa venimos a recordar que tu Palabra es Camino y tu Cuerpo Fraternidad..." Y ése tiene que ser la motivación más grande a la hora de reunirnos para celebrar la Fracción del Pan. Cuando Pablo comenta en una de sus cartas que cada vez que celebramos la Fracción del Pan estamos recordando y celebrando la Pasión del Señor..., ese darse como pan que se parte y se reparte..., nos está marcando el camino, cómo tenemos que vivir y el motivo de nuestro encuentro dominical. Sólo así nuestra celebración será verdadera y seguiremos las huellas de nuestro Maestro y Señor.
Texto del evangelio de Juan (6,51-58)
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