domingo, 30 de septiembre de 2018

Los nuestros

Domingo 30 de Septiembre de 2018

Resultado de imagen de el que no está contra nosotros está a favor nuestroSeguimos leyendo y escuchando el texto del evangelio de Marcos. Jesús de Nazaret va puntualizando cómo entiende y vive su proyecto de vida, la buena noticia del reino de Dios: "El que quiera ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos"; "el que quiera seguirme, que tome su cruz..."
Hoy relata lo de que "hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos impedido porque no es de los nuestros..."  Jesús corrige esa manera de pensar. "Los nuestros", nuestra comunidad, nuestro grupo, nuestra iglesia. El monopolio de la salvación. De una forma o de otra, todos hemos tenido esa actitud. Hasta el Concilio Vaticano II se afirmaba aquello de "fuera de la iglesia no hay salvación" y estábamos tan seguros que había que hacer todo lo posible por "convertir" a todos los que estaban fuera de ella. No eran de los nuestros.

Por eso releer el texto de Marcos nos hace reflexionar y profundizar en lo que dice el Maestro: "...el que no está contra nosotros, está a favor nuestro..." 
Fray Marcos hace este comentario: "El mensaje de Jesús no se puede encerrar en ninguna iglesia o institución religiosa. Jesús intentó que todas las religiones, incluida la suya, descubriesen que el único objetivo de todas ellas es hacer seres cada vez más humanos. Cualquier religión que no tenga esa meta, es simplemente falsa...
Jesús no es monopolio de nadie. Todo el que está a favor del hombre está con Jesús. Todo el que trabaja por la justicia, por la paz, por la libertad, es cristiano. Nada de lo que hace a los hombres más humanos es ajeno a un seguidor de Jesús..."

Lo que importa, pues, es centrarlos en lo que proclama la buena noticia del evangelio. Convertirnos en personas más compasivas, más humanas y solidarias que saben ver y mirar a todos aquellos que están y viven al margen de nuestra sociedad (los que pasan hambre y sed, los que carecen de los necesario para vestir o para alojarse, los olvidados de la sociedad del bienestar)... Entonces todas las personas que trabajan y se esfuerzan por que llegue "el reino de Dios", todos son de los nuestros, están del lado de Jesús de Nazaret y su proyecto.
Y voy a citar a José A. Pagola: "En la sociedad actual hay muchos hombres y mujeres que trabajan por un mundo más justo y humano sin pertenecer a la Iglesia. Algunos ni son creyentes, pero están abriendo caminos al reino de Dios y su justicia. Son de los nuestros. Hemos de alegrarnos en vez de mirarlos con resentimiento. Hemos de apoyarlos en vez de descalificar..." 
Texto del evangelio de Marcos (9,38-43.45.47-48)

lunes, 24 de septiembre de 2018

Ser el último

23 de septiembre 2018
Resultado de imagen de el que quiera ser el primero debe hacerse el último de todos y el servidor de todosEl texto del evangelio de este domingo nos vuelve a plantear algo que nos resulta tan difícil como lo fue para aquellos primeros seguidores de Jesús de Nazaret: "Quien quiera ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos..."

Antonio, el que preside nuestra eucaristía, nos hacía reflexionar de esta manera: En nuestra sociedad, en nuestro entorno y en nuestra cultura, lo que pedimos siempre es "ser el primero". Estudia mucho para que consigas un buen título. Entrena mucho para ser un campeón. Esfuérzate mucho en la empresa para subir y que te hagan director y estar entre los mejores... Todo va encarado a destacar, a tener más, a conseguir buenos puestos. Honor, poder, fama, triunfo. Incluso cuando hablamos de la "sociedad del bienestar", estamos pensando en nosotros mismos.
Por eso se nos hace tan duro entender y aceptar el pensamiento de Jesús.
También es verdad que, muy a menudo, nos han traducido el mensaje del evangelio en forma de renuncias y penitencias...

Me gusta el comentario que hace Fray Marcos: "A veces los cristianos hemos dado a los de fuera la impresión de que para ser Él grande, Dios nos quería empequeñecidos. Jesús dice: ¿Quieres ser el primero? Muy bien. ¡Ojalá todos estuvieran en esa dinámica! Pero no lo conseguirás machacando a los demás, sino poniéndote a su servicio. Cuanto más sirvas, más señor serás. Cuanto menos domines, mayor humanidad..."

Es algo que choca con nuestro modo de ver y entender. Que la importancia de la persona la midamos por su servicio, por su humanidad, por su compasión y solidaridad...
Tengo que revisarme. A ver si me reeduco y cambio mi escala de valores. "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos"

Texto del evangelio de Marcos, 9, 30-37

domingo, 16 de septiembre de 2018

Quién es Jesús para mí

Domingo 16 de Septiembre de 2018

El evangelio de la eucaristía de hoy nos trae el texto de Marcos en el que pregunta a sus seguidores: ¿Quién dice la gente que soy yo?... Y vosotros ¿quién decís que soy ...?
Resultado de imagen de quien decis que soy yoQuién es para mí? Seguro que, tanto los que escuchamos como los que hablan y predican, tenemos una o varias respuestas sabidas y aprendidas de memoria: Jesús es... Incluso podríamos responder como lo hizo Pedro (Tú eres el Mesías). Pero todo eso es la teoría, lo que nos han enseñado. Ahora bien, en la práctica, en mi vida, quién es para mí?

Tengo que declarar que soy y me siento "seguidor" de primer nivel. Me fascina, me atrae y entiendo que su estilo y su modo de hacer y vivir son muy exigentes y comprometen toda mi vida. También sé que aceptarlo como Maestro implica un cambio y una conversión que te agarra por dentro. Su humanidad es tan profunda y plena que hace que entreveas a Dios mismo. Y es seguro que en más de una ocasión te descoloca.

José A.Pagola hace este comentario: "Seguir a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno. Pero hemos de tomar en serio a Jesús. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de estar dispuestos a dos cosas. Primero, renunciar a proyectos o planes que se oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa..."
Fray Marcos comenta que: "Jesús vivió y predicó que, lo específicamente humano es consumirse en la entrega al bien del hombre concreto, el que me encuentro en el camino de cada día..."

Como casi siempre, me quedo con la pregunta que me hace (Quién es para mí?) y me voy con los deberes para los días que vienen.
Texto del evangelio de Marcos (8,27-35)

sábado, 8 de septiembre de 2018

Ábrete

Domingo 9 de Septiembre de 2018

El texto del evangelio de Marcos (cap.7) nos presenta hoy la curación de un sordomudo. Acostumbrados como estamos a las explicaciones y comentarios que nos dan en la iglesia, nosotros mismos nos hacemos la aplicación y hasta sabemos hacernos una reflexión religiosa.
Pero, tal vez, la actuación de Jesús quiere llegar más lejos y más adentro.
José Ant. Pagola lo comenta así: "Tal vez uno de los pecados más graves de los cristianos de hoy es esta sordera. No nos detenemos a escuchar el Evangelio de Jesús. No vivimos con el corazón abierto para acoger sus palabras. Por eso no sabemos escuchar con paciencia y compasión a tantos que sufren sin recibir apenas el cariño ni la atención de nadie..." 
Se trata, por tanto, de acoger la "buena noticia del evangelio" comenzando por mi propio cambio y conversión. Y cuando empiezo a vivir al estilo del Jesús de Nazaret, es entonces que se manifiesta el "reino de Dios".
Y puntualiza Fray Marcos: "...La atención a los marginados no es el Reino de Dios, sino la manifesta­ción de que está presente y visible a todo el que lo quiera ver. Si queremos llevar a los marginados el Reino de Dios, antes de haber entrado nosotros en él, caemos en la trampa de la programación. Mientras no cambiemos nosotros, por mucha atención que reciban los que sufren, no ha llegado el Reino de Dios, ni para nosotros ni para ellos..." "...Sacar al pobre de su pobreza no garantiza que lo hemos introducido en el Reino. Pero salir de nuestro egoísmo y preocuparnos por los pobres sí garantiza la presencia del Reino y puede hacer que el pobre descubra el Reino..."
Creo que, a lo largo de nuestra vida, hemos intentado ser cristianos a base de cumplimiento de leyes y mandamientos, de celebraciones, devociones y rezos de todo tipo. Y llegados a este punto me parece descubrir que lo que importa es ese cambio interior: salir de nuestro egoísmo. Eso viene a ser crecer en humanidad, tener el corazón abierto a las otras personas (especialmente a tantas que son y viven marginadas: enfermos, ancianos, inmigrantes...). Entender que somos una misma humanidad. Ellas son parte de mí y yo soy parte suya... Entiendo que debo ir aprendiendo a mirar con los ojos de Dios; a escuchar con el corazón; y ofrecer mi apoyo sincero...
El otro día me dieron a leer un librito que desde una práctica y sabiduría ancestral (referencia a grupos de otras culturas) terminaba con unas propuestas resumidas en tres frases: "Perdóname" (porque muchas veces no sé acogerte tal como eres); "gracias" (por todo lo que me ofreces y me das); "te quiero" (quiero estar a tu lado). Me pareció genial. Con frecuencia hemos puesto filtros a nuestros ojos y oídos y somos incapaces de acoger, de aceptar, de escuchar y hasta de querer si no es condicionados por nuestros esquemas y pensamientos... No dejamos que Dios mire y escuche a través de nosotros.
Texto del evangelio de Marcos (7,31-37)

lunes, 3 de septiembre de 2018

Experiencia de Dios


Domingo 2 de Septiembre de 2018
Imagen relacionadaComo cada semana me gusta acercarme a la iglesia del barrio y unirme al grupo que celebra la eucaristía: escuchamos el evangelio, compartimos la fracción del pan, nos damos la paz y también tenemos tiempo de reflexionar si andamos tras las huellas de Jesús de Nazaret.
Cierto que tenemos el peligro de caer en la rutina, de hacer siempre lo mismo. Sí, pero también está nuestro empeño en seguir escuchando su palabra y nuestro deseo de ser sus seguidores.
Estos días estaba leyendo un libro de Fray Marcos ("Divina Humanidad") y entre otras muchas cosas me llamó la atención el comentario que hace sobre la "humanidad" de Jesús: "Y crecía en estatura, sabiduría y gracia ante Dios y los hombres". Lo que predicó no le vino de nacimiento sino de una prolongada experiencia de treinta años. Entre líneas se puede entrever que lo que Jesús quiso proponer a sus discípulos fue: yo he tenido una experiencia de Dios, tened también vosotros esa experiencia y daréis sentido pleno a vuestra vida..."
Ésa es la pregunta que me hago: Cómo vivir al estilo de Jesús de Nazaret. Cómo tener "experiencia" de Dios; vivirlo como algo esencial, como primer valor en la categoría de valores que cada uno se hace.
A partir de ahí, entiendo que toda la religiosidad, los ritos, los rezos y devociones, todo eso los puedo continuar en la medida que me ayuden a vivir esa experiencia de Dios... Que Jesús no me diga a mí también lo que leemos en el texto de Marcos: "Esta gente me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí..."
Texto del evangelio de Marcos (7,1-8.14-15.21-23)

Se acerca vuestra liberación

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