viernes, 10 de septiembre de 2021

Si quieres venir detrás de mi...

Para tí, ¿quién es Jesús?

12 de septiembre 2021


Hace ya muchos años leí un libro que me impresionó y me hizo reflexionar mucho: "Para tí, ¿quién es Jesucristo?" de A.M. Carre. Hoy en día se mantiene dentro de mí esa pregunta.


Este fin de semana escuchamos el texto del evangelio de Marcos (cap. 8) con esa doble pregunta de Jesús: -¿Quién dicen los hombres que soy yo?... Y una pregunta personal: - Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?


Y escuchamos lo que decía la gente de Jesús... Y, también, la respuesta de Pedro: "Tú eres el Mesías"...


A lo largo de los siglos hemos ido repitiendo respuestas y definiciones de Jesús como hacíamos en la clase de Catecismo cuando preparábamos la Primera Comunión. Algo que se quedaba como "conocimiento", cosas que había que saber y recordar. 

Hoy en día, en nuestra sociedad, una gran parte de la población apenas si puede recordar u ofrecer una respuesta a esas preguntas. Jesús es un desconocido.


Como siempre que leemos los textos del evangelio decimos aquello de "Palabra de Dios", los hemos tomado como historia literal de lo que fue, de lo que dijo, de lo que pasó... Y se convierten en una parte más de la Historia. 

Como explica Fray Marcos: -"Hoy sabemos que son una interpretación de la figura de Jesús, condicionada por sus circunstancias de todo tipo. Nos transmitieron lo que ellos entendieron pero no lo que en realidad fue Jesús. No podemos seguir interpretando su interpretación con la idea que hoy tenemos de ‘historia’."

Por eso, a la pregunta: -¿Quién es Jesús?, continúa Fray Marcos, la respuesta no puede ser la conclusión de un razonamiento discursivo. No servirán de nada ni filosofías ni psicologías ni teologías. Los análisis externos de lo que hizo y dijo no nos lleva a ninguna parte, porque no son comprensibles. Solo una vivencia interior, que te haga descubrir dentro de ti lo que vivió Jesús, podrá llevarte al conocimiento de su persona. Jesús desplegó todas las ‘posibilidades de ser’ que el hombre tiene. La clave de todo el mensaje de Jesús es ésta: dejarse machacar es más humano que hacer daño a alguien."


Aquellas respuestas aprendidas en el Catecismo no son una respuesta adecuada. Se puede decir que han sido parte de ese bagaje de conocimientos que hemos acumulado en nuestra memoria. Algo así como la "memoria externa" de nuestro ordenador o la micro-tarjeta de nuestro móvil que nos permite guardar documentos, fotos, información que no queremos olvidar; pero que, en el fondo, no afecta para nada nuestra vida.


"Debemos seguir preguntándonos quién es Jesús, explica Fray Marcos. Pero lo que nos debe interesar es un Jesús que encarna el ideal del ser humano, que nos puede descubrir quién es Dios y quién es el hombre. La pregunta que debo contestar es: ¿Qué significa, para mí, Jesús? Pero tendremos que dejar muy claro, que no se puede responder a esa pregunta si no nos preguntamos a la vez ¿Quién soy yo? No se trata del conocimiento externo de una persona. Ni siquiera se trata de conocer y aceptar su doctrina. Se trata de responder con mi propia vida..."


Me temo que es ahí donde encontramos nuestra mayor dificultad. Porque responder a esa pregunta de Jesús de Nazaret implica y complica mi vida. Si quiero seguirle, es que acepto su manera de hacer y de vivir. La relación que tengo con las otras personas, mi escala de valores, los objetivos de mi vida... Todo eso dará un giro de 180 grados. Y comienzan a resonar esos dichos de Jesús que nos parecen exagerados: "El que quiera venir detrás de mí, que reniegue de sí mismo, cargue su cruz y me siga..." "Si ayudas, o invitas o amas a los de tu familia, a tus amigos... qué mérito hay en eso?" "Si alguien te pide la túnica, dale también el manto..." "Ama, también, a tus enemigos..." "Y si vas a rezar o hacer tu ofrenda y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra tí, deja todo eso y ve primero a reconciliarte con él..." "De qué te sirve ganar una fortuna o todo el poder del mundo, si pierdes tu alma, tu humanidad?"...

A partir de ese momento, cada paso que vamos dando en el seguimiento de Jesús es algo que cuestiona mi vida, lo que hago, lo que digo, lo que me preocupa, mi escala de valores...


Ante ese desconocimiento social de Jesús, nosotros tenemos que preguntarnos como escribe José Antonio Pagola: -"Mientras tanto, ¿qué estamos haciendo sus seguidores?, ¿hablamos a alguien de Jesús?, ¿lo hacemos creíble con nuestra vida?, ¿hemos dejado de ser sus testigos?..."

Sobre todo que nuestra vida haga creíble el mensaje de Jesús. Que nosotros mismos seamos buena noticia del reino de Dios, testigos capaces de dar fe y razón de nuestra adhesión a Jesús de Nazaret.

Texto del evangelio de MARCOS 8, 27-35

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