sábado, 27 de junio de 2020

Contagiando fuerza para vivir

28 de Junio de 2020

Evangelio Seglar para el Domingo 13 del Tiempo Ordinario (2 de ...Texto del evangelio de Mateo. Un texto muy conocido, muy explicado y comentado  y que, a lo largo de nuestra vida, nos ha ido marcando dejando en nuestra vida un poso más bien negativo.
Me explico. Palabras como éstas: "El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará..."

Casi siempre se han tomado como una negación de lo que siempre ha sido y será más querido en la vida de cualquier persona. Y era muy común el afirmar que para acercarse a Dios, para ir al cielo, teníamos que sufrir. De ahí las penitencias, los sacrificios, aceptar todos los males y dolores como el verdadero camino para santificarnos. Eso era "tomar la cruz y seguir a Jesús camino del Calvario..."
Todo eso iba unido a la afirmación de que Jesús vino al mundo para sufrir por nosotros, a morir por nosotros y así salvarnos de los pecados.
En fin, una colección casi infinita de libros y documentos para argumentar y enseñarnos el mensaje que nos ha traído Jesucristo, nuestro Señor.

Pero, realmente es ése el mensaje que pregonaba y vivía Jesús de Nazaret? O es que leemos y entendemos mal su Buena Noticia?

Cuando Pedro, en una de sus primeras intervenciones quiere hablar de Jesús, dice: "Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del espíritu santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo..."
La Buena Noticia de Jesús es que Dios es amor, nuestro papá-mamá, y nos invita a todas a las personas a vivir, a ser felices, a una nueva humanidad. Ése es su objetivo.

Me gusta cómo lo dice José Ant. Pagola: "Las fuentes lo presentan siempre combatiendo el sufrimiento que se esconde en la enfermedad, las injusticias, la soledad, la desesperanza o la culpabilidad. Así fue Jesús: un hombre dedicado a eliminar el sufrimiento, suprimiendo injusticias y contagiando fuerza para vivir..."

Entendiendo así el mensaje de Jesús de Nazaret, sí es Buena Noticia. Y cuando sus seguidores se presentan combatiendo la enfermedad, las injusticias, la soledad, la desesperanza o la culpabilidad..., aunque no digan una palabra, son una Buena Noticia para el mundo.

Lo que ocurre es que cuando te pones a combatir la enfermedad, las injusticias, la soledad, la marginación, la discriminación, la opresión, los abusos... eso no gusta a cierta gente. 
Como escribe muy bien José Ant. Pagola: "...Pero buscar el bien y la felicidad para todos trae muchos problemas. Jesús lo sabía por experiencia. No se puede estar con los que sufren y buscar el bien de los últimos sin provocar el rechazo y la hostilidad de aquellos a los que no interesa cambio alguno. Es imposible estar con los crucificados y no verse un día «crucificado»..." 

Se entiende mejor lo que nos dice Jesús: "el que quiera seguir mi camino, que se prepare, que es muy probable que le preparen una cruz y que lo machaquen..." 
El objetivo no es sufrir, pasar penalidades, hacer muchas penitencias. 
La Buena noticia es la felicidad de que Alguien más grande y más importante que todos nos ama. A pesar de todas las deficiencias, de todos los errores, de ser poca cosa, de todo lo que me falta o me sobra... me quiere. Y lo que me ofrece y a lo que me invita es a vivir y actuar a su modo y manera.

Y completando esto que digo me parece muy clarificador lo que escribe Fray Marcos: "Hay que tener mucho cuidado al hablar del amor a Dios o a Cristo. En el evangelio de Juan está muy claro: “Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado”. Creer que puedo amar directamente a Dios es una quimera. Solo puedo amar a Dios, amando a los demás, amándome a mí mismo como Dios manda. Jesús no pudo decir: tienes que amarme a mí más que a tu Hijo. Recordad: porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve ser y me disteis de beber...
Texto del evangelio de Mateo (10,37-42)

sábado, 20 de junio de 2020

No tengas miedo

21 de Junio de 2020

Del texto del evangelio de Mateo que escuchamos este fin de semana me quedo con dos expresiones: La primera - "No tengáis miedo" y la segunda . "Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día"...
Jesús de Nazaret, de forma insistente y por medio de muchas parábolas, contaba y explicaba la Buena Noticia del reino de Dios. Cómo entendía y cómo vivía una humanidad totalmente confiada en Dios, nuestro padre, y cuál tenía que ser el comportamiento en relación a las otras personas, hombres-mujeres, enfermos y marginados, extranjeros y no-judíos... 
Aquello no era el clásico sermón del rabino en la sinagoga... El hombre era más importante que el sábado. Si tu hermano tiene algo contra tí, si te has portado mal con él..., antes de ir a presentar tu ofrenda en el templo (antes de ir a misa, por ejemplo), ve a reconciliarte con él. Si por casualidad te topas con alguien que está en apuros, no des un rodeo, no pases de largo. Y así tantas cosas que iba diciendo que, al final, las autoridades religiosas (los máximos representantes de Dios) dicidieron que no podía seguir así... Seguro que los rumores no sonaban muy bien. Y ahí llegan esos avisos de Jesús: "- Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día; lo que escuchéis al oído, publicadlo desde la azotea..."
"-No tengáis miedo!" Sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma. vuestro aliento y espíritu... Eso que escribe Mateo en su evangelio no debió de resultar fácil para aquellas personas que seguían al Maestro, especialmente cuando vieron la muerte en la cruz...
Ahora todo eso nos lo dice a nosotros. Lo que me habéis escuchado decir, todo lo que os he contado, esa manera nueva de entender la vida y la religión... no os lo guardéis dentro. Comunicadlo, haced que los demás lo sepan. Y no tengáis miedo! Es muy probable que, incluso dentro de la Iglesia, no todos estén de acuerdo... Poned vuestra confianza en vuestro Padre... (Y Jesús ponía el ejemplo de los gorriones que se venden por dos cuartos y de los cabellos que ni uno de ellos se cae sin que lo disponga vuestro Padre...
"La confianza -escribe Fray Marcoses la primera consecuencia de salir de uno mismo y descubrir que mi fundamento no está de mí. El hecho de que mi ser no dependa de mí, no es una pérdida, sino una ganancia, porque depende de lo que es mucho más seguro que yo mismo. Mi pasado es Dios, mi futuro es el mismo Dios; mi presente es Dios y no tengo nada que temer..." (Destaco esta última frase)
Eso que en Jesús era una actitud vital y constante ("en tus manos pongo mi espíritu, mi alma, mi vida") es un camino que tenemos que ir recorriendo. Es posible que, a lo largo de nuestra vida, nos hayamos encontrado con alguien que mostraba esa confianza en Dios de manera que, sin necesidad de muchas palabras, comunicaba una gran paz y serenidad en todo momento.
José Antonio Pagola  termina su comentario de esta manera: -"Jesús imaginaba a sus seguidores como un grupo de creyentes que saben «ponerse de su parte» sin miedo. ¿Por qué somos tan poco libres para abrir nuevos caminos más fieles a Jesús? ¿Por qué no nos atrevemos a plantear de manera sencilla, clara y concreta lo esencial del evangelio?"
Esa es la invitación que recibimos hoy: "Todo eso que me habéis escuchado en la iglesia, en el grupo o comunidad, o simplemente en la lectura del evangelio... Comunicadlo, hacedlo saber a los demás. Y no tengáis miedo! Confiad en vuestro Padre... Sí, también cuando las circunstancias pueden amenazar nuestra propia vida. 
Texto del evangelio de Mateo (10,26-33)

sábado, 13 de junio de 2020

Tu Palabra es Camino, Tu Cuerpo Fraternidad



Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo 14 de Junio de 2020

misa fano | Parroquia San Juan De La Cruz
Este domingo está señalado como la fiesta del Corpus... Este año será diferente; pero todos recordamos la fiesta y el estilo de siempre: Las procesiones, los ritos y ceremonias, las flores, los niños de Primera Comunión... También suenan en nuestra mente y en nuestro subconsciente todas las cosas que nos han predicado y enseñado.
La Eucaristía, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Sagrario, la Misa rezada o cantada y todas las ceremonias que conlleva. Antes todo el mundo sabía y entendía de que qué va todo eso... (Hoy ya hay muchas personas que no saben ni entienden qué significa). 
Entonces, mi reflexión y mi pregunta: ¿Qué significa para mí la Eucaristía?
Voy a echar mano de lo que dicen teólogos como Fray Marcos, Pagola y otros.
Fray Marcos escribe: "La eucaristía no es magia...", aunque en más de una ocasión hemos pensado que era una especie de magia lo que hacía el sacerdote en el altar.
Otra cosa. "No debemos confundir la eucaristía con la comunión. La comunión es solo la última parte del rito y tiene que estar siempre referida a la celebración de una eucaristía. Tanto la eucaristía sin comunión, como la comunión sin referencia a la eucaristía dejan al sacramento incompleto..."
"La eucaristía no la celebra el sacerdote, sino la comunidad. El cura puede decir misa. Solo la comunidad puede hacer presente el don de sí mismo que Jesús significó en la última cena y que es lo que significa el sacramento. Es el sacramento del amor..."
"Los signos no son el pan y el vino sino el pan partido y el vino derramado. Durante siglos, se llamó a la eucaristía “la fracción del pan”. No se trata del pan como cosa, sino del gesto de partir y comer. Al partirse y dejarse comer, Jesús está haciendo presente a Dios, porque Dios es don infinito, entrega total a todos y siempre. Esto tenéis que ser vosotros. Si queréis ser cristianos tenéis que partiros, repartiros, dejaros comer, triturar, asimilar, desapare­cer en beneficio de los demás. Una comunión sin este compromi­so es una farsa, un garabato, como todo signo que no signifique nada..."
Todos esos párrafos en negrita está tomados del comentario que hace Fray Marcos. Son comentarios serios, profundos, que, tal vez, nos descolocan; pero que nos hacen profundizar en ese rito que celebramos cada semana o de ven en cuando.
José Ant. Pagola dice también esto: "Para celebrar la eucaristía dominical no basta con seguir las normas prescritas o pronunciar las palabras obligadas. No basta tampoco cantar, santiguarnos o darnos la paz en el momento adecuado. Es muy fácil asistir a misa y no celebrar nada en el corazón; oír las lecturas correspondientes y no escuchar la voz de Dios; comulgar piadosamente sin comulgar con Cristo; darnos la paz sin reconciliarnos con nadie..." 
Cuando pienso en la Eucaristía siempre me vienen a la mente las palabras de esa canción que se suele cantar a menudo: "Alrededor de tu mesa venimos a recordar que tu Palabra es Camino y tu Cuerpo Fraternidad..." Y ése tiene que ser la motivación más grande a la hora de reunirnos para celebrar la Fracción del Pan. Cuando Pablo comenta en una de sus cartas que cada vez que celebramos la Fracción del Pan estamos recordando y celebrando la Pasión del Señor..., ese darse como pan que se parte y se reparte..., nos está marcando el camino, cómo tenemos que vivir y el motivo de nuestro encuentro dominical. Sólo así nuestra celebración será verdadera y seguiremos las huellas de nuestro Maestro y Señor.
Texto del evangelio de Juan (6,51-58)

sábado, 6 de junio de 2020

Experimentar a Dios

2018-09-13: ¡Transformados por el amor de Dios! | Crismhom

Santísima Trinidad - 7 de Junio de 2020

Supongo que es normal que, a lo largo de los siglos, los sabios y doctores de la Iglesia hayan querido investigar, discutir y explicar cómo es Dios y así darnos un montón de razonamientos para enseñarnos y convencernos de su grandeza, de su poder, de su bondad y, también, de su justicia... De esa manera han llegado incluso a detalles que pueden resultar hasta ingeniosos. Lo de las tres personas, las naturalezas... Y nos quedaba grabado y muy claro aquello del ojo que todo lo ve... y la contabilidad exacta de todo lo que hacíamos y de lo que tendríamos que dar cuenta...

Ahora pienso que todo eso, a pesar de toda la buena voluntad, no ha servido de gran ayuda para hacer de nosotros unos buenos seguidores de Jesús de Nazaret.

Y este fin de semana se nos propone la fiesta de la Santísima Trinidad. Y, claro, nos preguntamos qué importancia tiene saber y tratar de entender qué y cómo es Dios.

Fray Marcos inicia su comentario así: "Tampoco hoy celebramos una fiesta dedicada a Dios; celebramos que Dios es una fiesta todos los días, que es algo muy distinto. La fiesta es siempre alegría, relación, vida, amor..."

Cuando Juan quiere hablar de Dios está apelando a su experiencia al lado de Jesús de Nazaret y escribe aquello de: "A Dios nadie le ha visto... Sólo el que ama a sus hermanos conoce a Dios. Y si no ama y dice que conoce a Dios, es un mentiroso"

Creo que tenemos que agarrarnos a lo que es básico y fundamental. Y aunque recitemos el Credo proclamando todo eso que dice: Dios todopoderoso creador del cielo y de la tierra... Y en Jesucristo... Dios de Dios, luz de luz, engendrado no creado... Y el Espíritu Santo... señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo... Aunque sigamos recitando todo eso, me parece que no es ése el camino que nos señala Jesús mismo. Porque todo eso tiene más de reflexión y deducciones de los doctores que no de experiencias vividas.
Tomo nota de lo que comenta José Antonio Pagola: "Jesús no sigue ese camino. Desde su propia experiencia de Dios, invita a sus seguidores a relacionarse de manera confiada con Dios Padre, a seguir fielmente sus pasos de Hijo de Dios encarnado, y a dejarnos guiar y alentar por el Espíritu Santo..."
Jesús de Nazaret nos comunica su experiencia de Dios. Lo ha sentido en lo más profundo de su ser y le da el calificativo de papá (mamá) - Abbá (en su propia lengua). Y cuanto más lo siente y lo vive, mejor percibe su aliento y su fuerza que es su Espíritu. Y a eso nos invita. Es su Buena Noticia.
Como escribe Fray Marcos: "Lo más urgente en este momento para el cristianismo, no es explicar mejor el dogma de la Trinidad, y menos aún, una nueva doctrina sobre Dios Trino... No se trata de explicar la esencia de la luz, sino de abrir los ojos para ver..."
José Ant. Pagola añade: "Antes que nada, Jesús invita a sus seguidores a vivir como hijos e hijas de un Dios cercano, bueno y entrañable, al que todos podemos invocar como Padre querido. Lo que caracteriza a este Padre no es su poder y su fuerza, sino su bondad y su compasión infinitas..." Y lo curioso es que todo eso, como escribe san Juan en su carta, no lo voy a encontrar en los ritos y ceremonias, en los rezos y meditaciones, sino amando a los hermanos. Mi oración, mi meditación y mis encuentros con la comunidad de hermanos son momentos para saborear y ahondar el mensaje de Jesús y sacar fuerzas para seguir adelante.
Y termino con esta nota de Fray Marcos: "Vivir la experiencia de Dios Trino sería convivir. Sería experimentarlo: 1) Como Dios, ser absoluto. 2) Como Dios a nuestro lado presente en el otro. 3) Como Dios en el interior de nosotros mismos, fundamento de nuestro ser. En cada uno de nosotros se tiene que estar reflejando siempre la Trinidad. Empezar por descubrir a Dios en nosotros, identificado con  nuestro propio ser. Descubrimos a Dios con nosotros en los demás. Descubrimos también a Dios que nos trasciende y en esa trascendencia completamos la imagen de Dios..."
Texto del evangelio de Juan (3,16-18)

Se acerca vuestra liberación

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