sábado, 26 de enero de 2019

Movido por la fuerza de Dios

27 de Enero de 2019

"Jesús actúa movido por el Espíritu de Dios. La vida entera de Jesús está impulsada, conducida y orientada por el aliento, la fuerza y el amor de Dios. .." 
Así inicia su comentario José Antonio Pagola.

El texto que escuchamos, tomado del evangelio de Lucas, me suena como a algo "sabido" y que, a fuerza de oírlo, perdió su fuerza y el interés.
Es como la presentación de Jesús, de su manera de pensar, de su programa, de aquello que se va a proclamar como "buena noticia" del reino de Dios.
"Jesús es Buena Noticia para los pobres, continúa Pagola, Su actuación es Buena Noticia para la clase social más marginada y desvalida: los más necesitados de oír algo bueno; los humillados y olvidados por todos..."
Hasta ahí nos resulta conocido, es lo que siempre nos han dicho y predicado. Lo que me obliga a reflexionar y a cuestionarme es el aplicar ese programa de "buena noticia" a los que se dicen seguidores de Jesús de Nazaret, a mí mismo. Porque resulta que todo ese plan y proyecto de "liberación" es, precisamente, lo que el Maestro exige a todas aquellas personas que quieren seguir sus huellas...

Esto es, como dice Pagola, "nos empezamos a parecer a Jesús cuando nuestra vida, nuestra actuación y amor solidario puede ser captado por los pobres como algo bueno...", como la buena noticia.

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor».

No necesitamos andar muy lejos para descubrir todo un mundo de personas necesitadas, marginadas; una sociedad en la que también abundan los oprimidos, los cautivos en medio de un pueblo empujado y coaccionado por el consumo, el dinero y el poder...
Entonces, si digo y confieso que quiero ser seguidor de Jesús de Nazaret, ¿mi modo de vivir y de actuar apunta a esa "buena noticia" del reino de Dios?

Un pensamiento y reflexión tomada de Fray Marcos: "Oprimir a alguien, o desentenderse del oprimido, es negar el Dios de Jesús. El Dios de Jesús no es el aliado de unos pocos. No es el Dios de los buenos, de los piadosos, ni de los sabios. Es, sobre todo, el Dios de los marginados, de los excluidos, de los enfermos y tarados, de los pecadores. Solo estaremos de parte Dios, si estamos con ellos..."
Texto del evangelio de Lucas (1,1-4;4,14-21)

sábado, 19 de enero de 2019

Como un buen vino

20 de Enero de 2019

Los que somos "cristianos de siempre" (cristianos viejos) tenemos el peligro de oír el evangelio de aquella manera... Como quien oye llover. Ya nos lo sabemos. Y si se trata de "milagros", más todavía. Incluso se nos va la imaginación a lo fantástico que debería  ser eso de resolver nuestros problemas de esa manera ("convertir el agua en vino...")

Me gusta la presentación que hace Inma Calvo en la página de internet ecleSALia.net: "En estas primeras semanas del tiempo ordinario los evangelistas hacen su carta de presentación sobre la figura y misión de Jesús. La semana pasada vimos que los tres sinópticos elegían el Bautismo para comenzar su vida pública. Juan, sin embargo, elige el relato de las bodas de Caná, del que nuestros comentaristas nos advierten que es más simbólico que histórico. El mensaje de Jesús es ese vino de mejor calidad que el anterior. Es difícil encontrar un símbolo más vitalista pues compara la Buena Noticia con el buen vino en una boda..."

Y Fray Marcos  advierte: "El último versículo es la clave para la interpretación de todo el relato. Nos habla del “primer” signo de una serie que se va a desarrollar durante todo el evangelio..."

Visto y escuchado de esa manera, me hace pensar que en la iglesia (yo mismo) sigo bebiendo del vino de siempre y quizás me llego a emborrachar con él. Y tenemos la satisfacción y la alegría de "hacer lo que esta mandado", de "cumplir con todos los ritos y ceremonias"...; pero sin llegar a catar el vino de "mejor calidad" que es la Buena Noticia del reino de Dios.

Así lo expresa Fray Marcos: "El mensaje para nosotros hoy es muy simple, pero demoledor. Ni ritos ni abluciones pueden purificar al ser humano. Solo cuando saboree el vino-amor, quedará todo él limpio y purificado..."

Y nosotros, como seguidores de Jesús de Nazaret, tenemos que preguntarnos si no nos está pasando lo que a esos novios: que nos hemos quedado sin vino. Entonces el mensaje que transmitimos ha perdido la alegría, la vitalidad, el sentimiento de amistad y acogida, el crecer en humanidad que es el reflejo de Dios en nosotros.

José A. Pagola lo expresa mejor todavía: "Este gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente..."

Si probáramos ese "vino nuevo", cómo sería nuestra vida. Todos los aspectos de nuestra vida: "pasar haciendo el bien y tratar de conseguir una vida más humana y solidaria"...
Texto del evangelio de Juan (2,1-11)

sábado, 12 de enero de 2019

Renacer del agua y del espíritu

13 de Enero de 2019

El texto que escuchamos en la eucaristía de este fin de semana está tomado del evangelio de Lucas y nos habla del bautismo de Jesús. Y me hace recordar los comentarios más frecuentes que he ido escuchando a lo largo de mi vida: Jesús para darnos ejemplo quiso ser bautizado. Jesús que no tenía pecado se puso en la fila como todos los demás pecadores... Y se añade la voz que llega del cielo para proclamar que Él es el hijo, el amado, en el que Dios se complace...
Con esa manera de pensar y de explicar tengo la impresión de que nos quedamos en la corteza del mensaje sin intentar siquiera tratar de captar el mensaje de Jesús mismo.

Me ha ayudado mucho escuchar la charla de José Arregi, precisamente sobre el Bautismo de Jesús. Y también, como tantas veces, los comentarios de Fray Marcos y José M. Pagola.

Si escuchábamos hace un par de domingos, también en el evangelio de Lucas, que "Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante de Dios y ante los hombres..." , eso quiere decir que fue madurando en su humanidad, en su manera de pensar y de hacer. También en su religiosidad, en su relación con Dios y con las otras personas...
Comenta Fray Marcos: "El bautismo es el primer acontecimiento que los evangelios nos narran de la vida de Jesús. Es además, el más significativo desde su nacimiento hasta su muerte. Lo importante no es el hecho en sí, sino la carga simbólica que el relato encierra. El bautismo y las tentaciones hablan de la profunda transformación que produjo en él una experiencia que se pudo prolongar durante años. Jesús descubrió lo que Dios era para él y lo que tenía que ser él para los demás. Descubrió el sentido de su vida..."
El mensaje de "buena noticia" que proclama por las aldeas y por los caminos es algo que le nace de dentro, de su experiencia, de la profundidad de su vida... No es como los demás.

Un párrafo más tomado de Fray Marcos: "Celebramos hoy el verdadero nacimiento de Jesús. Él mismo nos dijo que el nacimiento del agua y del Espíritu era lo importante. Si seguimos celebrando con mayor énfasis el nacimiento carnal, es que no hemos entendido el mensaje evangélico. Nuestra religión sigue empeñada en que busquemos a Dios donde no está. Dios no está en lo que podemos percibir por los sentidos. Dios está en lo hondo del ser y allí tenemos que descubrirlo."

Y esa reflexión me la quedo como tarea y ejercicio: Mirar en lo hondo de mi ser y descubrir al mismo Dios que Jesús proclama: Abba, nuestro padre-madre, que derrama sobre todos nosotros su ternura y compasión y que desea verse reflejado en nuestra humanidad.

Y quiero citar, también, J.M. Pagola: "Es urgente crear cuanto antes un clima más amable y cordial. Cualquiera no podrá despertar en el pueblo sencillo la ilusión perdida. Necesitamos volver a las raíces de nuestra fe. Ponernos en contacto con el Evangelio. Alimentarnos de las palabras de Jesús que son «espíritu y vida». 
Texto del evangelio de Lucas (3,15-16.21-22)

domingo, 6 de enero de 2019

Una estrella les guiaba por el camino

6 de Enero de 2019

Hoy es la fiesta de la Epifanía (la manifestación del Señor) o de los Reyes Magos... Todavía nos queda, a nuestra edad, algo de las vivencias y emociones de los años de infancia: la magia de los Reyes que llegaban a nuestra casa y nos dejaban regalos en aquel ambiente de belenes, estrellas y luces que nos anunciaban algo maravilloso.
Quizás al ir creciendo y ver las cosas desde otro punto de vista, fuimos perdiendo la emoción, la sorpresa y toda la magia que lo envolvía...
Ahora pienso en mis nietos y me doy cuenta de que la magia, la emoción y la sorpresa siempre están ahí aunque muy frecuentemente no soy capaz de descubrirlas.

La Epifanía del Señor, de ese Dios que Jesús de Nazaret experimentaba y anunciaba: Como buena noticia, como "padre-madre", con una ternura y una compasión infinitas, con un estar siempre presente... hasta en las cosas más pequeñas (los lirios del campo, los pajarillos, la hierba).

José A. Pagola hace este comentario: "El relato (de los Magos venidos de Oriente) es desconcertante. A este Dios, escondido en la fragilidad humana, no lo encuentran los que viven instalados en el poder o encerrados en la seguridad religiosa. Se les revela a quienes, guiados por pequeñas luces, buscan incansablemente una esperanza para el ser humano en la ternura y la pobreza de la vida..." 

Gracias a personas como Pagola, Fray Marcos, José M.Castillo y tantos otros, también yo voy descubriendo una "estrella" que me guía e ilumina mi camino para captar el mensaje de la buena noticia (que es para todo el pueblo) y que está dentro de nosotros. Es como ponerse unas gafas nuevas, un modo de mirar y de entender diferente... Es el cambio y la conversión hacia una humanidad compasiva y llena de ternura que ha cambiado su escala de valores y que donde sólo veía a extranjeros sin papeles ahora ve a Dios; personas marginadas y sin "valor", personas ancianas y olvidadas... Jesús decía que todas ellas serían las primeras en el Reino de Dios.  Es como la estrella nos va guiando y, aunque parece una locura, ahí es donde encontramos la salvación.

Quiero añadir un comentario de Fray Marcos que me ha ayudado mucho a centrar mi mente y mi corazón: "El concebir la acción de Dios como venida de fuera, y haciendo o deshaciendo algo en el mundo material, sigue jugándonos muy malas pasadas. Muchas veces he intentado explicar cómo es la actuación de Dios, pero acepto que es muy difícil de comprender, mientras sigamos creyendo en un Dios todopoderoso, apto para deshacer cualquier entuerto. Pensemos, por ejemplo, en el comienzo de la mayoría de las oraciones de la liturgia: “Dios todopoderoso y eterno… para terminar poniendo el cazo..."
"...Debemos superar la idea de Dios creador como hacedor de algo que deja ahí fuera. Dios no puede desentenderse de la criatura, como hacemos nosotros al ‘crear’ algo. Lo que llamamos creación es manifestación de Dios, que está ahí sosteniendo en el ser a su criatura..." 

Sí, poco a poco descubrimos que Dios anda entre nosotros, en nuestro barrio, en nuestras casas, en pequeños gestos y atenciones que son como la pequeña estrella que nos lleva hasta "Dios, nuestro padre".
Texto del evangelio de Mateo (2,1-12)

Se acerca vuestra liberación

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