sábado, 30 de enero de 2010

Políticamente incorrecto


En Karibu, una ONG que acoge a inmigrantes subsaharianos aquí en Madrid, tenemos que asumir el recorte de subvenciones.
Las instituciones apelan a la crisis, a las dificultades económicas. Es un argumento contundente.
En Karibu pedimos para los inmigrantes... Y, claro, eso no está bien visto, políticamente. O, como ellos dicen, "políticamente incorrecto".
La corrección de nuestra sociedad del bienestar viene a decirnos y a enseñarnos lo que es correcto y lo que no.
Creo que nadie ha escrito todavía el manual; pero si rebuscamos un poco podemos encontrar ejemplos que nos ayuden a comprenderlo mejor.
-Según la Dirección del Metro de Madrid, ofrecer a estos inmigrantes africanos de Karibu el Bono-metro o Abono mensual no supone ningún coste especial... Es más, a punto estuvo de concederlo.
Pero eso... eso era políticamente incorrecto.
-Enseñar oficios, formación profesional, a todos estos ilegales africanos... Políticamente incorrecto.
-Escolarizar a los hijos de inmigrantes, sobre todo africanos... Ah no! Todo eso sería "efecto llamada". Políticamente incorrecto.
-Asistencia sanitaria, médicos y medicinas para esta pobre gente (sobre todo africanos sin medios y provenientes de países con tan graves carencias)... No puede ser. Son ilegales, sin papeles... No deberían estar aquí.
Eso es políticamente incorrecto.

Karibu, como ONG, ofrece acogida, albergue, asistencia sanitaria, abono transporte, asesoría jurídica, ropa, comida... (en la medida de sus recursos económicos) a muchos de estos ilegales. Al igual que en la Cruz Roja, eso puede durar algunos meses: luego... Luego comienza su peregrinación y éxodo. Tienen que buscarse la vida. Desaparecen en los laberintos de nuestra sociedad tratando de sobrevivir.
Como son ilegales, no pueden empadronarse.
Como no tienen papeles, no pueden acceder a la sanidad.
Como no deberían estar aquí, no pueden acceder a la formación profesional.
Como "oficialmente no están aquí", se convierten en invisibles, inexistentes, transparentes... No son nadie.
Atenderlos es políticamente incorrecto.

Estoy pensando que mucho antes que todos estos ilegales y sin papeles, ya hubo alguien que directa y voluntariamente se puso de su lado. Se hizo políticamente incorrecto.
me refiero a Jesús de Nazareth.
En cuantísimas ocasiones vivió como los sin papeles, al margen, iba a decir "políticamente" fuera de la ley.
-Andaba con publicanos y prostitutas
-Lo del sábado... y sus normas estrictas se lo saltaba
-Su atención a los pequeños (niños, mujeres, etc.) era una constante
-La pureza legal (cuidado con los leprosos!) no lo tenía tan claro como los escribas y fariseos.
-Y su referencia al código de comportamiento? Ahí sí que lo planteó bien claro: Lo único que es correcto es atender al hermano (sea quien sea). Y propuso ejemplos bien claros: El samaritano, el hijo pródigo, la adúltera...
Claro que la sociedad de su tiempo no se lo consintió. Aquello era demasiado.
Así que lo condenaron. Y lo mataron.
No era políticamente correcto. O habría que decir que su condena y su muerte sólo fueron daños colaterales...

sábado, 23 de enero de 2010

Creo en los otros

Leía en un periódico de estos días...
"No creo en dios, creo en los otros... Y ellos están ahí"
Dos afirmaciones cargadas de intención e intensidad.
Que alguien no crea en Dios después de ver tragedias como las de Haití, creo que lo entiendo. Es la pregunta que inquiera y deja al hombre lleno de insatisfacción...
¿Dónde estaba Dios todopoderoso y bueno cuando iba a ocurrir el terremoto?
¿Qué culpa tenían los haitianos para recibir tan tremendo "castigo"?
¿Y los niños y las niñas? ¿Y los ancianos? ¿No tenían ya suficiente con la pobreza, la miseria, las enormes carencias que arrastraban en sus vidas?
¿Dónde estaba él?
Acostumbrados y adoctrinados a ver y entender a Dios como el gran curandero de la humanidad, el que puede salvarnos de cualquier mal, el que (si se lo pedimos) nos concede hasta el aprobar un examen, encontrar trabajo o que haya lluvia y buenas cosechas... Cómo explicar y entender las situaciones reales de la vida?
El cáncer que se le ha diagnosticado a la madre, el accidente mortal de un amigo, el quedarse en paro con una familia a cargo, los miles de inmigrantes que nos llegan, las injusticias esparcidas por ese vasto mundo de Dios...
Sencillamente, el hombre tiene muy difícil entender y asumir todo eso.
De ahí, la duda, la rebeldía, el rechazo de una religión que nos enseña ese tipo de fe.
Eso a la primera afirmación.
La segunda: "Creo en los otros...los que están ahí".
La periodista se extendía en el recuerdo de los muchos, muchísimos voluntarios que han ido a ayudar: los bomberos, los médicos, la Cruz Roja, las innumerables ONGs, los miles de voluntarios dominicanos sin titulaciones, sin nombre, sin publicidad que (aunque nadie los cita) se presentaron inmediatamente para salvar y rescatar...
Bueno, me gustaría matizar
Cierto que todos esos están allí. Llegaron como verdaderos ángeles para ayudar, para curar, para sacar de los escombros, para librarlos de tanta calamidad, repartir agua y comida...
Tengo que reconocerlo. Están allí. Y todos nos sentimos un poco representados, como si ocuparan nuestro lugar y fueran nuestras manos, nuestros ojos y oídos.
Y nos llena de emoción y admiración al mismo tiempo.
Pero el detalle que quiero añadir es el siguiente: "Ellos están allí". Y ellos son los haitianos, los pobres, los hambrientos, los heridos, los huérfanos, las viudas, los muertos...
Entonces la segunda afirmación yo cambiaría refiriéndome a ellos, a los haitianos.
Y al decir "creo en ellos..." mi mente y mi corazón van recorriendo tantos y tantos "Haití": Rwanda, Rep. Dem. del Congo, Rep. Dominicana, Afganistán, Irán, Irak...
Y mucho más cerca de nosotros: los inmigrantes que nos llegan en pateras, los hombres y mujeres africanos (también llegados en pateras) que vienen a clase de español en las aulas de la ONG Karibu, los miles y miles de personas empobrecidas y marginadas.
"Creo en ellos". Ellos están ahí y precisamente ahí es donde se manifiesta ese Dios en el que no cree la periodista y mucha otra gente.
Jesús de Nazareth señala el camino del Reino, de otro tipo de relación y de mundo. Y hablaba de los últimos, de los pobres, de los "donnadie".
Al decir que "otro mundo es posible" estamos diciendo esa nueva manera.
Y sólo cuando sepamos ver y creer en ellos, empezaremos a vislumbrar ese Reino.
Y Dios estará ahí (donde siempre ha estado). Y no hará falta que mantengamos ese otro dios curandero, hechicero, arreglatodo al que cebemos llamar, implorar y solicitar que venga a solucionar nuestros problemas y desaguisados...
Afirmaremos entonces, muy rotundamente, "creo en los otros... están ahí".

Haití es "noticia"

Humanidad dolorida, empobrecida, humillada que intenta sobrevivir...
Ahora el terremoto ha puesto de actualidad tanto dolor. Los canales de TV, las revistas, los magazines llenan sus franjas horarias y sus portadas con sus imágenes.
¿Por cuánto tiempo?
Nuestro mundo es un mundo de consumo.
Consumimos noticias como consumimos coches, relojes, perfumes, vestidos, juegos.
Pero es consumo.
Un amigo mío hablaba de nuestro tiempo como el de "un mundo sin corazón".
Y tal vez es eso lo que nos falta: Humanidad, corazón, saber compartir.
Compasión y misericordia.
Y ahora, mientras veo tantas imágenes de Haití, rezo "venga tu reino". Quiero decir que nos llegue ese mundo de humanidad, de justicia, de corazón.
Quiero decir, sencillamente, que me apunto para hacer que venga, que se haga realidad.

Se acerca vuestra liberación

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