jueves, 27 de febrero de 2025

Cada árbol se conoce por sus frutos...

...Porque no se recogen higos de las zarzas

2 de marzo 2025


Después de leer y escuchar las Bienaventuranzas, el evangelio de Lucas nos trae toda una serie de enseñanzas con las que Jesús nos quiere hacer comprender la profundidad de su mensaje. Utiliza dichos y refranes antiguos que, aún hoy en día, solemos utilizar: -¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?

-¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
-No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno...
Ése sería nuestro punto de reflexión y de meditación. A la hora de revisar mi manera de vivir o mi modo de seguir las huellas de Jesús de Nazaret tengo que entrar dentro de mí mismo y preguntarme cuáles son mis frutos. 
Además entiendo que hablar de frutos son siempre acciones, actitudes y comportamientos que hacen referencia a los otros, a las personas que están a mi alrededor. Porque todo aquello que no está relacionado con el prójimo tiende a centrarse en uno mismo: Yo, mi, me, conmigo... Parece estar dirigido y centrado en mi persona, en mi ego. Incluso en ciertas acciones o actitudes religiosas: Dirigidas a agradar a Dios, a su alabanza, a su gloria... Porque Dios me premiará y me concederá la salvación.
Como dice Jesús mismo: La gloria de Dios es que hagamos su voluntad. Que aprenda a prestar atención a mi hermano, que me fije en el desvalido y necesitado, que me acuerde de los marginados... 

Fray Marcos en su comentario se ha fijado en lo referente a la corrección fraterna... (la mota en el ojo del hermano): -"El afán de corregir a los demás es una constante, sobre todo entre los que nos creemos religiosos. A pesar de que el evangelio nos aconseja la corrección fraterna, no hay nada más peligroso en la vida espiritual. No solo porque nunca podemos estar seguros de lo que es mejor para el otro, incluso cuando hayamos constatado que es bueno para nosotros mismos; sino porque tendemos a corregir al otro desde la superioridad moral que creemos tener. Si te sientas superior, sea moral o intelectualmente, estás incapacitado para ayudar."
Creo que, en más de una ocasión, por el simple hecho de ir a misa los domingos o ser un poco más practicantes que los otros nos creemos mejores, que estamos por encima. Pero, tal vez, si pongo mi atención en esas personas, si soy capaz de escuchar y de sentir todo lo que les ha tocado vivir, aguantar y sufrir... quizás, digo, estaríamos en condiciones de comprender y de ponernos en su lugar. Y juntos podríamos intentar vivir como hermanos, ser compasivos como nuestro padre (Dios) es compasivo.

Hay un detalle que me ayuda a centrarme y a vivir con más intensidad: Primero, la presencia. Quiere decir poner toda mi atención en esto que estoy haciendo. Lo que llamamos el presente. Porque el pasado ya se fue y no existe. Y el futuro todavía no ha llegado (tampoco existe). Y ahí está mi eternidad. Es lo único que tengo entre manos. Si no lo hago ahora, nunca lo haré.

Texto del evangelio de LUCAS 6, 39-45



miércoles, 19 de febrero de 2025

Si amáis sólo a los que os aman...


...¿Qué mérito tenéis?

23 de febrero 2025

El domingo pasado escuchamos el texto de las Bienaventuranzas. Siempre nos han parecido muy hermosas como texto; pero muy difíciles de vivir.
Pues bien, este domingo, siguiendo el texto del evangelio de Lucas (cap. 6), el mensaje de Jesús insiste y profundiza el significado anterior:
    -«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian."
    "Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames..."
A pesar de haberlo escuchado y leído muchas, muchas veces, seguimos pensando y sintiendo que eso es imposible. Ya nos resulta cuesta arriba perdonar al que nos ha ofendido o al que nos ha hecho daño... Pero ¿amarlo? ¿hacer el bien al que me odia? ¿bendecir y orar por los que nos maldicen y calumnian?
"-Si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman..."
¡Cómo me gustaría tener una respuesta tan clara como la de Jesús! Porque esa respuesta no nos la puede dar ni el estudio, ni el conocimiento, ni siquiera la razón. Y tampoco es algo que se consigue a fuerza de empeño y voluntad. O haciendo sacrificios y muchas oraciones. Creo que hay un paso que no llegamos a dar amarrados como estamos a nuestro yo, a nuestro ego.
Una vez más tengo que echar mano de personas que nos llevan la delantera. Fray Marcos nos ofrece este comentario: -"El amor evangélico no consiste en salir de ti e ir al otro, sino en descubrir que el otro y tú sois la misma realidad...Sólo desde la vivencia de unidad comprenderemos." ..."La falta de amor a un solo ser humano es prueba de que todo lo que he llamado amor es instinto, pasión, interés, egoísmo."
Creo que tiene toda la razón. Apenas si comenzamos a entender que todos nosotros, junto con toda la creación, formamos una cadena en la que  todos estamos implicados. Toda la maravilla que podemos descubrir en nuestro propio ser depende de todos los factores que nos rodean: la naturaleza, los otros seres, las otras personas... ¿Qué seríamos nosotros sin ellos? Entonces cuando yo hago daño o lastimo a cualquiera de ellos es a mí mismo que estoy dañando. Por eso, desde lo más profundo de nuestro ser, estamos llamados a ser uno, a cuidar unos de los otros... A amarnos, como dice Jesús de Nazaret.
Podemos decir que ésa es la vocación de todo ser humano. Caminar hacia las otras personas asumiendo y sintiendo que ellas son parte de mi propio ser y en ellas descubro al Dios de Jesús (al que llama papá) que nos invita a ser misericordiosos y compasivos como él mismo.
-"Dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida que midiereis se os medirá a vosotros".

Texto del evangelio de Lucas 6, 27-38


jueves, 13 de febrero de 2025

Dichosos vosotros los pobres...


...Porque sobre vosotros reina Dios

16 de febrero 2025

El evangelio de este domingo, tomado del evangelio de Lucas, nos trae las Bienaventuranzas...

Como comenta Imma Calvo en la presentación:-"Las Bienaventuranzas, con las veces que las hemos oído y meditado, nos siguen desconcertando. Es fácil imaginar el impacto en esos primeros oyentes. Dichosos los pobres, dichosos los que lloráis… Claro que Jesús se opuso a la injusticia y la marginación. Tampoco dejó la solución para el más allá. Esas aparentes contradicciones son aldabonazos para hacernos pensar. ¿De verdad las riquezas nos van a hacer felices? ¿Es la desgracia la última palabra o importa más la actitud que adoptemos ante ella?"

Nos toca a cada uno de nosotros escuchar y reflexionar. Ese texto al que llaman la programación de Jesús de Nazaret, ¿qué nos dice?, ¿cómo lo entendemos...?
Me llama la atención el texto de la primera bienaventuranza: - Dichosos vosotros los pobres, porque sobre vosotros reina Dios.
Quiero dejar que esa palabra penetre dentro de mí. 
Dichosos los pobres... Entiendo que es como decir: dichosos si no buscamos apoyo en el dinero, en el poder, en la fama, en el acumular posesiones. Cuando vivimos en una economía de sobriedad, en una actitud de compartir y de compasión. Cuando nos acordamos y estamos muy atentos a los hermanos y hermanas que pasan hambre y necesidad. Entonces, sí, dichosos, felices... porque sobre nosotros reina Dios. Está presente en nuestra vida.

Un paso más y me inspiro en el comentario que hace Fray Marcos:
-"El pobre es dichoso, no por ser pobre, sino porque él no es causa de que otro sufra. Dichoso porque, a pesar de todo, él puede desplegar plenamente su humanidad. Este es el profundo mensaje de las bienaventuranzas. De la misma manera el rico no es maldecido por ser rico sino por poner su confianza en la riqueza y desentenderse de los demás seres humanos."
-"...Bienaventurado el pobre, si no permite que su “pobreza” le atenace. Bienaventurado el rico, si no se deja dominar por su “riqueza”. No sabría decir qué es más difícil. En ningún momento debemos olvidar los dos aspectos. Ser dichoso es ser libre de toda atadura que te impida desplegar tu humanidad. Se proclama dichoso al pobre, no la pobreza. Se declara nefasta la riqueza no al rico. Tanto la pobreza como la riqueza son malas si me impiden ser humano."

A partir de esos apuntes intentemos hacer nuestro el mensaje de Jesús. Seguramente soy rico en muchos aspectos de mi vida y de mi situación social. Entonces me veo cuestionado por la palabra de Jesús y tengo que revisar cuál es mi actitud hacia las demás personas.
Por otra parte también me siento pobre porque aún en medio de mis necesidades y de mi pobreza todavía pongo mi confianza y mi apoyo en las cosas, en los bienes, en el tener más y más...

De ahí que, al final, me pregunte si realmente, en mi vida, reina Dios. Su modo de vivir, de ser hermanos, de compartir, de ser compasivo, de no despreocuparme de los demás... ¿Todo eso es el objetivo de mi vida?
Si es así... Dichosos vosotros, porque sobre vosotros reina Dios.

Texto del evangelio de LUCAS 6,17.20-26


jueves, 6 de febrero de 2025

Hemos pasado la noche bregando...

...Y no hemos cogido nada

9 de febrero 2025

El texto del evangelio que escuchamos este domingo nos relata la pesca milagrosa. Aquellos hombres eran pescadores con la experiencia de toda la vida... Subido a la barca Jesús le dice a Simón: - "Sácala adonde haya fondo y echad vuestras redes para pescar."

Y Simón le contestó: - "Jefe, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada; pero, fiado en tu palabra, echaré las redes."
Y cuenta el evangelio que... "capturaron tal cantidad de peces que reventaban las redes."

Como comenta Imma Calvo en la introducción a los comentarios de este domingo: -"El relato de Lucas nos invita a confiar en Dios. El Maestro pide a sus discípulos que vayan hacia lo profundo. La causa del evangelio requiere olvidar el miedo y remar mar adentro, donde no hacemos pie. Dejar atrás la orilla de nuestras seguridades y emprender el viaje hacia nuestro yo más auténtico, reflexivo, inclusivo y servicial."

Y dice el evangelio: "-Al ver esto, Simón Pedro se postró a los pies de Jesús, diciendo: - Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.

Es que él y todos los que estaban con él se habían quedado pasmados por la redada de peces que habían cogido".

Y Jesús dijo a Simón- No temas; desde ahora pescarás hombres vivos.

Cada uno de nosotros tenemos que hacer una lectura del evangelio personal. Porque no estamos leyendo historias que ocurrieron como si fueran anécdotas curiosas o acontecimientos fantásticos que podemos admirar. Todo el mensaje de Jesús de Nazaret es una invitación personal... Tener en cuenta, además, que casi siempre se trata de un lenguaje simbólico cargado de significado que nos tiene que llevar a otro nivel.

Yo me fijaría en esas expresiones que ya he subrayado: 
-Rema mar adentro y echa las redes...
-Hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada
-No temas...

Como bien expresa Imma Calvo, Jesús nos invita a "dejar atrás la orilla de nuestras seguridades y emprender el viaje hacia nuestro yo más auténtico, reflexivo, inclusivo y servicial". Sería como decir: deja atrás la seguridad de la orilla, lo de cumplir lo mandado, agarrarme a todo eso que hago porque así nos lo enseñaron en el Catecismo: Lo que manda la Santa Madre Iglesia. La invitación de Jesús de Nazaret va mucho más allá. Descubrir al hermano que está entre nosotros y al que ignoro. Personas que llegaron buscando mejorar su vida y que se ven marginadas. Poner mi atención en ellas será mi camino para encontrar a Dios mismo. Porque el reino de Dios (Dios mismo) está ahí. Si no doy ese paso, si continúo agarrado a mis seguridades (permaneciendo en la orilla) jamás llegaré a esa pesca maravillosa. No porque vaya a convertir a mucha gente, sino porque empezaré a sentir mi propia conversión. A vivir esa otra realidad que es la presencia de Dios mismo en tí, en mí y en todas las personas que me rodean. Entonces mi pesca no será cuestión de llenar mi barca de peces, o acumular méritos que me garanticen que, como hijo de Dios, me premiará llevándome al cielo...

Nota:- Me resulta curioso que, precisamente ahora que los grandes y los poderosos sólo nos hablan de expulsar a los migrantes, negar su asilo y acogida, nosotros entendamos que la invitación de Jesús va en dirección contraria. ¿Tendremos miedo?

Texto del evangelio de LUCAS 5, 1-11


Padre, he pecado contra el cielo y contra tí...

...Ya no merezco llamarme hijo tuyo 30 de marzo 2025 He aquí un texto que sólo necesita un gran silencio y nuestra reflexión. Demasiado a me...