viernes, 10 de abril de 2020

Amar hasta el final

Viernes Santo, 10 de abril

Viacrucis de fano - ImaguiHoy, siguiendo con esta celebración tan especial de la Semana Santa, (además de unirme a la celebración que nos ofrecen en la televisión) quiero acercarme a mi "comunidad virtual"... A vosotros, amigos y conocidos.
El domingo pasado citaba a Fray Marcos que nos decía que: "La muerte de Jesús no fue ni exigida, ni programada, ni permitida por Dios. El Dios de Jesús no necesita sangre para poder perdonarnos. Seguir hablando de la muerte de Jesús como condición para que Dios nos libre de nuestros pecados, es la negación más rotunda del Dios de Jesús..." Y, sin embargo, ha sido y sigue siendo un tópico en los comentarios y en las oraciones de la Iglesia.
¿Por qué?
-Jesús el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo
-Jesús que carga con nuestros pecados
-Jesús que nos abre las puertas del cielo
-Jesús que acepta bajar a los infiernos del dolor
-Jesús que acepta ser como un esclavo y morir, incluso, en la cruz...
Esa visión tan dura y cruenta que nos dejó en herencia Pablo (san Pablo) con todo el sabor, la imaginería y las expresiones del Antiguo Testamento se impusieron en la doctrina de la Iglesia, en el arte (pinturas, esculturas) y en la música. En los sermones, estudios y oraciones... En toda la liturgia.
Supongo que todo eso ha tenido y sigue teniendo sus, digamos, ventajas. Y también es cierto que a muchas generaciones de cristianos han ayudado a venerar, seguir y adorar a Jesús, el Hijo de Dios que nos salva.
Pues bien, aunque durante la mayor parte de mi vida yo mismo he seguido esas pautas, he escuchado y reverenciado todas esas imágenes, hoy en día me siento menos motivado por todas esas expresiones por muy bellas que puedan ser.

Vuelvo a citar a Fray Marcos: "Jesús murió por ser fiel a Dios. Jesús quiso dejar claro que seguir amando, como Dios ama, es más importante que conservar la vida biológica. No murió para que Dios nos amara, sino para demostrar que ya nos ama, con un amor incondicional..."
Me parece maravilloso, que va mucho más allá de todo eso que se nos ha transmitido... Porque el punto clave está en esa fidelidad a su proyecto de Buena Noticia, a ese mensaje de humanidad nueva, a esa realidad de que Dios se encarna y se hace presente en cada una de las personas que nos rodean, incluso de las más débiles, despreciadas y marginadas...
"A Jesús le mataron -continúa Fray Marcosporque estorbaba a aquellos que habían hecho de Dios y la religión un instrumento de dominio y opresión de los más débiles. La muerte de Jesús no se puede separar de su profetismo, es decir, de su denuncia de la injusticia; sobre todo la que se ejercía en nombre de la Ley y el templo. Su opción por los pobres y excluidos fue su mensaje fundamental. Esta actitud, defendida en nombre de Dios, resultó inaguantable para los que sólo buscaban su interés y mantener sus privilegios..."

Esa manera de ver la pasión y muerte en la cruz me ayuda a mirar a Jesús de Nazaret de una manera diferente. No es para llenarme de compasión y llorar por mis pecados (que también). No es para ponerme a sus pies y agradecer tanta entrega y tanto amor... hasta dar la vida (que también). Tampoco es para dolerme por todo el sufrimiento causado al más inocente... Todo eso ya lo llevo bien adentro. Pero hay algo que cambia: Jesús de Nazaret nos marca el camino, esa manera de ser fiel a ese modo nuevo que va más allá de toda religión y de todas las leyes: Amaos unos a otros, como yo os he amado. En eso conocerán que sois mis discípulos (así escribirá san Juan). Y sabía de qué hablaba.

La comunidad de seguidores (allá donde se reúna) celebra la muerte del Señor...; pero es una celebración que mira hacia adelante, hacia el futuro, hacia ese mundo diferente con el que sueña y suspira... siempre con el riesgo de que también a nosotros nos condenen, nos desprecien, nos ejecuten también (como ha ocurrido en tantas ocasiones).

No sé si todo esto puede servir de ayuda a alguna persona... Sólo quiero compartirlo y celebrar la muerte del Señor... desde el recogimiento de nuestra casa.

Una última cita de Fray Marcos: Ahora que andamos con el coronavirus, con el aislamiento, el sufrimiento y la muerte extendida por todo el mundo, es bueno también descubrir a Dios, al Dios de Jesús, como Él mismo vivió y sintió en la misma cruz...: "Tenemos que descubrir la presencia de ese Dios en nuestro sufrimiento, en nuestra misma muerte. No podemos seguir buscando nuestra plenitud en el triunfo y en la gloria. La prueba de esta incomprensión es que seguimos preguntando: ¿Por qué tanto sufrimiento y tanta muerte? ¿Dónde está el Dios Padre? Seguimos pensando que el dolor y la muerte son incompatibles con Dios. Un Dios que no nos dé seguridades no nos interesa. Un Dios que no garantice la permanencia del yo egoísta no nos interesa..."

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