El lavatorio de los pies
17 de abril 2025
(Comentario de Fray Marcos) - "Repartir el pan y la copa de vino se hacía en todas las comidas importantes. Sabemos el sentido exacto que quiso dar Jesús a aquellos gestos y palabras. El mismo Jesús le dice a Pedro que no lo puede entender “por ahora”. Me mosquea que la Didaje, un escrito de finales del s. I no diga nada de la consagración. Dice: “después, los que entre nosotros se llaman diáconos reparten entres los asistentes el pan y el vino eucaristizados”. Y me mosquea aún más que Juan en el relato no diga nada de la institución de la eucaristía."
"Creo firmemente que en la aparición de la eucaristía en la primera comunidad ha tenido mucha más influencia el recuerdo de las comidas de Jesús que la última cena. La eucaristía fue, en un principio, un hacer presente a Jesús en el compartir con los demás lo que cada uno tiene y es. En aquella sociedad lo más perentorio era la comida."
"El relato de Juan muestra la importancia del lavado de los pies. “¿Entendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis el “Maestro” y el “Señor”; y decís bien, porque lo soy. Si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, sabed que también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros”. Aquí está la clave de la celebración de hoy."
Servicio y Fraternidad. Ahí estaría la clave. No sólo de la celebración del Jueves Santo, sino de la vida y seguimiento del Maestro. Y si nuestras celebraciones y ritos no tienen como objetivo dirigirnos hacia la fraternidad y a convertirnos en servidores (lavado de los pies), entiendo que hemos equivocado el camino. Por muy hermosas que sean las celebraciones, por muy bellos que sean nuestros cantos... Creo que no hemos entendido el mensaje de Jesús.
(Sigue comentario de Fray Marcos) -"Juan, el que más profundizó en la comprensión de Jesús, ni siquiera menciona la eucaristía. Esto debía hacernos pensar en la importancia del signo de lavar los pies. Sospecho que Juan quiso recuperar para la última cena el carácter de recuerdo de Jesús como servicio. La verdadera grandeza está en parecerse a Dios que se da sin reservas.Fidel Aizpurúa termina su comentario de esta manera) -"Hemos entendido la identidad cristiana en modos de práctica religiosa. Pero aquí está el principio básico de la vida cristiana: ¿Sirves? Eres seguidor de Jesús. No sirves, no lo eres. Esa certeza nos la da el evangelio de hoy. Tarde de Jueves Santo buena para meditar esto y para seguir empeñados en construir y vivir una vida servidora.
Texto del evangelio de JUAN 13, 1-15
1 Antes de la fiesta de Pascua, consciente Jesús de que había llegado su hora, la de pasar del mundo este al Padre, él, que había amado a los suyos que estaban en medio del mundo, les demostró su amor hasta el fin.
2 Mientras cenaban (el enemigo había ya inducido a Judas de Simón Iscariote a entregarlo), 3 consciente de que el Padre lo había puesto todo en sus manos y que de Dios procedía y con Dios se marchaba, 4 se levantó de la mesa, dejó el manto y, tomando un paño, se lo ató a la cintura. 5 Echó luego agua en el barreño y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con el paño que llevaba ceñido.
6 Al acercarse a Simón Pedro, éste le dijo:
- Señor, ¿tú a mí lavarme los pies?
7 Jesús le replicó:
- Lo que yo estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás dentro de algún tiempo.
8 Le dijo Pedro:
- No me lavarás los pies jamás.
Le repuso Jesús:
- Si no dejas que te lave, no tienes nada que ver conmigo.
9 Simón Pedro le dijo:
- Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
10 Jesús le contestó:
- El que ya se ha bañado no necesita que le laven más que los pies. Está enteramente limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos.
11 (Es que sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios»).
12 Cuando les lavó los pies, tomó su manto y se recostó de nuevo a la mesa. Entonces les dijo:
- ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? 13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y con razón, porque lo soy. 14 Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. 15 Es decir, os dejo un ejemplo para que igual que yo he hecho con vosotros, hagáis también vosotros.
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