No es ningún descubrimiento. No es ningún programa nuevo. Tampoco es algo informático...
Es más sencillo que todo eso.
Me refiero al 0. Sí, al 0.
Algo que ya tenemos tan asumido en nuestras cuentas, en los cálculos, en las compras y en las ventas.
Si lo piensas, el simple hecho de descubrirlo bien mereció un brindis con cava, con vino, con cerveza o simplemente con agua...
Fue cosa de los indios de la India, o los habitantes de Mesopotamia, llegando a nosotros a través de los árabes.
Lo que ha sorprendido es su aplicación en la política.
En eso no había caído.
Se lee en Wikipedia: "El cero (0) es el signo numérico de valor nulo, que en notación posicional ocupa los lugares donde no hay una cifra significativa. Si está situado a la derecha de un número entero, decuplica su valor;1 colocado a la izquierda, no lo modifica."
Pues bien, los políticos han hecho su aplicación:
En nuestra sociedad tenemos un número 1. Desde el pueblo más pequeño al presidente del Gobierno.
Y ahí están las sociedades, los partidos, las empresas, las autonomías, el estado.
Los que votamos somos 0. Eso, somos el 0-
Si votamos a la izquierda...del número 1, seremos 0 (cero). No valemos nada, no contamos, es como si no existiéramos.
Ahora si votamos a la derecha del número 1... Entonces nosotros seguiremos siendo un 0 (cero), unos ninundi o unos donnadie. El que gana es el número 1. Dice Wikipedia que decuplica su valor. Eso con un cero. Si le añade dos ceros, tres ceros, cuatro ceros... 7 ceros... Entonces ese número 1 puede llegar a ser presidente del gobierno (10.000.000, 7 ceros). Nosotros... seguiremos siendo 0 después haber votado...
jueves, 31 de enero de 2013
domingo, 27 de enero de 2013
Buena noticia para los que más lo necesitan
27 de enero 2013 - 3º domingo tiempo ordinario
"Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor."
A partir de lo que he ido leyendo y escuchando, entiendo que los seguidores de Jesús de Nazaret quedaron tan impactados por el estilo de Jesús, por su manera de hacer, por sus palabras que terminaron comprendiendo que aquello que un día dijo Isaías, el profeta, era exactamente lo que significaba la buena noticia de Jesús.
El final tan terrible, su pasión y su muerte, provocó el que entendieran el sentido profundo de su mensaje.
Y la comunidad de hermanos, hombres y mujeres que reconocieron a Jesús como su Maestro, se convirtió igualmente en buena noticia para los más necesitados. Ponían todo en común y se trataban como hermanos.
Creo que no hay que añadir muchas palabras. Lo único necesario que nosotros seamos (no que digamos) buena noticia: anunciadores de libertad, de nueva visión, de nuevo trato y humanidad, capaces de descubrir a Dios, nuestro padre, que se esconde y encarna en esas personas que cuentan tan poco en nuestro mundo...
José Antonio Pagola lo expresa de esta manera: Jesús es..."Buena Noticia para los pobres. Su actuación es Buena Noticia para la clase social más marginada y desvalida: los más necesitados de oír algo bueno; los humillados y olvidados por todos. Nos empezamos parecer a Jesús cuando nuestra vida, nuestra actuación y amor solidario puede ser captado por los pobres como algo bueno."
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,1-4;4,14-21):
Excelentísimo Teófilo: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza de] Espiritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan. Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mi, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor.» Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él.
Y él se puso a decirles: «Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír.»
viernes, 25 de enero de 2013
¿Políticos?... Nah...!
Es la sensación. Es el disgusto. Es el sinsabor. Es ya la náusea...
-Políticos?... Nah!... No, no y no!
No me gusta la clase política que tenemos. No me gusta su manera de actuar. No me gusta que tenga tantos privilegios y prebendas. No me gusta que gobiernen sin pensar en la gente, en el pueblo.
Tampoco me gustan los partidos políticos. No me gusta que sólo se acuerdan de nosotros cuando llegan las elecciones y luego hacen lo que quieren sin que puedas cuestionar, ni criticar, ni preguntar, ni opinar.
Me molesta que se preparen decretos y leyes que siempre les benefician a ellos. Me molesta que se crean y se pongan por encima de los demás: Pensiones, seguros, viajes, tarjetas para sus gastos, transporte, coches oficiales, etc. etc.
¿Por qué no pedimos y exigimos Listas abiertas? ¿Por qué no pedimos y exigimos que se trate a los políticos como a cualquier trabajador? ¿Por qué hay que pagarles pensiones especiales? ¿Por qué se les permite tener cargos y empleos en los que no hacen nada sino figurar? ¿Por qué se les concede puestos de trabajo de los que no saben ni entienden nada cuando hay tantos que sí saben y entienden y están en paro?
...Y si comenzáramos este juego de nuevo? Es como volver a repartir las cartas.
Quieres ser político? Bien, vamos a poner las condiciones. NOSOTROS, no ellos. Eso sería democracia, no? Bueno, me gustaría que esto comenzara a correr... Opina, escribe, discute, exige...; pero no te quedes sin decir nada.
-Políticos?... Nah!... No, no y no!
No me gusta la clase política que tenemos. No me gusta su manera de actuar. No me gusta que tenga tantos privilegios y prebendas. No me gusta que gobiernen sin pensar en la gente, en el pueblo.
Tampoco me gustan los partidos políticos. No me gusta que sólo se acuerdan de nosotros cuando llegan las elecciones y luego hacen lo que quieren sin que puedas cuestionar, ni criticar, ni preguntar, ni opinar.
Me molesta que se preparen decretos y leyes que siempre les benefician a ellos. Me molesta que se crean y se pongan por encima de los demás: Pensiones, seguros, viajes, tarjetas para sus gastos, transporte, coches oficiales, etc. etc.
¿Por qué no pedimos y exigimos Listas abiertas? ¿Por qué no pedimos y exigimos que se trate a los políticos como a cualquier trabajador? ¿Por qué hay que pagarles pensiones especiales? ¿Por qué se les permite tener cargos y empleos en los que no hacen nada sino figurar? ¿Por qué se les concede puestos de trabajo de los que no saben ni entienden nada cuando hay tantos que sí saben y entienden y están en paro?
...Y si comenzáramos este juego de nuevo? Es como volver a repartir las cartas.
Quieres ser político? Bien, vamos a poner las condiciones. NOSOTROS, no ellos. Eso sería democracia, no? Bueno, me gustaría que esto comenzara a correr... Opina, escribe, discute, exige...; pero no te quedes sin decir nada.
domingo, 20 de enero de 2013
Haced lo que él diga
20 de enero 2013 - 2º domingo tiempo ordinario
-Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga.»
Las bodas de Caná y el signo de convertir el agua en vino es ya como un tópico en las lecturas de la iglesia. Podemos decir que todos hemos oído hablar de ello muchísimas veces y nos resulta simpático... La intervención de María, como cualquier mujer y madre, y la sorpresa del mayordomo ante el excelente vino de última hora...
Estaba reflexionando sobre el texto del evangelio y me ha parecido entender que demasiado a menudo nos hemos quedado con lo más externo, con el signo, con la petición de María, con la fiesta de la boda... y me temo que hemos perdido el nuevo estilo de Jesús de Nazaret, lo que anunciará con sus obras, con sus palabras, con su actitud a lo largo de toda su vida.
Es la fiesta de la vida comenzando por los últimos, los más humildes y necesitados. Su grito de: "Convertíos", cambiad de vida... es para que llegue la ternura y la compasión a todos, para que descubramos a Dios en todos y hagamos esa fiesta de la solidaridad, de la hermandad, de la justicia, de compartir.
El evangelio de Juan pone como primer signo éste de la boda de Caná y podemos recordar cuantísimas veces las parábolas de Jesús hacen mención de fiestas de bodas... ¿Acaso no le llamaron bebedor y amigo de fiestas?
Y es que nos han repetido tantísimas veces lo de que Jesús es el Mesías, el Salvador, el Hijo de Dios que lo hemos colocado tan lejos de nosotros, tan santo, tan religioso, tan Dios mismo que hemos olvidado que fue hombre como nosotros. Jesús no comenzó haciendo un sermón en la iglesia o en la sinagoga, ni dio una conferencia sobre la Buena Noticia, ni se hizo una presentación en el gran templo...
José Antonio Pagola hace este comentario al texto de hoy: "La madre de Jesús, atenta a los detalles de la fiesta, se da cuenta de que "no les queda vino" y se lo indica a su hijo...
Entre los campesinos de Galilea el vino era un símbolo muy conocido de la alegría y del amor. Lo sabían todos. Si en la vida falta la alegría y falta el amor, ¿en qué puede terminar la convivencia? ...
Este gesto de Jesús nos ayuda a captar la orientación de su vida entera y el contenido fundamental de su proyecto del reino de Dios. Mientras los dirigentes religiosos y los maestros de la ley se preocupan de la religión, Jesús se dedica a hacer más humana y llevadera la vida de la gente.
Los evangelios presentan a Jesús concentrado, no en la religión sino en la vida. No es solo para personas religiosas y piadosas. Es también para quienes se han quedado decepcionados por la religión, pero sienten necesidad de vivir de manera más digna y dichosa. ¿Por qué? Porque Jesús contagia fe en un Dios en el que se puede confiar y con el que se puede vivir con alegría, y porque atrae hacia una vida más generosa, movida por un amor solidario."
Por eso entiendo que seguir a Jesús y entender este primer signo de la boda de Caná es, ante todo, captar el nuevo rumbo que debemos dar a nuestra vida. Apostar por la vida, por la fiesta solidaria... mirando desde abajo: inmigrantes, marginados, personas que han perdido su casa, su trabajo, enfermos y olvidados... Que haya vino para todos! Que no les falte el pan!
Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11):
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: «No les queda vino.»
Jesús le contestó: «Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora.»
Su madre dijo a los sirvientes: «Haced lo que él diga.»
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dijo: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les mandó: «Sacad ahora y llevádselo al mayordomo.»
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llamó al novio y le dijo: «Todo el mundo pone primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora.»
Así, en Caná de Galilea Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe de sus discípulos en él.
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Medidas anticorrupción
El Partido Político Por Un Mundo Más Justo, M+J, ha propuesto una nueva Ley de Transparencia de la que extracto las siguientes diez MEDIDAS ANTICORRUPCIÓN:
"1.- Modificar el artículo 6.2 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, incluyendo como causa de inegilibilidad el estar encausado judicialmente, durante el desempeño de un cargo público o un puesto de responsabilidad en un partido político.
2.- Incluir un nuevo apartado, 2bis, en dicho artículo, mediante el cual los cargos electos encausados serán suspendidos precautoriamente del ejercicio de su cargo, en tanto no se dicte sentencia firme o el Tribunal resuelva sobre la situación del encausado.
3.- Modificar la redacción del artículo 4.1 de la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de los partidos políticos, en el siguiente sentido: Los partidos políticos podrán recibir de acuerdo con sus estatutos cuotas y aportaciones de sus afiliados, adheridos y simpatizante, siendo su exclusiva fuente de financiación.
4.- Incluir un nuevo artículo mediante el que será obligatoria la declaración pública de cualquier aportación que supere, bajo cualquier concepto, la cantidad de 1.200 euros anuales.
5.- Modificar el texto de la citada Ley para garantizar su coherencia con el principio establecido sobre la financiación de los partidos políticos y, específicamente, derogar los siguientes artículos: 3, 4.2, 5, 6, 7, 8.2 sobre los recursos para su financiación, los artículos 10 y 11 referidos al régimen tributario, así como los artículos 12 y 13 relativos a los incentivos fiscales por aportaciones a los partidos políticos.
6.- Prohibir las aportaciones económicas, dinerarias o en especie, efectuadas por empresas, asociaciones empresariales, fundaciones vinculadas a empresas o cualquier otro tipo de entidad que esté respaldado, directa o indirectamente, por una empresa o un grupo de empresas.
7.- Prohibir la condonación o aplazamiento en condiciones distintas a las del mercado de cualquier tipo de deuda a un partido político.
8.- Incluir a los partidos políticos en el Título II del Anteproyecto de Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, relativo a las normas sobre buen gobierno.
9.- Incluir, igualmente, a los diputados y senadores, así como a los cargos electos de las Comunidades Autónomas, Diputaciones locales, cabildos, ayuntamientos y otras entidades locales cuyos cargos fueran electos y a los ex –altos cargos durante un periodo de tiempo de 10 años desde el cese efectivo de sus funciones públicas en el Título II del Proyecto de Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno.
10.- Incluir, en la citada Ley, la prohibición a los ex –altos cargos, durante un periodo de 10 años desde su cese efectivo, de toda actividad que pueda considerarse, directa o indirectamente, relacionada con la actividad pública realizada, que pueda suponer una posición de influencia en empresas, consejos de administración, fundaciones o cualquier otra institución o entidad o que pueda influir o ayudar a influir en decisiones políticas o económicas."
sábado, 19 de enero de 2013
Aguantando la esperanza
Una mayoría con voz y esperanza
REDACCIÓN DE ALANDAR
Miércoles 2 de enero de 2013
Publicado en alandar nº294
Publicado en alandar nº294
Todas las versiones de este artículo: [català] [castellano]
Indignación-movilización-acción. Este tridente parece hecho a medida de los tiempos que corren. A la rabia provocada por las injusticias que brotan por doquier en nuestro país no debería acompañarle la sensación de impotencia. Cientos de miles de personas se implican en las numerosas protestas, huelgas e iniciativas con las que se quiere denunciar la falta de sensibilidad de quienes nos gobiernan respecto a los derechos de la mayoría. Pero también existen muchas más dispuestas a buscar la manera de paliar los tremendos agujeros que dejan los recortes de los servicios públicos o la privatización de un país que está en venta.
A esas flores que brotan en el desierto les dedicamos el reportaje de portada, en este número con el que alandar saluda al 2013. Se trata de proyectos colectivos, alimentados por la energía de la solidaridad gratuita, que se dirigen a buscar alternativas ciudadanas en temas tan básicos como la educación, el empleo o la cultura. En el pasado más reciente la respuesta colectiva se limitaba al tradicional ámbito de trabajo de ONG, asociaciones y sindicatos. Y gran parte de estos colectivos contaban, en mayor o en menor medida, con el apoyo de las instituciones del Estado. Ahora, cuando la bancarrota ha abierto un boquete en las arcas de ayuntamientos, comunidades autónomas y administración central para dejarlas sin fondos, la falta de recursos públicos impulsa a la gente a organizarse y liderar proyectos de cambio como última posibilidad de solucionar problemas sociales de extrema gravedad.
La presión social en la calle (lo hemos visto en el caso de los desahucios y más tímidamente en la protesta de la “marea blanca”) da sus frutos. Y, sin embargo, estos resultados positivos no dejan de ser pálidos logros respecto al enorme número de carencias que se detectan hoy en día en España. La falta de empleo provoca que surjan cooperativas de economía solidaria; los planes educativos ultraconservadores que se están implantando obligan a que AMPAS y profesorado busquen alternativas liberadoras y promotoras de valores que ahora escasean. Parroquias y asociaciones cristianas unen sus fuerzas a otras gentes fuera de la Iglesia, con experiencia en fondos de solidaridad, para conceder microcréditos a miles de familias a las que la pérdida del trabajo les empuja al abismo de la pobreza y la exclusión social.
Gracias a Dios, en este tiempo de crisis colectiva no faltan las mujeres y hombres que se sienten protagonistas del cambio. Quizá una parte no salen a la calle en manifestaciones, pero desde luego no se puede decir que formen parte de una mayoría silenciosa. Frente a unos medios de comunicación que mandan varios mensajes diarios de catástrofe, no cabe la resignación y el silencio. El desmontaje del Estado del bienestar, programado y ejecutado con la frialdad de quien conoce su oficio, está siendo respondido por la vía de las palabras y de los hechos. Y esta realidad solo puede despertar solidaridad y transmitir esperanza en un mañana más justo.
A esas flores que brotan en el desierto les dedicamos el reportaje de portada, en este número con el que alandar saluda al 2013. Se trata de proyectos colectivos, alimentados por la energía de la solidaridad gratuita, que se dirigen a buscar alternativas ciudadanas en temas tan básicos como la educación, el empleo o la cultura. En el pasado más reciente la respuesta colectiva se limitaba al tradicional ámbito de trabajo de ONG, asociaciones y sindicatos. Y gran parte de estos colectivos contaban, en mayor o en menor medida, con el apoyo de las instituciones del Estado. Ahora, cuando la bancarrota ha abierto un boquete en las arcas de ayuntamientos, comunidades autónomas y administración central para dejarlas sin fondos, la falta de recursos públicos impulsa a la gente a organizarse y liderar proyectos de cambio como última posibilidad de solucionar problemas sociales de extrema gravedad.
La presión social en la calle (lo hemos visto en el caso de los desahucios y más tímidamente en la protesta de la “marea blanca”) da sus frutos. Y, sin embargo, estos resultados positivos no dejan de ser pálidos logros respecto al enorme número de carencias que se detectan hoy en día en España. La falta de empleo provoca que surjan cooperativas de economía solidaria; los planes educativos ultraconservadores que se están implantando obligan a que AMPAS y profesorado busquen alternativas liberadoras y promotoras de valores que ahora escasean. Parroquias y asociaciones cristianas unen sus fuerzas a otras gentes fuera de la Iglesia, con experiencia en fondos de solidaridad, para conceder microcréditos a miles de familias a las que la pérdida del trabajo les empuja al abismo de la pobreza y la exclusión social.
Gracias a Dios, en este tiempo de crisis colectiva no faltan las mujeres y hombres que se sienten protagonistas del cambio. Quizá una parte no salen a la calle en manifestaciones, pero desde luego no se puede decir que formen parte de una mayoría silenciosa. Frente a unos medios de comunicación que mandan varios mensajes diarios de catástrofe, no cabe la resignación y el silencio. El desmontaje del Estado del bienestar, programado y ejecutado con la frialdad de quien conoce su oficio, está siendo respondido por la vía de las palabras y de los hechos. Y esta realidad solo puede despertar solidaridad y transmitir esperanza en un mañana más justo.
miércoles, 16 de enero de 2013
Necesito poco...
Me encanta poder publicar y hacerme eco de este artículo de Ángeles Caso.
Es como para leerlo y releerlo muchas veces...
En estos tiempos que corren, llegar a ese sentimiento y a ese convencimiento: "Necesito poco y lo poco que necesito... lo necesito poco."
Toda una invitación a la reflexión.
Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco
Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o todo.
ANGELES CASO
Es como para leerlo y releerlo muchas veces...
En estos tiempos que corren, llegar a ese sentimiento y a ese convencimiento: "Necesito poco y lo poco que necesito... lo necesito poco."
Toda una invitación a la reflexión.
Necesito poco y lo poco que necesito, lo necesito poco
Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.
Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.
Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o todo.
ANGELES CASO
domingo, 13 de enero de 2013
Bautismo en el espíritu y fuego
13 de enero 2013 - Bautismo del Señor
"-El os bautizará con Espíritu Santo y fuego..."
Me doy cuenta de que, muy a menudo, los textos que leemos en el evangelio nos son tan conocidos que apenas si nos impactan. Bautismo, espíritu santo, bautizarse... Nos acordamos de las ceremonias, de lo que se dice en la iglesia, de las cosas que hemos visto repetidas tantas veces; pero que no representan ningún cambio ni compromiso en nuestra vida.
Durante siglos el pueblo judío había vivido en esa expectativa. Los profetas y otros muchos hombres sabios y religiosos consolaban al pueblo mientras esperaban que las cosas cambiaran, que se terminara la opresión, la miseria y el desprecio que sufría la mayoría.
Juan el Bautista (porque bautizaba) también se puso a anunciar ese cambio que se avecinaba. Gritó a todo el que quiso escucharle que se acercaban nuevos tiempos, que la salvación estaba cerca... Había que cambiar, rectificar, vivir de otra manera... Yo os bautizo con agua, realizo esta acción simbólica con vosotros; pero ya llega el tiempo en el que llegará la salvación. No por la fuerza de un gesto o rito, sino por la fuerza del espíritu de Dios mismo, el aliento de Dios que es como un fuego que quema lo malo y purifica lo bueno que hay en nosotros.
Hoy en día me gustaría escuchar a los dirigen y presiden nuestras comunidades cristianas decirnos algo así: Nos hemos bautizado con agua, hemos realizado gestos que simbolizan el lavado de nuestras vidas; pero, en realidad, nosotros somos como todos vosotros. No somos dignos de desatar la correa de su sandalia. Él es nuestro maestro. El nos cambiará y nos salvará. Tenemos que dejarnos bautizar con el espíritu y aliento de Dios mismo. Sólo si prestamos atención a su palabra, sólo si comenzamos a cambiar y ponemos en nuestra vida la misma meta que él nos mostró, entonces ese aliento de Dios nos limpiará con un fuego ardiente. Y nuestra existencia se llenará de unos valores nuevos y extraños: la compasión y la solidaridad, la ternura y la hermandad, la atención a los más débiles y necesitados, el reconocer a Dios encarnado en las personas más desfavorecidas y marginadas...
Jesús de Nazaret hizo nuestro camino. No sólo nos dijo palabras que nos guiaran. Sus gestos, su manera de actuar y de vivir, la pasión por el reino de Dios, la visión profunda de la realidad hasta descubrir a los más pequeños como los preferidos de Dios, nuestro padre, su acercamiento a los marginados y despreciados de la sociedad... Todo eso tiene que ser nuestra pauta. Entonces sentiremos ese bautismo de espíritu santo, ese fuego que nos purifica y nos limpia.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):
Durante siglos el pueblo judío había vivido en esa expectativa. Los profetas y otros muchos hombres sabios y religiosos consolaban al pueblo mientras esperaban que las cosas cambiaran, que se terminara la opresión, la miseria y el desprecio que sufría la mayoría.
Juan el Bautista (porque bautizaba) también se puso a anunciar ese cambio que se avecinaba. Gritó a todo el que quiso escucharle que se acercaban nuevos tiempos, que la salvación estaba cerca... Había que cambiar, rectificar, vivir de otra manera... Yo os bautizo con agua, realizo esta acción simbólica con vosotros; pero ya llega el tiempo en el que llegará la salvación. No por la fuerza de un gesto o rito, sino por la fuerza del espíritu de Dios mismo, el aliento de Dios que es como un fuego que quema lo malo y purifica lo bueno que hay en nosotros.
Hoy en día me gustaría escuchar a los dirigen y presiden nuestras comunidades cristianas decirnos algo así: Nos hemos bautizado con agua, hemos realizado gestos que simbolizan el lavado de nuestras vidas; pero, en realidad, nosotros somos como todos vosotros. No somos dignos de desatar la correa de su sandalia. Él es nuestro maestro. El nos cambiará y nos salvará. Tenemos que dejarnos bautizar con el espíritu y aliento de Dios mismo. Sólo si prestamos atención a su palabra, sólo si comenzamos a cambiar y ponemos en nuestra vida la misma meta que él nos mostró, entonces ese aliento de Dios nos limpiará con un fuego ardiente. Y nuestra existencia se llenará de unos valores nuevos y extraños: la compasión y la solidaridad, la ternura y la hermandad, la atención a los más débiles y necesitados, el reconocer a Dios encarnado en las personas más desfavorecidas y marginadas...
Jesús de Nazaret hizo nuestro camino. No sólo nos dijo palabras que nos guiaran. Sus gestos, su manera de actuar y de vivir, la pasión por el reino de Dios, la visión profunda de la realidad hasta descubrir a los más pequeños como los preferidos de Dios, nuestro padre, su acercamiento a los marginados y despreciados de la sociedad... Todo eso tiene que ser nuestra pauta. Entonces sentiremos ese bautismo de espíritu santo, ese fuego que nos purifica y nos limpia.
Lectura del santo evangelio según san Lucas (3,15-16.21-22):
En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.»
En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»
domingo, 6 de enero de 2013
Por otro camino
6 de enero 2013 - Fiesta de la Epifanía (Reyes Magos)
"Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron"
El texto del evangelio de hoy es la reflexión que hace la persona que lo escribe echando mano de los textos antiguos al estilo del "midrash", algo que conocían muy bien los cristianos-judíos de la primera generación.
Jesús de Nazaret, nuestro maestro, es el salvador! El que nos muestra el camino, el que nos trae la buena noticia del reino.
¿Cómo entenderlo?
Aquello que dijeron los antiguos, a través de los profetas y otros sabios del pueblo, lo estamos viendo ahora... Y la narración toma esa forma llena de imaginación, de maravilla y ternura que nos quiere ayudar a comprender mejor la buena noticia que es Jesús mismo.
Claro que el peligro que tenemos (y que quizás hemos mantenido durante tantísimo tiempo) es creer e imaginar que toda esa narración es historia y que las cosas ocurrieron de esa manera exacta...
En ese caso nos sucede lo mismo que a Herodes y muchísimos otros: No hemos entendido nada. Nos agarramos a lo maravilloso y milagroso de la estrella, de los magos de oriente, de los regalos, de lo fantástico.
Y es que, a pesar de tantos sumos sacerdotes, escribas y sabios, sólo consiguen recordar unos textos que hablan de Belén de Judá y la llegada de un salvador... Pero eso es todo. Cada uno siguió con su vida.
Mateo anota que los magos, siguiendo la estrella, "entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre..." ¿Verdad que resulta extraño que todo lo que descubren -como rey de los judíos- es al niño con su madre...?
Quizás , ése es el punto: toda la gloria del "rey de los judíos" es ese niño en brazos de su madre.
Algo extraño y paradójico: Ni palacio, ni honores, ni pajes, ni príncipes, ni sirvientes, ni lujos, ni poder, ni riquezas... Sólo ese niño.
Termina el texto diciendo que "se marcharon a su tierra por otro camino"...
Creo que eso es lo que ocurre cuando descubrimos a Jesús de Nazaret. Volvemos a nuestra tierra por otro camino. Ese niño no nos deja indiferentes. Es el mensaje que escucharemos a Jesús de Nazaret: "Convertíos, cambiad, dad la vuelta... el reino de Dios está cerca de vosotros", tomad otro camino.
Pienso que si no descubrimos a Dios en el niño, en los marginados, en los desvalidos, en los despreciados, en los inmigrantes y sin papeles, en los parados y desahuciados... no entenderemos el mensaje del evangelio. Nos quedaremos con los regalos que nos hacemos en estas fiestas, con la estrella, lo maravilloso de los magos, los desfiles, etc. y seguiremos con nuestras vidas.
Ruego a mi maestro que me ayude a comprender todo eso y ser capaz de volver a mi tierra por ese otro camino...
Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12):
Jesús de Nazaret, nuestro maestro, es el salvador! El que nos muestra el camino, el que nos trae la buena noticia del reino.
¿Cómo entenderlo?
Aquello que dijeron los antiguos, a través de los profetas y otros sabios del pueblo, lo estamos viendo ahora... Y la narración toma esa forma llena de imaginación, de maravilla y ternura que nos quiere ayudar a comprender mejor la buena noticia que es Jesús mismo.
Claro que el peligro que tenemos (y que quizás hemos mantenido durante tantísimo tiempo) es creer e imaginar que toda esa narración es historia y que las cosas ocurrieron de esa manera exacta...
En ese caso nos sucede lo mismo que a Herodes y muchísimos otros: No hemos entendido nada. Nos agarramos a lo maravilloso y milagroso de la estrella, de los magos de oriente, de los regalos, de lo fantástico.
Y es que, a pesar de tantos sumos sacerdotes, escribas y sabios, sólo consiguen recordar unos textos que hablan de Belén de Judá y la llegada de un salvador... Pero eso es todo. Cada uno siguió con su vida.
Mateo anota que los magos, siguiendo la estrella, "entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre..." ¿Verdad que resulta extraño que todo lo que descubren -como rey de los judíos- es al niño con su madre...?
Quizás , ése es el punto: toda la gloria del "rey de los judíos" es ese niño en brazos de su madre.
Algo extraño y paradójico: Ni palacio, ni honores, ni pajes, ni príncipes, ni sirvientes, ni lujos, ni poder, ni riquezas... Sólo ese niño.
Termina el texto diciendo que "se marcharon a su tierra por otro camino"...
Creo que eso es lo que ocurre cuando descubrimos a Jesús de Nazaret. Volvemos a nuestra tierra por otro camino. Ese niño no nos deja indiferentes. Es el mensaje que escucharemos a Jesús de Nazaret: "Convertíos, cambiad, dad la vuelta... el reino de Dios está cerca de vosotros", tomad otro camino.
Pienso que si no descubrimos a Dios en el niño, en los marginados, en los desvalidos, en los despreciados, en los inmigrantes y sin papeles, en los parados y desahuciados... no entenderemos el mensaje del evangelio. Nos quedaremos con los regalos que nos hacemos en estas fiestas, con la estrella, lo maravilloso de los magos, los desfiles, etc. y seguiremos con nuestras vidas.
Ruego a mi maestro que me ayude a comprender todo eso y ser capaz de volver a mi tierra por ese otro camino...
Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,1-12):
Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes. Entonces, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.»
Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él; convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías.
Ellos le contestaron: «En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá, pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel.”»
Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»
Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se marcharon a su tierra por otro camino.
viernes, 4 de enero de 2013
Tontos, incultos y manipulables
El 17 de abril de 1969, el doctor Robert R. Wilson, director del proyecto de construcción del primer acelerador de partículas, tuvo que declarar ante una comisión mixta del Congreso y el Senado estadounidenses. El senador demócrata John Pastore le preguntó:
Estas dos citas, una reciente y otra que ya va para antigua, ponen de manifiesto la devoción por el conocimiento, por la investigación, por la cultura que tienen los estadounidenses. No sorprende, pues, el esfuerzo que hacen en I+D+i: nada más y nada menos que el 3 por ciento de su PIB. Ni el lugar que ocupan en el mundo.
Spain is different. Aquí, La inversión en la misma partida presupuestaria, que nunca ha llegado al 1 por ciento del PIB, no sólo no crece, sino que se reduce: la cantidad prevista para 2013 es equivalente a la de 2005. ¿Por qué países como EEUU, Alemania o Francia aumentan el dinero dedicado a investigación y cultura en los momentos difíciles? Porque segar esta inversión es cercenar el desarrollo y el bienestar de un país. En el complejo y abstruso mundo de hoy tenemos que conocer para poder decidir.
Nos están vendiendo que la cultura es algo superfluo, suprimible. Pero es mentira. Sin ella, solo somos bárbaros. ¿Hacen falta más ejemplos? Pues aquí va un último, esta vez nuestro: mientras la subvención presupuestaria del Museo del Prado caerá en 2013 a apenas 11 millones de euros, el aeropuerto de Castellón, capricho de un político corrupto y megalómano, y condenado a desaparecer sin haber recibido un solo vuelo, se lleva 17,5 millones. Definitivamente, nos quieren tontos, incultos y manipulables. Y nosotros nos dejamos.
43 años después, un compatriota suyo, Barak Obama, incluyó estas dos frases en el discurso que pronunció tras lograr su reelección como presidente de los Estados Unidos: “Queremos que nuestros hijos crezcan en un país en el que tengan acceso a las mejores escuelas y los mejores profesores. Un país que esté a la altura de su legado como líder mundial en tecnología, descubrimiento e innovación, con todo el empleo de calidad y las nuevas empresas que se derivan de ellos.”
¿Hay algo relacionado con este acelerador que, de alguna manera, contribuya a la seguridad de la nación?
No, señor. No creo.
¿Nada en absoluto?
Nada en absoluto.
¿No tiene ningún valor en este sentido?
Solo tiene que ver con el valor que nos damos unos a otros, la dignidad humana, el amor por la cultura. No tiene ningún valor militar, lo siento. (…)
¿Hay algo en este proyecto que nos haga más competitivos que los rusos en la carrera militar?
Solo desde el amplio punto de vista del desarrollo tecnológico. Esto tiene que ver con buenos pintores, buenos escultores, grandes poetas. Con las cosas que nosotros veneramos y honramos en nuestro país y por las que somos patriotas. (…) No tiene nada que ver directamente con la defensa de nuestra nación, excepto en hacer que merezca la pena defenderlo.
Estas dos citas, una reciente y otra que ya va para antigua, ponen de manifiesto la devoción por el conocimiento, por la investigación, por la cultura que tienen los estadounidenses. No sorprende, pues, el esfuerzo que hacen en I+D+i: nada más y nada menos que el 3 por ciento de su PIB. Ni el lugar que ocupan en el mundo.
Spain is different. Aquí, La inversión en la misma partida presupuestaria, que nunca ha llegado al 1 por ciento del PIB, no sólo no crece, sino que se reduce: la cantidad prevista para 2013 es equivalente a la de 2005. ¿Por qué países como EEUU, Alemania o Francia aumentan el dinero dedicado a investigación y cultura en los momentos difíciles? Porque segar esta inversión es cercenar el desarrollo y el bienestar de un país. En el complejo y abstruso mundo de hoy tenemos que conocer para poder decidir.
Nos están vendiendo que la cultura es algo superfluo, suprimible. Pero es mentira. Sin ella, solo somos bárbaros. ¿Hacen falta más ejemplos? Pues aquí va un último, esta vez nuestro: mientras la subvención presupuestaria del Museo del Prado caerá en 2013 a apenas 11 millones de euros, el aeropuerto de Castellón, capricho de un político corrupto y megalómano, y condenado a desaparecer sin haber recibido un solo vuelo, se lleva 17,5 millones. Definitivamente, nos quieren tontos, incultos y manipulables. Y nosotros nos dejamos.
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