Domingo 18 de Enero de 2015
.
El texto que nos ofrecido en la eucaristía de este domingo está tomado de Juan (capítulo primero) y nos cuenta el primer encuentro que tuvieron con Jesús de Nazaret. Termina diciendo: "serían las cuatro de la tarde".
Tal fue el impacto que siempre recordó la hora.
Me pregunto si yo mismo tengo también una hora especial que me recuerde un encuentro así.
Hay personas que hemos conocido que nos marcaron la vida y recordamos momentos, situaciones, encuentros y hasta horas determinadas; pero ¿tengo yo alguna hora especial, algún día especial, alguna situación especial que indique ese cambio total, esa conversión que me llevó a vivir al estilo de Jesús de Nazaret?
Según las enseñanzas recibidas, según las predicaciones escuchadas, podría tal vez señalar muchos momentos; pero revisando un poco me temo que no eran verdaderos encuentros con el Maestro. Tal vez eran momentos de oración, de religiosidad, de ceremonias y ritos, incluso de una elevación espiritual hacia... Dios? Supongo que todo forma parte del camino.
En un artículo leído recientemente de Antonio Aradillas titulado "Dios es humor" señala con mucho acierto que en la Iglesia: "Todo -casi todo-, es triste en la Iglesia, dando la impresión de que la alegría estuvo, y sigue estando, proscrita..." Y está en contradicción con la "Buena Noticia" del evangelio. El impacto que cuenta Juan de su encuentro con Jesús de Nazaret tiene mucho de alegría y de amor, algo que marca el corazón y la vida de uno.
Eso es precisamente lo que deseo encontrar y sentir: Buena y alegre noticia del reino de Dios. No me basta aquello de "al recibir el bautismo, me convierto en hijo de Dios", que "ha salvado", que "entraré en el cielo", que "me resucitará en el último día"... Yo creo que no es eso lo que decía Jesús de Nazaret. Hablaba de un estilo nuevo de vida, de una humanidad nueva, de un modo nuevo de ser hombre y mujer... Y nos propone todo el humor de Dios al añadir que: "los últimos serán los primeros", que "de los niños (que en su tiempo no contaban para nada y mucho menos si eran niñas) es el reino de los cielos", que "las prostitutas pasarán delante y entrarán ellas en el reino de Dios" y que (al hijo pródigo) no sólo no le pide cuentas ni le recrimina nada; sino que le hace una gran fiesta (con música, bebidas y mucha comida)...
Buena noticia! Y de impacto! y descubrir ese nuevo estilo es algo que revoluciona la vida de uno y ya nos cambia los valores y lo que tiene importancia.
Y termino con una nueva cita de Antonio Aradillas: "Quede clara constancia de que a San Pablo para tratar a la mujer, le faltó una "pizquita" de humor. No otras "pizquitas", sino toneladas de humor, le siguen faltando a catequistas, predicadores y evangelizadores, con preferente inclusión de la jerarquía eclesiástica, para difundir y sembrar la palabra salvadora de Dios, en relación con temas tan capitales de la religión como el cielo, el infierno, el pecado, el perdón, la naturaleza, la mujer, el hombre, la sexualidad, la felicidad, la vida, la muerte, el trabajo, el medio ambiente..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario