Domingo 16 de Septiembre de 2018
El evangelio de la eucaristía de hoy nos trae el texto de Marcos en el que pregunta a sus seguidores: ¿Quién dice la gente que soy yo?... Y vosotros ¿quién decís que soy ...?
Quién es para mí? Seguro que, tanto los que escuchamos como los que hablan y predican, tenemos una o varias respuestas sabidas y aprendidas de memoria: Jesús es... Incluso podríamos responder como lo hizo Pedro (Tú eres el Mesías). Pero todo eso es la teoría, lo que nos han enseñado. Ahora bien, en la práctica, en mi vida, quién es para mí?
Tengo que declarar que soy y me siento "seguidor" de primer nivel. Me fascina, me atrae y entiendo que su estilo y su modo de hacer y vivir son muy exigentes y comprometen toda mi vida. También sé que aceptarlo como Maestro implica un cambio y una conversión que te agarra por dentro. Su humanidad es tan profunda y plena que hace que entreveas a Dios mismo. Y es seguro que en más de una ocasión te descoloca.
José A.Pagola hace este comentario: "Seguir a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno. Pero hemos de tomar en serio a Jesús. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de estar dispuestos a dos cosas. Primero, renunciar a proyectos o planes que se oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa..."
Tengo que declarar que soy y me siento "seguidor" de primer nivel. Me fascina, me atrae y entiendo que su estilo y su modo de hacer y vivir son muy exigentes y comprometen toda mi vida. También sé que aceptarlo como Maestro implica un cambio y una conversión que te agarra por dentro. Su humanidad es tan profunda y plena que hace que entreveas a Dios mismo. Y es seguro que en más de una ocasión te descoloca.
José A.Pagola hace este comentario: "Seguir a Jesús no es obligatorio. Es una decisión libre de cada uno. Pero hemos de tomar en serio a Jesús. No bastan confesiones fáciles. Si queremos seguirlo en su tarea apasionante de hacer un mundo más humano, digno y dichoso, hemos de estar dispuestos a dos cosas. Primero, renunciar a proyectos o planes que se oponen al reino de Dios. Segundo, aceptar los sufrimientos que nos pueden llegar por seguir a Jesús e identificarnos con su causa..."
Fray Marcos comenta que: "Jesús vivió y predicó que, lo específicamente humano es consumirse en la entrega al bien del hombre concreto, el que me encuentro en el camino de cada día..."
Como casi siempre, me quedo con la pregunta que me hace (Quién es para mí?) y me voy con los deberes para los días que vienen.
Como casi siempre, me quedo con la pregunta que me hace (Quién es para mí?) y me voy con los deberes para los días que vienen.
Texto del evangelio de Marcos (8,27-35)
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