miércoles, 27 de noviembre de 2024

Se acerca vuestra liberación


Esta despiertos en todo tiempo

1 de diciembre 2024

Este domingo comenzamos el tiempo de Adviento. Acostumbramos a celebrarlo como una preparación a la Navidad: Los adornos, las luces, la compra de regalos, la reserva de comidas y fiestas... Todo lo vemos encaminado a esa fiesta que, poco a poco, se va difuminando para convertirse en preparativos de una época de fiestas que coincide con las vacaciones escolares, gran fiesta de fin de año y para completar nos encontraremos con otra fiesta que nos trae más regalos, la de los Reyes Magos.


¿Qué sentido tiene para nosotros el Adviento?

Solíamos decir que era la preparación a la Navidad, al nacimiento del Señor. Y todo lo que teníamos que hacer era prepararnos para recibirlo a ejemplo de los pastores o de los Reyes Magos.

Las luces del Adviento, la presentación y decoración del Belén, los textos escogidos del evangelio... para revivir el nacimiento del Salvador. 

Llegaba nuestra salvación y lo celebrábamos como el acontecimiento más importante de nuestra vida, de la historia.


Sin quitar importancia a todo eso, me pregunto si el mensaje del evangelio nos lleva realmente a eso. La Buena Noticia del evangelio, su proclamación del reino de Dios, ¿va dirigida a celebrar el cumpleaños de Jesús? Por muy familiar que nos resulte, por algo tan lleno de ternura y amor hacia un recién nacido... ¿era eso lo más importante para Jesús de Nazaret?


Creo que no es acertado. Nos hemos entretenido en esa especie de preámbulo que nos ofrecen los evangelios de Lucas y Mateo y, muy posiblemente, hemos perdido el hilo del mensaje.


A lo largo de la presentación de la Buena Noticia, en las parábolas y comentarios, Jesús de Nazaret insiste una y otra vez en que estemos preparados, que estemos vigilantes, que pongamos atención al momento presente: "el mendigo a la puerta", "el prójimo que cayó en manos de los bandidos", "las vírgenes que esperan al novio... con sus lámparas encendidas", "el siervo que espera a su señor... y no sabe cuándo llegará"...

El Señor, Dios mismo, está ahí... y pasa.

Mi preparación, mi Adviento, es estar atento, vivir con un objetivo y estilo de vida que me hace percibir ese paso del Señor. Es la actitud que debe llenar mi vida. Entonces mi adviento es cada paso que voy dando en el que salgo al encuentro de nuestro Dios encarnado... Como nos dirá Jesús: "Porque tuve hambre y me disteis de comer, estaba desnudo y mes vestisteis, era un inmigrante marginado y me acogisteis, estaba oprimido y me liberasteis..."


Me viene a la mente una canción que escuché muchas veces siendo estudiante: "Rue des Longues Haies, L’inconnu passait". Es una canción que cantaba Aimé Duval, sacerdote francés.


 "À l’heure matinale

Dedans ses habits sales

Mon Dieu comme il est pâle!

Ô vous qui cherchez le Bon Dieu

Dans les nuages,

Vous ne verrez jamais son visage,

Ô vous qui cherchez le Bon Dieu

Dans les nuages

Vous manquerez encore son dernier passage." 


"Calle de largos setos, pasaba el desconocido

A una hora muy temprana, dentro de su ropa sucia. Oh, Dios, qué pálido está!

Ay, vosotros que buscáis a Dios en las nubes. Nunca veréis su cara.

Vosotros que buscáis a Dios en la nubes, os volveréis a perder su última pasada"


Eso es lo que me debe preocupar. Ahí va ese desconocido. No viste bien, no va elegante, no va a la moda. Cansado, agobiado, sin medios, empobrecido, marginado... "El desconocido pasaba" - "el Señor pasaba".


Que nuestro Adviento vaya adquiriendo ese sentido profundo y entendamos que se acerca nuestra liberación...  Y por eso estamos despiertos en todo tiempo.


Texto del evangelio de Lucas 21, 25-28. 34-36


jueves, 21 de noviembre de 2024

¿Tú eres rey?

Mi realeza no es de aquí

24 de noviembre 2024


Terminamos lo que se llama el "año litúrgico" con la fiesta de Cristo Rey.

José Luis Sicre en su comentario al texto de este domingo nos trae el recuerdo y razón por la que la Iglesia (Pío XI) instituyó la fiesta de Cristo Rey: -"La Primera Guerra Mundial había terminado hacía siete años. Alemania, Francia, Italia, Rusia, Inglaterra, Austria, incluso los Estados Unidos, habían tenido millones de muertos. La crisis económica y social posterior fue tan dura que provocó la caída del zar y la instauración del régimen comunista en Rusia en 1917; la aparición del fascismo en Italia, con la marcha sobre Roma de Mussolini en 1922, y la del nazismo, con el Putsch de Hitler en 1923. Mientras en los Estados Unidos se vive una época de euforia económica, que llevará a la catástrofe de 1929, en Europa la situación de paro, hambre y tensiones sociales es terrible."
Entonces Pío XI escribe señalando que: “El haber alejado a Cristo y su ley de la propia vida, de la familia y de la sociedad”; y que “no podría haber esperanza de paz duradera entre los pueblos mientras los individuos y las naciones negasen y rechazasen el imperio de Cristo Salvador”. Por eso, piensa que lo mejor que él puede hacer como Pontífice para renovar y reforzar la paz es “restaurar el Reino de Nuestro Señor”...
Se pregunta José L. Sicre: -"¿Se pueden resolver tantos problemas con la simple instauración de una fiesta en honor de Cristo Rey?, ¿conseguirá una fiesta cambiar los corazones de la gente? Los cien años que han pasado desde entonces demuestran que no."

Ahora nos toca a nosotros reflexionar y volver al mensaje de la Buena Noticia de Jesús de Nazaret. "Mi realeza no es de aquí".

Hemos vuelto, una y otra vez, a la proclamación de la Buena Nueva: "Está cerca el Reino de Dios. Convertíos!" Llamados a seguir las huellas de Jesús viviendo en fraternidad, teniendo al prójimo como referencia. Pendientes de los débiles, de los marginados y oprimidos, de los sin voz, de los que no cuentan... Poniendo como objetivo en nuestra vida la entrega y el servicio. Ése es el estilo del Maestro. No he venido a ser servido, sino a servir. Y el que quiera ser el primero, que se haga esclavo de los demás...

Creo que hemos vivido la religión como la solución y medicina de nuestros males, de los problemas que nosotros mismos hemos ido creando. Y está claro que ni las fiestas, ni las procesiones y novenas, ni las misas, ni todas las ceremonias que hagamos (por muy solemnes y vistosas que sean) nos llevan a esa conversión de corazón y a hacer realidad una sociedad de hermanos en la que nos importe, de verdad, lo que le ocurre a la población más débil y necesitada.

Fray Marcos escribía en su libro "A la fuente cada día": -Creo que la corona de oro, el cetro de plata y el suntuoso manto que le hemos colocado nosotros, llevan consigo mayor escarnio que los que le pusieron los soldados para hacerle burla y reírse de él".

Nos empeñamos en construir un Reino de Dios a nuestro antojo y medida. 
El mismo Fray Marcos comenta en el libro que acaba de publicar: -“Nos sentimos tan a gusto con nuestro dios mental que no aceptamos que pueda ser una ilusión”. (¿Cuándo asumiremos que todo discurso sobre Dios tiene que ser siempre mítico y metafórico?) Dios no es un ídolo, pero tu dios sí cuando premia y castiga, cuando te vigila constantemente, cuando te da gracias a capricho, cuando justifica la superioridad del varón, cuando lo encuentras fuera de ti o cuando te exige adoración y vasallaje..."

"Mi realeza no es de aquí..." Su entrega y servicio no fue un truco o una estrategia "para salvar el mundo" (como todavía repetimos). Su pasión, su cruz y su muerte fueron consecuencia de su fidelidad a Dios al que siempre se refiere como "padre-abbá" que es todo compasión, entrega, don, amor... por encima de la Ley, del Templo, de toda religión.
Aceptar ese camino es entrar en esa realeza que no es de aquí, entrar en el Reino de Dios. Lo demás no sirve de nada.

Texto del evangelio de JUAN 18, 33-37


viernes, 15 de noviembre de 2024

Aprended de la higuera el sentido de la parábola


...Cuando sus ramas echan las hojas, sabéis que el verano está cerca

17 de noviembre 2024

El texto del evangelio que escuchamos /leemos este domingo nos habla de "grandes angustias, desastres y catástrofes a nivel de todo el universo..."
Como dice Imma Calvo en su presentación: -"El tono apocalíptico del final del ciclo litúrgico sintoniza con la triste actualidad de guerras y desastres naturales. Aun así, es mucho mayor la solidaridad y el clamor por la paz. Queremos seguir trabajando por el Reino del que nos hablaba Jesús con esperanza renovada y comprometida."

Ser capaces de leer y entender el tiempo y lo que nos ocurre. Ser capaces de captar, como dice Jesús, el sentido de la parábola. Aprender de la higuera... Y reaccionar con ilusión y esperanza. Porque es el momento. No es cuestión de pensar en ese futuro del juicio final...cuando vuelva el Señor para juzgar a vivos y muertos. 

Me ha parecido muy interesante el comentario que ofrece Fidel Aizpurua: -"Pero hay algo que puede ser de nuestro interés. El evangelista pone en boca de Jesús este aserto: MIS PALABRAS NO PASARÁN. ¿Qué palabras son esas que no van a pasar y por qué no van a hacerlo?

· "No pasarán los sueños liberadores de Jesúsla certeza de la dicha para todos, el fin del sufrimiento de los pobres, la pervivencia de la justicia, las hambres saciadas, el mal derrotado. Todo eso no pasará y sigue vigente en la vida de quienes lo hacen posible."

· "No pasarán porque hay mucha gente, como Jesús, tocada por la fuerza humanizadora del amor. Y no hay dique ni obstáculo que frene a quien ama. Y por ello, las grandes palabras de las que con frecuencia nos desdecimos, no pasarán, siempre habrá personas que luchen por ellas."

Tenemos que escuchar y sentir las palabras de Jesús (su mensaje de Buena Noticia) como una invitación constante a vivir este momento, a no dejarlo pasar... ¡Cuántas parábolas nos relata el evangelio en las que Jesús insiste en "estar preparados", "estar atentos"...! Porque el Señor pasa junto a nosotros. Es el tiempo. Mi actitud no puede ser la de esperar al final de mi vida, a la hora de la muerte.

Vuelvo a tomar el comentario de Fidel Aizpurua: - "Que no pase la justiciaaunque demos pasos atrás (como lo son las guerras y quienes les apoyan). -Que no pasen los sufrimientos de los pobres: trabajando por mitigarlos (como muchos voluntarios en la DANA). -Que no pase el anhelo de dichasobre todo para quien lo tiene peor (como los inesperados hermanos que vienen de la pobreza)· -Que no pasen las hambres no saciadashambres físicas, sociales y espirituales.. -Que no pase el tiempo de los sueños y de las utopías: de lo contrario, estamos muertos."

Por eso, a pesar de la actitud de ciertas gentes poderosas (políticos), a pesar del modo de actuar de empresas que acaparan y explotan a los más débiles, a pesar del sentir expresado en las redes sociales... A pesar de todo ello queremos unirnos a la utopía de Jesús de Nazaret y hacerla nuestra afirmando cada día que otro mundo es posible. Un mundo más humano y más a la manera de Dios.

Es bueno que nos preguntemos como lo hace José Antonio Pagola: -"¿Qué es el hombre? ¿Un ser perdido en el cosmos, luchando desesperadamente contra la naturaleza, pero destinado a extinguirse sin remedio, o un ser llamado por Dios a vivir en paz con la creación, colaborando en la orientación inteligente de la vida hacia su plenitud en el Creador?"


Texto del evangelio de MARCOS 13, 24-32

jueves, 7 de noviembre de 2024

La mayoría echan lo que les sobra


...Ella, en cambio, ha echado lo que tenía

10 de noviembre 2024

El texto del evangelio de este domingo que nos trae Marcos es un comentario que Jesús hace a sus discípulos mientras ve cómo la gente va echando sus monedas en el Templo...

Y hace una observación muy aguda: -"Todos han echado de lo que les sobra...; pero esa pobre viuda ha echado todo lo que tenía..."

No nos consideramos ricos. Tampoco tenemos grandes fortunas...; pero, en más de una ocasión actuamos como ellos. Echamos lo que nos sobra... Nuestra entrega es más bien limitada. Nos falta esa empatía que nos ayudaría a ponernos en lugar del otro, a hacernos uno con la persona que nos necesita.

Imma Calvo, en su introducción, recordaba a los miles de voluntarios y voluntarias que se han presentado en Valencia para ayudar a los damnificados por la DANA metiéndose ellos también en el barro con todas aquellas personas que han sufrido tanta muerte y tanta destrucción.

Y Miguel Ángel Munárriz nos ayuda a aclarar nuestra actitud ante el evangelio y la Buena Noticia del Reino: (entre las personas que echan sus limosnas) "...hay una pobre viuda insignificante que pasa desapercibida de todos… menos de Jesús: «¿Veis aquella mujer?»… Nadie se había fijado en ella porque a los ojos del mundo era sin duda la última, pero a los ojos de Jesús era la primera… porque en el Reino todo es al revés.

Para el mundo el más importante es el que más tiene; para el Reino el más importante es el que más sirve. Para el mundo el primero es el más dotado; para el Reino el primero es el más necesitado. El Reino no se impone como los reinos del mundo, el Reino se siembra, y cuando cae en buena tierra da el ciento por uno. El Reino se construye de dentro a fuera; crece por la fuerza interior de la Palabra… desde dentro, por conversión, no por imposición; desde abajo, desde el servicio, no desde el poder."

Cuando nuestras cosas (nuestro dinero, nuestro poder, nuestra fama) se convierten en el objetivo de nuestra vida, pasan a ser nuestro dios y nuestra religión. Y creemos que echando algo de lo que nos sobra ya cumplimos y nos damos el título de gente religiosa y buena que se acuerda de echar alguna limosna para los pobres...

Pero creo que no seguimos las pautas de Jesús y de su mensaje del Reino de Dios.

José Antonio Pagola completa esa reflexión: -"Vivimos en un modelo de sociedad que fácilmente empobrece a las personas. La demanda de afecto, ternura y amistad que late en todo ser humano es atendida con objetos. La comunicación queda sustituida por la posesión de cosas."

"Las personas se acostumbran a valorarse a sí mismas por lo que poseen. Y, de esta manera, corren el riesgo de irse incapacitando para el amor, la ternura, el servicio generoso, la ayuda solidaria, el sentido gratuito de la vida. Esta sociedad no ayuda a crecer en amistad, solidaridad y preocupación por los derechos del otro."

Cinco cosas o cualidades enumera J.A.Pagola: -"el amor, la ternura, el servicio generoso, la ayuda solidaria, el sentido gratuito de la vida". El entrenarse cada día en adquirir esos valores y cualidades nos ayudaría a ser más humanos, más cercanos a la conversión que nos pide Jesús para entrar en el Reino de Dios.

Para crecer en humanidad, para ser y vivir como hijos de Dios, tenemos que centrar nuestra vida en ese sentido gratuito de la vida, en el amor, la ternura, el servicio y la ayuda solidaria. Entonces sí que tendría valor nuestra vida.

Texto del evangelio de MARCOS 12, 38-44


sábado, 2 de noviembre de 2024

No hay mandamiento mayor

«No estás lejos del reino de Dios».

3 de noviembre 2024


El texto del evangelio de este domingo nos cuestiona, de nuevo, sobre los mandamientos.
-¿Qué mandamiento es el primero?
Es la pregunta que le hace un escriba a Jesús.
Nosotros, veteranos en el cristianismo y en seguir a Jesús, ya sabemos la respuesta. Y podemos recitar el primero y segundo y todos los demás mandamientos.
Pero la cuestión es si esa respuesta que da Jesús la asumimos, la hacemos nuestra, y la ponemos como objetivo y valor prioritario en nuestra vida.
Dice Jesús: -“Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos».

Como comenta Fray Marcos, el cambio importante en la vida y en la actitud de Jesús la traduce Juan (San Juan) de esta manera: -"En Juan los dos mandamientos se convierten en uno solo: “que os améis unos a otros como yo os he amado”. Jesús no dice que le amemos a él, ni que amemos a Dios, ni que ames al prójimo como a ti mismo, sino que ames a los demás como él los ha amado. El cambio no puede ser más radical. Aún no nos hemos dado cuenta de esta novedad. Dios no es un ser separado de mí, al que debo amar, sino el amor que me permite sentirme uno con todos."

Ese cambio radical debiera ser el primer valor de nuestra vida, el objetivo que marcara nuestra existencia y todo lo que hacemos. Si no entramos en esa vía, podremos decir que somos muy religiosos, que cumplimos los mandamientos de una religión, que somos buenas personas; pero no nos podemos llamar seguidores de Jesús.

José Antonio Pagola escribe de esta manera: -"Hay pocas experiencias cristianas más gozosas que la de encontrarnos de pronto con una palabra de Jesús que ilumina lo más hondo de nuestro ser con una luz nueva e intensa. Así es la respuesta a aquel escriba que le pregunta: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?».

"Jesús no duda. Lo primero de todo es amar... La última palabra la tiene siempre el amor. Está claro. El amor es lo que verdaderamente justifica nuestra existencia. La savia de la vida. El secreto último de nuestra felicidad. La clave de nuestra vida personal y social." 

Es increíble la de cosas que nos anuncian y nos venden como factores que nos traerán la felicidad. Desde la última generación de móviles, los grandes televisores, los coches de alta gama, las vacaciones y viajes más exóticos, las bebidas, los perfumes, la ropa... Los medios de comunicación, las redes sociales, nos sugieren y nos animan a comprar todo eso que nos hará felices... Y si no podemos conseguirlo nos sentimos tristes, infelices...

Jesús lo comentó de muchas maneras. "De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su vida..."

Ayer celebramos la fiesta de Todos los Santos. Es para fijarnos en personas que vivieron siguiendo las huellas del Maestro. Porque lo importante es vivir ese secreto último de nuestra felicidad. Al vivir amando, yo también estoy en camino. Yo también participo de la vida de Dios y soy santo/santa. San Pablo en sus cartas suele dirigirse a los seguidores de Jesús como los santos...

Lástima que durante demasiado tiempo nos han hablado de los santos y santas para destacar y subrayar sus penitencias y sacrificios, sus sufrimientos, sus oraciones y rezos interminables. Creo que no es acertado. El amor que ponían en todo lo que hacía, sí. Eso es la savia de sus vidas y el camino que, también nosotros, debemos seguir.

Al tomar esa opción e intentar vivir siguiendo esa palabra de Jesús, también a nosotros nos diría lo que le dijo al escriba: "No estás lejos del reino de Dios".

Texto del evangelio de Marcos 12, 28b-34


Se acerca vuestra liberación

Esta despiertos en todo tiempo 1 de diciembre 2024 Este domingo comenzamos el tiempo de Adviento. Acostumbramos a celebrarlo como una prepar...