Confía en esa Buena Noticia
21 de febrero 2021
Empezamos la Cuaresma. Y estaba pensando que, a lo largo de mi vida, cuántas y cuántas veces he vivido, escuhado y reflexionado sobre este tiempo que nos propone la Iglesia. Y, sin embargo, creo que cada año es diferente. También es cierto que durante mucho tiempo hablar de la Cuaresma venía a ser algo así como un tiempo de hacer penitencia, de rezar más, de hacer incluso "sacrificios" para que Dios me perdonara los pecados y me encaminara hacia la salvación.
Supongo que esa tradición tan antigua en la Iglesia ha servido de gran ayuda a muchas personas que es como decir que hay muchas maneras de seguir las huellas del Maestro. Pero... al releer una vez más el texto del evangelio de Marcos, me pregunto si el mensaje tan tradicional de la Iglesia coincide con el de Jesús de Nazaret.
"La llamada a la conversión -escribe José Antonio Pagola- evoca casi siempre en nosotros el recuerdo del esfuerzo exigente, propio de todo trabajo de renovación y purificación. Sin embargo, las palabras de Jesús: «Convertíos y creed en la Buena Noticia», nos invitan a descubrir la conversión como paso a una vida más plena y gratificante..."
Ante todo Jesús anuncia su mensaje como Buena Noticia: El reino de Dios está cerca... Y, a lo mejor lo que tenemos que hacer es escuchar el mensaje con nuestros propios oídos normales. Que no es un mensaje de la iglesia, de los curas, de la institución religiosa. Buena Noticia! Que el Reino de Dios está cerca! También es muy probable que a más de uno de nosotros nos surja la pregunta: -El reino de Dios... Y qué? -Qué es eso del reino de Dios? Con lo que nos volvemos a encontrar en la casilla de salida.
Aquellas personas que escuchaban a Jesús de Nazaret, judíos como él mismo, sí esperaban "el reino de Dios"; que llegara el fin de la opresión, la liberación del pueblo, salir de la miseria, de las injusticias... Y esperaban que todo eso se lo traería el Mesías...
Y Jesús anuncia ese Reino y les dice que crean y se fíen de esa Buena Noticia. Les pide que para que se haga realidad se conviertan, que cambien de vida... -Y ya está?
José Antonio Pagola lo comenta así: "El evangelio de Jesús nos viene a decir algo que nunca hemos de olvidar: «Es bueno convertirse. Nos hace bien. Nos permite experimentar un modo nuevo de vivir, más sano y gozoso. Nos dispone a entrar en el proyecto de Dios para construir un mundo más humano»...
Me parece tan importante el sentido profundo del mensaje de Jesús que si no ponemos el acento en ese cambio de estilo de vida, en esa manera nueva de enfocar nuestro modo de hacer las cosas, no podremos entender la Buena Noticia.
A partir de ahí, todo lo que hagamos tiene que ir encaminado a ese camino nuevo: La Oración, el Ayuno, la Limosna... que se suelen aconsejar y proponer como prácticas de Cuaresma, tienen que ir dirigidas a ese objetivo. Mi relación con Dios (esa oración constante con Dios nuestro padre), mi relación con las personas (la solidaridad, la compasión, la fraternidad) y mi relación con las cosas (sí, con el mundo, con la naturaleza, con los bienes que tengo)...
Y siempre con la alegría de que el Reino de Dios cada día se hace más presente en mí, en mi entorno, en mi mundo, en mi sociedad.
Texto del evangelio de Marcos, 1, 12-25
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