26 de Abril de 2020
Para este fin de semana se nos propone el texto del evangelio de Lucas sobre los dos discípulos que iban a Emaús...
Conocemos el texto y creo que muchos nos sentimos identificados con ellos: Nosotros esperábamos que... Y ahí, el texto refleja todo lo que sintieron aquellos primeros seguidores de Jesús de Nazaret. Esperaban y estaban seguros de que Él era el Mesías, el que iba a restaurar el reino de Israel, el que les iba a salvar de los romanos, el que iba a cambiar su situación y su vida... Pero... Y vuelven a recordar los terribles acontecimientos.
Como explica Fray Marcos: "En ningún caso intentan dar noticias de acontecimientos históricos. Los dos discípulos de Emaús no son personas concretas, sino personajes. No quiere informarnos de lo que pasó una vez, sino de lo que les está pasando cada día a los discípulos de Jesús..."
Y ahora nosotros releemos la narración y es casi como mirarnos en un espejo. "Nosotros esperábamos…" Sí, esperamos que la Iglesia cambie, que los obispos y los curas sean de otra manera, que nuestras comunidades cristianas cambien la sociedad... Como comenta Fray Marcos, -"Lo que Dios puede darnos ya lo tenemos. El desengaño es fruto de una falsa esperanza. Por no esperar lo que Jesús da, la desilusión está asegurada..."
La narración nos cuenta el cambio que se produjo en los dos discípulos. De la pena y la desilusión a la alegría del encuentro y el reconocimiento. Puntualiza Fray Marcos: -"No es Jesús el que cambia para que le reconozcan, son los ojos de los discípulos los que se abren y se capacitan para reconocerle. No se trata de ver algo nuevo, sino de ver con ojos nuevos lo que tenían delante. No es la realidad la que debe cambiar para que nosotros la aceptemos. Somos nosotros los que tenemos que descubrir la realidad de Jesús Vivo, que tenemos delante de los ojos, pero que no vemos. Hay momentos y lugares donde se hace presente Jesús de manera especial, si de verdad sabemos mirar..."
Puntos de referencia para todos nosotros:
Encontraremos a Jesús: "1) En el camino de la vida. A Jesús ya no lo vamos a encontrar en el templo ni en los rezos sino en la vida real, en el contacto con los demás. Si no lo encontramos ahí, cualquier otra presencia será engañosa... 2)En la Escritura. 3)Al partir el pan. 4)En la comunidad reunida..." (Cito a Fray Marcos)
Y con todo esto quiero recordar, como resumen, una canción que siempre me ayuda a entender el cambio que debe operarse en mi vida:
"Alrededor de tu mesa, venimos a recordar que tu Palabra es Camino, tu Cuerpo Fraternidad..."
Escuchar la Palabra y hacer camino donde encontraremos a Dios ("al dar de comer, al dar de beber, al vestir, al visitar..." al pobre, al necesitado, al marginado, al despreciado). Y participar en la Fracción del Pan, en la Eucaristía, sólo puede tener como consecuencia la Fraternidad. Nos reunimos para hacer Memoria del Señor y para reforzar nuestro deseo de seguir sus huellas en el Proyecto de la Buena Noticia del reino de Dios, en el que todos nos descubrimos hermanos, hijos del mismo Padre.
Texto del evangelio de Lucas (24,13-35)