Domingo 30 de octubre de 2016
El texto del evangelio de Lucas que habla de Zaqueo nos es bastante conocido. Y nos parece bien que él cambiara de esa manera: de persona rica a compartir sus bienes con los pobres, de abusar en sus negocios a devolver cuatro veces más lo robado... Fantástico!
Pero qué me dice a mí todo eso?
Somos "cristianos viejos", nacidos en una familia cristiana, educados en colegios más o menos religiosos y nos consideramos personas que tratan de seguir al Maestro Jesús de Nazaret... Y sin embargo siempre nos queda como una señal de interrogación. Miramos el mundo que nos rodea, nuestra sociedad, y suspiramos por un mundo mejor, más justo, más solidario. Sentimos que habría que hacer algo más.
Me gusta echar mano de los maestros (teólogos de ahora) para encontrar una orientación, esa reflexión que me pueda marcar puntos de referencia para mi vida.
Una vez más tomo prestadas estas palabras de J.A. Pagola: "El relato de la actuación de Zaqueo nos ayuda a responder a la pregunta que no pocos llevan en su interior: ¿Todavía puedo cambiar?... ¿Qué pasos puedo dar?
Pero qué me dice a mí todo eso?
Somos "cristianos viejos", nacidos en una familia cristiana, educados en colegios más o menos religiosos y nos consideramos personas que tratan de seguir al Maestro Jesús de Nazaret... Y sin embargo siempre nos queda como una señal de interrogación. Miramos el mundo que nos rodea, nuestra sociedad, y suspiramos por un mundo mejor, más justo, más solidario. Sentimos que habría que hacer algo más.
Me gusta echar mano de los maestros (teólogos de ahora) para encontrar una orientación, esa reflexión que me pueda marcar puntos de referencia para mi vida.
Una vez más tomo prestadas estas palabras de J.A. Pagola: "El relato de la actuación de Zaqueo nos ayuda a responder a la pregunta que no pocos llevan en su interior: ¿Todavía puedo cambiar?... ¿Qué pasos puedo dar?
Lucas no describe el encuentro. Solo habla de la transformación de Zaqueo. Cambia su manera de mirar la vida: ya no piensa solo en su dinero sino en el sufrimiento de los demás. Cambia su estilo de vida: hará justicia a los que ha explotado y compartirá sus bienes con los pobres.
Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de «instalarnos» en la vida renunciando a cualquier aspiración de vivir con más calidad humana. Los creyentes hemos de saber que un encuentro más auténtico con Jesús puede hacer nuestra vida más humana y, sobre todo, más solidaria.
Ése es el punto. Mi encuentro con Jesús de Nazaret, mi seguimiento de la buena noticia del reino de Dios, debe tener ese resultado: una vida más humana y solidaria. Si mi práctica religiosa no desemboca en ese cambio (a la manera de Zaqueo), se mantendrá esa señal de interrogación.
Y me digo a mí mismo esas palabras de Mahatma Gandhi: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo"
Ése es el punto. Mi encuentro con Jesús de Nazaret, mi seguimiento de la buena noticia del reino de Dios, debe tener ese resultado: una vida más humana y solidaria. Si mi práctica religiosa no desemboca en ese cambio (a la manera de Zaqueo), se mantendrá esa señal de interrogación.
Y me digo a mí mismo esas palabras de Mahatma Gandhi: "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo"
Texto del evangelio de Lucas (19, 1-10)
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